Monstruo

Llega Susan a mi casa. Le conté un poco por teléfono. En cuanto abrí la puerta de mi casa, me abrazó fuerte.

— Sofía, no sé qué decirte. Los conozco a ambos desde la secu y nunca me imaginé que Joe sacaría las garras.

— Susan salgamos a cualquier lado y ahí platiquemos. No quiero que por una casualidad de la vida absurda que llevó, me vean mis padres llorando.

Llegamos a una cafetería. Lo primero que hice fue llorar. Admito que estoy siendo tan infantil y llorona. Nunca en mi vida había vivido tal situación. Con Joe todo había sido miel sobre hojuelas. Sabía perfectamente mi postura sobre la virginidad, mis creencias y nunca de los nunca vi alguna incomodidad por parte de él en cuanto al tema de las relaciones sexuales. Tengo 20 años y soy virgen.

Conversé con Susan y saqué todo lo que llevaba dentro.

— Sofi, tienes que ponerte más bonita aún, que no te vea destruida ni él ni la Luisa esa, demuestra que eso no te afectó aunque te estés muriendo. Los triángulos amorosos siempre terminan mal. Te aconsejaría que te vengaras pero no creo en eso. El karma le regresará lo que te ha hecho.

— No se cómo voy a actuar enfrente de ese par de invésiles y no sabes la ganas que tengo de abrir su tórax y sacarle su corazón.

—Calmate, ni pienses arruinar tu vida por esa porquería de hombre.

— Me dan ganas de Vengarme. Después de todo lo que me hizo.

— ¿Cuando tenés turno?

— El día Lunes.

—Entonces vamos a una fiesta, nos tomamos unos tragos y le damos vuelta a la página. Di que sí..

— Vamos. Solo déjame llamar a mis padres para que sepan que voy contigo.

Llamé a mi madre. Le dije que iba a despejarme del estrés y que iba con Susan.

Eran las 9 de la noche y entramos a una discoteca. Nos sentamos cerca de la barra y le pedimos al bartender que nos sirviera unos tragos especiales.

Antes de ir a la discoteca habíamos ido primero a la casa de Susan y me prestó un vestidito rojo sangre corto, me puse unos tacones de punta, me solté mi cabello lacio castaño y me pinté mis labios en rojo. Tenía unas curvas muy bonitas, curvas que siempre andaban tapadas con ropa holgada. Me veía en el espejo y veía una mujer guapa, atractiva.

En la discoteca con algunos tragos adentro me animé a bailar con Susan, y como llamando al mal, entra Joe bien acompañado y no era Julia, era una mujer mayor que él, parecía una prepago, se sentaron en la parte más oscura, se le unió otra chica un poco más joven que la primera mujer. Estaban inhalando un polvo blanco, las chicas encima de él, besándolo y besándose entre ellas. No cabía duda eran prepagos.

Quedé paralizada viendo tal espectaculo. Realmente no conocía ese Joe. Ese Joe me repugnaba. Mis lágrimas salían sin parar.

Susan se da cuenta de la situación, me abraza.

— Ya nos dañó la diversión. Si quieres nos vamos.

— No. Nos quedamos. Esto me abre más los ojos. Y hace que lo repudie.

— ¿Estás segura que puedes con esto?

— Si. vamos por más trago.

Nos sentamos nuevamente, pedimos unos tragos. Y llega a invitarme a bailar un hombre super atractivo, parecía un modelo de revista. Tenía todas las miradas.

— ¿Bailamos muñeca?

Quedé como hipnotizada con sus ojos verdes.

— Claro.

Nos dirigimos a la pista de baile, me olvidé por completo de Joe. Quien nos estaba observando furioso.

—¿ Como te llama muñeca?

— Sofía Coen, y tú?

—Leonardo Chevalier. Sabes, eres muy hermosa. ¿Cuantos años tienes?

— 20, y tú? tienes un acento diferente.

—28 años. Eres una niña—Sonrió— soy Francés.

—¿ Estas de visita?

— No y si. ¿Podemos intercambiar número?

Bailamos no sé cuántas canciones, intercambiamos número y quedamos en salir mientras el estuviera aquí.

Fui al baño por un momento, cuando sentí un jalón.

— Mírate. ¿Ya me olvidaste? ¿Quién era ese?

— Eso a ti no debería importarte. No dejes sola a tus dos prepago.

— Yo te amo a ti. Podemos empezar de nuevo sin mentira, ahora ya sabes que me gusta el sexo. Sofía son 6 años.

— No Joe. Suéltame. Tal ves si te hubieses sincerado conmigo desde un inicio, tal ves sería diferente. ¿Qué te hacía pensar a ti que yo no me excitaba cuando nos besamos? Yo tambien te deseaba. Pero encima de todos mis deseos quería llegar al altar contigo y entregarme pura y completa a ti. Pero ya no.

Me tomó a la fuerza y me besó con tanta energía que mordió mis labios hasta hacerlos sangrar. Me empujó contra pared y metió su mano por debajo de mi vestido, tocando lo más sagrado para mí. La gente veía y no hacía nada, tal ves porque todos andaban fundido en el alcohol.

Me arrastró hasta el baño y cerró la puerta por dentro.

Me tiro al piso.

— Ni se te ocurra tocarme. Estas loco.

— Loco por ti, y ahora andas de zorra con un tipejo.

— No entiendo tu actitud. Antes no eras así conmigo. Porque cambiaste de repente.

— Tú me hiciste cambiar. Tantas veces que anhele hacerte el amor, durante 6 años. Estuve con varias mujeres y ninguna me complacía, porque te quería a tí, mi adorada novia.

— ¿Desde cuando te drogas?

— Y eso importa ahora. Tu realidad es diferente a la mía.

Trate de salir del baño pero no pude. Me alcanzó y sujetó mis dos manos con un pañuelo que traía. Bajó mi tanga y sin calentarme, ese día perdí mi valiosa virginidad, de una forma de la cual nunca se me había pasado por la mente. La perdí con el hombre que había amado desde mi adolescencia pero no de la forma que deseaba. Me desgarró, el dolor era insoportable, no paraba de salir sangre. Y a pesar que estaba estudiando medicina, me sentía horrorizada por lo que veía.

Y él, alguien que al igual yo, tenía que velar por el bienestar de las personas, estaba violando unos de los principales pilares de la medicina.

— Si dices algo de lo que pasó aquí, tus seres queridos sufrirán las consecuencia— sonrió.

Salió del baño como que nada hubiese pasado. Y yo, Sofía, quedé tirada en los baños de esa cochina discoteca. Una salida para pasar página, resultó la peor desgracia para una mujer.

Susan entró a buscarme porque ya me había perdido por más de media hora.

— ¿Que te sucedió?

Solo la miré y lloré.

— Joe.

— Joe, ¿Qué? Te hizo algo ese desgraciado.

Susan vio sangre en mis piernas.

— Vamos a la policía. Tienes que denunciarlo.

— No. No pasó nada. Me caí al ver Joe. No pasó nada. No pasó nada.

Más populares

Comments

Paola Martinez

Paola Martinez

Pero pq permitiste que tuviera segunda opción de abusar si en la primera en carro te pudiste librar de el debiste inmediatamente denunciarlo Sofi lamento por lo que pasaste ninguna mujer debe ser tocada en contra de su voluntad

2024-10-19

2

Paola Martiz

Paola Martiz

ninguna mujer merece ser abusada que desgraciado 😡🤬 pero ella en vez de irse de ahí sabiendo que el se droga si fue boba de verdad

2024-04-09

2

Paola Martiz

Paola Martiz

y de paso deja de llorar x favor

2024-04-09

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play