Loco irracional

Cuando Logan se metió a la cama en la mañana sentí algo diferente en él, me dirán loca, pero así lo sentí, intenté dormir un rato más, pero no pude, me levante, me di un baño, me vestí peine mi cabello en una coleta, fui a la cocina para desayunar, me fui al jardín camine por largo rato, pero no me sentía bien me sentía ahogada, le dije a Maricela que quería salir, me costó mucho hacer que los escoltas no salieran conmigo, dije una pequeña mentira, pero es que iba y venía enseguida era mi idea.

Es que no tenía ni dinero, salí de la casa y camine mucho rato, tan aturdida en mis pensamientos que no supe la hora ni dónde estaba, solo sabía la dirección de la mansión, pero no tenía ni un medio para pagar un taxi, mi teléfono celular se apagó para acabar de completar, no sabía qué dirección debía tomar para regresar, entonces me puse a caminar sin rumbo creo que parecía una loca, de repente un auto se paró a mi lado, mis nervios se dispararon Pensado lo peor.

—Señorita, disculpé, ¿la puedo ayudar en algo?—Me dijo el desconocido con amabilidad.

—No gracias—Le Respondí con un poco de temor.

—¿Si quiere la puedo acercar a dónde sea que vaya?—Volvió a decir.

—Gracias, quiero caminar—Le digo y sigo caminando, él se quedó parado detrás de mí después que había avanzado bastante, volvió a estacionar a mi lado.

—Señorita, me doy cuenta de que necesita ayuda, no sea testaruda, déjese ayudar, mire que ya va a oscurecer y si está perdida puede tener serios problemas—Me dice con una sonrisa.

Lo pensé bastante y por fin accedí a qué me llevará.

Me subí en el lado del copiloto—Gracias no debió molestarse—Le digo apenada.

—No se preocupe, no podía dejar sola a una mujer tan hermosa, vagando por la ciudad.

—¿Se me nota tanto que estoy perdida?

—La verdad no, pero atiné por lo menos—Dice encogiéndose de hombros y me hizo reír.

—Hola soy William Lombardo—Me da la mano.

—Hola Sabrina te... Wilson—El hombre arquea una ceja, pero no dice nada.

—¿Entonces belleza para donde te llevo?—me pregunta.

—Esta dirección—Le doy un papel con la dirección.

Él mira la dirección y a mí—¡Estás bien lejos!—Dice—¿Cómo llegaste hasta aquí?

Me encogí de los hombros—Se me fue la noción del tiempo.

Condujo durante largo rato, en total silencio.

—Sabrina toma mi tarjeta—me dice, dudo si tomarla, pero al final lo hago—Para que me llames si te vuelves a perder—Dice con una sonrisa coqueta.

Enseguida llegamos a la entrada de la mansión, él se bajó para ayudarme a bajar, no sé en qué momento Logan apareció delante de mí como un energúmeno, grito una serie de cosas, me subió al auto después de hablar con el señor que muy amablemente me trajo hasta La casa.

Me bajé del auto sin esperar que me abrieran y entre a la casa seguida por Logan, subí las escaleras casi huyendo, ¿no sé por qué lo hacía?

Entre a la habitación y Logan también lo hizo, lanzó la puerta tan fuerte que sentí la iba a zafar del marco.

—¿Qué hacías con ese tipo?, ¿quién es?

—No lo sé, me perdí y él muy amablemente me trajo hasta aquí, eres un grosero, no debiste comportarte de esa manera.

—Y como quieres que me ponga, entonces si mi esposa se desaparece y llega de lo más sonriente con un hombre.

—Respeta, solo quería salir, me siento ofuscada aquí, no puedo salir por qué no conozco, no salgo para ningún lado, porque parece que estoy presa, no me has llevado ni una sola vez a ningún lado—Exploto del coraje.

Él no me dijo nada, solo caminaba de un lado, para otro pasando los dedos por su cabello—¡No te quiero ver cerca de otro hombre!—Dijo, pero calmado, con una calma que no engaña.

—No estoy cerca de nadie, solo quería salir de aquí, entiende— Logan se acerca a mí como un lobo acechando a su presa, coloca una mano en mi nuca y con brusquedad me besa, fue un beso salvaje, me lastima con sus labios, con la fuerza que está ejerciendo, quería alejarme, pero no podía, él es mucho más grande y fuerte así que me rendí, estaba temblando él se sentía molesto, pero es que no había motivos.

Me levanto como si fuera una pluma y me lanzó en la cama sin dejar de besarme, en el colchón presionaba su cuerpo contra el mío, mordía mis labios y frotaba su erección en mi intimidad, sentí, iba a entrar en mí sin quitarme la ropa, cuando dejó mis labios.

—Me estás lastimando— le dije en medio del llanto, tenía miedo, mucho miedo, no conocía el lado irracional de este hombre. Y no me gusta, no me gusta para nada.

Él me miro a los ojos, imaginó, vio el miedo que sentía, se levantó y salió de la habitación sin decirme nada, lanzó la puerta tan duro que se volvió abrir.

En la cama me hice un ovillo, y comencé a llorar, ¿en qué me metí?, este hombre está loco, sentía tanto miedo en ese momento, lo único que deseaba era salir corriendo de ese lugar. . . . No entiendo que demonios me pasó, me enfureció tanto verla con otro hombre, sentí tantas ganas de poseerla, de demostrar que ella es mía, pero al ver sus ojos llenos de terror me di cuenta de que estaba siendo un loco irracional, me sentí pésimo no tengo ningún derecho a portarme de esta manera si pronto estaremos divorciados, no entiendo por qué siento esto, me da coraje solo pensar que otro hombre la vea, la toqué, la bese, lanzó el vaso con whisky que tengo en la mano haciendo que se estrelle contra la pared.

—¿Oye que paso amor?, ¿por qué estás de este humor?—Entra Kitty en el peor de los momentos.

—Es mejor que te vayas, no estoy para nadie.

—Pero amor, ¿Que te pasó?, ¿por qué estás de esa manera?

—Eso no es tu problema, Kitty lárgate.

—Le pediste el divorcio—Continúa ella.

—No, no le he pedido el divorcio y no me voy a divorciar—Le grito eso y no entiendo por qué.

Ella comienza a llorar—Me prometiste que te casarías conmigo.

—No te prometí nada Kitty, es mejor que te vayas—Me levantó de la silla para servirme otro trago, pero en vez de eso tome de la misma botella, cuando volteo ella sigue allí sentada como esperando una explicación.

La ignoro y me siento con la botella en la mano para seguir tomando, es que ni sé por qué estoy tomando.

—Tiene que haber sido algo realmente feo para que te estés comportando de esta manera—Dice Kitty mirándome.

La sigo ignorando, he tomado demasiado, creo que ella está esperando que este ebrio, por qué se me acerca y se sienta sobre mí, intenta besarme, pero la detengo, no quiero que me bese por alguna extraña razón, no la quiero cerca de mí.

Me levanté y la dejé parada en la oficina, busque a mi guardaespaldas y le pedí que me llevará a casa, llegue y subí a la habitación estaba ebrio no borracho, pero si ebrio, entre a la habitación y todo estaba oscuro, me quite la ropa y me metí en la cama, ella estaba dormida encendí la lámpara para poder verla, la vi con los ojos inflamados imagino que lloro mucho, sentí en mi pecho una opresión diferente a la que sentí cuando la vi con el tipo ese, sentí remordimiento, por la forma en la que la trate, toque su cabello es tan bella, me encanta ese rostro angelical.

Ella abrió los ojos y me miro como un ratoncito asustado—Disculpa no quería despertarte—Le digo como puedo.

—Quiero irme—Me dice con los ojos llenos de lágrimas.

No, como que se quiere ir no lo permito, no dejaré que se vaya de mi lado, la quiero aquí conmigo—Disculpa por la forma en la que te trate, soy un idiota, es que no sé qué me pasó.—Confieso.

Ella solo se quedó callada, se dio la vuelta y la escuché sollozar, decidí quedarme callado y dejarla pensar, mañana hablaré con ella.

Me quedé escuchando sus sollozos durante largo rato, dónde con cada lágrima suya era como una espina en mi corazón. Acaso será lo que me estoy imaginando, acaso será que estoy enamorado de mi esposa.

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