Romina:
Mi padre me había dejado muy en claro que no aceptaría a una persona que no fuera de mi posición.
Me encontraba en mi habitación, pensando en como hacer para hablar con mi pare de manera que entendiera mis razones para que se me diera la oportunidad de tener a Alejandro como mi esposo.
Tomé mis cosas saliendo de mi habitación, baje las escaleras para ir a visitar a mi amiga Perla que siempre me daba las respuestas que quería escuchar, ella sabía de la relación que tenía con el soldado Alejandro, aunque tampoco estaba muy de acuerdo tenía que saber si al menos había alguna carta de Alejandro ya que se las mandaba a mi amiga para que no llegara a mi casa.
Jacinta se encontró conmigo en la salida ya que había avisado… Mi madre me miró.
Roberta: ¿Dónde vas Romina?
Romina: Hola madre, quiero ir a visitar a Perla.
Levanto su ceja intrigada, ya que la verdad tendría que ir solo para saber si habían noticias de Alejandro.
Roberta: No te tardes, ya sabes que tu padre siempre esta preguntando por ti y tú ni tus luces.
Romina: No mamá prometo que no me demoro.
Salí de la casa con Jacinta a toda prisa, miré hacia los escalones donde mi hermano se encontraba. Me quedé quita, ya que mi hermano igual era alguien que cualquier cosa le pudiera decir a mi madre.
Roberto: Hermanita, donde te vas tan de prisa.
Romina: Iré a ver a Perla.
Roberta: Perla, claro, tu única amiga.
Romina: Claro, la única que me permiten tener.
Roberto: La única decente que hay por en la ciudad.
Tomé un respiro, mi hermano era un joven que dependía de los que mis padres le daban y siempre había rumores que era un jugador aunque la verdad prefería no meterme en ese asunto ya que a mi no me constaba absolutamente nada.
Tomó mi mano llevándosela a sus labios para dejarme un beso en ella.
Roberto: Mucho cuidado hermanita, no vayas a causar que luego hablen de ti…
Lo miré retirando mi mano, mi hermano muchas veces decía cosas que me hacía saber que pudiera estar enterado de mi relación con Alejandro pero de una u otra manera mi secreto estaba a salvo, sino ya se lo hubiera dicho a mis padres.
Bajamos los escalones, una carreta elegante pasó afrente a mis narices apresurando el paso, no quería perder tiempo absolutamente en nada, siempre tenía casi andar con el jesus en la boca para no ser descubierta.
Llegamos a casa de Perla, la mujer de su servicio nos dio entrada, llevando a Jacinta a la cocina para que pudiéramos hablar Perla y yo.
Cesar: Romina, ¿Cómo estas?
Romina: Hola Cesar, bien gracias, espero no te molestes, vine a ver a Perla.
Cesar: ¿Molestarme? Para nada, sabes que esta es tu casa y eres bienvenida las veces que desees.
Romina: Gracias.
Cesar: Con permiso, tengo que ir a una reunión.
Romina: Claro.
Caminé hacia la sala de estar donde siempre se encontraba Perla con su hijo y su nana.
Perla: Romina, amiga, pasa, hay disculpa es que estas muchachas siempre me descuidan a Cesarcito.
Romina: Si te entiendo.
Me tomó de la mano llevándome a su jardín para poder platicar, era algo que necesitaba ya que era con la única que podía hablar de lo que me estaba pasando.
Perla: Cuentame, amiga que trae por aquí.
Romina: Sabes el motivo.
Perla: No me digas… Alejandro.
Miré a nuestro alrededor haciendo seña de silencio. Ella negó con la cabeza, tomando un gran suspiro.
Perla: Nadie nos escuchará, pero dime. ¿Por qué no has terminado esa relación con ese teniente.
Romina: No, claro que no. No pienso terminarla. Lo amo Perla, es el amor de mi vida.
Perla: Si no lo dudo. Pero amiga sabes que tus padres nunca van aceptar esa relación. No tiene propiedades, no tiene apellido y no tiene fortuna que tu familia necesita ahora.
Romina: ¿Qué dices?
Perla: Acaso no sabes que tu familia esta pasando por una crisis económica muy fuerte.
Negué con la cabeza sorprendida de sus palabras, si tuviéramos problemas mis padres me lo hubieran hecho saber, así que no creo que lo que me dice Perla sea cierto.
Romina: No, eso no es verdad.
Perla: No te sientas mal, pero todos los de la ciudad saben que tu padre esta en quiebra, amiga y eso complica las cosas para encontrarte un esposo.
Romina: No, yo no quiero encontrar un esposo. Ya tengo un hombre que amo mas que a mi vida.
Perla: No lo dudo, pero ese amor no puede ser Romina, el teniente no es de nuestra clase social y lo peor es que tus padres esperan un príncipe azul, los solteros escasean con los días que van pasando y con problemas económicos de tu familia dudo que alguien quiera emparentar.
Romina: No me importa. Yo amo a Alejandro. ¿Acaso nunca te has enamorado?
Perla: Claro, estoy casada.
Romina: Me refiero a que sientas algo especial por un hombre, sentir que te quedas sin aire al tacto con sus besos, sentir tu corazón palpitar tan fuerte deseando siempre estar con esa persona haciéndote sentir especial. Sabes que alguien te piensa las 24 horas del día, saber que sin ti la vida de esa persona igual no sería de la misma manera.
Perla: Si, si si… Pero tus padres no te van a permitir a una persona que no sea de nuestra sociedad.
Romina: ¿Eso que? No se necesita tener un apellido con una fortuna de respaldo. Puede ser trabajador, honesto, justo, noble y todo un caballero.
Perla: Hay amiga vas a sufrir mucho.
Sentí mis ojos llenarse de lagrimas, en cierta parte Perla tenía razón.
Perla: Como te dije Romi, tu familia esta en una crisis económica y para que acepten a un prometido tuyo tendrá que ser quienes ellos te impongan.
Romina: Mi padre nunca lo va a permitir…
Mis lagrimas rodaron por mis mejillas, sentía un fuerte dolor en mi corazón ya que sabía que mis padre él mismo me dijo que no ponga mis ojos en alguien que no sea de nuestra sociedad, pero ahora que ya no tenemos una fortuna él puede entender que Alejandro me ama y me quiere y tendría que darle el permiso.
Pasé mis dedos suavemente en mi rostro apartando mis lagrimas. Perla se me acercó abrazándome con fuerza. Su criada se nos acercó mirándome.
Perla: La correspondencia.
Criada: Lo siento señora pero no hubo cartas hoy.
Miré a Perla con tristeza, Alejandro no había mandado nada y ya era hora que tenga que irme, sino mi madre sería capas de venir a buscarme viendo la hora.
Me despedí de ella. Solo quería saber lo que realmente estaba pasando en mi familia, si era cierto lo que me había dicho Perla. Tomé mis cosas saliendo de su casa.
Caminé por toda la calle sintiendo un vacío en mi corazón, no cabía de tristeza al saber que Alejandro no se había comunicado conmigo. Ahora mi pesar no solo era extrañarlo, sino el miedo de que mis padres decidan por mi un esposo del cual ni quiero ni conozco, eso sería en el peor de los casos.
Entré a mi casa yendo directo a la sala recibidora donde mi tía y mi madre se encontraban platicando como si nada les preocupara…
Mi madre levantó la mirada fijándola en mi al verme entrar con desesperación. Miró a mi tía donde las dos se miraban sin saber por que me presenté de esa manera ante ellas.
Roberta: ¿Qué sucede Romina?
Romina: ¿Es cierto que estamos en ruina?
Roberta: ¿Quién te dijo eso?
Rebeca: Hija… Por Dios santo.
Romina: Perla, me lo dijo que mi padre esta pasando por una crisis económica muy fuerte.
Mi madre se levantó sacudiendo su vestido, miró a mi tía para después fijar su mirada en mi.
Roberta: Así es. Estamos pasando por una situación muy difícil económicamente, tendremos que despedir algunos de los sirvientes y no tanto por la paga mas bien para no tener tantas bocas que alimentar.
Romina: ¿Por qué no me han dicho nada?
Roberta: por que no es de tu interés saber que nos esta yendo mal, la hacienda no esta produciendo. Ahora tú que eres la única que nos puede salvar de caer en el desprestigio no haces nada por tus padres.
Rebeca: Roberta, no le digas eso a Romina.
Roberta: ELLA PREGUNTÓ, Y LE ESTOY RESPONDIENDO COMO DEBE SER. TAL PARECE QUE NO TE IMPORTA NUESTRA SITUACION.
Romina: ¿Pero que puedo hacer madre? Me pongo a trabajar si eso es lo que quieres…
Roberta: ¿ESTAS LOCA? TRABAJAR… ¿CUANDO SE HA VISTO QUE UNAS BERISTAIN CURIEL TRABAJEN?…
Romina: ¿Por qué no?
Roberta: Te hemos dado viajes, vestidos, alimento y pretendes que trabajar es la manera correcta para no desprestigiarnos. TODAS LAS JOVENCITAS DE TU EDAD YA ESTAN CASADAS Y CON HIJOS.
Romina: ¿Qué trata de decirme madre?
Roberta: ES HORA QUE TÚ TAMBIEN TE CASES CON UN HOMBRE QUE TENGA APELLIDO Y FORTUNA PARA AYUDAR A TUS PADRES. MIRA A TU PADRE, EL POBRE CONTRABAJO PUEDE HACER COSAS.
Romina: ¿Casarme?
***hola amigos lectores...
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Romina
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Updated 170 Episodes
Comments
Clarybel Rojas sanchez
Holaaa escritora esta muy buena,, vamos a seguir como va todo,, felicitaciones
2023-02-12
2
Celina Tellez
Me gusta escritora si qué sí
2023-01-07
1
Maria Rosalva
muy buena
2022-12-29
1