Capítulo 5.

...Kilian....

– ¿Me colgó?, ¡ah, ese temperamento!– Dije sonriendo.

– Señor, ¿quiere que averigüe si la señorita está enferma? – Me preguntó Marcos, mi secretario.

– No, tarde o temprano lo sabremos, después de todo ella se va a casar conmigo. – Le dije, pude sentir como las comisuras de mis labios se alzaron.

– ¿La señorita acepto a casarse con usted? – Preguntó sorprendido.

– ¿Acaso lo dudaste? – Pregunté orgulloso.

– A decir verdad: se le veía bastante a gusto con su amigo, pensé que empezarían a salir pronto. ¿Qué la habrá hecho cambiar de opinión? – Preguntó confundido.

– ¿Quieres que te despida? – Pregunté enojado.

‐ No, imposible. – Respondió seguro.

– ¿Acaso usted...?, ¿hizo algo para que la señorita Lilian no empezará una relación con él? – Dijo preocupado.

– No, yo no hice nada. – Le respondí confiado.

– Ah, que alivió por un momento pensé que usted, jajaja, es imposible, ¿cierto? – Dijo mientras sacaba un suspiro de alivio.

– Yo no lo hice, lo hizo alguien más, yo solo puse precio a la amistad que le profesaban a Lilian. – Acabé de hablar.

– ¿Está loco?, ¿qué piensa hacer si la señorita Lilian se entera de esto? – Me preguntó preocupado.

– Es por eso que no se debe enterar y basta de hablar de eso, prepara el contrato, mañana la llamare y prepararemos juntos las cláusulas y condiciones, ya quiero ver su cara. – Comenté divertido.

– Señor, algún día le llegará el karma, usted es muy cruel. – Dijo Marcos para luego salir de su oficina.

– ¿Karma?, yo soy el karma. – Dije burlesco.

...Max....

¡¿Qué mierda?!, ¿cómo era que Mónica había amanecido en mi cama?, carajo no recordaba nada.

– Cariño, ¿por qué no regresas a la cama? – Me dijo con su horrible voz.

– No me digas así, no sé como carajos llegaste aquí, pero lárgate, no quiero volverte a ver. – Le grité.

– ¿Es por Lilian?, ella ya lo sabe no tenemos porque seguir ocultando lo nuestro. – Me respondió.

– Estás demente, nunca hubo algo nuestro, yo solo tengo ojos para Lilian, es imposible que te haya tocado. – Dije exasperado.

– Eso no decías anoche. – Dijo esa sucia víbora.

– Mejor lárgate de aquí. – Le grité enojado.

Cuando finalmente se fue, me rompí, la había cagado, mi única posibilidad con Lilian, se esfumó, la espere durante más de nueve años y, en un abrir y cerrar de ojos se fue mi oportunidad. Intenté llamarla y enviarle mensajes, pero; carajo, no respondía mis llamadas, ni mis mensajes.

...Lilian....

Había recibido un sinfín de llamadas y mensajes de parte de Max, todas obviamente fueron rechazadas, de todas maneras no eramos nada, no tenía el derecho de reclamarle nada, ahora me encontraba en la compañía de Kilian, me había citado para hablar acerca de las cláusulas y condiciones del contrato.

– Oh, señorita Lilian. – Dijo un hombre moreno de ojos verdes.

Guau, que hombre tan guapo.

– ¿Sí? – Dije en respuesta.

– Mucho gusto, soy Marcos el secretario del señor Lancaster, me ordenó que la guiará a su oficina. – Dijo con una radiante sonrisa.

– Ya veo. – Me limité a decir.

Una vez en su oficina me sente en una de las sillas que estaban ahí, luego de unos minutos llego Kilian.

– ¡Lilian, llegaste! – Gritó eufórico.

– Ajá, ¿podemos hacer esto rápido?, tengo algo que hacer. – Le dije tajante.

– Yo tampoco tengo mucho tiempo. – Dijo mientras revisaba su rolex.

– ¿Por qué no mejor empezamos? – Le dije.

– Tienes razón. Espero que hayas pensado en tus condiciones. – Me dijo sonriente.

– Empieza tú, algo me dice que tendrás más que yo. – Le dije seria.

– Bien, entonces; mi primera condición es que durante el tiempo que el contrato esté en vigor no se te permite serme infiel, mi segunda condición es que viviremos en la misma casa una vez casados, la tercera es que nadie debe saber que este matrimonio es falso, si alguien lo sabe se debe pagar una multa de 300 millones, La cuarta es que debemos tener intimidad cuando tú te sientas preparada y estés dispuesta, ya que no se puede evitar para tener a nuestros futuros hijos. Una vez nazcan los niños se deben llevar con mi familia, mi abuelo los nombrará parte de la familia y se integrarán al registro familiar. La quinta y última condición es que cuando nos divorciemos deberás desaparecer de los medios, por lo menos 5 meses y no se te permite tener una pareja durante ese tiempo. – Dijo condición, tras condición.

– Vaya, sí que pensaste en todo. – Le respondí sarcásticamente.

– Claro, esto no es un juego. – Dijo confiado.

– Bien, entonces; mis condiciones son que no puedes limitarme, no interferiras con mi vida personal y está bien si me eres infiel, no me importa. En cambio por cada mujer con la que te acustes debes depositar a mi cuenta 50 millones y no puedes tocarme sin que te hayas limpiado bien luego de estar con alguien, cuando nos divorciemos anuncia que fue porque nos dejamos de amar, así nadie pensará que fue por una infidelidad, suelen culpar a la mujer, una vez divorciados no puedes interferir en mi vida o con quién me encuentre, ah, y recuerda lo que hablamos por teléfono, esa es una de mis condiciones principales. – Le dije con una sonrisa.

– ¿Solo 50 millones?, ¿por qué tan poco?, que sean 300 millones, para hacerlo justo. – Le dijo a Marcos.

– Bueno, parece que eso es todo, me retiro. – Dije antes de abrir la puerta de la oficina.

– Lilian, tenemos que ir a ver a mi abuelo. – Dijo nervioso.

– ¡Oh!, ¿Esteban?, ¿cómo sigue?, la última vez que lo vi fue hace 10 años, cuando nos graduamos, ¿no? – Le dije emocionada.

– Así es, él te extraña y como vamos a casarnos necesitamos su aprobación. Y tenemos que ver los preparativos para la boda. – Me respondió.

– Hablemos con él antes. Respecto a los preparativos está bien si es una boda simple, no es como si vaya a durar tanto este matrimonio. – Le dije con una sonrisa.

– Tienes razón, primero hablemos con él. – Dijo serio.

– ¿Cuándo estás libre? – Me preguntó.

– Reunamonos el viernes en la noche. – Le respondí cortante.

– Así será. – Me respondió.

– Bien, entonces me retiro. – Les dije para luego salir de ahí.

Una vez llegué a mi casa encendí mi computadora portátil y empecé a trabajar, tenía que entregar varios informes en el laboratorio y Aiden me había dejado unos papeles que necesitaba revisar, por todo lo que paso no lo había hecho hasta hoy, aparentemente hoy no podré dormir mis seis horas diarias.

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