Café Y Vainilla

Café Y Vainilla

CAPITULO 1

Siempre la misma rutina, siempre un cielo gris y un tormento llamado sociedad, todo esto me ha llevado a creer que los seres humanos no somos más que simples cifras en este mundo, simples números que no tienen nada de importante y más aún si tienes el desfortunio de nacer como Omega en una sociedad tan idealizada, cómo lo es mi caso, o, al menos eso era lo que creía.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

-Ying Ying despierta, el profesor no tardará en llegar.- dijo un chico de ojos castaños.

-mmm..- dijo Ying Ying un poco adormilado, mientras sus ojos verde esmeralda soltaban un pequeño lagrimeo debido a un tierno bostezo.

-Aw realmente te ves bastante adorable- dijo el chico de ojos castaños.

-Cierra la boca Young-Yin- dijo Ying Ying un poco malhumorado.

Al ver la tierna expresión de su compañero Young-Yin no dudo en acercar de forma precipitada su rostro al de Ying Ying, ya que le encantaba observar sus hermosos ojos verdes.

Al notar está repentina acción por parte de su amigo, Ying Ying no pudo evitar sonrojarse mientras sentía como su corazón amenazaba con salir de su pecho.

-Oye alejate, me repugnas- dijo Ying Ying desviando la mirada para que su compañero no notará lo sonrojado que estaba.

-Jjajaja ¿ es eso verdad?- dijo Young-Yin mientras se alejaba hacia su lugar de clase.

*Maldito, cómo se te ocurre hacer eso? Es que acaso no te das cuenta que me gustas desde hace 3 años.- pensó Yin Ying, pues efectivamente el pequeño de ojos esmeraldas, sentía algo por su amigo, sentía ese torbellino de emociones desde que lo conoció el primer año de universidad, en primer lugar no pudo evitar sentirse atraído por un alfa tan atractivo y con la convivencia se dió cuenta de lo dulce que es su personalidad.

En ese momento la entrada del profesor interrumpió los pensamiento de Ying Ying, transcurrieron las horas y sin darse cuenta ya era hora de ir a casa, Ying Ying no podía creer que el tiempo pudiese pasar tan rápido.

Ying Ying se dispuso a guardar sus cosas, cuando terminó se dirigió a la salida pero algo detuvo sus pasos.

-Oye Ying...¿Te gustaría venir a tomar un café conmigo?...me gustaría contarte algunas cosas- dijo Young-Yin algo nervioso, mientras tocaba su nuca y desviaba la mirada.

Ying Ying no pudo evitar sentirse emocionado, en su mente no paraban de circular múltiples escenarios en los que Young-Yin y el terminarán en una relación.

-A...claro- dijo Ying Ying tratando de parecer tranquilo.

Ambos caminaron durante varios minuto asta llegar a una gran cafetería, al ver la cafetería Yin Ying no pudo evitar sentirse sorprendido, pues era una de las más grandes cafeterías del país, tenía cadenas internacionales y se rumoraba que no era la única empresa del dueño, pues el dueño de esta compañía también dirigía algunas otras relacionadas con la tecnología y la medicina.

-Wow, seguro que es aquí?- dijo Ying Ying todavía impresionado, parecía un pequeño niño.

Ante esta situación Young-Yin no pudo evitar reír levemente mientras asentía.

Ambos chicos entraron, y fueron atendidos por un apuesto joven que parecía ser al menos 2 años mayor que ellos.

Ambos ordenaron capuchino, mientras se acercaban a una de las mesas para poder conversar.

- Y bien, de que querías hablar, recuerda que mi tiempo es valioso.- dijo Ying Ying tratando de controlar la emoción que le corroía por dentro.

-Bueno...necesito tu ayuda- dijo Young-Yin un poco sonrojado por la vergüenza.

-Y dime para que necesitas mi valioso intelecto- dijo Ying Ying un poco sarcástico.

-Me gusta alguien, pero no sé cómo decirle, por eso necesito que me ayudes- dijo Young-Yin con un tono suplicante.

Al escuchar esto Ying no pudo evitar sentir un sobresalto en su pecho, mientras un escalofrío recorría su cuerpo y mordía su lengua para evitar romper en llanto.

-Y bien quien es??- dijo tratando de disimular su desilusión.

-Bueno, es un Omega adorable, es realmente hermoso, ya hemos convivido un poco y su personalidad es agradable - decía Young-Yin mientras se notaba entuciasmo en sus palabras.

-Necesito conocerlo, y yo ayudaré a que le confieses tus sentimientos, tu solo invitalo a tomar un café con nosotros- dijo Ying Ying con una gran sonrisa en su rostro que cubría por completo su tristeza.

-Aaaaa, Gracias Ying, en serio no me arrepiento de ser tu amigo, eres la mejor persona que he conocido- dijo con gran emoción el de ojos castaños.

-Jjajaja siii, pero esto te costará una porción de pastel de vainilla- dijo Ying Ying un poco nervioso.

-retiro lo dicho- dijo Young-Yin con resignación.

Ambos seguían conversando de cosas poco importantes, asta que el teléfono de Young-Yin sonó, al atender la llamada se tuvo que retirar.

-te dejo el dinero para que pagues el café, tengo un poco de prisa y debo irme- dijo Young-Yin mientras tomaba sus cosas y se disponía a salir.

-Maldito idiota- dijo Ying Ying una vez ya se había ido Young-Yin.

Ying no podía evitar que lágrimas cayeran levemente por sus mejillas mientras apretaba sus labios para evitar romper completamente en llanto.

Mientras lloraba en silencio, y maldecia en voz baja a Young-Yin, no se dió cuenta en qué momento el apuesto joven que los atendió en la entrada estaba enfrente suyo.

-¿Se encuentra bien?- dijo el joven con un poco de preocupación en sus oscuros ojos.

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