(Narrador omnidisente)
Al otro lado de la ciudad en un penhouse con ventanas oscuras y poca iluminación se encuentra un hombre misterioso sentado en lo más oscuro de la habitacion
Una mujer completamente desnuda con sólo un collar en el cuello se aproxima a el
–amo... Su té– dice con la mirada baja
–dejalo en la mesa...–le contesta a modo de orden, la mujer se inclina y deja la bandeja que llevaba en manos –Sabias que humberto tiene una nueva mujer... – le dice el hombre a modo de burla La mujer se tensa al escucharlo hablar de humberto –es muy joven y hermosa tal vez debería cambiar de esclava ella se vería perfecta en mi colección de sumidas... Tu ya estas más vieja tu cuerpo lleno de marcas ya no me atrae y no me complases como antes–
–amo... Desea cambiarme? – la mujer pregunta con algo de esperanza
–No. creo que serias muy buena compañía para ella le podrías enseñar a no desobedeserme y con tu cuerpo como ejemplo ella sabría a lo que se atiene si lo isiera– contesta el hombre muy serio
Los ojos de la mujer se umedecen mientras aprieta sus puños al sentir la impotencia de no poder hacer nada ella sabe de lo que el es capaz de hacerle
–retírate verte me causa repulsión– ordena el hombre
–si, amo... – la mujer sale de lo que párese ser un estudio, sus ojos comienza a lagrimear. Al llegar a la cosina se deja caer llorando abrasandoce a sí misma su cuerpo lleno de sicatrises refleja el dolor y sufrimiento por el que ha pasado
–humberto amor mio será verdad que ya me has olvidado– su llanto resuena en toda la cosina
(Paholy)
Llego al club después de tres semanas de ausencia humberto y mis amigas me pedían que reposara más días en casa pero la verdad es que ya estaba más que sana
ademas desde que entré a trabajar en el club no he faltado a trabajar, aunque estaba feliz por estar con mi hija y mi hermano no podía seguir abusando de la amabilidad de humberto aunque no he venido a trabajar el me ha mandado mi cheque con Beta cada semana
Llegue saludando a mis compañeros y amigas todos me reciben con un gran abrazo y felices de verme sana,
Camino a los camerinos para cambiarme y salir a bailar Al entrar veo a Beta discutiendo con Rose sobre quien bailara primero
–yo lo hago– las interrumpo Ambas voltean a verme y sonríen, se acercan a mi para abrazarme al mismo tiempo que dicen mi nombre
–es bueno verte mejor... Por que ya estas mejor verdad? – me pregunta Rose
–si ya estoy mejor, gracias por su apoyo estas semanas me han ayudado mucho– les digo agradeciéndoles su ayuda
Todas se han turnado para ayudarme en casa con mi hija y asta con mi hermano que estaba maravillado cada vez que era el turno de Brith
–sabes que no ha sido nada tu nos has cuidado a nosotras en el trabajo así que estábamos encantadas de poder cuidarte eres nuestra amiga y te amamos mucho– las palabras de Beta casi me hacen llorar
–yo también las amo– les digo extendiendo mis brazos para abrazarlas a todas
–bien ya basta de sentimentalismo estamos feliz de que estés devuelta y que ya estés mejor– Alice se limpia una lagrima traicionera –segura que estas lista para subir a bailar? No queremos que te desmayes en el escenario ya que de ser así humberto nos mata el... No ha sido el mismo desde que no has venido –me dice Beta algo nerviosa
–y que lo digas ha estado como león enjaulado peleando consigo mismo no sabia si visitarte o esperar a tu regreso no quiere presionartet con lo de su declaración– le sigue Brith
–s... y antes de que lo preguntes todos lo sabemos por el–comenta Rose –se emboracho el día que te dejó en casa y lo grito a todo pulmón aquí en el club–
No sabía que decir esperaba verlo y hablar con él en privado sin que nadie se entere pero creo que lo de nosotros es un secreto a voces
–los mejores secretos son los que no son tan secretos– me dice Rose creo leyó mi mente
–he pensado en darle una oportunidad aunque tengo algo de miedo...– les confieso
–ustedes harían una gran pareja– me dice Brith abrazandome
–yo también lo creo... Paholy-Humberto... Humberto-Paholy... Suenan bien juntos– Beta la apoya
Debo admitir que me causan emoción mi corazón martillar en mi pecho de solo pensarlo Humberto y yo juntos
–bien hablaré con el más tarde ahora es momento de arreglarnos o no habrá show– les digo caminando a mi vestuario Lo tomo y me volteo a sonreírles ellas ven mi ropa y gritan conmigo al unísono me vestire de enfermera el vestuario favorito de humberto desde el primer día que lo use
Salgo de el camerino y voy a el bar estoy un poco nerviosa por regresar a bailar así que quería tomarme un tequila antes de mi entrada, podía pedírselo a un compañero pero quería dar una vuelta por el club y ver si me encontraba a humberto, se que ya le dijeron que regrese y me desepciona que no me haya buscado se que no siempre tiene que ser el el que me busque así que decidí ir a el
Llego a la barra y le pido a Sergio el bartender un tequila el sonriendo me lo da
–estoy feliz de verte de nuevo– me dice una ves que lo tomo
–yo también estoy feliz de volver– sonrió –has visto a humberto? – le pregunto al fin
Lo he buscado con la mirada y no lo he visto lo que me causa ansiedad
–estaba hace un rato aquí... Pero creo que victoria lo llamo– frunzo el ceño no se quien es victoria El entiende mi condición y contesta mi duda mental –victoria es una chica que llegó de el club que administra Roberto al párese son muy unidos ya que casi siempre están juntos– eso no me lo dijeron mis amigas
Algo causa un poco de dolor en mi pecho y creo que es el saber que siempre están juntos Sergio me tiende otra bebida y desconcertada le digo que yo no la pedí
–el cliente de haya me pidió que te la diera el la invita– sonrió y niego con la cabeza nunca acepto tragos de clientes no quiero darles ilusiones
Menos ahora que tengo la esperanza de tener una relacion con Humberto, eso si el no tiene una ya
El cliente alza su bebida a modo de aceptación a mi rechazo.
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Comments
Jehiel Ortiz Cruz
malvados , seguro es el envidioso ese que tiene a la señora de Humberto
2024-04-07
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