Dormí con ella

Estaba rendido, entre a mi cuarto cerré la puerta, me quité mi camisa y el pantalón entrando solo en bóxer a mi cama, ni siquiera quise una pijama, solamente quería caer en los brazos de Morfeo.

Mientras más intentaba dormir más su dulce carita y sus tarugadas se me venían a la mente.

Estoy perdiendo la cabeza por una pequeña duendecilla la cual disfruta de torturar mi corazón.

–Te amo Wendy.

Suspire y trate de quedarme dormido pero su hermosa sonrisa y el sabor de sus labios no me deja dormir.

Ya era de madrugada y yo aún estaba dando vueltas en la cama.

Cerré los ojos y apreté con fuerza solo quería dormir de una vez.

Unos minutos pasaron y cuando estuve apunto de conciliar el sueño su perfume inundó mis fosas nasales.

Era ella sin duda.

Levanté la sábana sin abrir por completo los ojos y ella subió a mi cama y la abracé.

Y me quedé dormido.

A la mañana siguiente creí que todo había sido un sueño pero no era así, ella estaba al lado de mi con su cabeza en mi pecho abrazándome, con su pierna arriba de mi estómago, y yo abrazándola no quería ni moverme esa escena era estupenda, dormida parece un ángel pero la realidad es que es mi duendecilla la niña más loca que hay y la dueña de mi corazón.

Me acerqué y le di un beso en la frente.

-Aaaah que bien dormí!- Dijo ella estirando sus brazos en el aire. –¿Qué haces en mi cuarto pervertido?!- Me dijo asustada.

–Para empezar este es mi cuarto y no soy un pervertido, anoche una pequeña duendecilla inquieta entró en mi cama!!– dije molesto pero al igual divertido, me encanta ser bipolar con ella.

–Ah? –Ella volteo hacia todos lados y después me vio con una amplia sonrisa.

–Ah ya recuerdo todo!-

–Acabas de llamarme pervertido y solo dirás qué ya recuerdas?-

–Si, qué más quieres que diga fuiste tu quien no se negó a que entrara en tu cama!-

–Estaba más dormido que despierto. –

–Eso quiere decir que dejas entrar a quien sea a tu cama?- dijo cruzándose de brazos.

–¿Ya la duenda se endemonio? No dejo subir a quien sea, además tu tienes la culpa de que no pudiera dormir bien.

–Por qué?-

–Por que roncas como locomotora!-

–Pues tú…. Tu …–

–Yo que?-

–No traes ropa, y dices que no eres un pervertido.– se mordió el labio inferior y pasó su mano por mi abdomen.

–Mi traviesa ¿Qué haces? Y luego dices que el pervertido soy yo, ¿No me digas que nunca has visto a un hombre sin camisa?.–Pase sus cabellos hacia atrás y sus ojos cristalinos se clavaron en mi.

–Si…–Trago saliva mientras su mano paseaba con libertad sobre mis cuadros. –Si, en la playa! Pero esos hombres están gordos o no tienen esto!-

–Te gusta?-

–Si ....– acercó su rostro y me dejó un beso.

–Ya para duenda traviesa!-

–¿Por qué? ¿No te gusta que haga esto?

Comenzó a dejar besos por mi abdomen sin piedad.

–Demonio, llévame al infierno!- Dijo deteniendo sus beso y subiendo a mi rostro ella me beso y yo soy un demonio muy débil que termine devorándome esa linda boquita suya que me lleva al cielo y al infierno y me quema en las profundidades del placer y la lujuria.

Ella subió arriba de mi.

–No lo hagas.– No creo que mi buena fuerza de voluntad dure mucho con esta candente duendecilla

–¿Te gusta?

Comenzó a frotar su parte íntima chocando con la mía, que estaba más despierto que nada, solo nos separaba la ropa interior ya que su bata se había subido.

–Wen no, para!-

–Ya no soy tu duenda demonio sexy!?-

–Siempre serás mi duenda. –

–Demonio has tuya a esta duenda!-

–No…. Ohhh maldición!– sus movimientos sobre mi se hacían cada vez más fuertes.

La tome de las caderas.

–¿Quieres esto?- la jale para que lo sintiera mejor.

–Si!-

–No hoy duendecilla quedamos que el domingo, y aún no me has dado una buena razón que no sea solo lujuria.

–Pero se que lo deseas tanto como yo, lo siento entre mis piernas justo en este momento!-

–Creo que el demonio eres tú amor!-

Ella se quedó inmóvil.

–Ahora se que palabra usar para que te tranquilices!-

Le di la vuelta en la cama y subí encima de ella.

–Te deseo como un loco no lo voy a negar pero aún no, no quiero que esto pase así, además – Tu padre me arrancará las bolas.–Solo quiero que tengas una primera vez especial!-

–Ok!-

–Iré a darme un baño y tú regresa a tu cuarto, duenda, vístete te llevaré a la escuela. –

–¡No quiero ir!- Me senté en la cama viendo como el volcán que estaba por hacer erupción se apagaba.

–¿Por qué no?-

–Seguro todos se van a burlar de mi!-

–Diles que si te hacen algo se las verán conmigo!-

–Tu si das miedo enojado, ayer amenazaste a todos mis amigos!-

–¿Estás molesta por qué te defendí?

–No, solo que cuando me defiendes te ves extremadamente sexy.

–Jaja tonta.

–Ahora de que te ríes?

–Las niñas de tu edad deberían de estar jugando muñecas no calentando personas.

–Juego con mi ken!-

Su rostro se iluminó con una linda sonrisa.

–Sí pero tú ken es de carne y hueso!-

–Y qué hueso, si así se siente con ropa!-

–Eres una pervertida niña!-

–Todo es tu culpa, eres mala influencia para mí demonio.

–Ya me iré a bañar llegaré tarde a la universidad.

–¿Tienes exámenes hoy?

–Si, los tengo que presentar antes del viaje.

–Ojala repruebes!- dijo en lo bajo pero aún así la escuché.

–¿Por qué quieres que repruebe? –

–¿Qué? Nooo, no yo no dije eso, dije que ojalá no REPRUEBES!-

–Y por qué haces énfasis en reprobar!?-

–Si no apruebas te irás de todos modos?-

–No quieres que me vaya?-

–No, claro que quiero que te vayas, solo pensaba que en Europa no querrán a un burro como tú!-

–La universidad en Europa es la mejor de todas para terminar mi carrera quiero volverme un muy buen doctor, quiero ser el mejor de todos, ese es mi sueño!-

–Lo sé, deseo que se cumpla!- Agachó la mirada.

–Wen, dímelo, pídemelo y no me iré.!- dije tomando su mentón.

–Nunca te haría renunciar a tus sueños y más por qué como dices aún soy muy chica y si con el tiempo tu y yo dejamos de estar juntos me sentiré culpable de que no cumplas tus sueños, solo no demores mucho en volver!-

–Ya me quieres?-

–¡Poquito!- Hizo señas con sus dedos.

–Pues yo te amo igual de poquito!- dije con una sonrisa.

–Iré a alistarme mí demonio Abraham!-

–Sí Niña!-

–No, dime duendecilla me encanta cuando lo dices!-

–Creí que lo odiabas!-

–¡pero ya me gusta!

–Y a mí me gusta tu, mi duendecilla.

Me acerque a sus labios y la bese con ternura es sin duda el beso más tierno que he dado en mi vida.

Ella salió de mi cuarto y yo me di un buen baño de agua fría, aún sentía sus labios en mi cuerpo y solo de recordarlo mi amigo despertaba de nuevo, no creo poder aguantar mucho, y la verdad no quiero que eso pase entre ella y yo, ella no me ama y quiero que su primera vez sea con alguien que ame, quizá sea un tonto por pensar así, pero solo quiero verla feliz y que aprenda a valorarse más.

Sonreí con locura.

Cuando salí del baño encontré una nota en la cama.

...**Gracias por dejarme dormir a tu lado, no podía dormir anoche me desperté en la madrugada, soñaba contigo y te extrañe así de poquito 🤏...

...Pd. Me gusta ser tu novia pero no te emociones mucho mi dulce demonio...

Lo último aceleró mi corazón.

Guarde su nota en mi cartera y me dedique a cambiarme.

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Comments

Noeruart

Noeruart

Es necesaria esa separación porque deben madurar y aclarar sus sentimientos....además de no ser un obstáculo en sus planes de vida.🤔

2024-10-07

0

Myriam Morm

Myriam Morm

Gracias, me encanta tu manera de escribir. La temática excelente. Bendiciones

2024-01-29

1

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

encantada con la historia

2023-10-15

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