Impredecible

Impredecible.

Haz oído hablar acerca de los seres que viven en el interior de los bosques, muchos aseguraban que eran criaturas que podrían matarte con tan sola una palabra o incluso con solo un movimiento de sus manos pero la verdad es que eso no es cierto no todas las criaturas que habitan aquí son así y solo quieren paz pero los humanos son codiciosos y eso hizo que nosotros estuviéramos en peligro así que decidimos utilizar magia para escondernos, los ancianos decían que era para protegernos pero nosotros teníamos que dividirnos en pequeños grupos por nuestra seguridad pero no sabia si eso era cierto.

Yo crecí con esa historia no había porque dudar de lo que decían los ancianos por eso cada mañana que salía a caminar siempre me encontraba con diferentes situaciones y no solo porque vivía en un pequeño pueblo era muy curioso ya que éramos seres que los humanos consideran un tabú ni peligrosos y posiblemente casi no amenazadores en el futuro para sus reinos enormes como los hombres lobo o los vampiros incluso nosotros nos alejábamos de ellos al ser seres muy hostiles con sus territorios o con su comida por esa razón casi nunca nos dejamos ver pero como dije mi pueblo era pequeño y solitario en medio de un bosque de frutos rodeado de no se que mas arboles teníamos prohibido salir de ese bosque una regla que jamás podíamos romper pero yo quería saber que había mas haya de esa arboleda que nos brindaba comida ya que la única interacción que había en ese bosque era de los espíritus antiguos.

-Nadia ¿Otra vez perdida en tu mundillo?- Layla mi amiga desde que tengo memoria era la única que me escuchaba sobe mis ideas locas

-Solo un poco sabes que quiero conocer mas haya de ese mundo-

-Se lo que quieres pero no creo que sea lo correcto seguir buscando ese mundo Nadia me preocupo por ti- como dije las mismas situaciones que me indicaban que jamás cambiaria nada.

-Lo se, no hare nada no te preocupes- le sonreí para tranquilizarla y en parte me daría terror salir del pueblo mi sueño y curiosidad eran enormes pero sabia que el mundo era peligroso y esta ley nos mantenía a salvo

-Se acerca el tiempo de emparejamiento ¿Qué harás Nadia?-

-Lo había olvidado, no se que hare no quiero que un sabio decida quien es mejor para mi ni siquiera soy querida en el pueblo y eso que todos nos conocemos- Mis ideas sobre el mundo exterior alejaban a casi todos a excepción de mis padres y claro mi amiga Layla

-No digas eso bueno es cierto que eres rara pero eres una maravilla en todos los aspectos he visto como manejas la magia y eso ya es decir mucho no todos podemos hacer algo de magia pero tu eres increíble-

-Layla gracias por tratar de animarme pero no creo que mejore mi animo en un buen rato- suspire mientras tomaba las canastas para ir a recolectar frutas a las afueras del bosque mi amiga solo me miro resignada por mi animo pero que mas podía hacer era el bicho raro del pueblo la tarde paso sin muchos problemas yo tarde en llenar mis canastas mi amiga ya tenia todo listo para irse a casa a continuar con las demás actividades.

-Nadia no tardes recuerda que tenemos que enseñarle a los mas pequeños a como usar su magia-

-Si no tardare-

-Eso espero- vi como mi amiga se iba con una ultima mirada de advertencia que no me gusto demasiado porque significaba regaños, le sonreí nerviosa mientras extendía mis alas lista para volar a veces odiaba ser un hada encerrada me impedía ver el mundo en su mejor esplendor.

volé por varios minutos tratando de llegar lo mas pronto posible al final de la barrera el cual solo se veía una niebla espesa no dejando ver nada mas adelante así que volé dirección al cielo y por mas que alcanzaba altura no lograba sobrepasar esa barrera así que me deje caer al vacío pensando en todo lo que me gustaría hacer si no estuviera esta barrera.

-Si al menos pudiera usar magia para quitarla….¡¡MAGIA!!- estaba tan concentrada en eso que de inmediato volé en dirección al pueblo pues había olvidado las lecciones de los niños demonios Layla me regañara por olvidarme de eso, pase por varias casas hasta llegar del Gran sabio protector del pueblo donde se le daban clases de magia básica a todos y sin esperar entre lo mas rápido y sin avisar casi chocando con la pared

-Lamento la demora niños-me disculpe con ellos lo cual la mayoría solo se rio de mi por mi repentina llegada

-Sabia que esto pasaría pero que mas puedo hacerte- Layla estaba justo al fondo del lugar mirándome con verdadera molestia

-Bueno ya llegue, así que ¿Qué quieren aprender hoy niños?- trate de ignorar a mi amiga no quería que empezara el regaño

-Magia defensiva-

-Magia de curación –

-De protección- los Niños comenzaron a decir todo tipo de magias que para su edad y dependiendo su cantidad de magia se pueden hacer diferentes hechizos

-Bueno creo que elegiré …. Magia…de curación- escuche alegría y varios bufidos de parte de ellos -Vamos no están mala la magia de curación aparte es básico que prendan este tipo de cosas por si alguien se llega a lastimar o ven a un pequeño animal herido ¿No suena eso fascinante?- varios expresaron su opinión así que procedí a enseñarles como hacerlo y al terminar todo Layla se me acerco con los brazos cruzados

-¿Volando muy alto otra vez?-

-Solo un poco pero casi llego a tiempo- justificarme no me ayudaba

-Nadia eres la mas talentosa de todas las hadas aquí y posiblemente seas la heredera del gran sabio, tienes que hacerte responsable de tus obligaciones, aunque sean las mismas de todos –

-Lo se y siendo sincera no quiero tomar el puesto del Gran sabio-

-Me preocupa que quieras salir del pueblo no quiero perderte tu eres la única familia que me queda- la mirada de Layla se torno triste y la mía igual aun recordaba como sus padres trataron de salir y en el proceso terminaron muertos pues la magia que tenían no era suficiente para que aguantaran el hechizo a pesar de ello jamás se trato diferente a Layla

-Te prometo que jamás me perderás solo son sueños y anhelos pero tengo en mente las consecuencias, ¿Un abrazo?-

-Un abrazo- la abrace tan fuerte transmitiéndole todo el amor que podía no duramos mucho y al separarnos fuimos hacer nuestras diferentes actividades y como cualquier otro día llego a su fin deseando que nada cambie en mi vida.

A la mañana siguiente se volvió hacer lo mismo caminar al bosque a recolectar fruta y platicábamos sobre lo mismo de hace días sin duda todo volvía a repetirse pero mientras llenábamos las canastas de fruta se me hizo raro no ver a los demás llegar eso era raro hasta que escuche una explosión demasiado cerca que hizo que mi cabello saliera volando hacia adelante empujándome un poco también.

-¿Qué fue eso?- mire hacia el pueblo y pude ver como de el salía humo intenso señal de que las casas se estaban quemando eso no significaba nada bueno

-¡MIS PADRES!- grite mientras extendí mis alas para volar a esa dirección

-¡Nadia NOO!- grito mi amiga ella era una de las que casi nunca usaba sus alas y no tenia experiencia con ellas pero yo no, yo siempre las usaba

-¡QUEDATE AHÍ!- Sali dispara con dirección al pueblo y lo que vi me dejo en shock eran…-Humanos-

-¡ATRAPEN A TODAS LAS HADAS!- gritaba un humano que llevaba un traje enorme que lo cubría completamente y lo que tenia en su mano era lo que vi solo en dibujos una espada lo peor de todo es que había sangre en esa espada

-¡Todos al bosque!- escuche el grito de mi padre quien llevaba en brazos a mis hermanos asustados aferrados totalmente a el, baje con el pero no vi cerca a mi mama

-¿Dónde esta mi mama?- le pregunte exasperada estaba tan alterada que sentía morir al ver como eran tratados los que no podían escapar poniéndoles esposas y un collar dejándolos inmóviles

-La atraparon, necesito que cuides de tus hermanos mientras la salvo-trato de darme a mis hermanos pero me aleje sabia que si el se iba no regresaría

-Yo iré por ella, te necesitan mas a ti que a mi- sin darle la oportunidad de responder retome mi vuelo buscando a una mujer en especifico de cabello color tierra y ojos color manzana madura

-¡No maten a nadie, LOS QUIERO VIVOS!- el mismo hombre que vi daba indicaciones de atraparlos a todos pero la pregunta era por qué quería a mi gente viva, la furia me empezó a inundar por lo que estaba presenciando ¿Cómo era posible que simples humanos pudieron traspasar la barrera de los ancestros? Y lo mas importante ¿Dónde estaba el Gran sabio?

-¡SUELTALOS MALDITO HUMANO!- grite los mas fuerte que pude mientras dejaba salir parte de mi energía -No lo repetiré otra vez- le advertí mientras comencé a acumular una inmensa cantidad de energía en mi mano como si ya lo hubiera hecho

-¡Eso jamás maldita criatura repugnante!- me amenazo con esa inmunda espada llena de la sangre de mi gente pero había algo mas en esa espada -¡No me iré de aquí con las manos vacías!- eso sentencio su vida al tratarlo como simples objetos sin valor alguno.

Mis ojos vieron en rojo a aquellos humanos y entrando en un trance comience a lanzar energía paralizando a todos lo invasores y liberando a mi gente la cual me miraba entre aliviados y asustados corriendo a los arboles frutales donde estaba mi familia

-¡Protejan al Rey!- Los humanos que aun no sometían trataron de detenerme utilizando algo que jamás pensé que tendrían y eso fue magia pero no cualquier magia esta magia era de una bruja el espíritu que les daba su fuerza estaba presente.

-Su magia no es tan fuerte como la mía- los mire por el rabillo de mi ojo y con mi mano izquierda chasquee los dedos dejando a esos humanos en el suelo inconscientes quería aniquilarlos, pero no todos estaban libres aun faltaba mi madre, flote al otro lado del pueblo donde aun quedaban humanos junto a unos cuantos de mi gente y entre ellos estaba mi madre así que de un rápido movimiento deshice las jaulas donde estaban y cree una nueva para cada humano.

-¡Nadia contrólate!- era el Gran sabio que por fin hacia su aparición ante lo sucedido

-¿Por qué debería hacerlo? Ellos mataron a nuestra gente- sentía odio en mi corazón por lo que vi

-No demuestres que eres como ellos se que quieres y una parte de mi lo quiere pero nosotros n hacemos eso- su argumento me dejo desarmada así que volví a respirar hondo tratando de calmar mis sentimientos

-¡Malditas criaturas repugnantes!- el hombre que dirigía a esos hombres me miraba con un odio profundo tratando de alcanzarme con la mano

-Como líder de este pequeño pueblo ¿quiero saber como lograron atravesar la barrera y bloquear mi magia? -

-¡¿Bloquearon su magia Gran sabio?!- estaba sorprendida eso sin duda no me lo esperaba me sentí mal al juzgarlo pensando que no había hecho nada pero era porque no podía hacer nada

-Si Nadia y quiero saber como unos simples humanos lo lograron- sin duda yo también tenía la misma curiosidad, pero el Rey solo seguía maldiciéndonos

-¡jamás les diré nada sin obtener nada!- el enojo sin duda se había ido para pasar a lastima por el humano.

-No estas en posición para pedir nada y menos cuando mataste a algunos de los nuestros-

-Gran sabio…- lo mire sorprendida por el tono de voz ya que nunca lo había escuchado hablar en ese tono sinceramente me dio miedo escucharlo así

-¡jamás me harán hablar!- sentencio por ultimo desviando la mirada sentía lastima por ello

-supongo que no tenemos mas opción, Nadia tu eres la única que puede usar magia así que necesito que hagas un hechizo para ver lo que hay en su mente- Realmente existía algo así? Solo asentí mientras el gran sabia salía del lugar en busca de algo -¡Vigílenlo y llévenlo al centro del pueblo!- ordeno el gran sabio como si se tratara de un general como los que he escuchado en las historias y para hacerlo aun mas raro varios hombres tomaron al Rey para llevarlo al centro, esto me dejaba impresionada por lo que sucedía así que solo los seguí esperando que las cosas no empeoren quise aventura en mi vida pero no de esta forma perdiendo gente inocente.

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