capítulo 15- el título noble, no te garantiza el éxito

El rey guardo silencio por un momento, mientras que la reina esperaba que se siguiera negando, ya que Rosalie le puede ser útil en cualquier momento.

- bien, en honor a mi amada concubina, te permito usar su apellido, llévalo con orgullo hija mía, que tu madre fue la mujer más maravillosa que he conocido.

La reina escuchaba cada palabra y se llenaba de rabia, pues sin importar que esa mujer estuviera muerta, el rey seguía honrando su memoria, de ahí que la reina jamás haya tenido más hijos.

- gracias majestad...es decir, padre.

El rey puso su sello en el documento de divorcio y escribió uno donde libera a Rosalie de su estatus de princesa y ahora, era una ciudadana común, le hizo entrega de todo y ella se retiro de esa sala, dejando a los demás en ella, seguramente la reina esta ansiosa por planear la boda de Paul y Aina.

- Rosalie...espera.

Paul la alcanzó para entregarle otro documento, al verlo era la compensación que le había prometido.

- tendrás esa cantidad cada mes, ahora que estás sola realmente te hará falta, si necesitas ayuda, no dudes en buscarme ¿si?

- de acuerdo, gracias.

Rosalie y Paul hicieron una reverencia entre ellos y cada quien volvió a su lugar, Rosalie subió a un carruaje donde Lys la esperaba, mientras que Paul volvió a esa sala, realmente nunca espero que Aina fuese en realidad una princesa, así que ahora debe esforzarse para demostrar que es digno de ella, por suerte ahora su madre no le hará la vida imposible. Rosalie que ya iba en el carruaje estaba muy feliz, finalmente era libre.

- Lys, vayamos a nuestro hogar, ahora no habrá loca que nos moleste.

- felicidades señorita, todo a salido bien.

Tardaron un poco en su viaje, pero finalmente llegaron a la granja, la mansión era grande, no tanto como la del marqués, pero no necesita algo tan grande si va vivir sola. Apenas llego se dirigió a ver todo lo que se hacía ahí, las doncellas que se dedicaban a costurar, habían aprendido muy bien y hoy en día, estaban creando una nueva mercancía que eran los encajes tejidos a mano con hermosos diseños, Rosalie les asegura que será un éxito.

Después de unos días, todo iba tomando su curso, Paul estaba en casa y su madre estaba emocionada por el hecho de que ahora serían favorecidos por la reina, ya que Aina si era una hija legítima.

- ahora esas mujeres que se burlaron de mí, vendrán a pedirme perdón.

- madre por favor, no es como si te fueses a convertir en reina. Sin importar que, no olvidarán lo que has hecho.

- lo harán cuando sepan que mi nuera ahora es una princesa, una de verdad y no una bastarda.

- durante mucho tiempo te negaste a aceptar a Aina y ahora estas de acuerdo con que me case con ella, que conveniente.

- no insinues cosas hijo. Además Aina me ha perdonado, eso prueba su buen corazón.

No tenía caso seguir discutiendo, su madre nunca cambiará, pero espera Aina no se deje manipular por ella. Por ahora, Aina se ha quedado en el palacio para recibir un riguroso entrenamiento, la reina considera que siendo una princesa debe aprender muchas cosas, historia, arte, música y buenos modales.

- ¿estás segura de querer casarte con el marqués? Hay mejores candidatos y de mejor estatus.

- no se trata del estatus majestad, se trata de que yo amo a lord Paul, por eso no me importa ser su concubina si así podía estar con él.

- majestad no, llámame madre y te comprendo, pero a veces el amor no lo es todo, eres una princesa y mereces lo mejor.

- aún no me acostumbro. Para mi lo es, el amor es lo más importante en una pareja.

Aina muestra una gran sonrisa, aunque la reina seguía inconforme con la idea de que se case con Paul. La reina encantada presentaba ante todos a su amada hija, pero lejos de lo que ella creyó, que sería felicitada por encontrar a su hija y que esta sería amada, las mujeres solo saludaban por cortesía pero ninguna se acercaba a Aina para demostrar interés en formar una amistad, la reina pudo notar esa indiferencia y no entendía porque, hasta que las pudo escuchar.

"El hecho de que sea una princesa no la hace mejor"

"Ay por favor, fue la amante del Marqués, que ahora se convierta en esposa, no quita el hecho que fue su amante"

"Solo porque lady Rosalie se hizo a un lado es que ella ahora puede ser esposa"

"O más bien la reina propicio ese divorcio para que su hija fuese la esposa y no la amante"

"Básicamente la reina le compró un esposo a su hija"

"Solo así podría, una princesa inútil jamás conseguiría nada"

"Mi hija la invito a una fiesta de té, la princesa era tan estúpida, nisiquiera supo que platicar con ellas"

"Pues vivió como plebeya, no podemos esperar que tenga buenos modales"

Las mujeres no dejaban de reír ante sus propias burlas, la reina estaba furiosa, esas mujeres siempre sonríen con amabilidad ante ella y ahora se burlan de su hija, pero ya verán, Aina les demostrará que ella es digna de ser una princesa y hará que se traguen sus burlas. Aina empezó con su riguroso entrenamiento pero cada vez se quejaba por ello, quería seguir siendo ella misma.

- tienes que actuar como una verdadera dama, eres la princesa legítima y debes demostrar superioridad ante todos.

- pero yo, yo quiero seguir siendo como soy, si no me aceptan así, es porque no son buenas personas.

- deja de quejarte, hoy debes aprender de una buena vez la forma correcta de tomar los cubiertos, tendremos una cena importante y el rey vendrá.

Aina agacha la mirada, era tan difícil adaptarse a ese lugar, aunque le gustaba la buena vida que estaba llevando y lo amada que era por su madre, esta misma seguía siendo estricta y casi no ha podido ver a Paul. Mientras tanto, la marca que Rosalie había creado, se vendía muy bien, los vestidos hechos en esa boutique eran muy pedidos y las telas también, siendo de muy buena calidad, pues Rosalie se aseguro de ir aprendiendo a mejorar la seda, así como también sus empleados; el edificio que Rosalie usaba, lo había vuelto distintas tiendas, el primer piso era boutique de damas llamada "Belle" y en ella vendían también las telas, en segundo piso, era una boutique exclusiva para caballeros, con prendas y zapatos, la chica había logrado investir en los zapateros que trabajan en un pueblo cercano y los hizo producir en mayoreo, de ese modo ella y ellos ganaban mejor, en esa misma tienda de vendían los puros, a los cuales les puso de marca "Rose" y el tercer piso, puso una cafetería, donde tenía una muy buenas reposteras locales, el sitió se hacía cada vez más conocido entre los nobles, Rosalie estaba teniendo éxito contrario a lo que Tabatha o la reina creían, pues estaban seguras que en cualquier momento, ella volvería suplicando por ser aceptada.

Un día la reina y Aina acudieron a una fiesta de té, para sorpresa de ambas, la anfitriona estaba felizmente hablando con Rosalie, quien se veía bastante bien.

- Baronesa Ricci que gusto verla, sus fiestas siempre son las mejores y exclusivas, aunque veo que...esta vez acude cualquiera.

La baronesa noto su obvió desprecio hacía Rosalie, pues no hay quien no sepa que Rosalie tuvo que separarse de la familia real desde que la princesa legitima apareció, la reina sin duda era una sinvergüenza.

- por supuesto que siguen siendo exclusivas, solo invito a mujeres importantes.

Rosalie hace una leve reverencia ante la reina mostrando una sonrisa.

- no lo creo, la dama a su lado...no recuerdo que tuviera un titulo de la nobleza.

- no se necesita de un título para resaltar, además hay quienes lo tienen pero ni así logran nada.

Menciona Rosalie haciendo burla a la reina, pues todos saben que no importa que tan princesa sea Aina, ella no muestra interés en ganarse un lugar entre los nobles y siempre actúa como una niña tonta. Al escuchar esas palabras, Aina apretó las manos en la falda de su vestido y la reina se mostró molesta.

- lady Rosalie tiene razón, ella es una dama exitosa.

- baronesa, no veo cual es el éxito en ser una mujer divorciada.

Todos ahí presente notaban la agresividad de la reina hacía Rosalie. La baronesa estaba molesta por escuchar las palabras de la reina, puesto que su madre fue una mujer divorciada que la saco adelante.

- las mujeres no disminuimos nuestro valor al perder un esposo. Orgullosamente soy hija de una madre divorciada y mire, todos mueren por ser invitadas a mis fiestas.

La reina se quedo callada, pues nota las miradas de molestia de todas y por supuesto que la están juzgando.

- lamento mis palabras, lo decía porque no todos pueden ser exitosos.

- lamentarlo no quita el daño hecho majestad.

Responde Rosalie, mientras la baronesa se mantiene firme.

- con su permiso, puede quedarse en la fiesta, pero espero no escuchar más insultos majestad.

Menciona la baronesa y se retira junto con Rosalie, las otras damas también siguen a la baronesa, ignorando a la reina. Aina observa todas consolando a la baronesa, incluso Rosalie parece recibir palabras de apoyo de todas, mientras que ella, sigue sin lograr nada, nisiquiera las chicas de su edad pueden ser sus amigas.

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