Capítulo 3

(Franco)

Fabiola me contó lo difícil que había Sido su vida, su madre estaba enferma y su hermano había perdido el trabajo hace poco por lo tanto ella era el único sostén de la casa y debido a eso debía bailar en ese club nocturno, era una mujer muy fuerte y valiente, realmente la admiraba mucho...

Una semana después..

Está semana ha Sido muy buena he mantenido comunicación con Fabiola casi todos los días mañana viernes iremos a cenar ya que ella tiene libre en el club, estoy muy entusiasmado con ella aunque mis amigos digan que ella no es una mujer para mí estoy seguro que solo lo dicen porque no conocen a Fabiola, ella es una gran mujer.

Después que salí de la empresa fui comprarle un regalo a mi sobrino ya que el domingo es su cumpleaños número dos, cuando volvi a mi penthouse me di una ducha y baje al gimnasio mas tarde me volví a bañar para quitarme el olor a transpiracion debido al gran ejercicio que hice y me puse ropa de deportiva fui a la cocina haber que me había dejado preparado Graciela antes de irse cuando justo sonó el timbre fui a ver quién era y eran Armando y Damián dos de mis mejores amigos

- Que onda hermano trajimos tacos y cervezas !! dijo Damián

ellos pasaron y mientras comíamos y bebíamos charlabamos de cosas triviales, pasamos un lindo momento entre amigos

Al otro día realice la misma rutina de siempre, cuando llegó la hora de ir a buscar a Fabiola a su casa me sentía muy nervioso, llegue y toque la puerta ella salió rápidamente llevaba puesta una minifalda de cuero roja y lo que parecía ser un body en encaje negro, botas de tacón negras y una chaqueta de cuero negra, le abrí la puerta del auto y subío, la llevé a uno de los mejores restaurant de la ciudad, ella estaba más que asombrada del lugar a donde la había llevado, Fabiola me comentó que era la primera vez que entraba a un lugar como este, me molestó bastante la forma en que varias personas observaban a Fabiola la miraban con asco y podía sentir sus murmullos por suerte ella no les presto ni la mínima atención..

Después de esa cena tan linda ella me invitó a bailar cosa que acepte sin dudarlo, fuimos a un antro que si mis amigos lo vieran saldrán corriendo era bastante de bajo nivel pero a mi no me importaba si estaba con ella, bailamos toda la noche, comenzaba a amanecer cuando decidí llevar a Fabiola a su casa, ella se abrazó a mi y me susurró al oído que la llevará conmigo a mi casa, lo dude un poco ella estaba bastante tomada y no quería que pensará que me quería aprovechar de ella, volvió a insistir asi que no me quedo de otra que llevarla a mi penthouse, cuando entramos ella se quedó atónita mirando todos el lugar sus ojos brillaban al parecer le gustó más de la cuenta, se voltio a mi y comenzó desesperadamente a besarme.

- Detente Fabiola ahora no.. Ven te llevaré a la habitación para que descanses

- Qué pasa no te gusto - volvió a decir Mientras pasaba su lengua por mi oreja

- Estás borracha Fabiola no quiero que mañana pienses que me aproveché de ti

- Eso no va a pasar.. Mm Franco quiero que me hagas el amor - dijo desnudandose

Lo dude mucho no era de esos tipos que se aprovechan del estado de una mujer alcoholizada, por un momento quise avanlanzarme sobre ella y hacerla mía hasta que no hubiera un mañana pero no quería que fuera de esta forma, la llevé a la habitación y la acomode en la cama ello protesto y volvió a pedirme que la hiciera mía pero yo me negué me fui a otra habitación y me duche con agua fría, para bajarme la calentura que había dejado en mi Fabiola

Al otro desperté y fui a la cocina encontrándome con Graciela mi empleada de confianza

- Buen día Franco como has amanecido? pregunto amablemente

- Buen día Graciela muy bien gracias

- Te sirvo el desayuno?

- Si por favor pero prepara dos ricos desayunos que tengo visitas - dije guiñándole un ojo

- Mmm quién será la afortunada -dijo pícaramente

Graciela era una señora de unos secenta años fue mi niñera y luego siguio trabajando en mi mansión cuando me mudé sólo la traje a trabajar conmigo más que una empleada para mí era como una segunda madre..

Fui a la habitación y desperté a Fabiola se veía tan sexy durmiendo con ese pequeño body negro de encaje

- Fabiola despierta. - dije moviendola despacito

- Mmm Franco que ocurre!

- Ven vamos que mi empleada va a servir el desayuno

- De acuerdo..

Ella se vistió y luego bajo a la sala, desayunamos y luego la lleve a su casa quedamos en que en la noche iría a verla al club, volví a mi penthouse muy alegré Fabiola me hacía sentir muy bien cuando entré me encontré con la mirada seria de Graciela

- Franco querido de donde sacastes a esa mujer?

- La conocí hace unos días atrás en la inauguración del nuevo night club, ella es bailarina Graciela pero es una gran mujer - dije sonriendo

- Franco tu sabes que yo te quiero como un hijo, es por eso que quiero lo mejor para ti y esa mujer no me gusta para nada

- Graciela sólo tienes que conocerla y veraz que te caerá más que bien - dije palmeando su hombro

Me pase el día mas que ansioso esperando que llegará la noche para poder ver a Fabiola

Llegada las diez de la noche decidí ir al club, entre y pedí un whisky doble y me senté a esperar que mi sexy bailarina saliera a dar su show, un rato después ahí estaba ella volviendo loco a todos los hombres moviéndose tan sexi, los aplausos y silbidos no se hicieron esperar, cuando se retiró a su camerino me sumergí entre la gente y la seguí entré y ella se avalanzo sobre mi, comenzó a besarme apasionadamente me empujo al sillón y se subió encima de mi, comenzó a frotar su parte íntima en mi gran erección que ya se podía notar por encima del pantalón..

Sus labios bajaron a mi cuello mientras desabrochaba mi camisa, fue bajando sus besos por mi cuello hasta llegar a mi miembro, lo saco de mi pantalón y comenzó a chuparlo lo hacía tan bien que sentí que me moría de placer, parecía toda una profesional, jamás me habían hecho un sexo oral tan bien y rico en mi vida.

- Joder corazón que bien lo haces !! dije mientras sostenía su cabeza con fuerza

- Te gusta mi amor.. - dijo con voz seductora

Ya no aguante más y me vine en su boca ella se lo trago todo, se levanto sonriente y se desnudo frente a mi, por dios tenía el cuerpo de una diosa, unos senos tan redondos y firmes y unas piernas que ya me moría por estar entre ellas

La tomé en mis brazos y la acomode en el sillón, me puse un condón y la hice mia ahí mismo sus gritos de placer me volvían más que loco, después de varias embestidas nos vinimos juntos..

- Mmm Franco cariño eso fue increíble..

- Tu eres increíble

- Qué te parece si vamos a tu departamento y lo seguimos allí - dijo mientras me besaba el cuello

No lo pensé dos veces y la llevé a mi penthouse esa noche la hice mia hasta el otro día, Fabiola era insaciable, se notaba que tenía bastante experiencia, esa noche nos vinimos tantas veces como nunca en mi vida

Al otro día desperté y ella seguía dormida, era tan placentero verla desnuda en mi cama, la quería tener así por siempre, entonces pensé en que sería buena idea pedirle a Fabiola que fuera mi novia, después de lo que había pasado entre nosotros estaba mas que seguro que iba a aceptar

Me levanté con cuidado y me di un baño, pedí que le trajeran algo de ropa a ella para que se cambiara y luego la desperté con besos por toda su espalda

- Mmm que rico es despertar así Franco

- Levántate corazón mira te he pedido que te compraran algo de ropa, date un baño y baja así desayunamos juntos vale?

- Si Franco ahí voy

Baje a la sala y me encontré con Graciela quien tenia una gran sonrisa la cuál se desapareció por arte de magia cuando vió a Fabiola llegar a la sala

Las presenté aunque pude notar que Graciela seguía en plan de que Fabiola no le caía bien mientras que Fabiola intentaba ser amable con ella.

Después de desayunar decidí llevar a Fabiola a pasear y ahí aproveche para hacerle la pregunta que tanto rondaba mi mente

- Fabiola te gustaría ser mi novia? pregunte algo nervioso.. había estado con algunas mujeres pero jamás me había puesto de novio formalmente

- Franco cariño Claro que quiero ser tu novia - dijo y me beso

- Me has hecho muy feliz gracias por aceptarme

ese día pasamos un hermoso día juntos, después de haberla llevado a su casa volví a mi penthouse me sentía muy feliz sentía que había tomado una gran decisión en haberle pedido a Fabiola que fuera mi novia..

Si hubiera sabido que estaba tomando la peor decisión de mi vida, no lo hubiera hecho jamás...

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