Relato escalofriante

-Nada complicado, dijo Dyor

-No me engañas Dyor, le dije al cruzarme de brazos

En eso salió Andrew del fondo de la casa y hablo con los jóvenes y tres de ellos se acercaron a nosotros, dos hombres y una linda mujer

-Te ayudaremos a llevarlo, dijo el más joven, tenía el pelo liso y llegaba a sus hombros, era delgado y un poco más alto que yo, quizas debia de tener un metro y setenta y tres centímetros.

La mujer me miro con desdén y yo la ignore completamente, para nada me intereso saber el motivo camine hacia el auto con intención de regresar

-¡Espera!, me grito Andrew

Volteé hacia atrás a verlo y él se acercaba y la mujer mordió los labios y me miro irritada entonces entendí que era por Andrew

-¿Qué sucede?, le dije al detenerme a un paso del auto, Andrew se acercó y se paró ante mí y me abrazo repentinamente, yo solo me asuste y quedé en silencio e inmóvil pues no podía ni mover mis brazos

-Yo te extrañaré por estos días en el que estaré ocupado con ellos, cuando regrese quiero cuatro paquetes de fideos instantáneos y un litro de Whisky, ¿ok?

Sonreí al oír ese pedido y lo abracé como pude y le respondí entre risas

-Estás muy exigente señor Andrew, ok le prepararé todo según tus órdenes, jefe

Andrew sonrió brevemente y dándome un beso en la frente me dijo:

-Estaré feliz en que mi maid esté dispuesta a trabajar sin salario

-¿Quién te mintió? (le dije irónicamente), yo quiero un pote con tres sabores de helados

-Ay!, eres muy lista, déjame adivinar los sabores son: mango, granizado y vainilla

-Mm³, ¡correcto, patrón!

Nos reímos y Andrew se despidió de mí con un tono de voz bajo y suave

-Tchau

Dándose media vuelta se cruzó con Dyor quien venía a mi encuentro para despedirse también, pues estarían fuera tres días

-Hasta pronto llorona, me dijo Dyor al abrazarme y sonreí

-Hasta pronto diosito, le dije al abrazarlo fuertemente con ganas de jamás soltarlo, ese muchacho era tan diferente a otros, tan relajado y con todo en orden, muchas veces envidié su lévesa al ser tan listo e inteligente, todo lo tenía bajo control, tan lleno de tiempo y siempre perezoso, le solía llamar dios de la pereza ja ja ja viejos tiempos aquellos.

Me subí al auto y me marché, confieso que mire al retrovisor varias veces, también deje caer de mis ojos varias lágrimas antes de salir a la ciudad, fue una mañana dura para todos, asi pasaron los días, Luis Fernando y yo seguimos en la cabaña de Dyor, disfrutamos el hospedaje gratuito, las comidas que nos preparamos e hicimos una fogata al segundo día para recitar algunos recuerdos con los muchachos, asi es, me rodeo de amigos y conocidos hombres, es difícil encontrar una amistad leal con mujeres, solo tengo tres amigas con las que si puedo contar, las otras me traicionaron y siempre hablaron mal de mí cuando en realidad eran ellas las culpables, asi que forme amigos hombres, no que ellos sean perfectos o que jamás me engañarían, es que ellos me tratan de forma directa y me respetan, obviamente que me hice respetar desde un principio. Andrew decía que yo era increíble, tal vez en verdad lo sea, no gusta presumirme.

Amanecimos bebiendo caipiriña (bebida brasilera, ingredientes: limón, azúcar, hielo, caña:Velho Barreiro), solo recuerdo que preparamos como unos seis litros y lo cargamos en un tachó (recipiente de barro hecho por un alfarero), de molde redondo que tenía una pequeña canilla, en realidad era un bebedero para agua, supuse que Dyor nos regañaría al saber lo que hicimos con su bebedero, pero ignore ese detalle.

La noche era refrescante, el cielo estaba estrellado y la luna destacaba como siempre, nos fuimos al patio en donde había pastizales y tendimos una frezada roja sobre el pasto y allí bajamos una butaca (banquito de madera especial para balcones) y sobre él, bajamos él tachó con la caipiriña, también preparamos salame en cubitos con chorizo en rodajas para acompañar la bebida y evitar que nos emborrachemos muy rápido, y al rededor de las tres de la madrugada del siguiente día nos fuimos a dormir despertando a las once para preparar el almuerzo

-¿Y Andrew, no te dijo nada sobre lo que hicieron esos tres días?, pregunto el investigador al hojear su hoja de anotaciones

Luana da un suspiro y toma un sorbo de agua que estaba sobre la mesa en una botella de plástico transparente, el detective arreglo su anteojo con la mano izquierda y con la derecha empujo tres fotografías escalofriantes de tres personas o más bien de tres cadáveres, un cadáver en cada foto y cada uno con una manera de morir distinta.

-¡Señor detective!, Luana aprieta sus dedos izquierdos con la mano derecha

-Te escucho señorita, al final de las cuentas, sabré si me mientes; después de que salgas de aquí tendré toda la verdad que dijiste y toda la mentira que dijiste en dos hojas un relato en cada hoja

Luana da un suspiro y entre el dolor y la angustia de todo lo que siente, respondió al detective con varias pautas al relatar la parte de la historia que ella sabía, al otro lado de la sala estaba Fernando quién era interrogado por un oficial que recién se recibió de detective y fue invitado por el mismísimo detective Lucio para participar en los interrogatorios de algunos sospechosos de los homicidios causado en las muertes de la familia Marqués.

Luana temblaba, pero contesto

-Lo sé todo, señor detective, al anochecer de aquella tarde llegaron ellos; Andrew, Dyor y más seis jóvenes, de entre ellos estaba el mismo muchacho y la mujer que me marco como rival amorosa sin necesidad alguna, la primera persona que murió no fue culpa de Andrew o de uno de ellos

-Dices que alguien más lo mato, ¿cómo?

Lucio se cruza su pierna derecha sobre su pierna izquierda al tomar un sorbo de café, su mesa era marrón y su taza negra, las paredes eran de color marrón y apena una lámpara alumbraba la sala dos sillas en la mesa y una cerca de la puerta una cámara digital roja grababa cada instante de la conversación.

-Lo que mato al amante de la esposa del señor José Marqués, fue un Dragón de Komodo.

El detective Lucio se quedó helado al oír semejante declaración pues nadie jamás vio uno en el país, dejando su taza con café sobre la mesa apoyo sus dos manos sobre la misma y se levantó estupefacto mirando a Luana

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