Capítulo 17

( Franco )

Tres meses pasaron y aún no me acostumbro a todo ésto, hoy cuando llegue al banco había un revuelo bastante importante, cosa que era muy raro en este lugar, le pregunté a uno de mis compañeros que sucedía y me dijo que estaban haciendo recorte de personal, bufé molesto, era obvio que yo era uno de los últimos en ingresar por lo que ya me veía nuevamente sin empleo, y así fue, otra vez la vida se empeñaba en arruinarme la existencia, ya comenzaba a cansarme, últimamente estos últimos días comenzaba a sentirme un poco deprimido, me estaba cansado de tanta mala suerte y hasta pensaba en acabar con mi vida, que loco no? yo solía ser un hombre alegre, siempre vivía contento y Demasiado positivo cosa que ya estaba dejando de serlo.

Caminé frustrado hasta llegar a mi departamento cuando entré mis ojos se empañaron de lágrimas, todo lo poco que tenía estaba destrozado y lo peor de todo se habían llevado todo mi dinero ahora sí estaba acabado, lloré y lloré hasta cansarme, maldije mi vida una y mil veces, porque mierda me pasaba todo esto a mi? Que tenía la vida contra de mi persona? Algunas personas describieron a los hombres que enteraron a mi departamento como grandes robustos pero que no lograron verle la cara porque estaban cubiertos con máscaras, pero si lograron ver al que los esperaba en el auto y por sus características estaba casi seguro que era la escoria del amante de Fabiola, es que acaso jamas me dejarían en paz? Ya me había quitado todo que más querían? hice la denuncia pero jamás obtuve respuesta.

Nuevamente estaba en la calle y sin trabajo, solo tenia algunos pesos en mi billetera y un pequeño bolso con algunas prendas que pude salvar ya que hasta la ropa me rompieron esas lacras, caminé y caminé hasta llegar a un parque me compré un elote en un puesto callejero porque ya no daba más del hambre, quién lo hubiera dicho Franco Montalvo comiendo de un puesto callejero..

Pase dos días en dónde por las noches alquilaba una habitación en una pensión y por el día buscaba empleo pero todo era sin éxito, el poco dinero que tenía se comenzaba a terminar, está noche sería la última que podría pagar la pensión mañana me tocará dormir en alguna plaza, cómo llegué a esto?

Llevaba casi tres días caminado el dinero ya se me había acabado y llevaba prácticamente dos días sin comer, estaba agotado, muerto de hambre, mis pies dolían demasiado, y el estómago no me paraba de rugir, el cielo parecía entender mi agonía, estaba nublado, frío y parecía que en cualquier momento comenzaría a llover, caminé alrededor de una hora más y ya no pude más, me rendí, me senté en el suelo contra una pared, de repente comenzaron a caer unas gotas que se volvieron un diluvio, no tenía dónde ir y la verdad ya no me importaba si moría aquí mismo me haría un gran favor, ya no tenía ganas ni fuerzas de seguir, cerré los ojos y recordé como era mi vida antes de Fabiola, era tranquila, pero feliz, en mi cabeza no paraba de rondar la misma pregunta una y otra vez como había terminado de esta manera? Jamás en la vida me imaginé perder todo lo que tenía, perderlo todo por amor, porque ese fue mi único crimen enamorarme y confiar ciegamente en una mujer con la cuál creí que formaría una familia mi propia familia, que idiota fui, solo había Sido una marioneta que utilizo a su antojo, cómo podría volver a confiar en una mujer después de esto?..

A pesar que eran cerca de las cinco de la tarde, el cielo se volvió completamente de noche, al parecer vendría una gran y fuerte tormenta, sentí que este sería mi fin, ya me había rendido, ya no tenía nada por lo que luchar, ni siquiera me quedaban ganas de vivir, abrace mis piernas y comencé a llorar, cuando de repente deje de sentir la fria lluvia que caia sobre mi, levanté la vista y me encontré con la mirada de asombro de una chica muy bonita, de alrededor de unos dieciséis años, llevaba uniforme escolar y me miraba intensamente mientras me cubría con su paraguas

- Porque lloras? pregunto la niña, pero yo no respondí ya no tenía fuerzas ni para hablar

- Porque estás bajo la lluvia? Morirás si sigues aquí? Acaso no tienes casa? pregunto ella y yo negué con mi cabeza

- Señorita Lucia por favor suba al coche se enfermará si sigue bajo la lluvia - le dijo un señor mayor que parecía ser un chófer

- Dame un minuto Maikol por favor - dijo ella

- Me llamó Lucia Rosales y tu? pregunto mientras se agachaba a mi altura

- Es un gusto señorita me llamo Franco pero creo que debería de hacerle caso al señor por favor suba al auto o se podría enfermar si sigue bajo la lluvia - dije preocupado

- No hasta que me digas que haces aquí? - volvió a insistir ella

- No tengo ningún lugar para ir señorita acabo de perder todo lo que tenía - dije sin saber porque le acaba de contar algo tan personal a una completa extraña, pero que a la vez me daba tanta confianza

- Ya veo - dijo levantándose y tomando su celular dos minutos después llegó otro auto del cuál bajaron dos hombres vestidos de negros parecían guardias de seguridad y me miraron con disgusto..

- Aquí está lo que me pidió señorita Lucia - dijo uno de los guardias entregándole un sobre

- Gracias espera en el auto - ordenó ella el hombre desconfío un poco pero al final lo hizo

- Toma - dijo extendiendo el sobre

- Qué es esto? - dije, cuando ví lo que había adentro abrí los ojos como platos

- Qué es esto señorita? No.. Yo jamás podría aceptar esto! - dije devolviéndole el sobre el cuál contenía una suma importante de dinero

- Tómalo por favor ve a algún lugar donde te puedas refugiar de la tormenta, cómprate algo calentito para comer, tómalo como un favor, mi abuela siempre decía hoy por ti mañana por mi, quién sabe tal vez el día de mañana tu me puedas ayudar a mi - dijo sonriendo

- No señorita por favor es mucho dinero

- Anda Franco no seas porfiado además mi padre tiene demasiado dinero esto no es nada para el.. - dijo y quedó algo pensativa - Es más te daré una tarjeta con la dirección de la empresa de mi abuelo tal vez consigas un empleo que te ayude a salir adelante, toma dile que vas de parte de Lulú así te ayudará más fácil - dijo sonriendo

Tomé la tarjeta y pude ver qué se trataba de la empresa petrolera más grande no sólo del país sino una de las más grandes a nivel mundial, está niña tenia que ser un ángel que acababa de enviar dios a ayudarme si no, no podría ser...

- Muchas gracias señorita Lucia, de corazón no sabe cómo me está ayudando con esto, prometo algún día devolver todo esto que está haciendo por mí - dije limpiando mis lágrimas de felicidad

- No tienes nada que agradecerme, te deseo toda la suerte del mundo Franco, se nota que eres un buen hombre.. José te llevará hasta algún hotel - dijo señalando al guardia que me miraba con desconfianza y desprecio.. - Adiós..

- Adiós señorita Lucia - dije la Vi subir al auto negro lujoso que la estaba esperando y desaparecer bajo la intensa lluvia, cómo si de un ángel se hubiese tratado

El tal José me pidió que subiera al auto y me llevo hasta un hotel que había cerca, cuando entré y me registre la chica que atendía me miró horrorizada era entendible estaba completamente mojado y un poco sucio de tanto caminar, una vez que entre a la habitación me di un baño con agua caliente, luego me puse una bata y pedí servicio al cuarto comí como si no hubiera un mañana, hacía dos días que estaba sin comer, ya con la panza llena, sonreí al recordar al ángel que se había cruzado en mi camino, recordé una frase que siempre solia decir mi madre Dios aprieta pero no ahorca y ahora lo comprobaba justo cuando me había rendido y me senté a esperar mi muerte, envió a ese ángel para que me ayudara sin pensarlo dos veces.

Al otro día me compré un traje ya que no tenía nada decente que ponerme y me presenté en la empresa del abuelo de Lucia, la secretaria no me quería dejar pasar sin cita previa pero justo cuando el señor salía de su oficina y escucho que nombraba a su nieta, automáticamente me hizo pasar a su oficina..

Después de hablar por algunos minutos me dijo algo que me hizo muy feliz

- Bien muchacho si mi nieta Lulú te envío te ayudaré, estás contratado empiezas mañana - dijo y yo quería saltar de alegría

Salí de la empresa feliz después de tantos días malos,.al fin me pasaba algo bueno, de apoco comenzaba a ver nuevamente la luz al final del túnel.

...Lucia ( Lulú )...

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