capítulo 8- un trato y una oportunidad

Rosalie apenas se iba despertando cuando alguien toca a la puerta, era una doncella que le avisa que el marqués pide que ella baje al comedor para tomar el desayuno.

- dile al Marqués que estoy indispuesta.

- señora, no pienso mentirle al lord.

- entonces dile que no quiero bajar y ya.

La mujer solo frunce los labios y cierra nuevamente la puerta. Cuando la doncella llega al comedor se muestra preocupada.

- ¿donde esta Rosalie?

- la señora...ella me grito y no me dio la oportunidad de decirle nada.

- ¿que? No puedo creer que actúe así. Retírate.

La doncella hace una reverencia al salir sonríe con malicia.

- marqués, no creo que la marquesa haya actuado así.

Menciona Aina, si bien Rosalie es indiferente con ella, nunca la ha agredido y solo la ha visto actuar agresiva cuando se enfrenta a la madre de Paul.

- yo tampoco lo creo posible, pero supongo que no vendrá.

Ordena que se sirva el desayuno solo a ellos dos, pues Tabatha prefirió tomar el desayuno en su habitación, ya que no quiere estar en la misma mesa que una plebeya.

Rosalie desayuno en su habitación y después nuevamente salio a da un paseo, esta vez fue a otro pueblo, lys le dijo que ahí hay buenas telas para confeccionar vestidos, así que comprará algunas para nadar a hacer un par de nuevos vestidos. A Paul le informan que Rosalie se había ido de la mansión, parece que últimamente ella prefiere estar fuera.

- creo que se debe a mi presencia, entiendo a la marquesa, no debe ser agradable que su esposo tenga una concubina.

- no es culpa tuya, además ya te había contado que Rosalie para mi, solo es una preciada amiga. Quiero que ella entienda eso.

- no es fácil que lo entienda, quizás ella tiene sentimientos románticos hacía usted y por eso esta dolida.

- no, Rosalie también fue obligada a casarse, quizás al principio yo la culpe, pero no es ella la culpable, son nuestras familias y sus prejuicios.

- es triste, no poder elegir casarte con la persona que amas.

Paul abraza a Aina, entiende que tampoco para ella es fácil estar en casa como concubina, por eso, esta trabajando arduamente para poder obtener su propia fortuna y no dejar que su padre sita controlando su vida. Para cuando Rosalie regreso, una doncella le pide seguirla pues el marqués pidió que la llevaran a su estudio; Rosalie entre dando el saludo correspondiente y tomo asiento.

- ¿y bien? Me pregunto de que se me acusa de nuevo...¿fue mi adorable suegra o a tu amada amante?

- no necesitas hablas de esa manera, no es por nada de eso. Rosalie, solo quiero establecer una sociedad contigo, se bien que tu también fuiste obligada a casarte conmigo.

- ajá, pero creo que eso lo olvido por cuatro años, me ignoró y nunca me dejo hablar.

- lamento que haya sido así. Te propongo algo, seamos amigos, llevemonos bien y cuando me independice de mi padre, nos divorciamos y te doy lo suficiente para que vivas bien cada mes.

Rosalie se recarga del respaldo de la silla y cruza las piernas mientras entrelaza los dedos a la altura de su pecho.

- creo que de repente estamos hablando el mismo idioma ¿y cuando será eso? Espero no tener que esperar otros cuatro años.

Para sorpresa de Paul, Rosalie no se esta negando a la propuesta.

- trataré de que sea a finales de este año. Mientras tanto quiero que nos llevemos bien, que en las fiestas o reuniones, finjamos ser una buena pareja, para disipar los malos rumores.

- me gusta la idea, pero también tengo condiciones, una es, que tu madre quede fuera de esta casa.

- no puedo echar a mi madre.

- entonces comenzaré a decir que eres impotente y que por eso no hemos tenido hijos.

- no te pases.

- es que, ya ha visto que su madre es una mujer que no me deja tranquila y le aseguro que su amada también esta sufriendo por eso.

- ¿que? Mi madre no se acerca a ella.

- cuando estas no, pero trajo a una instructora que trata a Aina peor que a un esclavo. Si no me cree, averígualo tu mismo.

No es algo que le corresponda a ella decir, pero si eso sirve para echar a Tabatha de la mansión, habría valido la pena delatarla, sabe que si se trata de Aina, Paul si se pondrá a averiguar.

- lo haré...entonces espero que tengamos un buen trato.

- por supuesto.

No le gusta eso de tener que fingir llevarse bien con Paul, pero, tendrá sus ventajas, si va ir a fiestas, puede hacer una que otra investigación y así poder pensar en algún negocio que tenga mucha demanda, de ese modo, podrá aumentar sus ingresos y así restregarle en la cara a la reina que esta bien sin ella y su ayuda. Al día siguiente, Paul le informa a su madre que en la siguiente fiesta, quien lo acompañará será Rosalie, cosa que le molesta a Tabatha, ya que siempre ha sido ella quien acompaña a Paul a esos eventos, eso ya se había vuelto habitual debido a la falta de atención que Paul le daba a Rosalie; Aina quien escucha todo, agacha la mirada, ella realmente añora poder asistir a un evento así de brazo de su amado Paul, lamentablemente eso no será posible hasta que el marqués pueda divorciarse.

- esa mujer no tiene educación, nos dejará en vergüenza, ya has escuchado como me responde.

- eso es porque tú la provocas madre. Lo sabes, te adaptas o mejor te vas de mi casa.

- esta casa te la dio tu padre, así que también es mía.

- como sea, compórtate madre.

Tabatha salió furiosa de la sala, no puede creer que esa bastarda sea quien vaya a esas fiestas ahora. Rosalie desde el barandal de las escaleras la ve pasar, Tabatha mira y la castaña le saca la lengua, ganas a Tabatha de subir y golpearla no le faltaron, pero si lo hace tendrá otra discusión con su hijo, así que solo sigue su camino. Y como habían quedado, la noche de un evento llego, por lo que Paul le envió un vestido a Rosalie para que se pusiera esa noche; al llegar al sitió, Paul baja primero del carruaje y le ofrece la mano a Rosalie, la chica dudo, pero debe fingir, todo sea por un bien mayor, ambos son anunciados al llegar, sorprendiendo a todos, pues durante 4 años, era la primera vez que el Marqués Leroux, llevaba a su esposa a una fiesta, en ese circulo social y solo la habían visto durante su fiesta de cumpleaños, la cual fue un desastre, Rosalie no era muy favorecida por los reyes, pero era una chica muy linda, nadie podía negar que esos ojos esmeralda, eran bastante hermosos y llamativos, características heredada de su madre, la concubina favorita del rey y que era muy hermosa.

- que honor que a mi fiesta, sea la primera a la que asiste la Marquesa Leroux.

Hablo la anfitriona de la fiesta, la Baronesa Agnes Ricci, quien era acompañada de su esposo el barón. Rosalie saluda haciendo una reverencia.

- muchas gracias por recibirme en su fiesta, ha quedado de maravilla.

- gracias marquesa, aunque si me intriga que nunca haya salido antes.

Todos estaban atentos a la platica de ambas mujeres, Paul se puso algo tenso, pues no hablaron de lo que dirían si preguntaban algo así.

- bueno, lamentablemente mi salud no había sido muy buena, cuando vivía en el palacio no era muy sociable, no es algo que sea un secreto, el cambio de ambiente deterioró mucho mi salud.

- que terrible, es bueno saber que ya se encuentra mejor.

- por el momento si, gracias a mi esposo que siempre ha llevado a los mejores médicos para que estén atentos a mi salud.

Rosalie sostiene con firmeza el brazo de Paul y muestra una sonrisa amable, cosa que hace sonrojar un poco a Paul.

- s-solo lo mejor para mi esposa. Solo espero que el salir hoy no le afecte.

- se que no será así.

- que lindos, es bueno ser una pareja joven. Disfruten de la fiesta, debo ir a saludar a otros invitados.

La baronesa Ricci y su esposo se retiran, aunque todos han escuchado lo que Rosalie dijo, todo era muy distinto a lo que Tabatha contó, pues según la mujer, su nuera no salía porque no sabía socializar y estaba avergonzada por no haber podido dar descendencia al marqués.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***