Capítulo 4

Con Cecotto me olvidé de terminar el lenguado, me tomo la leche y llamo al mesonero para pedir la cuenta. Ya en la vía, con mis libros acomodados y el periódico, camino hacia la parada más cercana para tomar la camioneta por puesto que me llevará cerca del edificio donde vivo, y tengo un ánimo raro. Pensar en la fotografía me da nuevas sensaciones. Son lágrimas de silencio y lágrimas de vida, vida nueva. Vientos ligeros, lunas crecientes. Creo que soñaré con tu silencio esta noche. Yo no estaba presente en sus reuniones. El bloque donde vivo en una silla hueca. Soy una sombra tranquila y cautelosa. Soy un ojo, como el ojo de la enseñanza, en esencia soy un ojo transparente, sin cielo, sin infinito. "Compañía" me enseñó la verdadera innovación experimental. Irónicamente los junté como si fuera una gran caja sin fondo. Por ejemplo, ahora sé que puedes hablar durante tres horas sin decir nada. Sin calor, sin materiales, lágrimas o bilis, sin pan, sal o uvas, sin ninguna razón real, sin pensar y simplemente ayuda a seguir siendo difícil. Son un gran paquete, una montaña. Su peso no se puede medir, y pueden nadar en un lago tan grande como Alice, vinculado a sus lágrimas y con Alice en la tierra de milagros, loros, ratones, aves marinas y especies desconocidas. Natación y natación mientras encontramos la playa. Puede encontrar un maestro que esté vinculado a las unidades de software que pase antes de la gran clasificación. Esta calle no pasa por la calle con fines de comportamiento, sino que la construcción en sí misma, que se reutiliza y enfrenta la educación bancaria (dada como delgada) y por análisis estadístico directo, Ca le D. Table y las unidades de capacitación (nombre de la boda) siempre Estar juntos, por lo que el triángulo debe crearse con contenido cognitivo. La evaluación es el mediador entre la enseñanza y el aprendizaje. Así, el lago se convierte en una montaña de piedra de interminables palabras, como una gran telaraña de hilos anudados que se va cerrando poco a poco. Y nosotros, como Alicia, nadamos y nadamos hasta llegar a la orilla donde no pasa nada. Es solo un ratoncito que comienza a contar una larga historia que nos hace bostezar, pero no tenemos más remedio que escuchar sin parar. Este lenguaje tiene una doble dimensión, que la mentira indica: por un lado, es una especie de justificación de la conciencia: “Hablo en serio. Yo soy un profesor. “Mi papel es fundamental para el desarrollo del país”. Por otro lado, lee "Ya no soy el Dr. Merengue" en la página humorística de El Nacional: qué fácil es ser pequeño ante el trabajo diario: "no confíes demasiado en ellos" y todo esto con un gran cartel en letras de neón que dice Se convirtió en: "Soy profesor universitario" pero... "No toda la violencia y destrucción está en la dimensión desconocida". (El locutor dice estas palabras con voz seria y firme para seguir riendo). ¡Hay gente diferente! Siento que la habitación se ilumina cuando veo estas chispas: ¡Oh, señores! Este es el que respira, come, duerme, se enfada, canta. ¡Aleluya! ¡Gracias a Dios! (Los compases del "Aleluya" de Haendel suenan a plena voz.) ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Gracias a Dios! La habitación es muy pequeña. Al fondo, una luz polvorienta atraviesa las persianas durante quién sabe cuánto tiempo. Dos pupitres metálicos ocupan mucho espacio en la sala, por lo que el espacio de los profesores se reduce a colocar varios pupitres en fila a lo largo de las paredes. Algunos de los carteles en estas paredes contrastan con el ambiente general: uno es una invitación a un "Seminario de Estudios de Historia" realizado en otra universidad. Otro se refiere a una reunión de estudiantes que ya ha tenido lugar en otra universidad. Decimos que están fuera de "contexto" porque las personas que entran y salen de la habitación parecen ignorarlos por completo. Un gran tablero verde ocupa el área más grande de la pared izquierda. En una de las mesas hay una secretaria. A veces teje, a veces estampa.

Los profesores vienen a intervalos regulares de media hora. Las relaciones suelen ser muy superficiales: gestos de saludo diarios, las cosas siempre se resuelven más rápido de lo esperado, y las cosas no se dicen, o si son demasiado triviales, simplemente no creen que valga la pena salir. El comienzo siempre es cauteloso, o deberíamos decir que tiene un tono intimidatorio. La desgracia de este evento no se debe a una realidad que se pueda realizar fácilmente. Algo anda mal: las palabras no salen fácilmente, son como suposiciones. A Jewell generalmente le gusta que las cosas se resuelvan rápidamente y le preocupa que los problemas prácticos no se planteen con la suficiente rapidez, y la reunión siempre se convierte en un "paseo" metafórico entre un maestro y otro. La conciencia de la importancia real de alguna conversación ahora es muy clara, conociendo a cada maestro y testificando estas noches contradictorias. Si mira, intente ver el punto de interés público: ventana, si cierra, las líneas de luz planeadas en la pared. Si tiene un lápiz y papel en líneas nacionales, o la historia de un personaje que vive en un "gran castillo" gris, una prueba ardiente es su crecimiento emocional, Castillo tiene postales y documentos vacíos y máquinas grandes. Van el uno al otro en matemáticas ... Si no hay papel, intente seguir el juego e intente ajustar el aspecto de los zapatos, los maestros Gons, sus árabes son interminables para que puedas ir a las montañas. Azul y cuando los maestros comienzan a ponerse de pie, el propietario comienza a ponerse de pie. Hemos visto a González moverse.