capitulo 7

Al día siguiente zenith despertó en su cama, mirando el techo de la habitación. Lo último que recordaba era que se había quedado dormida en el carruaje de aquel hombre extraño (¿qué fue lo que pasó?) pensó ella levantándose de la cama, pisando el piso de madera fría con los pies.

_¡lady zenith!

Grito Flora entrando a la habitación, abrazándose de zenith sorprendiendo a la chica.

_¿Qué pasa, Flora?—dijo ella algo confundida.

_p-pensé que ayer no iba a volver a casa, estaba muy preocupada. ¿Se fue con un hombre o qué?

_¿Ah? No claro que no, solo qué güila se olvidó de mí en el baile y ahí me dejó, por suerte un hombre amable me trajo hasta aquí -sonrió levemente

_¡Esa mujer…!, dijo Flora a punto de decir una mala palabra, pero evitó hacerlo—.

Flora no podía creer que guila habia olvidado a Zenith, se suponía que eran hermanas, aunque no de sangre, pero se habían criado juntas. 

Güila estaba en sus clases de etiqueta después de haber recibido un enorme sermón de parte de su abuelo por haber dejado a zenith sola, zenith no quería toparse con ella, así que iba a salir a tomar un poco de aire al pueblo.

_ Oye Flora

_¿si lady zenith?

_ ¿Y si salimos a tomar un poco el aire fresco?

Ambas después de un rato salieron al pueblo caminando por el lugar, zenith no pudo evitar jugar con algunos niños, recibiendo como regalo una coronilla de flores.

El mercado estaba lleno de gente, niños corriendo por el lugar. Era tan mágico, especialmente creado para Güila. 

Mientras caminaban por los puestos Zenith vio a una mujer vendiendo pañuelos, uno de ellos era de color negro con bordes dorados, ese pañuelo le recordaba a aquel hombre, sin dudarlo mucho lo compro, si llegaba a tener la oportunidad de verlo se lo daría en agradecimiento por haberla llevado a casa esa noche. 

_ ¿Lady zenith, ese pañuelo es para usted? 

_ Ah, sí, me pareció lindo. 

Quizás jamás volvería a ver a aquel hombre y ya habia comprado el pañuelo. Mientras lo miraba, lo guardó en su bolso, continuo junto a Flora llegando a un puesto de pan con ajo comprando algunos. 

_ ¡Lady zenith, este pan está delicioso! No puedo creer que nunca lo hubiéramos comprado antes. 

—Está delicioso —-dijo zenith

ambas se detuvieron al escuchar los llantos y gritos de una pequeña que provenían desde un callejón oscuro, zenith miró la zona viendo que daba algo de escalofríos.

_ L-lady zenith deberíamos irnos... - Flora se quedó con la palabra en la boca.

Pues zenith la habia ignorado por completo, caminando dentro del callejón llegando al fondo de este, vio cómo un grupo de hombres tenían acorralada a una joven.

—Si no nos das tu dinero tendremos que golpearte —dijo uno de los maleantes.

_p-por favor no me hagan daño

_¡ja! Nosotros no tenemos piedad niña, si no nos darás dinero entonces tendremos que golpearte hasta que nos cansemos

_¿golpear a quien?

Dijo zenith parándose en medio del lugar, llamando la atención del grupo, quienes al verla con aquel vestido se echaron a reír.

_ Mira, una princesa como tú no debería de estar aquí, así que asnos un favor y vete, señorita —dijo uno de ellos.

_ Llamas a esta niña de la peor manera, y a mí me dices "princesa" solo por tener un bonito vestido.

Zenith se acercó a ellos haciendo que los hombres se levantaran de su lugar viendo a zenith con burla.

—Señorita, no tiene que defenderme —dijo la niña que estaba en suelo temblorosa.

Los hombres se abalanzan hacia zenith con la intención de golpearla, pero ella pateó a uno de ellos en su entrepierna, haciendo que se agachara el tipo.

_ Son 3 contra 1, así que obviamente van a ganar, pero algo, si les aseguro, no les será nada fácil —-dijo zenith

_ maldita

_¿Quién se cree que es?

—Vamos a golpearla de una vez - dijo uno de ellos adolorido.

Después de un rato zenith se sacudió las manos, observando detrás de sí cómo los hombres estaban en el piso. Los mayores golpes los habían recibido en su parte baja.

Zenith en su anterior vida habia practicado judo, así que ya tenía algo, de experiencia en combate. Se acercó a la niña y le ofreció su mano para que se levantara, pero la niña, cuando tomó su mano, se quedó paralizada y gritó.

_¡señorita detrás de usted!

Zenith se giró observando a uno de los hombres con un tubo de hierro que estaba a punto de golpearla, pero alguien lo detuvo en el momento, era zereth quien estaba caminando por el lugar después de haber visitado la biblioteca y había escuchado todo.

(¡Es este hombre otra vez!) pensó ella, mientras que los tipos al verlo se quedaron sin habla rápidamente corriendo del lugar, zenith no entendió por qué habían hecho eso, pero ahora se sentía más aliviada con que alguien más la haya salvado.

_ ¡Muchas gracias por segunda vez! - dijo ella sonriendo.

_¿Gracias? Tú hiciste la mayor parte a lo que veo, pero dime, ¿qué haces aquí metida en problemas?

Preguntó el hombre indiferente, dándose cuenta de que detrás de zenith estaba la pequeña escondida.

_ Algunos asuntos —dijo ella.

_como sea, salgamos de aquí

ambos caminaron fuera del callejón y zenith se despidió de la pequeña que con un abrazo se despidió corriendo hasta con su familia quienes la esperaban preocupados , zenith la miro marcharse y sonrió levemente

_¡oh! Cierto, compre algo para usted como agradecimiento por haberme llevado a casa anoche. 

Zenith saco el pañuelo de su bolso y se lo entrego a Zereth quien lo miro

_¿y esta basura? 

Zenith lo miró y una decepción profunda llegó a su corazón en ese momento y zereth comenzó a reír. 

_ Era broma, deja el drama. 

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