¿Te gustaría casarte conmigo?

Algo me dijo que quería casarse, supongo es el sueño de todas las mujeres menos una, Kitty mi novia quien dijo que no cuando se lo propuse.

Sabrina voltea hacia mí y me mira con esos ojos azules tan hermosos y ese rostro casi angelical —¿Te gustaría casarte conmigo? —Dice dejándome mudo—Disculpa pensarás que estoy loca—Dice y se suelta a llorar.

—Oye, no llores—Le digo—¿De verdad te quieres casar conmigo?—Ella me mira con los ojos llenos de lágrimas y asiente —Ok, vamos a casarnos, le digo sin reflexionarlo.

Tampoco sé que me empujó hacerlo, tal vez el rechazo de Kitty, ella me rechaza, pero una hermosa mujer me pide matrimonio que locura.

Sabrina comienza a gritar como loca atrayendo la atención de su amiga—Me voy a casar—Le grita emocionada.

—¡Eso ya lo sé!—dice la chica arrugando la frente.

Se abrazan y la amiga entonces me mira y sonríe, no se dé qué hablan, lo único que se es que estaba nervioso por qué hablaban y me miraban.

—Listo —se acercó hasta donde estaba yo, ella es un poquito más bajita, así que sin preverlo se colocó de puntistas y me dio un beso en los labios.

Me quedé petrificado sin saber cómo reaccionar sinceramente este hombre, no soy yo, siempre soy decidido, me gusta tener el control de todo, sobre todo de mi vida, pero parece que está chiquilla cariñosa, logra no sé qué en mí.

Volvimos a subir al auto y estacioné en una joyería, ya saben la ciudad que no duerme, ellas quedaron en el auto mientras entre al lugar a escoger un anillo de matrimonio, si todo sale bien esa mujer estará conmigo en Londres así que debía darle lo mejor además que me gusta lo mejor.

Escogí un hermoso anillo que la verdad no le hace justicia a la belleza de esa mujer.

Nos dirigimos al sitio donde sería la boda, escuchaba a su amiga decirle que estaba loca, que estaba ebria que dejara esa tonta idea, Sabrina comenzó a llorar y su amiga entonces dijo que la apoyaría.

Sin saber por qué esboce una sonrisa.

Llegamos nos casamos, ella no titubeo al aceptar la unión con un desconocido, a lo mejor ella pensaba que es un juego, Pero no sabe que esto es real y mucho.

Después de allí nos fuimos a bailar y a celebrar, llegamos al hotel y la amiga de mi ahora esposa ya se estaba entendiendo muy bien con Richard, subimos a la habitación, ella se quitó el vestido, se dio un baño y se metió a la cama también hice lo mismo, pero ella ya estaba dormida, vaya noche de bodas.

El resto ya lo saben, ahora voy camino a Londres, son 11 largas horas, llegaré allá en la madrugada. … Llegué a Londres, mi chófer junto con mis guardaespaldas están esperando por mí, no me gusta tener a esos tipos detrás de mí.

Pero no hace mucho hubo un atentado en mi contra, menos mal soy bien ágil con las armas y defensa personal, si no ese hombre hubiera acabado con mi vida, no supe quién lo envío, por qué murió antes de saberlo.

Llegué a mi casa, mi mansión me gusta vivir bien, no lo voy a negar, el chófer me abre la puerta del auto y como si ella supiera que llegaría está aquí esperando por mí.

—¡Mi amor, estás en casa!—La voz chillona de Kitty retumba en mis oídos, nada que ver con la voz calmada y dulce de Sabrina.

—Kitty—Le digo solamente, pero ella se cuelga de mi cuello.

Me quedo parado con las manos en los bolsillos, esperando se separe de mí, parece una sanguijuela, aún no entiendo si me ama tanto como dice, porque no acepto ser mi esposa, al fin no es eso lo que cualquier mujer desea.

—Kitty Estoy cansado y tengo mucho trabajo—le digo tomándola de las muñecas para alejarla.

Ella mira mis manos y ¡Pop! Ve la sortija de matrimonio, aunque Sabrina me dejó la suya, yo conservo la mía, el de ella está guardado esperando por ella.

—¡Logan Wilson!, ¿qué significa esto?—Dice señalando lo obvio.

—Una sortija, ¿no ves?—Le digo con ironía.

—Ya sé que es una maldita sortija—Dice perdiendo los papeles como siempre—Lo que quiero saber es por qué la tienes en tu dedo anular.

—Kitty, Kitty, no me hagas perder la paciencia, déjame en paz, vete de compras de viaje lo que mejor sepas hacer, pero déjame en paz, no tengo por qué darte explicaciones de nada, me hago aún lado y entro a la casa.

—Buen día, joven Logan —Me dice Maricela, mi ama de llaves.

—Buen día, Maricela, prepárame algo de comer, que muero de hambre, la comida no es igual si no la haces tú—Le digo con una sonrisa sincera, creo que ella es una de las pocas que me ha visto sonreír de verdad—Voy a estar en el despacho me avisas cuando esté lista.

Me dirijo al despacho, pero detrás de mí escucho el sonido de los tacones de Kitty ruedo los ojos —¿Dime quien es esa perra?—Dice furiosa.

—Pronto la vas a conocer—Le digo y ella aumenta su rabia—Kitty entiende muy bien una cosa— le digo deteniendo mi andar—Tú me dejaste bien claro que nuestra relación no es sentimental, así que no entiendo ahora por qué este ataque absurdo de celos.

—Es que…

—Es que pensaste que voy a estar suplicando, parece que no me conoces querida, yo no suplico, la que quiere estar está y la que no, pues se va así de simple.

—¿Me estás echando?

— Tómalo, como quieras Kitty, me tiene sin cuidado lo que hagas.

—Eso es mentira, solo estás dolido por qué te rechacé, tú me amas y lo estás haciendo para darme celos, todo es un juego tuyo, sin novia no hay matrimonio—Grita, yo solo le regaló una de mis acostumbradas sonrisas y entro al despacho.

Llamo a mi hermano que no puede quedarse a cargo de los casinos dos días por qué todo es un caos, él es un año menor que yo, como soy el mayor soy quien debe hacerse cargo de los negocios familiares, pero mi hermano se opuso totalmente a ello.

Así que los dos estamos llevando los negocios, pero mi hermano es muy irresponsable, despilfarra el dinero como si no costara tenerlo, las mujeres solo se aprovechan de su bondad al gastar dinero.

Mi padre murió hace un par de meses y dejo específico en su testamento que el hijo que se case y tenga hijos primero será el dueño de la fortuna Wilson.

Mi hermano consiguió una novia de la noche a la mañana, y yo tontamente pensé qué Kitty sería mi esposa, pero no quiso.

No voy a permitir que Reinaldo Wilson, se quede con todo.

Desde que soy mayor de edad, me he hecho cargo de todo, solo cuando mi padre se enfermó fui yo quien estuvo pendiente y aún soy yo quien mantengo en pie todo esto por qué sé que en manos de mi hermano en menos de nada vamos directo a la quiebra.

Por eso compré el casino en las Vegas, lo hice creyendo en que mi hermano será quien se case primero que yo, pero no contaba con que una rubia hermosa me pidiera matrimonio y me diera la oportunidad de seguir peleando por todo lo que he trabajado siempre junto a mi padre.

El haberme casado con Sabrina Taylor no me da la seguridad, de ser quien se quede con la fortuna, por qué como dijo Kitty sin mujer no hay matrimonio, así que si ella no está aquí entonces no puedo probar nada.

También está el hecho que tenemos que tener un hijo, falta saber que ella quiera tenerlo aún es muy joven, no supongo que quiera, pero confío en poder convencerla, claro está primero debo traerla conmigo.

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Comments

cindy vera

cindy vera

No entiendo porque no la termina de una con la ex. Al decirle que haga lo que quiera le la la posibilidad de quedarce ahi y no salir definitivo de su vida

2024-04-16

8

C Matacruz

C Matacruz

osea entonces piensa seguir con la Kitty 😆☺️😁😀😉🤪🙂😄🤔😮😜😯🙃😊😝😕😏😃😛😱

2024-05-04

0

Auribeth

Auribeth

jajaja yo creo que ya está embarazada

2024-04-28

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