Capítulo 11: Pajaritos

Sasuke se sentó a la mesa del comedor con la computadora portátil que le habia dado su trabajo. Todos los bebés se habían ido a dormir y era tarde. Estaba esperando un correo electrónico del departamento de recursos humanos de la empresa que contendría su contrato.

Todavía se preguntaba si no debería dejar de fumar al día siguiente. Su ascenso aseguraría que trabajara en un piso diferente, y probablemente no vería a Naruto todas las mañanas. Por otro lado, era probable que estuviera haciendo recados para los superiores con más frecuencia. lo que significaba que era probable que todavía estuviera saliendo mucho con Naruto. ¿Cuánto tiempo hasta que él recordara, quién era el o se diera cuenta de que tenía hijos?

Había una notificación en la computadora portátil para un nuevo correo electrónico y el lo reviso. Era el nuevo contrato. En ese momento, Sasuke se inclinaba por dejar de fumar por la mañana. No estaba seguro de si valdría la pena aprobar el contrato, ya que no creia que fuera a cambiar de opinión.

Aun así, abrió el correo electrónico para ver qué le ofrecían. Mientras completaba el contrato, jadeó un par de veces. Era el doble de su salario original, con una pensión y un plan médico impresionantes. Este tipo de trabajo le permitiría cuidar de todos sus bebés y aún tener algo de dinero para el.

Sasuke suspiro. No podia renunciar ahora. Tal vez debería quedarse un tiempo y ahorrar algo de dinero. Estaba seguro de que eventualmente: conseguiría trabajo en otro lugar, ¿pero seria tan bueno como esto? El no lo sabía.

"Mami, estás bien?" escucho una vocecita somnolienta preguntar a su lado. El miró hacia abajo para ver a Minato frotándose los ojos con una mano regordeta y tirando de sus pantalones con la otra. No parecía que ninguno de los demás se hubiera despertado.

"Oh, hola, cariño". Sasuke se levantó de la silla y se inclino para sujetarlo por los hombros. "Estoy bien. ¿Por qué estás fuera de la cama?"

"Mami suena triste". Minato respondió, "¿Es un 'monsta'? Yo... yo ayudo. Soy un 'wawio' ".

"Eres un guerrero?" Sasuke sonrió y lo besó en la frente. "Lo sé, pero no tienes que preocuparte por mami. Yo también soy un guerrero".

Minato se inclinó para darle un abrazo y Sasuke le devolvió el abrazo. Haría cualquier cosa por sus hijos, incluso si tuviera que trabajar para Naruto y mentir sobre quién era. Solo tendría que asegurarse de que él no se enterará de todos ellos.

" Está bien, cariño, vamos a la cama". Sasuke levantó a Minato y el apoyó la cabeza en su hombro, "¡Tiempo de dormir!"

Al día siguiente, llamaron a Sasuke para informarle a Gaara. Le explicó que su trabajo era administrar y dar servicio a la sala de conferencias del director. Esa no fue una gran noticia, porque esa era la sala de reuniones que usaba Naruto. Sin embargo, Sasuke no se quejó. No necesitaba hablar mucho con Naruto. Solo tenía que asegurarse de que la sala estuviera siempre a la altura y de que las reuniones transcurrieran sin problemas.

La sala de conferencias era más grande que todo su apartamento. En el medio, había una mesa enorme hecha de madera vieja y gruesa, rodeada de sillas de cuero negro. En la cabecera de esta mesa había una silla más grande y claramente más cómoda que las demás, probablemente destinada a Naruto.

La pared opuesta a la silla de Naruto tenía un proyector gigante, que Gaara explicó que se usaba a menudo durante una reunión. Otra pared estaba completamente hecha de vidrio, lo que le daba a la habitación una magnífica vista de la ciudad. La última pared estaba revestida de gabinetes. adornados con adornos de oro.

"Deberias irte ahora". Shion dijo por encima del hombro. "Nunca, nunca llegues tarde. Especialmente si estás a cargo de la sala del director".

Sasuke salió de la oficina después de que Shion mencionó eso y se dirigió a la sala de conferencias. Empaco todo y se paró en su rincón asignado con varios minutos antes de que se suponía que estaba listo.

La gente empezó a llegar, cada uno tomando asiento sin siquiera reconocer que Sasuke existia. Le molestaba que lo trataran como si fuera un mueble más en la habitación. Pero el siguió allí de pie y sonriendo, tal como Gaara le había dicho que hiciera.

A las diez en punto, todos habían llegado, excepto el propio Naruto. Todos miraron la puerta, excepto un hombre, que parecía estar absorto en lo que sea que estaba haciendo en su teléfono. Nadie le pidió a Sasuke una copa o una taza de café. Era como si no supieran qué se les permitía hacer sin Naruto en la habitación.

Finalmente, quince minutos después, Gaara abrió la puerta y entró, seguido por Naruto. Con su traje oscuro, Naruto entraba con un aura de poder y peligro. Verlo hizo que un escalofrio recorriera la espalda de Sasuke, y decidió mirar la reacción de las otras personas en su lugar.

Todos se pusieron de pie y el hombre del teléfono se lo metió rápidamente en el bolsillo. Estas personas eran claramente muy importantes en la empresa, pero parecía que todavía estaban aterrorizados por Naruto. Eso hizo que Sasuke sintiera curiosidad. ¿Por qué todos le tienen miedo?

" Tráeme un whisky. " Dijo Naruto, y Sasuke se tomó un segundo para darse cuenta de que estaba hablando con el. Sin embargo, rápidamente se apresuró hacia el armario para buscar un vaso y servirle una bebida.

Mientras estaba ocupado, el grupo de personas de pie saludo a Naruto. "Buenos dias, Sr. Uzumaki."

"Estar sentado. " Gaara les respondió, como si Naruto no se molestara en hacerlo él mismo.

Sasuke dejó su whisky frente a el. Naruto no le dio Las gracias ni le habló, pero el notó que él lo miraba. Habia reconocimiento en sus ojos y, tan pronto como sus miradas se encontraron, Sasuke pudo sentir un fuego acumulándose en su pecho. Luchó contra sí mismo para alejarse y pararse en su rincón de nuevo, ¿Por qué tenia tanto poder sobre sus emociones? El no podia soportarlo.

"Caballeros." Naruto se aclaró la garganta y tomo un sorbo de whisky. "Los he llamado a todos para que sirvan como testigos".

La atmósfera era tan densa que podría cortarse con un cuchillo. Estaba claro que Naruto no estaba aquí para darles buenas noticias o simplemente para tener una charla. Su expresión era fría y calculadora.

"Señor Shimura". Naruto señaló al tercer hombre a su izquierda con la mano que sostenía el vaso. "He recibido noticias preocupantes. Un pajarito me dijo que usted fue el hombre que contrato a ese bandido del club para recopilar información sobre mí para nuestros competidores”,

Todos se volvieron para mirar al Señor Shimura, pero ni siquiera se atrevieron a susurrar sobre la situación. En cambio, un tenso silencio flotaba en el aire mientras esperaban que el respondiera.

"¿Está seguro, Señor Uzumaki", dijo el Señor Shimura, tratando de mantener la voz tranquila y fallando, "que este pajarito no estaba tratando de protegerse a sí mismo?"

"Tienes veinte minutos para salir del edificio". Naruto respondió, un músculo temblando junto a sus ojos. Ni siquiera trató de responder a la pregunta del hombre. Nunca había ninguna posibilidad de que se convenciera a sí mismo de no hacerlo.

"No puedes hablar en serio". Respondió el señor Shimura. "Yo soy-"

"Me arriesgaría ahora, si fuera tu". Gaara interrumpió. "El Señor Uzumaki no es un hombre misericordioso con quienes lo desobedecen".

El Señor Shimura se levanto de su silla. "Me asegurare de enviar a mis abogados a por ti, Uzumaki”.

Salió furioso de la habitación y corró la puerta: detrás de él. Sasuke estaba conmocionado y congelado en el lugar. Nunca antes había visto que sucediera algo así. Le parecía una locura. ¿Es así de despiadado el mundo empresarial una vez que subiste a la cima?

"En cuanto al resto de ustedes. " Continuó Naruto como si nada hubiera pasado. "No dejes que mis pajaritos mencionen tus nombres".

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