Mi verdad III

Una vez llegamos a la posada me dirigí hacia su habitación, abrí de un golpe su puerta, me acerqué a la cama y la lancé ahí. Yo realmente estaba furioso. Jamás he sido partidario que una dama venda su cuerpo así, o el simple hecho que sea tocada por extraños. Se que Dalia aún es virgen pues no se ha unido a ningún hombre. Es posible que le den alguna sustancia y abusen de ella.

Yo le gritaba lo enojado que estaba, ella solo se reía de mi.

Me acerqué a ella, mis ojos lanzaban fuego por la rabia que tenía.

Dalia estaba acostada en la cama mirando el techo del lugar, solo escuchaba su burla así que le sujete cada una de sus manos. No me di cuenta pero estaba sobre ella.

¿Te burlas de mi? Pregunté

Si mi cielo, cualquiera que he escuché diría que estas celoso, pero es claro que no es así, tú no sientes nada por mi. Dijo Dalia tratando de soltarse.

Sus ojos me miraban fijamente, sus labios eran rojos.

Entonces en un impulso me lancé a sus labios, con fuerza comencé a devorarlos, ella me respondió. Le solté las manos, y tome su cara.

Nuestros corazones latían en sincronía, por instinto lleve una mano a su pecho, era tan firme y redondo. El deseo se estaba apoderando de mi.

Entonces sentí como mi entre pierna reaccionaba, abrí mis ojos, vi lo que estaba haciendo. Rápidamente me levante de la cama, trate de cubrir con mi traje esa situación incómoda de mi amigo.

Dalia perdón yo no debí hacerlo, he tomado mucho esta noche, lo mejor es que me marche dije caminando hacia la puerta

¿Estás seguro que te quieres ir? Dijo Dalia.

Tome la manija de la puerta, la iba abrir, no sin antes responderle que si, que estaba seguro de marcharme. Pero tuve que girar a verla, estaba soltando su vestido, vi como cayó lentamente al suelo. Pude observar que no traía nada de ropa interior, quedó totalmente expuesta para mi.

Yo me quede inmóvil, no sabía que responder.

Entonces volvió a preguntar

¿Te irás?

Dalia no hagas esto por favor, yo no quiero aprovecharme de ti, dije acercándome a ella. Trate de levantar su vestido para cubrir su cuerpo. Una vez lo tome, me iba a levantar pero sentí las manos de Dalia sobre mi cabeza, quede Justo en frente de su V.

¿Dalia? Dije

No te levantarás hasta que me beses.

¿Que? ¿Como te alcanzaré? Pregunté

Me besaras Justo aquí, dijo mostrando su intimidad.

Dalia…. Dije en susurro

Solo hazlo mi cielo dijo acariciando mi cabello.

Ya no había vuelta atrás, ella literalmente me tenía a sus pies, no me pueden culpar nadie podría negarse a tan hermosa invitación.

Comencé acariciar sus largas piernas, levante una de ellas para poder dejarle leve mordidas en su muslo. La escuchaba jadear y entrelazar sus dedos en mi cabello. Me acerqué lentamente a su feminidad y tome posesión de ella. En este momento dejé atrás mi miedo, esa voz en mi cabeza que decía que no estaba haciendo lo correcto, había desaparecido.

Oh! Sigue así mi azulito! Escuchaba decir, yo estaba en mi mundo, bueno en el mundo que me estaban ofreciendo. Sentí como se liberó en mi boca. Que exquisita… murmuré.

Me levante y la mire fijamente.

¿Te ha gustado? Pregunté

Mucho, tanto que deseo más, dijo soltando mi kimono, veía como mi traje iba cayendo al suelo.

La levante en mis brazos y la lleve a la cama, yo volvía a estar encima de ella. Estábamos en esa posición inicial donde comencé a devorar sus labios, esta vez la tenía completamente desnuda para mi.

Camilo tú me gustas, desde hace un tiempo, no temas en tomarme el día de hoy pues yo hace tiempo que te elegí a ti. Dijo Dalia.

Yo solo sonreía, mi corazón se aceleró, comencé a tomar posesión de esos deliciosos labios, esos que desde este momento sería solo para mi. Mis manos estaban por todo su cuerpo, cada parte de mis dedos tocaban eran suaves.

Me hice Justo en su entrada y me sumergí en ella, escuché ese ligero grito ahogado, solo significaba una cosa. Ella era mía, que placer el que estaba sintiendo. Era yo el que veía el cielo en este momento, era una noche iluminada con cientos de estrellas. Yo me movía lentamente, deseaba tomarla con fuerza pero debía esperar que ella se acostumbrara a mi. Podía ver la venas de mi cuerpo cambiar de colores, nos estábamos convirtiendo en uno solo. Mi cabello aquel que caía por mi cara cambiaba su tonalidad, era extraño ver colores negros y blancos, por lo visto me estaba convirtiendo en ella. Yo seguía extasiado. Me movía con gran rudeza, ahora yo el que gruñía, ella era simplemente hermosa, no había nada que no estuviera perfectamente elaborado. Era el molde ideal.

Sigue así… la escucha decir entre gemidos. Yo quería todo de ella. Me senté y la senté en mi regazo, ella movía su cintura rápidamente, yo le sujeté el cabello y la incline hacia atrás. Veía su pecho subir y bajar. La habitación se llenó de nuestros gemidos. Nuestros cuerpos chocaban con rudeza, sentí como Dalia llegó a su climax un par de movimientos yo también lo hice.

Una vez los dos llegamos nos miramos directamente a los ojos, podía ver las pupilas de Dalia totalmente dilatadas. Mi cabello caía, ella solo sonreía, tocándolo.

¿Te sientes bien? Pregunté

Lo estoy, ire al baño, respondió

Yo te llevo, me levante de la cama, luego la subí a mis brazos, sentí como ella rodeó mi cuello con los suyos, mientras caminábamos yo besaba su piel.

Decidimos tomar una ducha los dos, el agua se llevaba todo rastro de sangre, yo aún no salía del asombro, había estado en la intimidad con Dalia. Realmente era hermosa esa mujer, ver como el agua bajaba por sus curvas. Solo podía pasar mis dedos por su cuerpo siguiendo el rastro del agua.

Dalia se giró, sus ojos eran mágicos, me acerqué a ella, puse una mano para sostenerme en la pared por encima de ella. El agua caía por mi cuerpo.

Comencé a besarla de nuevo.. me encantas le susurraba entre beso y beso.

Dalia me besaba con más pasión así que decidí volver a entrar en ella. El agua era testigo de la pasión que emanabamos los dos.

Con mano sujetaba el cuerpo de Dalia con la otra me aferraba a la pared, vi como la cerámica se rompía por mi fuerza al sostenerme. No iba a parar, la tomaba con más fuerza mientras Dalia clavaba sus uñas en mi piel. El dolor se combinaba con el placer.

Me corri en ella una y otra vez, rompí la puerta de la ducha y algunas Ceramicas de la pared. En un abrir y cerrar de ojos estábamos en el cuarto. Yo tenía a mi vista su trasero, mis manos golpeaban esa piel blanca.

Dalia, eres mi perdición, te juro que estaré junto a ti, por toda mi existencia dije mientras me liberaba en ella.

Después de unas buenas rondas de pasión, nos acostamos, podía ver los rayos de Sol atravesar la ventana. Fue una noche muy movida dije.

Camilo no sé si es el momento adecuado pero es hora de hablar de Mariana, Damian y tú. Es hora que romper ese triángulo doloroso. Dijo Dalia

Yo bese su frente… antes de hablar de ese triángulo como le llamas, quiero que sepas que jamás había sentido esto por alguien como lo siento por ti Dalila.

Ella solo sonrió….

¿Que deseas preguntar esposa? Dije

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Comments

Darly Medina Viveros

Darly Medina Viveros

Camilo ya te toco duro contra el muro🧱😋😋😋😍😋🍯 Dalia y Camilo Bienvenidos al Clan Lujurioso 😋😋😋

2023-10-12

6

Francisca Alcantara

Francisca Alcantara

Si que le dió duro contra el muro 🧱

2023-06-28

1

eso de romper muro ya se hizo habitual en los sendas, la frace de duro contra el muro y macizó contra el piso quedó obsoleto al lado de esta familia lujuriosa 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2023-01-07

16

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