Al día siguiente, me desperté y me di un baño de agua fría, quería estar muy atenta a todo, hoy será el encuentro con Damián para lo del divorcio, aliste a Sofía para llevarla al colegio, le prepare algo de desayuno para ella y mi madre, en ese momento no tenía apetito, jamás imaginé que estaría en una situación como esta, después de casi 10 años de matrimonio, hoy termina todo en un simple papel.
- Hija ¿Cómo te sientes?
Me pregunta mi madre al verme pensativa.
- Bien madre, solo un poco triste hoy se terminan diez años de matrimonio, todo por culpa de la calentura de ese imbécil.
- Ay hija, tranquila, en esta vida todo pasa por algo, él no te merece.
- Si mamá, tienes razón, ahora me voy se me hace tarde.
- Está bien hija.
Mi madre me da un abrazo y un beso en mi frente al igual que a Sofía.
Salgo de la casa y tomó un bus para llevar a Sofía al colegio, debo tomar dos de estos para llegar hasta allá, luego iré a la cita con Damián, no llevaré abogados, de igual forma no tengo nada que reclamar, solo firmar el documento y listo.
Deje a Sofía en el colegio, la maestra me pregunto que si le daba la autorización de dejarla ir con el hombre que ayer decía que era su padre, por si volvía hoy por ella otra vez, le dije que no.
Llegué al lugar unos minutos tarde, estaba el abogado, Damián y ¿Amanda? Que hace ella aquí, seguramente pensaba que Damián se podía arrepentir de lo que estaba haciendo y vino a asegurarse de que eso por nada del mundo pasará.
- Buenos días.
- Buenos días, señorita Brianna.
Respondió el abogado mientras Damián y Amanda permanecían en total silencio.
- Bien, ya estoy aquí, terminemos con esto de una buena vez, no tenemos mucho que hablar.
- Como usted diga señorita. Como ya saben, ustedes se casaron bajo separación de bienes, y mientras estaban bajo el matrimonio ninguno de los dos adquirió nuevas propiedades, por tal razón al señor Damián le sigue correspondiendo lo que él ya tenía en su momento y a la Señorita Brianna nada le pertenece.
- Eso ya todos lo sabemos, vaya directo al grano Señor abogado.
Lo interrumpí, que estúpida soy al no haber trabajado por mis cosas, de esto me arrepentiré toda mi vida.
- Bueno, aquí están los documentos.
Me mostró donde debía firmar, lo mismo hizo Damián, Amanda era la única con cara de felicidad, supongo que tienen planes de casarse después de esto. Pero no me interesa, pueden hacer con su vida lo que les venga en gana.
- ¿Con respecto a Sofía, señor abogado?
Pregunto Damián, es para lo único que abrió su boca.
- Sofía tiene solo 5 años, he pautado el juicio para el día lunes, será un juez quien se encargue de darle la guardia y custodia a quien tenga las condiciones necesarias para tener a la niña. Señorita Brianna, hoy no trajo abogados, pero debe hacerlo el día del juicio.
- ¿En caso de no tenerlo?
- El estado le puede ofrecer un abogado, antes del juicio usted tiene 30 Minutos para hablar con él, y estar al tanto de la situación.
- Por lo visto eso ni es necesario, si Brianna no tiene como cubrir un abogado mucho menos tiene las condiciones para cuidar a Sofía.
- ¿Y me la vas a quitar para dejarla con una nana para tu irte a vagabundear?
- Te equivocas, ya no tengo por qué hacerlo.
Lo dijo mientras tomaba la mano de Amanda y la entrelazada con la de él.
- Señorita Brianna, después de que el juez decida con quien quedarse la niña, ya sea con usted o con el señor Damián, ellos están en el deber de supervisar que las condiciones de verdad se cumplen, y en el caso de que no se cumplan por ninguna de las partes la niña permanecerá en una escuela tiempo completo mientras alguno de los dos se estabilice y pueda estar con la niña.
- Esto no puede ser.
- Tranquilo abogado, eso no va a pasar, yo me encargaré de cuidar muy bien a Sofía y pasar tiempo suficiente con ella.
- Eso ya lo veremos. Abogado, en caso de que la niña se quede con su padre porque yo no tengo las condiciones para tenerla conmigo, y en un tiempo tengo un trabajo estable y tengo mi propia casa, ¿Cómo haría en caso de querer recuperar a Sofía?
- En tal caso usted deberá tener un abogado privado, y apelar por la decisión tomada, el juez estudiará su situación y la de Damián y con base en eso deberá emitir un veredicto.
- Gracias.
- No se para qué haces ese tipo de preguntas, ¿Crees que es muy fácil lograr lo que dices? Tú no tienes experiencia laboral, ¿Crees que vas a conseguir un trabajo digno?
- Por mi hija haré todo, no retes a una mujer, en cualquier momento haré que te trague todas tus palabras, lucharé por Sofía día y noche, y tarde o temprano ella estará de regreso conmigo, eso te lo juro.
En mi voz había tanto odio hacia Damián, que no me dijo ninguna otra palabra, él y Amanda quedaron mudos al escucharme decir cada una de esas palabras con tanta sinceridad y odio a la vez.
- Ya hemos terminado, Señorita Brianna nos vemos nuevamente el día lunes, Sofía por tener cinco años no puede asistir a ese lugar, por lo que sé usted vive con su madre, déjela con ella.
- Está bien señor abogado, no se preocupe.
Sin más que decir me levanté y me fui de aquel sitio, me senté en un parque cerca, esperando la hora para ir a buscar a Sofía al colegio, había algunos niños pequeños con sus padres, riendo y jugando, siendo tan felices, como lo éramos los tres antes, ¿Cómo fue que todo se acabó tan rápido? Hace unas semanas estábamos en aquella cabaña felices los tres, compartiendo en familia, todo fue mi culpa, deje entrar a esa maldita a mi casa y a mi hogar, confíe en ella y destruyó mi hogar, pero el Karma existe y los dos la pagarán muy caro.
En ese momento una lágrima corrió por mi mejilla, la limpié rápidamente, si había algo por lo que derramaría más lágrimas sería por Sofía y mi madre, ese idiota no merece ni una lágrima más.
Mi teléfono suena, pensé que era de alguna empresa, para solicitar que me presentará para el trabajo.
- ¡Si, buenos días!
- ¿Señorita Brianna?
- Si, ¿Quién me habla?
- Es la maestra de Sofía, le llamo para que venga por ella, se siente un poco mal y tiene algo de fiebre.
Dios mío no puede ser, no ahora.
- Ya voy para allá.
Pase por su colegio y luego la lleve al médico, me recetó algunos medicamentos y me pidió que estuviera muy al pendiente del agua que Sofía ingería, que si podía hervir la antes de darle mejor.
Gracias al cielo no era nada grave.
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