Manuel y Miriam estaban abrazados, extasiados de su amor.
— Miriam.. sé que es prematuro lo que te voy a decir, pero piénsalo. Deseo que vivas aquí conmigo.
— Es muy pronto. Además, estoy becada. Si me mudo aquí, mi beca automáticamente me la quitan. Y no quiero ser carga de nadie. Y mi madre se decepcionará de mi.
— Asumiré todos los gastos. No te preocupes. Y en cuanto a tu madre, aún no le digas nada, dame tiempo para hablar con ella.
— Dame tiempo Manuel. En serio no quiero ser una carga.
— Miriam, mi Miriam. Quiero que vivas conmigo. Ya te dije que no te preocupes.
— Déjame pensarlo. ¿Si?
— Pero no tardes.
— Quiero bañarme— le dijo Miriam—Puedes darme una toalla.
— No— Le dijo Manuel con risita coqueta— sal desnuda.
Manuel tomó la mano de Miriam y la llevó al baño.
— Hoy nos duchamos juntos.
— ¿Quéeeee? Noooo... siento vergüenza..
— Eres mi mujer. No debes sentir vergüenza.
— Pero...
— Pero nada. Yo me quiero duchar con mi hermosa novia.
—¿Novia?
— Si. ¿Quieres ser mi novia?
— Si— le contestó con una gran sonrisa en su rostro.
— Entonces sé obediente. Y entra al baño.
Después te llevaré a un lugar.
— ¿Dónde iremos?
— Será una sorpresa. Por ahora, solo quiero ducharme contigo— Manuel la besaba, mientras tocaba sus hermosos pechos— lo haremos aquí— le susurró al oído.
Hicieron el amor mientras el agua caía en sus cuerpos. Suave, lento, con amor.
Terminaron en la cama, abrazados.
— Vístete. Antes de ir a la facultad, necesito que vayamos a comprar ropa. Necesito una corbata roja.
— Está bien. Aunque ya perdí mi primera clase. Y tengo como 10 llamadas de María, porque no llegué a dormir.
— Habla con ella después.
Manuel no iba a comprar una corbata como le había dicho a Miriam. Le iba a comprar ropa a ella. Aunque estaba muy enamorado de ella, su vestimenta quería mejorarla.
— Llegamos mi amor, baja.
— Me siento extraña que me digas amor pero me gusta.
— Entremos a la boutique.
— ¡Buenos días! Puede mostrarme unas corbatas, por favor, y también ropa para esta hermosa dama— le dijo Manuel a la vendedora.
— Manuel yo no necesito ropa, estoy bien con mi ropa.
— Mi amor, no rechaces mi primer regalo.
— Es que aquí solo hay ropa cara, y para nada mi estilo.
— Amor, me sentiré muy triste si rechazas mis regalos. Te aseguro que te verás increíble.
— Está bien— le contesto Miriam un tanto insegura.
La vendedora le mostró mucha ropa y zapatos. Todo lo que se ponía le quedaba bien, con todo se veía hermosa, sexi y demostraba su hermosas curvas, su fina cintura.
— Me llevo todo lo que ella se midió y esa corbata roja— Sacó su tarjeta dorada y se lo entregó a la muchacha.
— Miriam no te cambies, quédate con ese atuendo. Te ves hermosa.
— Pero vamos a la facultad. ¿Cómo iré con esto? Es muy sexi. Me sentiré un poco insegura.
— Amor te ves bella. Mientras seas mi novia, vestiras así, de bella. Quiero que todos vean lo hermosa que es mi novia.
— Está bien.
Al finalizar las compras, se dirigieron a la facultad. Manuel era un joven muy codiciado por las chicas, por ser un hombre atractivo, además, era hijo único de uno de los millonarios de la ciudad, detalle que lo hacía aún más atractivo. Siempre estaba rodeado de chicas y tenía fama de mujeriego.
Manuel bajó del auto y le abre la puerta a Miriam. No paso de desapercibida de las miradas de las chicas de la facultad.
Comenzaron los murmullos.
—· Manuel abriendo la puerta a una chica, no lo puedo creer.
—·¿ Quién es esa, nunca la había visto? Es la nueva conquista de Manuel.
—· Alguna interesada cazafortuna. Se le ve en la cara.
Miriam sintió las miradas y escuchó las murmuraciones. Se sintió un poco triste. Durante el tiempo que estuvo en la facultad nunca había puesto mente a los comentarios que hacían de Manuel.
— No le pongas mente a comentarios mal intencionados. Después de clases pasó por ti. Quiero decirte algo.
— Está bien— le sonrió.
Manuel le tomó la mano y le dió un beso.
— Nos vemos amor— le dijo Manuel. Miriam solo le sonrió. Y se dirigió a su clase. Todos sus compañeros la veían.
— ¿Qué te hiciste? Es un cambio magistral— le dijo su compañero de investigación.
— Ja ja Esteban. Ni te imaginas la gran pena que ando. Pero bueno.
—Después de esta clase, vamos a ir a la biblioteca para avanzar con la investigación. El profesor dijo que tiene que ser entregado el viernes. Esa será la nota de clase. Cómo no viniste a clase hoy, por eso te digo.
— Okey. La investigación ya está lista prácticamente.
Al terminar la clase, Miriam y Esteban se dirigían a la biblioteca. Todos los chicos miraban a Miriam. Y habían comentarios sobre ella. Comentarios que llegaron a oídos de Manuel.
— Hay una alumna nueva en la facultad— le dijo Antón a Manuel— dicen que tiene un cuerpo de diosa. ¿Vamos a verla?
— No. No quiero. Ando con un dolor de cabeza.
— Después de todo lo que tomaste anoche. En fin, que sucedió anoche. Me dejaste tirado en el bar. Llegó Charlotte. Y quedé como un mentiroso.
— Me fui por ahí— lo dijo entre risas.
— Fuiste a buscar a Miriam, seguro.
— Algo así. Hablamos después de eso.
— Todo un rompecorazones mi querido amigo enamorado.
— Antón vamos al cafetín.
Manuel estaba en el cafetín con Antón, cuando ve pasar a Miriam con Esteban.
— Ey Manuel, ese es el chico que te digo que parece chicle pegado a Miriam. Pero esa chica, ¿es Miriam?
— ¿Ese es el chicle?
— Es Miriam.. Waooo... Qué cambio, ya veo porque te trae loco amigo. Pero alguien se te adelantó.
— No digas locuras. Ella es mía— se levantó de su silla— Solo observa.
Manuel se le apareció por delante de Miriam.
— Hola mi amor— le dijo Manuel— ¿Quién es él?
— Hola Manuel— le contestó con una cara sorprendida— es mi compañero de clases.
— Ah ya. Me permites un momento mi amor.
— Si— Le contestó.
— Me adelanto a la biblioteca, allá te espero— le dijo Esteban a Miriam.
Esteban se marchó a la biblioteca.
— No me gusta ese chico— dijo Manuel.
— Solo es un compañero de clases.
— Dame un beso mi amor— Manuel subió la ceja.
— ¿Aquí?
— Si. hazlo ya.
Miriam con mucha pena, se acercó a Manuel y le dio un beso en la mejilla.
— En la mejilla no. En la boca.
— Pero todos nos ven.
— Mejor, así sabrán que tú eres mía.
Manuel la tomó de la cintura y le dió un beso en los labios.
Las miradas de todos. Antón estaba que no lo podía creer.
— Ahora si puedes irte a la biblioteca mi amor. Quería besarte. A las 4 nos vamos.
— ¿Dónde?
— A mi departamento, quiero hacerte el amor— le susurró en el oído.
— Mmmm no lo digas así, te pueden escuchar— tenía la cara todo roja.
Miriam se fue a la biblioteca.
Manuel regresó con su amigo Antón.
— Eso hiciste anoche. La fuiste a buscar. Y como es que ella tan rápido cayó.
— Le abrí mi corazón. Ella también está enamorada de mí. Pero como sabes, nunca he tenido una relación seria, y los celos me están matando. No sé cómo actuar con ella.
— Cuidado con ese exceso de toxicidad. A ninguna mujer le gusta tanto dulce.
— Le dije que se viniera a vivir conmigo.
— Bajale la velocidad a tu auto. Vas demasiado rápido. Te has puesto a pensar si al final no es amor de verdad y solo estás confundido.
— No estoy confundido, nunca había sentido esto, estoy seguro de mis sentimientos. La amo.
— Entonces si la amas, ve despacio.
— No puedo, mi padre me quiere enviar a Estados Unidos en diciembre. Quiere que estudie allá. Y con él no podré. Sus deseos son órdenes. Ayer discutí con el.
— Ya veo. Pero no arrastres a Miriam en esa situación. Si sabes que te vas, ¿Para que ilusionarla?
— Por que quiero asegurarme que ella me va a esperar, mientras esté en Estado Unidos.
— Usa tu cerebro. Eres un excelente alumno, el mejor en todo lo que haces, pero no estás usando el cerebro. Te lo digo porque te aprecio amigo.
— ¿Qué hago entonces? Termino con ella y la alejo.
— Sería lo mejor. Además ella para tu familia es una campesina, aunque esté buscando como superarse, que no se te olvidé quien es tu padre.
— Soy mayor de edad y yo decido mi futuro. Aunque implique que me deshereden.
— Todo por una mujer. Piensa bien las cosas. Y no hagas nada precipitado.
— No es por una mujer. Es por mi libertad de decidir— puso una mirada triste.
— Nacimos en una familia distinguida, somos hijos de padres millonarios, y al nacer nuestro destino ya están trazados. Quita esa cara Manuel. ¿Te parece que esta noche tomemos algo?
— No. No quiero más licor. No soy un borracho. Solo tomé un poco ayer por el estrés.
Llegando las 4 de la tarde..
Manuel fue a buscar a Miriam a la biblioteca.
— ¿Terminaste amor?
— Si, ya podemos irnos.
Subiendo al auto, se aparece Amanda.
— Hola Manuel. ¿ quiero hablar contigo, a solas?
— Lo que tengas que decir, dilo. Ella es mi novia, y puede escuchar todo.
— ¿Tu novia? es una broma.. Yo estuve contigo por más de 2 años y nunca fui tu novia. Y llega esta buscona y ya es tu novia.
— Si no tiene nada que decir, no me molestes.
— Ya no importa. Pero esto me lo pagarás.
Manuel llevó a Miriam a su departamento. Pasando la puerta, Manuel la comienza a besar y a desvestir.
— Espera Manuel.
— Me estoy muriendo por hacerte el amor, quiero besar cada parte de tu hermoso cuerpo.
Manuel comenzó a besarle por todo el cuerpo, sus labios, sus pechos, sus piernas, todo. Le hizo el amor con tanta pasión.
— Miriam... Te amo... Nunca en mis 23 años, me había enamorado. He tenido sexo muchas veces, con distintas mujeres, pero nunca lo hice enamorado. Y llegaste tú, te confieso que al inicio todo fue por una apuesta con mi amigo, pero terminé enamorado. Y me siento perdido.
— Fui una apuesta Manuel. Que estás diciendo.
— La verdad, no quiero que entre nosotros haya secretos. Eso fue al inicio, pero ahora todo es diferente, te amo.
— Como me aseguro que esto no es parte de tu apuesta.
— Solo confía en mí. Te quiero decir algo, no es nada seguro pero quiero que sepas. Mi padre es un señor autoritario, y siempre se hace lo que él dice. Soy su único hijo. Él quiere que me vaya a Estados Unidos al terminar el año.
— No comprendo lo que dices.
— Soy Manuel Coen Wassmer, hijo del millonario Manuel Coen. Mi padre no entiende de nada. Se hace lo que él dice. Todo y hasta donde estoy, es por el. El no acepta un no. No me quiero ir a Estados Unidos. Quiero quedarme. Por eso es que te pedí que te vinieras a vivir conmigo, porque quiero estar estos 4 meses que faltan contigo. Disfrutar cada minuto del día contigo.
— No entiendo Manuel. ¿Te vas en diciembre? ¿Y yo? Solo soy un juego.
— Solo iré por 3 años. Allá estudiaré mi especialidad. Quiero que me esperes. En cuanto venga, quiero casarme contigo.
— Estoy sin palabras. Siento sentimientos encontrados. Alegre porque estudiarás una especialidad, el sueño de todo recién graduado. Triste porque siento que soy un juego. Ashhhh no sé qué decir.
— Toma— Le extiende una tarjeta— Vamos hoy por tus cosas, transferí dinero a esta cuenta, te servirá para tus gastos, tiene suficiente, como para vivir cómoda varios años. Además aunque me vaya, está será tu departamento. Puedes vivir cómoda. Solo tienes que esperarme y serme fiel.
— No voy aceptar tu dinero. Aceptaré vivir contigo, quiero aprovechar el tiempo que tengamos. Después veré qué hago. Cuando tú regreses como un médico especialista en algo. Yo estaré en mi último año. Sin duda, me esforzaré en ser la mejor.
Se abrazaron. Esa noche Miriam, sacó sus cosas del internado y se fue a vivir con Manuel.
∆Nota de la autora∆
•••Este capítulo contiene contenido sexual•••
El tiempo pasó como por arte de magia. Ya era diciembre. Manuel fue visitar a sus padres, iba decidido a hablar con su padre, no quería viajar a Estados Unidos.
— Hola padre. Quiero hablar contigo.
— Ya estás listo para viajar.
— De eso quiero hablar. No voy a viajar a Estados Unidos.
— ¿ Quién dice que no viajaras? — lo dijo con tono enojado— Viajas el 15.
— No quiero, no lo haré. Soy un hombre de 23 años. Quiero festejar mi cumpleaños con mi novia.
— ¿Festejarlo con tu novia? Esa muchacha que vive contigo, ¿es tu novia?
— ¿Cómo sabes que vivo con ella? Deja de estar vigilando.
— Es por ella que no quieres viajar. Si no lo haces, su carrera terminará hoy, y su madre será despedida en este instante. O haces lo que te digo o la vida de tu noviecita estará arruinada. Decide bien Manuel.
— Viajaré. Pero con una condición.
— Bien, escucho.
— Déjala en paz.
— Bien. La dejo en paz. El 15 viajas.
Manuel salió muy enfadado. Llegó a su departamento.
— Miriam— la abrazó— Mi Miriam.
— No aceptó verdad.
—No— lágrimas salieron de sus ojos— mi niña te amo.
— No te preocupes Manu, yo te esperaré todo el tiempo que necesites. Te amo, no lo dudes.
— El 15 de diciembre viajo. ¿ Cuando viajas a tu pueblo?
— Lo haré después del 15, quiero estar contigo. Llamaré a mi madre y le diré que tengo que estar unos días más.
— ¡Qué bien! Festejamos hoy mi cumple número 24.
— ¿Hoy?
— Mi cumple es el 24, en nochebuena, pero no estaré aquí. Asi que este año mi cumple es el 8 de diciembre.
— Solo 7 días. Que poco tiempo. Bueno, celebremos hoy.
— Hoy quiero que uses esto— Saco una lencería de cuero, apenas tapaba los pezones y la línea de su parte intima— cumple mi deseo.
— Es una broma. ¿Qué es eso? Yo no voy a usar eso.
— Lo harás mi amor. Duchate primero, ve al cuarto, pontelo. Yo me ducharé en el otro baño, cuando termine iré a nuestro cuarto.
— No quiero usar eso Manuel. No me obligues hacer algo así. Me moriré de la la vergüenza.
— Si lo harás, porque eres una niña obediente. Y tu complaces mis deseos— se acercó a sus labios y los mordió con suavidad— Te amo mi bella dama.
— Siempre complaciendo todos tus caprichos, está bien, está bien, me voy a poner estás tiras.
— Hoy será una noche especial mi vida.
Ambos se bañaron. Manuel se fue al cuarto. Esperaba sentado en la cama, solo con su toalla. Cuando entra Miriam, tapada con su toalla.
— Quítate la toalla amor.
— Está cosa me queda raro. Solo son tiras y no sé si está bien puesto.
— Solo quítate esa toalla y ven acá, se una buena niña— sacó un azote— Vamos.
— ¿Qué harás con eso? Me estás asustando.
— Te dije que hoy sería una noche especial. Seré un poco masoquista contigo, no te asustes.
Miriam bajó su toalla, se acercó a Manuel, tenía miedo. Siempre había sido cariñoso cuando hacían el amor.
Manuel se puso de pie. Mordisqueó sus senos. Se sentó en una silla.
— Arrodillate Miriam.
— Ahhh qué?
— Solo hazlo. Hoy seré tu amo y tú mi esclava. Cada vez que te portes mal, usaré mi azote.
— Manuel.
— No tengas miedo. Llevemos esto al límite.
— Miriam se arrodilló.
— Buena niña— quitó su toalla y su miembro estaba listo para la batalla— besalo.
— Como digas amo— Miriam comenzó a seguirle el juego, aunque estaba un poco incómoda.
Comenzó a darles pequeños besos.
— Ven— Y puso en su boca una mordaza de espera y amarró sus manos— que sexi te ves.
Miriam no podía hablar. De su boca caía saliva. Manuel la puso arrodillada, de espalda. La azotó varias veces en sus nalgas. Comenzó a darle un buen sexo oral. Miriam volteaba los ojos del placer. Manuel la acostó en la cama.
— No sabes lo bella y sexi que te ves. Mis ojos están tan extasiados que podría venirme con solo verte.
Miriam respiraba lento y fuerte. Manuel comenzó a penetrarla. Hasta venirse dentro de ella. Miriam gemía fuerte y fue tan placentero todo, que tuvo su primera eyaculación femenina.
Manuel le quitó la mordaza y la desató. Aún Miriam gemía fuerte. Estaba sudada y sonrojada. Manuel la abrazó.
— Gracias por complacerme. Eres la mujer mas sexi, la más bella. Te amo, te amo mi niña. Te agradezco por ser yo, tú primero en todo.
— Manuel, manuel—lo decía entre respiración entrecortada, suave— Yo también te amo con toda mi alma. Te amo y no quiero que te vayas— lo abrazó con fuerza.
— No llores, el tiempo pasará rápido y pronto estaremos juntos. Hagamos una promesa, yo te seré fiel y tú me serás fiel.
— Seré fiel hasta la muerte.
— Fuiste una buena esclava— lo dijo con una cara de lujuria— estás obligada toda tu vida a complacer mis deseos sexuales.
— ¿Obligada a tus deseos sexuales?— lo vio con una mirada de dame más— No mi amo.
Ambos soltaron unas carcajadas.
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Updated 47 Episodes
Comments
Tocaya Torres
se pone caliente la novela uhhhh
2023-01-30
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