Capítulo 20

( Franco )

Me estoy terminando de arreglar para la bendita gala benéfica, sino fuera por qué le di la palabra a el señor Rosales me quería viendo alguna serie en Netflix y comiendo alguna comida rica de esas que me prepara Graciela, después que su mamá falleciera decidió volver conmigo, ella siempre me dice que soy como el hijo que jamás tuvo y que siempre va a estar a mi lado aconsejando me y acompañándome hasta el día de su muerte, tantos años juntos no se que haría sin ella, aúnque protesta siempre no la dejo realizar ninguna actividad que no sea cocinar ya que lo hace increíble y dar las órdenes a la otra empleada.

Me miró una vez más en el espejo y me conformo con el resultado, total no voy de conquista, iré un rato nada más, haré un poco de acto de presencia, haré mi donación ya que la gala es en beneficio del hospital de niños y luego volveré a mi casa a dormir plácidamente cómo un bebé..

- Estás guapísimo Franco, vas a dejar a más de una enamorada - dice Graciela cunado me ve bajar las escaleras

- Gracias Graciela de mi vida pero saber que ya no me interesan las mujeres, prefiero estar sólo que mal acompañado - dijo dándome una última mirada en el espejo

- Ay Franco porque una mala mujer te haya engañado no significa que todas sean iguales, estoy segura que pronto encontrarás la chica ideal para ti..

- Si tú lo dices... Ya me voy que aún debo pasar a buscar a Manuel - dijo recordando que quede en pasarlo a buscar

- Bueno mi niño cuídate mucho y bebas Demasiado - dice acomodando mi corbata

- Si mamá - dijo en modo de broma al salir de la casa

- Oh pero que pinta muchacho, no me digas que te vas de pachanga? - bromea Eduardo mi guardia de seguridad que custodia la entrada de la casa

- Algo así.. Nos vemos Eduardo que tengas linda noche.

Subo a mi auto y mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde me llegó un mensaje de Manuel avisándome que nos veríamos directo en el evento, suspiré tranquilo, eso me ponía de mejor humor sino debería de quedarme hasta altas horas de la noche esperando para llevarlo de regreso a su casa.

Después de conducir por más de media hora llego al lugar, estaciono el auto y camino hasta la entrada, muestro mi invitación al guardia que controla el ingreso y el me da luz verde para pasar, apenas lo hago ya quiero voltear e irme a mi casa, con sólo ver el salón repleto de gente tan poderosa hablando de sus viajes,.sus autos de última gama, sus lujos innecesarios y todo eso y las mujeres de los más grandes políticos o empresario en una guerra para ver quién tiene la joya más cara o el diamante mas valioso me da jaqueca.

Varias mujeres tratan de acercarse a mi pero las esquivó rápido, tomó una copa de champagne y mientras camino por el salón, me obligó a conversar con algunos empresarios que hay aquí, de más está decir que vários me hicieron la misma propuesta, de ofrecerme a sus hijas en matrimonio, la cuál me asqueo de sólo saber que son capaces de vender prácticamente a sus hijas por un poco más de dinero.. gracias al cielo Manuel llegó para salvarme de esos hombres, a los cuáles ya no los soportaba..

- Al fin llegas, que pinta, hasta pareces un actor de cine - bromeó al verlo, traía un esmoquin negro con zapatos brillosos negros y camisa blanca

- Y tu no quedas atrás - dijo tomándose todo el contenido de su copa, la verdad era éramos la mirada de todas las jóvenes del lugar

Yo había decidido usar un traje color azul a la medida que me sentaba de maravilla, y los zapatos los combiné con la corbata y pañuelo..

- Está noche no me voy sin alguna conejita para pasar la noche - bromeó mi primo

- Pues tienes para elegir, hay varias que con gusto irían contigo - dije al ver cómo varias mujeres no nos quitaban los ojos de encima

Manuel a diferencia mía, el desde lo que pasó con la innombrable, se volvió todo un Playboy, según el las mujeres son todas putas y no hay ninguna que valga la pena, que lo único que quieren es dinero y que las follen duro, que jamás en su puta vida volverá a enamorarse o confiar en una mujer esas son sus palabras, algún día se dará cuenta que estaba equivocado..

Después de hacer las donaciones el ambiente se puso más movido, las parejas comenzaron a bailar y todo eso observé a mi primo en un rincón del salón comiéndose a besos con una pelirroja, al parecer ya había encontrado su presa de esta noche, sonreí y decidí marcharme ya nada tenía qué hacer aquí..

Salí del salón y comencé a caminar hasta donde había dejado estacionado el auto, cuando de pronto escuché gritos, era como una discusión, pude ver a unos metros de mi, lo que parecía ser una pareja discutiendo, bueno si así se le puede decir, el muy maldito estaba golpeando y tratando de abusar de una niña, no lo pensé dos veces y fuí tras el, lo tomé del cuello de la camisa y lo arrojé al suelo con todas mis fuerzas, el se levanto y me propinó un golpe, el cuál se lo respondí con el doble de fuerza, estos últimos dos años había estado aprendiendo boxeo y alguna que otra arte marcial, después de unos cuantos golpes el idiota quedó noqueado, observe a la chica que estaba inconsciente en el asiento trasero del auto del maldito, no lo pensé ni un segundo y la cargué en mis brazos, la subí a mi auto y la llevé a mi casa Graciela al verme llegar con una chica en mis brazos se alarmó demasiado, le pedí que me ayudara con ella, la llevé a mi cuarto y la recosté en la cama, y la observé detalladamente, usaba un vestido de brillos largo hasta sus pies que le quedaba increíble, unos zapatos tipo cristal, parecía ser una chica de muy buena familia su ropa y accesorios se miraban carísimos, seguramente también había estado en la gala, su largo cabello ondulado cubría su rostro y cuando lo corrí para verle su cara me quedé en shock, no podía creer lo que estaba viendo, no podía creer que la tenía nuevamente frente a mi, mi ángel guardián, mi salvadora, mi pequeña Lulú estaba conmigo...

...Lulú ...

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