En Los Ojos De Mi Princesa.

En Los Ojos De Mi Princesa.

La Dulce Princesa

Me di la vuelta aburrida, provandome un vestido glamuroso y esponjoso que era demasiado anticuado para mí. Miré a Morgana y ella me sacó discretamente la lengua. Estaba provandome vestidos para mi boda con Hans, el príncipe heredero de Wimbledon, hacia algunos meses que habíamos anunciado nuestro compromiso y se esperara que contrayeramos nupcias en abril.

--Que horrible-- Mencione riendo. La Reina madre había insistido en que yo llevara el suyo y era imposible que lo hiciera-- Quiero que el mío sea algo que pase a la historia y al mismo tiempo amé.

La modista tomó nota rápidamente, una de mis damas de compañía me ayudaba a desabrochar el espantoso vestido.

-- Alteza, le aseguro que el vestido será tan hermoso que usted será la monarca más atractiva en toda la historia de Wimbledon y Westminster

Sonreí y todas mis damas rieron y me aludaban al mismo tiempo. Mi acompañante disfrutaba de la enorme mesa de postres que habían traído para nosotras, eran todos altos en calorías y azúcar como a mi me encantaban. A Morgana le fascinaban más que a mi y ella jamás le importó su peso, Era robusta de grandes curvas y rellenita pero era adorable y la mejor amiga que pudiese existir

Tocaron la puerta y un segundo después apareció en la puerta, un sirviente traía en sus manos un enorme ramo floral de rosas amarillas y blancas

--Majestad, le llegó este presente de parte de su prometido desde Wimbledon

Me lleve las manos a la cara para cubrir el carmín de mis mejillas y escuché los suspiros de encanto de mis acompañantes.

--Hans es un encanto-- Dijo Morgana abanicandose.

Un rato después de que todas se hubiesen ido, me quedé viendo las rosas con adoración. Hans era el sueño de cualquier joven de clase alta, era atractivo, educado y con buenos modales. Además, nuestra unión aseguraba las alianzas entre el Reino de Westminster y Wimbledon ante la guerra que nos estaba respirando bajo la nuca

--¿Crees que sería adecuado si..bueno, yo...--Mordí labio inferior repentinamente nerviosa ante el escrutinio de Morgana.

--Oh-- Mi confidente sonrió diabolicamente, provocando que mi rubor se extendiera hasta el cuello y tuve que cubrirme con ambas manos otra vez. Totalmente aborchonada

Pero mi cuerpo me había delatado indudablemente, escuché la risa burlona de mi amiga de la infancia. Era consiente de que se estaba burlando abiertamente de mí, dada mi completa ignorancia en esos temas

--¿Puedes dejar de reírte?-- Pedí avergonzada y con las mejillas coloradas

--Lo siento, es que es difícil hacerlo--Mencionó casi sin aliento por sus carcajadas.

De las dos, Morgana era una chispita andante y la que más sobresalía. Carraspeé incómoda y trate de enderezarme con toda la dignidad intacta.

--Solo espero que tu prometido, no le moleste eso

--¿Hans? El no es solo y sabe perfectamente que es un viaje con fines de lucro, solo lo hago para complacer a mi pueblo

Ciertamente mi hermano me había propuesto ir a un viaje en tour para conocer algunas ciudades y que el pueblo amara aún más a la familia Real, pero como condición me había puesto ir a acompañada de su ex amigo del servicio militar

--Pobre de ti, querida

Sonreí divertida y negue con la cabeza ante sus ocurrencias

--Como sabrás, me será totalmente perturbadora la idea de convivir con un hombre desconocido, algo que todavía me escandaliza

--Si, pero no estarás sola

--Cierto, alguna de mis damas de compañía estarán conmigo gracias al cielo-- Dije con alivio, Morgana se inclinó y mencionó en voz baja

--Tienes que admitir que también es muy atractivo, Jane

Arrugue la nariz, fingiendo asco. William Austen era un hombre introvertido, sin sentido del humor y un ermitaño. Era la definición de lo que una mujer aristocrática se rehusaba a buscar. Pero no podía negar que el era asquerosamente atractivo.

No me enorgullecía pasar un verano junto a él, pero mi mente decía otra cosa. Trate de alejar los pensamientos incorrectos en una princesa y tomar un sorbo del té de manzanilla que Morgana había escogido especialmente para esta ocasión. Ella por su parte, siguió parloteando y yo me quedé enfrascada en mis pensamientos. Hasta que llegó el final de la pequeña reunión y abracé a mi amiga deseándole lo mejor en su nuevo matrimonio con el Barón Hamilton.

Pasado las tres de la tarde, un empleado me había dicho que solicitaban mi presencia por parte del príncipe, algo que me causó intriga a decir verdad. Nicholas ya me estaba esperando, y tenía una expresión de tristeza y eso hizo que mis nervios aumentaran.

--¿Sucedió algo con papá?-- Negó con la cabeza y me instó a tomar asiento y así lo hice.

--La guerra esta comenzando y ya atacaron una parte importante de Westminster, los Trayenos nos están atacando y necesito que mi familia esté a salvo.

Su mirada era helada y sus palabras eran firmes, poniéndome los vellos de punta, su voz era fuerte y clara como la de un soberano.

--El viaje que estaba programado para que pudieras ganarte al pueblo, era realmente una mentira para que estuvieses preparada para lo que estaba por avecinarse

Mi ceño se frunció, esperando a que terminara de hablar. Y una mala sensación se instaló en mi sistema, no fue hasta que escuche a mi hermano decir con tranquilidad lo que me desestabilizaria a continuación

--Como la cabeza de esta familia y como tú futuro Rey, es mi deber proteger a mi familia y a mi pueblo. Es por eso que mañana te irás a Charleston, donde William te protegerá como su vida, y serás encubierta

--¿Que....?--Mis ojos se llenaron de lágrimas y me levanté de inmediato, al mismo tiempo que el lo había hecho.

--Padre, estará a salvo si es lo que te preocupa

--No puedes alejarme, yo....--Cerre los ojos para resguardar fuerzas y atacar a mi hermano con mi siguientes palabras-- Eres mi hermano, no puedes hacerme esto

--Solo quiero cuidar de ti, eres mi hermana menor y le juré a mi madre que te cuidaría con mi vida, jamás me perdonaría que algo malo te pasará

--Me niego aceptar esto, ¿que hay de ti y de papá?

Me tomo de las mejillas con delicadeza y pude ver la tristeza impregnada en su iris. Su escenario de futuro Rey se descompuso en mis narices y pude ver al chico tierno y amable con quien me crié.

--La familia Real está siendo amenazada de muerte Jane.--Acarició mis pómulos mientras yo estaba petrificada por lo que me estaba contando-- Me temo que la guerra esta por empezar y no quiero que nadie de mi familia salga herida

Tocaron la puerta con rudeza y eso hizo que me sobresaltara y me secara las lagrimas apresuradamente. Alfred, el mayordomo estaba en la habitación, pálido y con los ojos bien abiertos como si hubiese visto un fantasma.

--Disculpe la interrupción altezas, pero se trata del Rey.

--¿Que sucede con él?

--Siento informarle que el Rey acaba de tener un paro respiratorio y acaba de fallecer.--Mencionó Alfred con la voz quebrada. Mi corazón se detuvo por un momento y un horrible silencio reinó en la estancia.--Wenstminster acaba de perder a su monarca

Miré anonada a mi hermano quien tenía los ojos vidriosos y la expresión de miedo enmarcada en su rostro.

--Dios salve al nuevo Rey-- Agachó su cabeza, antes de hacer una reverencia improvisada a Nicholas

Mis piernas dejaron de funcionar y de inmediato caí al suelo perdiendo el equilibrio. Mi respiración se volvió inestable y entonces, sentí unos brazos rodearme y brindarme algo de calor. Solloce en los brazos de mi hermano y me permití llorar, como si todavía fuese una niña.

****

Miré mi hogar por última vez con total pesar, y me deje arrastrar por mi institutriz y mi dama de compañía. Ellas estaban nerviosas y miraban hacia atrás todo el tiempo. El palacio se había vuelto paranoico y creían que había espías o algún informante y que pronto nos atacarían desde allí.

Madame Bubblier se había encargado de suplicarme que no confiara en nadie, que nunca revelara mi identidad y que por nada del mundo diría sobre la muerte de mi Padre. Algo que todavía me dolía profundamente, Nicholas había ordenado que nadie mencionara nada sobre su fallecimiento y que todo quedará a puerta cerrada. Hicimos una pequeña ceremonia donde le dimos un sepulcro digno en el cementerio Real. Después de que todo estuviese tranquilo, revelariamos la muerte del Rey.

Aún me costaba creer que todo esto era Real, apenas hacía unos días todo era color de rosa y yo solo me preocupaba por asistir a mis lecciones. Mis ojos estaban inundados de lagrimas una vez más y recibí un pañuelo por parte de mi institutriz.

--Gracias

--De sé prisa, el tren no tardará en salir

Subí al automóvil con mis pocas pertenencias, y con el corazón destrozado, estaba huyendo de mi país como una criminal y estaba dejando a mi gente. Nicholas había sido muy específico en decirme que estaría bien y que no estaría en el palacio, en este momento era el lugar menos seguro

Suspire cansada y abatida. ¿Que sería de nuestras vidas ahora en adelante?, La muerte del Rey significaba una nueva era para el pueblo y serían épocas difíciles.

Pasadas las diez de la mañana, llegué a Charleston con un dolor en el pecho y los ojos empañados. Las personas no disimulaba en mirarme con pesar o lástima, podía jurar que murmuraban injurias pero ni siquiera me interesó, teniendo en cuenta que mi cabeza estaba en otra parte

El tren paró en la estación, y tuve que bajar con mis pocas pertenencias y cambiar mi expresión para evitar un indicio que me dejara en evidencia. Todas las personas se aglomeraban, imposibilitandome ver más allá, estaba empezando a desesperarme y entrar en pánico, hasta que logre ver una mata de cabello negro y una cara de molestia y por primera vez en mi vida, me alegraba de verlo

William abrió sus ojos desmesuradamente al verme de arriba a bajo, tal vez le sorprendía la manera en la que yo vestía, Mis damas de compañía se habían empeñado en que yo luciera como una campesina y a saber por la manera en que me miraba, supe que lo habían logrado.

--¿Jane?--Inquirió con la voz pastosa. Casi pongo los ojos en blanco al ver su aspecto y como se presentaba ante una miembro de la familia Real. No podía creer que Kennedy me dejará en manos de alguien que no pudiera mantenerse sobrio al menos un día

--Sr. Austen-- Trate de sonreír pero ni siquiera funcionó. El vío que no me sentía cómoda y tomó mis maletas sin decir nada más.

--Lamento mucho lo que sucedió con su padre--Mencionó en apenas un murmullo que solo nosotros dos pudiésemos escuchar. Y casi se me sale el corazón del pecho al escucharlo

--¿Como sabe?

--Su hermano me lo contó--Lo miré con desconfianza, mientras nos dirigíamos a su casa-- Le doy mis condolencias

--Gracias

Resulta que su casa estaba cerca del pueblo, por que nos dirigimos a pie, no mencioné nada para no ser descortés pero mis tobillos estaban empezando a dolerme por la falta de experiencia. William tenía una mirada sombría y los labios apretados, y eso hizo que me sintiera pequeña. El era un hombre, que vivía rodeado de armas y tenía falta de tacto, ¿Como podría hacerse cargo de mí?

--¿Falta mucho?-- William me miró con curiosidad, antes de negar con la cabeza.

Casi me callo de momento, al ver una cabaña modesta y pequeña. Estaba rodeado de pastos verdes y un poco alejada del pueblo como pensé, tenía una pequeña granja donde podía escuchar el ruido de los animales, Mi vista se dirigió por todo el lugar, estaba aterrada y no ayudaba el hecho de convivir con un hombre que influía miedo mirara por donde mirara

--Su habitación está a la izquierda. --Asentí conmocionada y mis palabras salieron de mis labios sin permiso

--¿Aquí?

William volteo tan rápido en el instante en que pronuncie las palabras. Y me fulminó con la mirada, me había arrepentido de soltar esas palabras al ver como se aproximaba con molestia.

--Disculpeme majestad, si mi humilde casa no es digna de usted, lamento que sus Reales pies pisen un piso sucio y desgastado--Escupió con todo el desdén que había escuchado en mi vida.--Puede irse corriendo cuando usted lo deseé, yo no la detengo.

--Perdone no quería sonar inapropiada, le ofrezco que me disculpe por...

--Nicholas fue muy claro al decir que no quería que su hermana estuviera en peligro y que nadie supiera de su existencia. Pero quiero dejar en claro que yo no quiero ser su amigo, confidente o Amante.

Abrí la boca ofendida e indignada a partes iguales. William sonrió desdeñoso y mis recuerdos se remontaron a cuando el era un niño y hacía la misma expresión cuando se salía con la suya. Había olvidado que William era huérfano y no tenía ningún título nobiliario. Era de esperarse que su casa no luciera como el mismísimo palacio de Westminster o Wimbledon

--No deseo causarle algún inconveniente en mi estadía aquí, trataré de no ser una molestia

--Bien, es lo único que espero de ti-- Expresó esas últimas palabras, antes de desparecer por esa puerta.

Dejándome con un vacío en el pecho, Miré asustada a mi alrededor y solo rezaba para que esta pesadilla terminara y volviera al palacio con mi hermano. Me apresure a ir a mi habitación y poder tomar un baño de agua caliente que necesitaba con urgencia. Al desempacar mis cosas, casi jadeé al ver vestidos simples como una pueblerina y ninguna joya de por medio.

Me entraron ganas de llorar y esta vez me permití desahogarme, Mi pobre padre lo había matado la guerra y el pensamiento de ver morir a sus hijos, no quiero ni imaginarme como estaría Nicholas. Trate de pensar positivamente pero no me fue posible y solo tuve que resignarme a esta vida.

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Comments

Delia Alonso

Delia Alonso

Princesita alejada de la real vida

2024-01-27

0

Alba Guzman

Alba Guzman

pobre pobre princesa🤭🤭

2023-09-27

1

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