Destino O Causalidad 3

Destino O Causalidad 3

capítulo 1

Después de cuatro años intensos, solo faltaba una semana para recibir mi título de psicólogo.

Regresaba de la universidad y justo cuando iba entrando a casa me pasó Lían corriendo y casi choca conmigo, detrás de él venía corriendo Irlanda y por último corría Rita sin poder alcanzarlos.

_ Hey, ¡Hey! ¿Por qué corren así? Se van a lastimar. Rita, déjalos tranquilos.

_ ¡No amor! Estos niños están muy tremendos. ¡Vengan acá! Dios mío, me van a volver loca.

_ Déjalos, yo me encargo. Lían Damir, Irlanda Daimar ¡Vengan acá!

El primero en llegar fue Lían, detrás de él llegó Irlanda.

_ ¿Dime papá?

_ ¿Por qué no haces caso a tu mamá? Si te portas mal tu hermana también lo hará.

_ Perdón papá, ven Irlanda, vamos con mamá.

A pesar de tener cuatro años era un niño muy inteligente, maduro y bien educado, cuando se le llamaba la atención se disculpaba y corregía su comportamiento.

Después de calmar a los niños vino Rita a saludarme.

_ Hola amor, buenas tardes ¿Cómo estuvo tu día en la universidad?

_ Hasta que recordaste que soy tu esposo y que acabo de llegar a casa.

_ No lo olvido amor, solo que estos niños cuando se lo proponen me vuelven loca.

_ Te dije que nos quedáramos con Lían nada más, pero tú querías una niña, ahí está, sana y tremenda.

_ No quería un solo hijo amor, pero Irlanda es demasiado inquieta, a veces me provoca castigarla.

_ Hazlo, cuando estén insoportables siéntalos y háblales con autoridad.

_ Me duele tener que castigarlos, tardé mucho en tenerlos.

_ Te lo dije, no sería fácil lidiar con dos, más cuando se llevan un año, parecen gemelos.

_ Deja la pelea y cuéntame cómo fue tu día.

_ La próxima semana es mi acto de grado.

_ Felicitaciones amor, tenemos que organizar una fiesta, convocaremos a todos los trabajadores.

_ Gracias amor, yo personalmente visitaré las empresas, claro, si la señora presidente lo permite.

_ Si eres tonto, claro que puedes ir, todo es tuyo. Yo solo te represento.

Al terminar de cenar subimos con los niños a las habitaciones, los acostamos y leímos un cuento vinieron a mi mente recuerdos de cuando Hane y yo llevábamos a Daimar y Abraham a la cama y leíamos cuentos. Rita los abrazaba y besaba con pasión, dedicaba tiempo a colocarles sus pijamas, acostarlos y arrullarlos.

Luego fuimos a nuestra habitación a tomar un baño para descansar. Mientras colocaba mi pijama Rita me comentaba que de las siembras habían llegado reportes de despacho, las empresas receptoras estaban demandando por encima de los niveles de producción que teníamos.

_ Tendremos que adquirir más lotes de tierras, estamos por debajo de las demandas, llamé a Santaella y me dijo que está trabajando en eso, pero algunos de los dueños han aumentado los precios porque saben que las tierras son bendecidas, que todas las siembras son exitosas.

_ ¿Y acaso las tierras no dan para pagar su costo? Llama a Santaella y dile que mañana lo espero en “Di Conccetto & Asociados”. Si la demanda es mayor y las cosechas son buenas, paguemos el precio que piden por esas tierras.

_ Ya me tomé la atribución de invitarlo mañana a la firma, sabía que me pedirías eso.

_ Por razones como esa fue que te dejé al frente de la firma. Desde que te conocí con ese montón de trapos sabía que tu cerebro era único.

_ Tú siempre recordándome mi antigua forma de vestir.

_ Estaba seguro que escondías algo en esa prisión.

Y ella dándose la vuelta me dijo.

_ Mírame Damir Mc.night, luego de dos embarazos seguidos sigo teniendo mi cuerpo como siempre.

_ Por eso me están dando ganas de tener otro hijo.

_ Tú estás loco! con dos bendiciones es suficiente.

_ Pero, podemos ensayar un poco para no perder la práctica.

_ Apaguemos la luz y verás cómo te paseo por nuestra galaxia.

Y colocando de inmediato la mano en el interruptor lo bajé.

Poco antes de sonar la alarma me despertó Lían de un susto al caer en mi cama.

_ Hola papá buenos días, dice mamá que el desayuno ya está listo.

Con los ojos casi cerrados vi la hora, faltaban 15 minutos para las 7:00 am.

_ Hola hijo ¿Cómo estás? Casi me matas de un susto.

_ Te amo papá, te esperamos para desayunar.

_ Dile a tú mamá que luego de tomar un baño bajo.

Entré a la ducha, tomé mi baño, cuando salí la cama estaba tendida y mi ropa encima como todos los días. Entonces me dije.

_ No sé como lo hace, pero Rita es una eminencia, apenas me levanto de la cama ella entra y la arregla. Ojalá no cambie nunca.

Bajando las escaleras escuché un alboroto de los niños, estaba entrando Vivian y ellos morían por su otra abuela, otra vez Rita trataba de calmarlos.

_ Niños, niños, Lían Damir Mc.night Fisher, compórtate por favor, Irlanda Daimar ven tú también.

_ Mamá, solo queremos recibir a la abuela Vivian.

Dijo Lían.

Y luego contestó Vivian.

_ Rita, déjalos por favor, solo quieren venir conmigo.

_ Sí Vivian, pero deben comportarse. Hola amor, tu desayuno está servido.

_ Hola Rita, Vivian. Buenos días,

Contestó Vivian:

_ Hola hijo mío, ayer me llamó Daimar preguntándome por ustedes, los estaba llamando y no le atendieron.

_ ¡Ay carajo! Olvidé llamarla, cuando recibí su llamada estaba en clase y no pude atenderla.

Y dijo Rita:

_ Yo vi su llamada y también olvidé devolvérsela.

_ Y hablando de tus clases ¿Cómo van tus estudios?

Continuó Vivian.

_ En una semana me gradúo, pronto seré psicólogo.

_ Te felicito, que pronto culminaste.

_ Ningún pronto, fueron cuatro años. Dile a la niñera que si este par de angelitos se portan mal los castigue. Ya vámonos Rita, estamos con la hora.

_ ¿Sin desayunar? Sabes que no debes y no me dejarás el desayuno servido, además, en la firma está Zairí, si llegamos tarde no habrá problema.

Al terminar el desayuno salimos a la firma. En el estacionamiento nos recibió Carlos Ramírez.

_ Buenos días señor, un gusto verlo por acá, tenía bastante tiempo que no venía.

_Carlos, buenos días, tu siempre tan atento.

Entramos y todos emocionados me saludaron. Fui a mi oficina y encontré a Margaret justo en la entrada.

_ Señor buenos días, bienvenido a su empresa, tiempo que no nos visitaba.

_ Hola Maggy ¿Cómo estás? He estado ocupado con la tesis en la universidad.

_ ¿Tanto como para no visitarnos? Se le extraña por acá, especialmente yo.

Mostrando una mirada perversa y un gesto con su boca.

_ Pasa, hablemos un poco ¿Cuéntame qué tal te va en el departamento de asesorías?

_ Me va bien señor, ya tengo cuatro años en el departamento y gracias a Dios estamos todos comprometidos con nuestro trabajo y manejamos bien la firma.

_ Me alegra Maggy. Me enteré que te compraste un carro y que tienes pretendiente.

_ Lo del carro es cierto, lo otro es solo un rumor, Juan Márquez y yo hemos salido un par de veces, pero mi cuerpo tiene un solo dueño, aunque usted tenga más de cuatro años sin tocarme.

Y cuándo me disponía a darle respuesta Victoria tocó la puerta, anunciando a Carlos Santaella, tuve que pedirle a Margaret que se retirara de la oficina.

Ella salió malhumorada porque una vez más la rechazaba.

_ Bienvenido Santaella, ¿Cómo estás?

_ Señor Damir, bien gracias a Dios.

_ Siéntate, cuéntame ¿Qué problemas tienes con la compra de los lotes de tierras?

Santaella hizo su exposición explicando los motivos de por qué tiene inconclusa la negociación, los propietarios habían elevado los precios. Llamé a Jade y consulté si podíamos arriesgar la compra de dichas tierras, no estaba actualizado con las cifras y márgenes de ganancia en la firma. Luego llamé a Rita y autoricé el pago a los vendedores.

Rita entró a la oficina, de inmediato le indiqué que llevara a Santaella con Zairí para que firmara la autorización del traspaso de los fondos.

Llamé a Vianney para pedirle una llamada a mi hija, ella aprovechó el momento para decirme que en recepción estaba un oficial de la armada hablando con Victoria, estaba preguntando por mí. Le pedí su nombre.

_ Alcancé oír sus apellidos señor, Ramones Sarda.

Contestó Vianney. Era mi primo Sebastián que me visitaba, ya era todo un marino.

_ Dígale a Victoria que lo haga pasar y luego me comunica con mi hija Daimar por favor.

_ Sí señor, como ordene.

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