Capitulo 8: Un Omega Intrigante

"Mami..." Sasuke escucho la palabra ser estirada cuando una pequeña mano embujo su rostro. Al mismo tiempo, alguien llamó rápidamente a la puerta.

Abrió los ojos y vio a Menma inclinado sobre su rostro, antes de agarrar su teléfono de la mesita de noche y mirar la hora. Ya eran las ocho menos cuarto de la mañana. ¡Ella iba a llegar tarde!

Sasuke gimió y rodó fuera de la cama para abrir la puerta. Era la señorita Lisa, quien parecía sorprendida de que Sasuke todavía estuviera en pijama.

"¿No tienes trabajo hoy?" Preguntó la señorita Lisa, mirando más allá de Sasuke a la línea de niños pequeños que se había formado detrás de ella, con Sarada a la cabeza. Todos se quejaron de que tenían hambre antes de que Sasuke pudiera explicar que se había quedado dormido. "Esta bien entonces empezaré con el desayuno"

"Gracias" Sasuke se apresuró a regresar al dormitorio para vestirse. Tan pronto como termino, corrió a la cocina, donde todos miraban a la señorita Lisa preparar su comida. La señorita Lisa le entregó una taza de café humeante a Sasuke, como si supiera que eso era exactamente lo que necesitaba.

"Ya llegas tarde" Señaló la señorita Lisa. "Sera mejor que termines eso y te comas una tostada antes de que irte. "

"Está bien" Sasuke suspiró, sentándose a la mesa y sonriendo a sus hijos. El café ayudó a animarlo y los niños ayudaron a motivarlo. No tenia muchas ganas de sentarse junto a Sakura, de ver a Naruto del tedioso trabajo que tenia que hacer. Pero valio la pena saber que el podria cuidar de todos sus hijos, darles la gran vida que se merecian.

Terminó su cafe en un tiempo récord y salto de la silla. Iba llegar muy tarde y solo podia esperar que no lo despidieran por eso.

"Está bien, bebes, Mamá tiene que irse". Dijo Sasuke mientras le daba a cada uno de los niños un beso de despedida en la frente.

" Los vere a todos esta noche. Sean buenos en la escuela, ¿de acuerdo?

"Si Mami... “ Sarada dijo y los demás la siguieron.

"Señorita Lisa, nos vemos más tarde. ¡Gracias! " Sasuke grito por encima del hombro mientras se apresuraba a salir por la puerta y bajar las escaleras. Pidió un Uber en su camino, recordando su promesa a Naruto de no tomar el metro.

Tardo unos minutos en llegar y ya eran más de las ocho cuando se subió al coche. No podía creer que iba a llegar tan tarde el segundo segundo día de trabajo.

Una vez que llegaron al edificio, salió rápidamente y se dirigió a la recepción, donde Sakura y la gerente de Sasuke, Hinata, estaban esperando.

"¿Dónde has estado?" Preguntó Hinata, sonando realmente enojada. "Son las ocho y veinte, ¿lo sabias?"

"Lo lamento." Sasuke realmente no tenia una excusa. "No volverá a suceder".

"Es mejor que no. Hay un centenar de personas que matarían por tener tu trabajo”.

Hinata se fue y Sasuke suspiró mientras se sentaba en su asiento junto a Sakura. Pensó en el viaje en coche del dia anterior y en la forma en que se había sentido sentado junto a Naruto en la limusina.

Definitivamente había sido más glamuroso que cualquier cosa a la que estuviera acostumbrado, y había un aire de poder alrededor de Naruto que lo hacia tan intrigante. Pero más que eso, Sasuke no pudo evitar notar la tensión entre ellos, como si ambos estuvieran luchando por resistirse el uno al otro.

Aun así, el no haria nada al respecto. Naruto había dejado claro antes, que él no estaba soltero, y Sasuke no estaba a punto de convertirse en la "otra mujer". Su vida ya era lo suficientemente complicada sin tener una aventura con un multimillonario.

"Tienes suerte de que Hinata esté de buen humor hoy". Sakura comenzó junto a el. "Escuché que pronto obtendrá un ascenso",

"Eso es bueno para ella". Sasuke respondió distraídamente, sin esperar la constante charla de Sakura durante todo el día.

Las diez en punto dieron la vuelta y, efectivamente. todos estaban tensos y nerviosos de nuevo. Sasuke no iba a participar en ese ritual, asi que siguió concentrándose en su trabajo.

Naruto y su pandilla entraron por las puertas y esta vez, se acercó a la recepción.

" No tomaste el metro esta mañana, ¿verdad?" pregunto, y Sakura miró a Sasuke, tanto sorprendida de que Naruto estuviera hablando con el como confundida sobre de qué estaba hablando.

"No." Sasuke respondió con una sonrisa. "Buenos dias, Sr. Uzumaki."

"¡Sí, buenos días, señor!" Sakura intervino, tratando de desviar parte de su atención de Sasuke, pero él ni siquiera la miró.

"Mm. Eso es bueno.” Naruto dijo, y se alejó.

Sakura miró a Sasuke durante un rato, hasta que Naruto desapareció en el ascensor. Entonces, estalló, "¿A que se debió todo eso? Yo llevo cuatro años aquí y ni siquiera me ha hablado una vez! ¿Cómo lograste eso?"

"No se." Sasuke dijo con un indiferente encogimiento de hombros. "Ayer se detuvo junto a mi con su auto y me hizo prometer que no tomaría el metro"

"¡De ninguna manera!" Sakura parecía absolutamente asombrada por eso. "Quiero decir, por supuesto, ninguno de los empleados de Uzumaki se subiría nunca al metro, pero no puedo creer que detuviera su automóvil para decírtelo ¿Y ni siquiera te despidieron? No puedo creerlo".

"Supongo que tengo suerte". Sasuke se encogió de hombros, pero le hizo preguntarse por qué estaba recibiendo todo este tratamiento especial si Naruto solo tendía a despedir a sus empleados por razones ridículas como caminar hacia él o tomar el metro, Sin embargo, no iba a cuestionarlo, especialmente si funcionaba a su favor.

"Desearía ser tú ahora mismo". Sakura prosiguió y empezó a balbucear sobre lo que haría si alguna vez la llevaran en el coche de Naruto.

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Naruto ya estaba molesto consigo mismo por no poder quitarse de la cabeza a esa mujer de la recepción. No sabia qué tenia ella que lo atraía tanto. Si alguien más que hubiera trabajado para él alguna vez le hablara de la forma en que ella lo hizo, no tendría trabajo.

De hecho, se aseguraría de que nunca volvieran a encontrar trabajo en Konoha. Entonces, ¿por qué toleraba su actitud? En realidad, ¿por qué disfrutaba cuando ella le hablaba? Incluso subió a la recepción esa mañana. Eso fue algo que nunca hizo.

"Sai." dijo una vez que se sentó en su enorme sillón de cuero detrás de su escritorio, "Consigueme el monitor de seguridad de la recepción, ¿quieres?"

Gaara nunca lo interrogó, y tampoco lo hizo ahora. Aun así, Naruto pudo ver la confusión en el rostro de su asistente. Gaara debió estar tan sorprendido como Naruto de que el todavía tuviera su trabajo en la empresa.

Naruto se reclinó en su silla y miró al techo. Necesitaba saber más sobre esta mujer. ¿Quién era ell? ¿Cuál fue su verdadera motivación en la vida? ¿Por qué diablos quería conocerla tanto?

No tenía ni idea. Podía conseguir a cualquier omega o doncel que quisiera sin siquiera intentarlo realmente. Eso era algo de lo que todo Konoha era consciente. Sin embargo, de alguna manera, no pensó que sería tan fácil conseguir a este omega en particular. Probablemente haría todo lo posible para ponérselo dificil y, por alguna razón, eso era absolutamente emocionante.

Gaara regresó con el monitor y lo colocó en el escritorio de Naruto sin dudarlo.

"Prepara los documentos para la reunión de esta tarde". Naruto instruyó, y Gaara salió de la habitación.

Naruto vio las imágenes de seguridad frente a él, que mostraban la recepción desde varios ángulos. El Omega estaba sentada junto a la recepcionista, que parecía estar hablando sin parar.

Incluso en blanco y negro granulado, Naruto se sintió atraído por el. Estaba concentrado y serio, y estaba claro que era un buen empleado. Aun así. no parecía haber nada especial en el, ni nada que la hiciera más deseable que cualquier otro omega o doncel.

Naruto todavia estaba tratando de devanarse la cabeza para pensar de dónde lo conocía, aparte de esa entrevista de diez minutos que la presentadora había estropeado tan gravemente. Se sentia como si hubiera conocido a este omega antes, en algún lugar. ¿Tenia el algo que ver con su familia? Si lo hiciera, no seria dificil destruirlo por completo.

Sin embargo, incluso si lo hiciera, Naruto no estaba seguro de querer arruinar su vida, Queria hablar con el, más de lo que nunca habia querido hablar con un omega o doncel. Era un sentimiento extraño, estar tan interesado en alguien sin malas intenciones. También fue emocionante, y Naruto decidió que se inclinaría por el por completo.

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