03.- Dulce Promesa

Con el pasar de los días, fue sencillo para la recién llegada adaptarse a su nuevo hogar, todos la recibieron con mucho afecto, unos más que otros, pero fue lo suficiente para sentirse acogida y que el nerviosismo inicial fuera disminuyendo, había pasado de ser hija única a ahora tener 4 hermanos mayores, todos de lugares distintos, tan únicos y especiales.

Por un lado estaba su compañera de habitación quien era sólo 2 años mayor que ella; cabellos azabaches y ojos color gris, con facciones tan finas que dejaban muy claro su nacionalidad asiática, su nombre era Kim Naoi, quien tan sólo verla se abalanzó a la más pequeña para darle un buen abrazo de bienvenida.

Clair Miller por su parte, podía notarse un poco más seria y con un porte elegante, pero le saludó con gusto y ternura, es 4 años más grande que Adeline y ella quedó fascinada con lo linda que era; cabellos dorados y ojos color caramelo.

En cuanto a sus hermanos, Drew Walker no se había mostrado ni cariñoso ni efusivo por conocerla, su rostro mostraba cierta expresión de fastidio y aunque creyó en ese momento haber sido una molestia para él, inmediatamente Liam le aclaró lo malhumorado que su hermano mayor solía ser.

Por último estaba Liam, pronto supo que su apellido era Wood y que era mayor sólo por un año, quizás era por eso que ambos habían tenido tan buena conexión apenas conocerse, eran los más pequeños y tenían tantos gustos en común que la amistad fue casi automática.

Sin embargo y a pesar de contar con tan buenas personas a su alrededor que la habían hecho sentir como parte de una familia, no había modo de que el recuerdo de sus padres desapareciera de la noche a la mañana. Adeline aún añoraba por el día en el que su madre llegara por esa puerta y la llevara a casa.

.

.

“Un sueño y nada más…”

.

.

Soltó un suspiro, uno de tantos, su mirada estaba fija en esa manzana a la que sólo le había dado un par de mordidas. Había tenido que comenzar a acudir a la escuela por “ordenes de su madre” según Evelyn.

Adeline aceptó sin problemas pero no estaba siendo del todo sencillo, nuevamente tenía ese mal presentimiento ¿por qué tenía que comenzar en otra escuela? Ella ya iba a una diferente. Las palabras de Liam cuando le conoció hacían un tornado en su cabeza ¿Y si realmente le abandonaron? ¿Qué había hecho mal? Las lágrimas silenciosas no se hicieron esperar ¿Qué importaba si los otros niños la veían con extrañeza?

— ¿Nos vemos a la salida?

Esa voz, tan conocida ya para ella, le hizo alzar la mirada. Era Liam.

— ¿Eh?

—Evan me dijo que estaría ocupado hoy así que pensé que tendría que volver solo a casa pero recordé que mi nueva hermanita está también en la escuela y no tendré que caminar solo—metió su mano en el bolsillo de su pantalón para entregarle un pañuelo que en realidad era una servilleta de su almuerzo. —quiero llevarte a un lugar que es especial para mí... es secreto y debes prometer que no le dirás a nadie ¿Está bien?

Un poco dubitativa tomó la servilleta para poder secar sus mejillas de esas lágrimas que las habían empapado momentos atrás, hoy era su primer día y no estaba siendo el mejor de todos pero quizás todo podría mejorar, Liam le dio esa pequeña esperanza y era curiosa por saber qué era lo que le quería mostrar.

Asintió sonriendo ligeramente.

—Nos vemos en la entrada, no lo olvides— le pidió con una amplia sonrisa en sus labios antes marcharse corriendo pues en ese momento la campana de regreso a clase había sonado.

Las siguientes horas fueron efímeras, en su mente sólo existía esa gran curiosidad por saber a dónde le llevaría su nuevo amigo. Incluso pudo dejar de pensar en la tristeza que hacía unas horas le había hecho llorar en el patio. Apenas sonar la campana, se apresuró a guardar sus cosas para salir del aula rumbo a ese punto de encuentro en donde pudo divisar al pelirrojo que ya le esperaba.

— ¡Adeline! —le llamó al verla llegar.

—Liam, hola… ¿tardé?

—No, en realidad salí rápido, no quería que te perdieras—le tomó de la mano. —Vamos, debemos ir a ese lugar secreto y volver a casa antes de que Evelyn mande a Drew a buscarnos.

No fue necesario decir más, con la imagen de un Drew malhumorado era más que suficiente para motivarla a caminar, en realidad no había tenido que sufrir algo más que sólo una mala cara de su parte pero confiaba en lo que el pelirrojo le había contado sobre su hermano mayor. No lo quería experimentar aún.

Al caminar podía apreciar mejor el lugar en donde vivía ahora, Liam se encargaba de platicarle acerca de cada uno de los lugares que podría disfrutar; la heladería, unas cuantas cafeterías, distintas tiendas de comida, incluso una tienda de juegos de video donde solía ir con sus amigos algunas veces. Adeline estaba fascinada de ver todo pero su sorpresa fue evidente cuando vio el rumbo que el pelirrojo tomaba, lo conocía perfectamente.

Era ese parque, no podía estar equivocada.

Sus pasos se detuvieron exactamente en esa banca en donde vio por primera vez a Evan y sobretodo donde su madre se despidió de ella.

Liam soltó su mano y sólo se sentó en esa banca vacía palpando un par de veces el lugar a su lado para que ella se sentara también.

Lo pensó un poco, pero al final terminó por sentarse ¿por qué la había traído a ese lugar?

—Este parque es muy bonito, justo desde aquí puedes ver las canchas deportivas y por ahí hay juegos muy divertidos, Evan suele traernos a veces cuando terminamos a tiempo la tarea— mientras hablaba, señalaba los lugares que le indicaba a la rubia, había notado como su semblante había cambiado nuevamente a ese lleno de tristeza que vio en el receso, sabía lo que ese lugar significaba para ella.

Bajó la mirada, no quería llorar de nuevo y estaba luchando mucho para lograrlo. —Liam, creo que... deberíamos ir a casa, Drew podría.-

—No— la interrumpió.

—Pero…-

—Te dije que te mostraría un lugar especial para mí, y es éste… fue aquí donde sostuve por última vez la mano de mi padre— por fin volteó a verla, sonreía con melancolía. —Vengo aquí todos los días, si cierras los ojos y lo visualizas es como estar con papá nuevamente… es una magia especial, inténtalo— cerró los ojos, respiró profundo y su sonrisa creció.

Estaba tan confundida con sólo verlo pero no perdía nada intentando hacer lo que el pelirrojo le decía, era quizás una locura pero al final terminó imitando sus acciones; cerró los ojos y tras tomar una larga bocanada de aire dejó volar su imaginación y ahí estaba, la imagen de su madre sonriendo justo como solía hacerlo. Las lágrimas fueron inevitables era tan real que odió abrir los ojos y toparse con un paisaje vacío, deseaba con todas su fuerzas que se hiciera realidad.

—Un día la verás de nuevo, ella te abrazará y serán felices nuevamente, disculpa si al conocerte dije cosas malas, estoy seguro de que ella volverá por ti tarde o temprano y creo que no le gustaría saber que lloraste mucho todo este tiempo—abrió los ojos y volteó a verla. —Yo vengo todos los días aquí al salir de la escuela, eso me ayuda a tener presente a mi padre y no llorar por su ausencia ¿Te gustaría acompañarme?

No pudo evitar mirarlo fijamente, podía notar que aún después de decir que ya no lloraba, sus ojos tenían un pequeño brillo, quizás unas pequeñas lágrimas que él se negaba a soltar. Fue entonces que se atrevió a tomar su mano.

—Ellos también volverán por ti, no te han abandonado.

La sorpresa en su mirada fue imposible de ocultar, Liam nunca esperó que la pequeña que él mismo trataba de animar hiciera lo mismo con él.

— ¿De verdad lo crees? Ha pasado mucho tiempo

—Lo creo... mientras tanto, prometo que estaré contigo sin importar lo que pase.

Él no pudo evitar reír, no se burlaba, estaba emocionado, había logrado su pequeño objetivo que era animarla.

Movió su mano hasta que ambos meñiques estuvieron entrelazados. Era un trato de niños pero uno muy especial.

—Yo también, estaré contigo sin importar que... es una promesa

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Comments

Mary Montilla

Mary Montilla

Menos mal y las personas que los cuidan son muy amables con ellos y Liam ya me robó el corazón es muy tierno 😍❤️😜

2023-02-01

2

Alma Delia Morales

Alma Delia Morales

Que triste pobres niños auque están en un lugar donde los tratan bien

2023-01-28

2

Beatriz Narváez campo

Beatriz Narváez campo

qué hermoso es ese cariño de estos niños, me encanta esta novela, me gusta como se dan ánimo entre los dos🤗🤗🤗

2023-01-28

2

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