Escuche ruidos en la casa y casi salté de la cama asustada y recordé que no estaba sola. Me vestí de inmediato y salí a confrontar a ese fastidioso hombre. Y tal como lo imaginé, estaba en la cocina preparando algo que desconocía pero desprendía un olor delicioso. El estaba vestido, con una camisa blanca sencilla y unos pantalones sueltos, de perfil podía ver que esta rasurado y se había quitado la barba, haciéndolo ver atrac....como una persona decente.
Carraspeé para llamar su atención, pero el ni siquiera volteó a verme, y siguió haciendo lo que hacía. Ignorándome por completo.
--¿Por que me dejó sola?
--No creí necesario que tuviese un niñero
--Un niñero no, pero si alguien que me protegiera de algo
--Se equivoca si cree que yo estaré a su disposición, quiero recordarle que usted solo está de pasada
--Usted debe recordar que yo soy su Princesa y debería tener respeto y rendirme pleitesía
William soltó una cuchara de mala gana, haciendo estruendo por todo el lugar y provocando que yo misma me sobresaltara, Él tenía los labios apretados y una mirada de advertencia en todo su rostro, provocando que me pusiera nerviosa
--Esta es mi casa y tu aquí no tienes ningún título, solo eres una mujer común como el resto--Pronunció cada palabra con satisfacción como si estuviese disfrutando este momento-- Mi casa, mis reglas.
Sentí que mis ojos escocian y no era necesario que me girara para saber que estaba llorando, frente a este hombre que disfrutaba mi tristeza y se regodeaba saber que el tenia el mando. El Rostro de William se suavizó al ver mi llanto y sus ojos oscuros rehuian de los míos, con culpabilidad.
--Perdoname yo...--Suspiro cansado, y dió pasos hasta aproximarse a mí. Pude ver la indecisión escrita en torno su esplendor.--No estoy acostumbrado a lidiar con mujeres-- Paso un pulgar debajo de mi lagrimal--Y menos si se trata de una princesa
Trate de sonreír pero solo hice que se formara una mueca extraña. William me miró por un fracción de segundos, ambos estábamos enfrascados en un silencio asombrosamente cómodo, todavía tenía sus pulgares en mis mejillas y su mirada pérdida en mis labios, un cosquilleo anticipado revoloteo en mi estómago. Algo cruzó por sus ojos que provocó que William se separará de golpe en un vistazo, dejándome confundida y consternada.
--Disculpe-- Dijo con la voz apresurada. Me giré a verlo con el ceño fruncido y un nudo en el vientre.
--¿A donde vas?
--Ire a cabalgar un momento, no tardaré. Hice el desayuno-- Señaló con su cabeza, el cuenco de comida en la mesita. Sus ojos oscuros estaban raros, y el parecía muy ansioso
No espero a que terminara de hablar y desapareció de nuevo. Solté un suspiro de cansancio, sus cambios de humor estaban empezando a fastidiarme y no supe como interpretar eso, Mire dudosa los huevos revueltos y el jugo que había dejado en la mesita. Mi estómago rugió y no me lo pensé dos veces y empecé a devorarlo
Al tercer bocado noté algo allí que no había visto antes. Un ramillete de flores de campo ahí, mire hacia ambos lados verificando que el no estuviera cerca, antes de tomarlas y llevarmelas a la nariz para inhalar su aroma.
Me pregunté si el las había dejado ahí a propósito o era un regalo para su novia. El solo pensamiento hizo que la irritabilidad se apoderara de mí y apretara las flores en mi pecho. El hambre se me esfumó y decidí irme a mi habitación hasta que el se dignara en aparecer. Aproveche mi tiempo sola para escribirle una carta a Nicholas informándole de todo lo que había pasado y mi deseo de volver a casa, y unas cuantas lágrimas se me escaparon y termine rogándole que viniera por mí.
Escuche el galope de los caballos y salí corriendo sin importarme sacarme las lagrimas, William venía con el ceño fruncido, sucio y con el mal humor rondando.
--Necesito volver a casa-- Pedí con la voz quebrada y el solo me dio un vistazo, antes de llevar a sus caballos a la caballeriza--William por favor
Escuche una maldición entre dientes. Antes de darse la vuelta y darme la bienvenida con una cara de hastío
--Estoy cansado, hambriento y sucio. ¿Podrías hacerme el favor y decir otra cosa que no fuesen quejas?
Hice un puchero que funcionaba con Papá y Nicholas, pero el sólo se limitó a arquear una ceja.
--¿Podrías llevarme al correo? Necesito llevarle una carta a mi hermano para asegurarle que estoy bien
--Bien-- Dijo en un gruñido. Y sonreí discretamente, antes de que el lo viera. --Pero será mañana temprano
William tenía marcas en los brazos parecidos a unas laceraciones y muchas preguntas se formaron en mi cabeza. El logro darse cuenta y se bajo la manga de la camisa. Entendí que no era un tema que a el le agradará y mordi mi lengua para no soltar lo primero que se me viniese a la mente, en su lugar fui inspeccionando el lugar y a los animales
Habían dos caballos, gallinas, un pequeño cordero y una vaca, toda una pequeña granja demasiado tierna. William me ignoro y siguió haciendo lo que hacía.
--A mi padre le hubiese encantado este lugar-- Murmure, mientras acariciaba al pequeño cordero-- Nicholas heredó su afición a los caballos
Un recuerdo vino a mi mente en el que veía a mi padre tratando de enseñarme a montar una yegua y el berrinche que hice por que me sacaran de ahí. Sonreí inconsciente y mire al cordero que me observaba con ojos brillantes
--¿Tiene un nombre?
--No
--¿Puedo ponerle uno?
--No
--Chispita me gusta-- Dije sonriendo y el me miraba entre cerrando los ojos. Mientras limpiaba los establos de heno
El cordero me miraba con una interrogante en su cabecilla, era apenas una cria y parecía que apenas hacía unos meses había nacido
--¿Donde están sus padres?
--Muertos
Abrí los ojos de par en par, antes de que fuese su turno de sonreír.
--No puedo creer que te cause felicidad su desgracia, ¿Es que acaso no tienes corazón?
--Es probable
--¿Eso es una respuesta cordial o estas siendo sarcástico?
--Tu que crees
--Deja de hacer eso, no estoy entendiendo
William parecía feliz. Las desgracias le daban felicidad. Que hombre tan extraño, ¿Como podría tener novia con ese carácter?. El cordero parecía pensar lo mismo que yo, por que movió la cabeza casi ladeandola, y se me partió el corazón al verlo tan chiquitín e indefenso
--Pobrecito, yo lo cuidaré y me haré caro de el
--Si eso hace que dejes de ser un fastidio por mi puedes criar hasta a las gallinas-- sonrió maliciosamente-- La vaca esta pidiendo a gritos que también le pongas un nombre
Puse los ojos en blanco irritada
Era un imbecíl precentioso
Su cabello era espeso y negro como el azabache y estaba bastante largo, casi le llegaba hasta los hombros pero a él no parecía importarle. El estaba distraído así que aproveche para observarlo más, hacia años que no lo había visto y se me hacía tan diferente y extraño. William era fornido y alto. Tenía una piel blanquecina que hacía contraste con su cabello rebelde.
Era un hombre salvaje y rudo, pero las pecas espolvoreadas en su cara hacían que fuese difícil tomarlo en serio aveces
--¿Que tanto miras?-- Soltó en un tono brusco que hizo que me sobresaltara. La vergüenza se apoderó de mi y tuve que mirar que otra parte para que no viese mi rubor
-- No estaba mirándote-- Me apresure a decir todavía apenada
--Ajá-- Dijo en ese tono sarcástico que me hacía enojar por que no entendía
De un momento a otro me encontraba con ganas de preguntar algo, el lo noto y hizo un gesto con hastío
-- Parece que vas a explotar, anda ¿Que quieres decirme?
-- Es sobre unas flores-- Mencione atipatica recordando el incidente de la mañana. El se tensó de pies a cabeza y se volteó de inmediato-- ¿Para quién era?
--Olvidalo Jane
--Vamos, dime
--Dije que no tiene caso, será mejor que te olvides de eso
--Pero...--Lo mire ceñuda al darme cuenta que eran para otra Mujer-- Ya entiendo
--¿Que...?--Me observo confuso y dejo de hacer lo que hacía
--Fueron para la otra Mujer
--¿De que...?
--No tienes que decirme nada, lo entendí bien.
--Jane..
--No hace falta que digas más
El rostro de William no reflejo nada, se quedó estático antes de recobrar la compostura y apretar los labios.
--Eran mi disculpa por el incidente del día anterior Jane
Abrí los labios anonada y me quedé sopesando las cosas unos minutos en lo que no dije nada. Él salió del lugar, confirmando que era una señal de paz, El cordero hizo un ruidito que hizo que saliera de mi estupor, pero era demasiado tarde y el ya se había ido.
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Comments
Nay'1302.....🖤🔥
Eso Dos Se Van Ah Convertir En Pareja....😏
2022-12-27
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