capítulo 4

Llegamos a casa y al pasar por la sala de estar vi encima de la mesa un sobre blanco sin timbre fiscal, eso me decía que no era correspondencia. No quise preguntar, sabía que Jade estaba tramando algo y no quería arruinar su sorpresa.

Luego de desayunar, el día martes, nos fuimos al mall, Jade y Rita estaban como locas comprando ropa para ellas, para mí, para lo niños y hasta para Vivian. Después fui a la barbería a cortarme el cabello, hacerme una manicure, una hidratación facial y ellas al salón de belleza.

Regresamos a casa y la locura fue peor, llegaron Mary Ann, Daysi, tía Rose con Sebastián y Vivian, todos probándose ropa, Vivian fue la encargada de ubicar en las habitaciones a todos los visitantes, en hora de la cena tuvimos que pedir deliveries porque éramos muchos y estábamos cansados por el día tan agitado que tuvimos.

En la habitación después del alboroto del día, Rita se probaba unos brassiers y unas pantaletas para ver cual le lucían mejor.

_ ¿Acaso tú piensas ir en pantaleta al acto Rita?

Pregunté.

_ Cómo dices esas cosas amor, ahora que me pruebe la ropa me dirás cual se me nota menos.

_ Mira Rita Mc.night, tú te ves hermosa con la ropa que te vistas, a excepción de los trajes esos feos que aún guardas en el closet de tu casa.

_ Ya salió otra vez con el tema, si no quieres dormir solo es mejor que cuides tus palabras.

_ ¡Ups! Se molestó la señora, Jajaja.

Pasadas las 10:00pm y después de haberse probado más de ocho trajes y un montón de ropa íntima, apagamos la luz y llegó el primer regalo por haber obtenido mi segundo título universitario.

Sonó la alarma y las carreras se escuchaban por toda la casa, parecía que iban a cobrar una herencia.

Al fin logramos salir rumbo a la universidad, cuando llegamos a la entrada estaban esperándome muchos de mis trabajadores, debían quedarse fuera porque solo podían entrar una cantidad limitada de familiares, y conmigo llevaba dos carros más.

Comenzó el acto y mientras daban la bienvenida a las autoridades veía a las personas más importantes de mi vida, Daysi, Rita, Lían, Irlanda, Mary Ann, Tía Rose, Sebastián y Vivian que ha sido mi segunda madre, pero quedaban tres lugares vacíos, de esos lugares dos eran parte de mi esencia, mis hijos Daimar y Abraham, el otro lugar era para Hane, la mujer que compartió conmigo muchos años y merecía estar allí. Sentía tristeza de que mis hijos amados no me vieran recibir mi título, aunque había pagado sus pasajes no tenía certeza si venían o no.

Al terminar el protocolo inicial escuché al orador de orden decir.

_ Palabras de petición de entrega de títulos por parte del alumno con mayor promedio.

Subió mi compañero Alex Villaverde, un joven con excelentes calificaciones. Comenzó su petición, yo seguía viendo aquellos tres lugares vacíos, a cada segundo que pasaba mi corazón se aceleraba, sentía que no iban a disfrutar cómo me convertía en psicólogo.

Llamaron al primero de mis compañeros, subió a recibir su título como nuevo profesional. Era mi segundo título, la emoción que ellos estaban viviendo yo la disfruté hace más de 20 años, quizás muchos de ellos recién habían nacido. Así fueron subiendo hasta que escuché mi nombre de boca del orador.

_ Mc.night Sarda Damir.

Y justo cuando subí mi pie al primer escalón escuché una voz que dijo.

_ Ya estamos aquí papá.

Mi corazón se aceleró aún más, esta vez de emoción porque mis hijos disfrutarían mi nuevo logro. Al recibir mi título y medalla volteé hacia donde estaban ellos y les mostré que con esfuerzo y ganas se logran las metas.

Todos de pie aplaudían emocionados.

Luego llamaron a los estudiantes más destacados.

Sin duda el primero fue Alex, fuimos subiendo a recibir reconocimiento por ser los más destacados durante cuatro años de estudios, yo fui el último. Y aún no siendo en esa casa de estudios donde me titulé por primera vez las autoridades me dieron una mención especial por haber obtenido una segunda carrera.

Toda mi familia estaban de pie aplaudiendo emocionados, en mi cuello colgaban tres medallas, la primera por obtener el título de psicólogo, la segunda por ser el quinto mejor promedio y la última por mi segunda carrera. Era tanto el alboroto que el orador de orden se vio obligado a pedir silencio en el recinto.

A la salida, todos mis compañeros de estudio y ahora mis colegas me hicieron un callejón de honor, al pasar iban quitando sus birretes y hacían reverencias.

En clases siempre aportaba mis experiencias personales y eran de mucha utilidad, eso me hizo ganar la simpatía de ellos.

Mis lágrimas delataron mi emoción, no aguanté, tuve que llorar. Un poco más adelante estaba mi familia esperándome que al igual que mis colegas también me felicitaron. La sesión de fotos fue extensa, gracias al cielo no tenía problemas económicos para pagarla. Daimar y Abraham se peleaban por el birrete, Mary Ann, Daysi, Rita y Vivian también se peleaban por abrazarme.

Hane sonreía desde lejos mientras jugaba con Lían e Irlanda, cuando su mirada y la mía se encontraron se levantó y se acercó prudentemente.

_ Hola Damir, felicitaciones. Me alegra que hayas obtenido un nuevo título universitario. Tu siempre tan decidido a conservar y multiplicar lo que José te entregó. Tu esposa también ha luchado junto a ti para lograr las metas que se han trazado.

_ Hane, gracias por tus palabras, me conoces y sabes que no soy el que espera por las bendiciones, siempre saldré a buscarlas. Sí, mis empresas van creciendo y dando de qué hablar en el mundo empresarial de esta ciudad y del país, ahora ya tenemos proyecciones internacionales. Rita ahí siempre abnegada y dispuesta a avanzar.

_ Sí, determinada como siempre. Tus hijos son hermosos, Dios los bendiga. Daimar orgullosa que su hermana lleve su nombre, y Abraham se siente comprometido como hermano mayor porque debe dar ejemplo a sus hermanos menores.

_ Causalmente Daimar en el caso de Irlanda es una combinación de Daysi y Mary, sus abuelas consentidoras, igual es Daimar como su hermana.

_ Una casualidad que sea una combinación.

_ Las casualidades no existen, las causalidades sí.

Rita que hablaba con Daysi y Mary Ann se acercó.

_ Disculpen que los interrumpa, recuerda amor que tenemos un grupo afuera que espera por nosotros. Señora Hane, gracias por venir.

_ Hola Rita, felicitaciones por apoyar a tu esposo y hacer que sus sueños se hagan realidad.

_ Gracias, siempre lo apoyaré en todo.

Nos reunimos y salimos de la universidad. Mis trabajadores estaban afuera esperándome, al bajar de mi camioneta se alborotaron, silbaban, gritaban y aplaudían dándome felicitaciones, me sentía un héroe para ellos.

Allí estuvimos por espacio de una hora, luego los despedí con invitación para que celebráramos el sábado en el club.

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