Capitulo 16

Mi madre me tomó de los brazos con fuerza.

Romina: POR FAVOR MADRE, SE LO RUEGO, ESTO ES UNA MENTIRA, ESO NO ES VERDAD DEJEME IR AL CUARTEL SE LO SUPLICO.

Roberta: ¿Qué DEMONIOS DE SUCEDE ROMINA? LA HIJA DEL GENERAL BERISTAIN NO VA IR A EXPONERSE ANTE EL CUARTEL PARA PELEAR POR UN HOMBRE QUE LE PERTENECE A OTRA MUJER.

Romina: ME IMPORTA LO QUE LOS DEMAS DIGAN… IRE QUIERA O NO IRE…

Empujé a mi madre donde ella levantó su mano con gran fuerza soltándome una fuerte cachetada….

Rebeca: ROBERTA NO…

Roberta: LA HIJA DE UN GENERAL NO VA IR A EXPONERSE PARA QUE MAL HABLEN DE ELLA. ENTIENDES… VETE A TU CUARTO ROMINA, NO QUIERO QUE SALGAS DE ALLI. ¿ENTENDIDO?

Me llevé mi mano hacia mi mejilla que me ardía de tal fuerza el golpe, me sentía mal, me dolía el corazón… No podía creer lo que me estaba pasando. Esto tiene que ser mentira. Alejandro no pudo engañarme de esta manera.

Roberta: A TU HABITACION HE DICHO.

Mis lagrimas caían una por una, me di la media vuelta subiendo a mi habitación como lo había dicho mi madre.

Roberta:

Rebeca: No debiste pegarle.

Romina: A CALLAR, AQUÍ NO TIENES OPINION VOZ NI VOTO. ES MI CASA Y YO MANDO. AHORA VE CON ELLA Y QUEDATE A SU LADO NO VAYA SER QUE SE LE OCURRA IR EN BUSCA DE ESE MALDITO HOMBRE.

Mi hermana me miró negando con la cabeza, pero tenía que entender Romina que todo esto es por el bien de ella. En verdad no podía permitir tal cosa. Me llevé la mano a mi pecho. Nunca me imaginé que Roberto hibiera contratado a una mujer para hacerla pasar por la esposa de ese teniente. Sin duda alguna mi hijo es brillante.

Subí a nuestra habitación necesitaba saber que tanto le pudo haber dicho esta tonta y eso complicaría todo.

Abrí la puerta recibiendo una mirada de ternura.

Ramiro: ¿Dónde esta Romina? Ella necesitaba hablar conmigo.

Roberta: Se sintió un poco mal.

Ramiro: ¿Acaso tiene que ver por la visita de esa mujer que la vino a buscar en la mañana?

Roberta: No, de seguro tiene la regla y me dijo que le dolía su vientre. ¿Ya te tomaste tu medicina?

Ramiro: Si.

Roberta: Iré a ver que sucede con Romina, la pobre esta un poco adolorida.

Salí de la habitación para ir a ver a Romina, tenía que evitar a toda costa que saliera de la habitación ya que no sabía si el General había hecho el favor de hablar con ese teniente.

Romina:

Me encontraba en mi habitación, no podía controlar mis lagrimas y tampoco el dolor de la traición de Alejandro, me negaba a creer que él pudiera mentirme de esa manera, había algo que no podía creer, él me dijo que me amaba, era muy sincero conmigo, nunca me mentiría. Él siempre me hubiera dicho la verdad sin necesidad de armar todo esta vil mentira.

La puerta se abrió miré a mi tía levantando lo hombros, de seguro era mi madre que venía para seguir con esa mentira. Tan segura estoy del amor de él me tenía.

Roberta: Siento mucho hija que ese hombre te haya mentido de la peor manera.

Romina: Él no me mintió.

Roberta: Por Dios Romina, vino hasta aquí la mujer de él.

Romina: De seguro es una mujer mentirosa. Mintió madre, lo sé. Ella mintió.

Roberta: Hija, date cuenta, que mujer va a venir quien sabe desde donde para enfrentar a la otra mujer. ¿Te imaginas Romina? Eras la otra.

Romina: No, Alejandro no esta casado. Permitame ir a verlo.

Roberta: YA TE DIJE QUE ESO NI EN TUS SUEÑOS. POR DIOS, ERES LA HIJA DEL GENERAL, ESTA NUESTRO APELLIDO POR ENCIMA DE CUALQUIEN COSA, ¿Qué DIRA TU PADRE?

Negué con la cabeza, no podía pensar en que mi padre se enterara de esta situación y su corazón no resistiera. Eso si no me perdonaría.

Roberta: Además, ¿No que iba a venir hablar con nosotros?

Romina: Lo hizo y usted le negó poder hablar con mi padre.

Roberta: ¿Cómo?

Romina: Ayer me dijo que vino y usted no quiso que hablara ni con usted ni con mi padre y lo terminó echando.

Roberta: PASARÉ POR ALTO QUE TE HAYAS VISTO A SOLAS CON ESE HOMBRE. PERO TE MINTIÓ. UNA VEZ MAS TE MINTIÓ, NI LO CONOSCO, AQUÍ NO VINO NADIE. CLARO SOLO GRABIEL VINO A VISITARTE. Hija date cuenta, ese hombre ha hecho de ti lo que ha querido. Te miente para librarse de la verdad. Mira que mentirte que te amaba, ocultando que es casado. Romina, no se te olvide de que familia provienes.

Mis lagrimas seguían cayendo, mi tía solo me miraba con suma tristeza, ella apartó sus lagrimas para que no la viera mi madre. Sin embargo seguía en mi negativa de creer que Alejandro me haya mentido de la peor manera.

Roberta: Preguntaré a ver que ha sucedido con el Teniente y si es verdad que es casado.

Romina: Deje que sea yo quien vaya al cuartel.

Roberta: ESO DEFINITIVAMENTE NO. Mandaré a tu hermano a ver que noticias me dicen. ¿De acuerdo? Tu padre no puede saber nada de eso, sería muy fuerte para su corazón saber que su hijita, la luz de sus ojos estuvo involucrada con un hombre CASADO.

Miré a mi madre fijamente, sus palabras me partían el corazón. No podía esperar, no quería esperar, quería saber lo que haya pasado.

Mi madre salió de la habitación dejándome con mi tía a solas.

Roberta:

Bajé hacia la entrada mirando a Roberto entrar. Le sonreí triunfalmente recibiendo por parte de él la misma repuesta.

Roberta: Hiito te llevaste un diez.

Roberto: ¿Por qué?

Roberta: La actriz que enviaste como esposa, funcionó.

Roberto: Ashh, fui hablar con ese teniente. Estaba obsesionado con Romina, espero que hayas logrado convencer al General para que se deshaga de ese teniente y por fin poder estar tranquilos, ya que Gabriel dudo que quiera esperar por mucho.

Tocaron hacia la puerta, Roberto se apresuró para abrir, un hombre le entregó una carta dirigida a Ramiro.

Roberta: ¿Qué es?

Roberto: Algun aviso de la hipoteca.

Tomé la carta abriéndola para saber de que se trataba. Me llevé las manos al rostro, lo ultimo que nos faltaba.

Roberta: En dos días vence la hipoteca y tu padre no ha conseguido el préstamo.

Roberto: Para eso tenemos a Gabriel.

Roberta: Si tan solo la tonta de tu hermana ya hubiera aceptado me sería mucho mas fácil pedirle el dinero, con eso que tu padre igual esta renuente a no querer pedirle ayuda a nadie.

Negué con la cabeza, no me esperaba que estuviera apunto a de vencer lo de la hipoteca, con esto que acaba de suceder ni como llegar con Gabriel y Romina.

Roberta: Esperaras, un rato mas para ir y hablar con tu hermana, dile que fuiste y que no lo encontraste, lo menos que quiero es lidiar con tu hermana que esta cerrada y encaprichada igual con ese tenientucho de cuarta.

Roberto: No te preocupes mamá. Debes hablar con Gabriel y decirle que Romina aceptará el compromiso.

Roberta: Pero la estúpida siempre comete un error tras error. Si no ve claro Gabriel no aceptará.

Roberto: Madre esa es tu especialidad. Te conozco.

Respiré profundamente a las palabras de mi hijo, tenía que buscar la manera de hablar con Gabriel y saber que él sigue interesado en ella mas que en nadie.

Alejandro:

Pensaba en tener todo listo para la noche y escapar con Romina, tomé el poco dinero guardado que había ahorrado para irme con Romina y que no padezca ninguna incomodidad, el dinero nos daría al menos para conseguir trabajo donde nos establezcamos.

Alejandro: Ahora regreso Margarita, voy a comprar un poco de víveres.

Margarita: Si señor.

Doña Margarita es una buena mujer que desde que llegué a este lugar siempre ha estado al pendiente y me atiende sabiendo que la vida de un soldado no es fácil, además el poco tiempo que pudiera estar es mientras no me encuentro fuera de la ciudad.

Salí de la casa que rentaba para ir tal y como le dije a Margarita. Levanté la mirada, cuatro oficiales estaban acercándose a mi.

Oficial: TENIENTE ALEGANDRO REGIL.

Alejandro: Si.

Oficial: QUEDA ARRESTADO…

Alejandro: ¿Arrestado? ¿Por qué?

Los tres oficiales se acercaron a mi para tomarme con fuerza, empezamos a forcejear pero era inevitable, todos las personas que pasaban por el lugar eran testigos de algo que tampoco entendía. Empezaron a someterme con fuerza y con varios golpes que no lograba poder defenderme.

Alejandro: ¿Qué he hecho?

Oficial: Guarde silencio ya usted explicará a sus superiores. El General Dominguez estará satisfecho…

Uno de los hombres empezó atar mis manos para sujetar la cuerda a los caballos de la cual me llevaría directo con el General Dominguez…

Sinceramente no entendía y tampoco sabía de que se me acusaba, era tan confusa esta situación, lo mas seguro es que se estaban confundiendo ante la osadía de su poder…

No se les olvide seguirnos y dar me gusta para mas capítulos.

Romina

Alejandro

Roberto

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