capítulo 18- quédese

El baile acabo, otras damas se acercaron a pedir un baile con Vincent pero este se negó, Aina también se acerca y ofrece su mano.

- espero no sea un inconveniente bailar con una amiga.

La chica mostraba una radiante sonrisa, pero Vincent hace una reverencia.

- no sería correcto princesa. Con su permiso.

Vincent toma la mano de Rosalie y se alejan de ahí, Rosalie se sorprende del rechazo, pues supone que Vincent aún siente algo por Aina, en la historia el siempre fue su apoyó cuando habían problemas. Aina se quedo ahí agachando la mirada y podía escuchar las burlas de los demás.

"No conforme con el marqués ahora va por el Duque"

"Y es con el acompañante de lady Rosalie"

"Que casualidad o más bien que sospechoso"

Aina se apresura para salir de ahí, no puede creer que solo por algo así, ya estén insinuando cosas. Aina se detiene al estar en el balcón y ve a Vincent salir con Rosalie.

- volver a casa será un viaje largo y creo que el suyo aún más.

- la llevaré a casa y yo regresaré al pueblo.

- eso es demasiado. Que tal si se queda en mi casa, mi cama es grande.

Rosalie le guiña el ojo y muestra una sonrisa pícara, causando que el albino solo desvíe la mirada avergonzado.

- déjese de esas bromas.

- pero si ya hemos compartido cama. Hablo en serio, hay suficientes habitaciones disponibles, puede quedarse.

El albino deja salir un suspiro, pero finalmente acepta la invitación. Ambos suben al carruaje para ya marcharse. Aina quien los había observado, frunce los labios, nunca supo que ambos fuesen tan cercanos y por lo que noto, ambos hablaban alegremente.

- aquí estás. Tanta gente debe ser sofocante ¿cierto?

Paul sale con ella cerrando la cortina para que no les molesten, pero nota un poco molesta a Aina.

- ¿estás bien? ¿Te han molestado?

- e-estoy bien...es solo que, me sorprendió ver al Duque De Angelis y a lady Rosalie juntos. No sabía que fuesen amigos.

- ni yo, pero contrario a lo que puedan decir, ambos son libres, así que esta bien.

- pero...¿y si ambos tenían algo antes del divorcio? La gente podría hablar mal de ellos.

Paul se extraña por las palabras de Aina, pero era verdad, si en algún momento ambos se entendían antes del divorcio, la gente podría hablar, pero no hay manera de que eso se sepa, si él no sabia, menos los demás.

- no creo que sea así, quizás coincidieron en otro sitio. Rosalie lo había visto en la mansión y quizás por eso hablaron.

- cierto...puede ser así. No hay manera que hubiese algo entre ellos, el Duque no se metería con una mujer casada aunque ella se ofrezca.

A Paul se le hizo extraño ese comentario, pero no dijo nada, solo le ofreció a Aina volver a la fiesta. Después de unas horas, Rosalie y Vincent habían llegado a la mansión, Rosalie ordeno que le den una habitación a Vincent mientras que ella se despide y se va a descansar, era tarde y esos zapatos la estaban matando, incluso nisiquiera espero llegar a su alcoba, ahí mismo aunque Vincent este presente, se los quito y subió las escaleras llevando los zapatos en la mano, Vincent la observa subir y solo sonríe, la personalidad de esa chica si que era única.

A la mañana siguiente, cuando Vincent se levanta escucha todo el ajetreo de fuera, al abrir la ventana ya todos estaban en sus actividades, cuando tocan a la puerta, el chico abre, notando que era Rosalie, quien le entrega unas ropas.

- pedí que le trajeran esto.

- no era necesario que me lo entregará personalmente.

- ¿por qué no? Teme que yo lo vea desnudo.

Rosalie sonríe burlosa, mientras que el albino desvía la mirada, pero después sonríe.

- ¿le interesa ver? No tengo problema con ello.

Vincent desata el lazo de la bata dejando ver un poco su pecho, creyendo que eso iba a espantar a Rosalie pero, la castaña se muestra emocionada ante la idea y le mira fijamente, así que se detiene, causando decepción en la chica.

- ¿por qué se detiene? Ya faltaba poco.

Y es que la mañana que amanecieron juntos, nisiquiera pudo verlo por completo porque se tapo con las sábanas.

- lo decía en broma...no sabía que le gustará mirar hombres desnudos.

- no a todos, pero usted es un caso especial.

El albino cerro de inmediato la puerta, estaba avergonzado con las palabras de la chica, aunque puede que solo se este haciendo la idea equivocada, dejo salir un suspiro, Rosalie si que es todo un caso. Es muy diferente a la chica que conoció hace más de 4 años, pues era tímida. Después de vestirse, bajo, Lys le menciona que el desayuno estaba servido.

- lady Rosalie se disculpa, porque tuvo que salir un momento.

- esta bien, es una persona ocupada. Gracias por el desayuno.

Vincent paso a desayunar, después de eso salió para los establos en busca de su caballo, ya que al ir el carruaje, tuvo que dejarlo ahí, al llegar ve a Rosalie ahí, la chica estaba ahí viendo que los caballos fuesen bañados y alimentados.

- veo que le quedo bien la ropa. ¿Ya tiene pensado irse?

- en realidad tengo vacaciones, estaba pensando si puedo quedarme aquí.

- es bienvenido a quedarse cuanto guste, pero le va costar.

Rosalie observa detenidamente al Duque, mientras que Lys solo presiente que algo extraño le va pedir a ese pobre chico.

- puedo pagar lo que sea, solo diga cuanto.

- no, no pido dinero. Tiene que pagarme con su cuerpo.

Por supuesto que Rosalie no desaprovecha para apretar el brazo del chico, esos músculos que tiene son justo a la medida, ni tan pocos y ni tan exagerados. Por ello piensa que no fue tan malo reencarnar ahí, aunque, si lo piensa mejor, obviamente ese chico este aún enamorado de Aina y solo fingió estar bien durante la fiesta.

Vincent vio un poco extraño que ella se quedara callada, se veía pensativa, no, más bien luce preocupada.

- no me ha dicho cual será el pago.

- ah! S-si, si, el pago. Quiero que me enseñe a montar.

- ¿no sabe? A estás alturas creí que usted ya sabía, incluso con los muchachos aprendió a usar el arco.

- pero no ha montar y a veces es necesario, andar en carruaje es un poco incómodo y no siempre es necesario.

- de acuerdo, puedo enseñarle.

Es una buena oportunidad para pasar tiempo con ella y por supuesto que Vincent no lo piensa desaprovechar. Rosalie ordena que le preparen un caballo, uno no muy alto y que sea dócil, no quiere que salga corriendo, que vergüenza pasar por eso.

Por otro lado, en el palacio Tabatha estaba con la reina y con Aina, Tabatha uso la excusa de ir para revisar unos detalles con respecto a la boda.

- por cierto majestad, mi hija Carlota se ha interesado en el Duque De Angelis, se sabe que es subordinado directo de su majestad el rey. Me gustaría que interviniera, pues sería maravilloso si mi hija pudiera comprometerse con él.

- el Duque De Angelis es alguien importante en el círculo del rey y hasta ahora, no ha aceptado ninguna propuesta, incluyendo la de nobles importantes, no creo que este interesado en unirse en matrimonio con alguien inferior.

Tabatha tiene que aguantarse la rabia ante las palabras de la reina, pues era un obvio insulto hacía su estatus.

- eso no es importante, solo me gustaría que mi Carlota fuese presentada ante él, tal vez su belleza enamore al Duque.

- al Duque no le interesa la belleza física, el gusta de las damas amables y de buen corazón.

Menciona Aina, mientras mantiene la cabeza la abajo. Tabatha obviamente se molesta por ese comentario también.

- mi Carlota es una chica amable y de buenos sentimientos. Ahora que lo pienso, trabajo en su casa y fue amable con usted princesa, tal vez podría presentarle a mi Carlota.

- no puedo, al Duque no le gusta cuando le quieren presentar a fuerza a una mujer que tiene intenciones de seducirlo.

- p-princesa...pero no va decirle eso, solo diga que es su amiga, Carlota pronto será como su hermana y puede ayudarla en algo así.

- hazlo, que la Marquesa misma compruebe lo que dices, pero si hay alguna queja de parte del Duque, esa queja se irá directamente a usted.

- s-si, yo asumire esa responsabilidad.

Tabatha estaba feliz, pues piensa que no, no habrá ninguna queja, porque cuando Carlota se acerque al Duque, ella logrará ganarse su atención y pronto su estatus subirá también.

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