Capítulo 1

Todo está oscuro, me siento mareada. Confinada en este pequeño espacio en el que no puedo moverme. Tengo los nervios de punta. Ni siquiera estoy segura de por qué estoy haciendo esto. El sonido de las máquinas a mi alrededor es ensordecedor.

De pronto un líquido entra por mis venas y me siento adormilada, mi ritmo cardíaco comienza a bajar y mi respiración es cada vez más pausada. Aún estoy alerta.

Comienzo a sentir un frío que recorre todo mi cuerpo. Lo siento por mis piernas y brazos y luego va subiendo poco a poco al resto de mi cuerpo. El frío cala por mis venas, y ya no puedo respirar con facilidad. Por primera vez en mi vida empiezo a sentir verdadera desesperación. Esta definitivamente era una pésima idea.

Intento gritar pero no puedo, el frío paraliza todo mi cuerpo, trato de enfocarme y no perderme en la desesperación y escucho la voz de mi rey en mi cabeza.

"No olvides tu misión, de tu éxito depende la vida de millones de personas. Contamos contigo".

Tranquilizo mis nervios, pero ahora es doloroso, mi cuerpo está engarrotado con el frío y me es imposible moverlo. Se oye el sonido de las máquinas a mi alrededor cada vez más lejos y siento una fuerte succión, como si me fueran a arrancar la cabeza. Ya no lo soporto, mi cuerpo ya no me responde y de pronto siento un vacío.

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La alarma del despertador suena y despierto agitada y sudando frío, otra vez el mismo sueño que he tenido desde que tengo memoria. No sé qué significa, pero cada vez que lo sueño, lo siento tan real en mi cuerpo como si me estuviera pasando en realidad.

Estiro mis piernas y brazos, los tengo muy adoloridos de la tensión en el sueño. Pero se está haciendo tarde y debo ir rápidamente a la escuela.

Me levanto de la cama y busco mis viejos jeans y me pongo una camiseta negra, unos converse y trato de peinar mi lacio cabello negro.

Miro al espejo y veo a la chica flaca y paliducha viéndome de vuelta. Definitivamente hoy no es mi día. Tengo un grano en la frente del tamaño del mundo, justo cuando debo presentar ante toda la clase mi proyecto de mejora ambiental. Intento disimular el grano con un poco de maquillaje.

Ni hablar, tomo mi mochila y bajo a la cocina a comer mi desayuno.

Mi madre ya está ahí terminando de hacer unos huevos para desayunar. En realidad huele delicioso, mi madre es una de las mejores cocineras del mundo. Debería abrir un restaurante, no sé que hace en el mundo de los bienes raíces.

Mi padre está sentado en la mesa tomando su café y leyendo las noticias en su tablet. Es todo un hombre de mundo y siempre quiere estar al tanto de lo que sucede. Trabaja en el sector financiero y ha hecho ricas a muchas personas.

- Alyssa apúrate. Hoy se te hizo algo tarde. Tienes todo listo para presentar tu proyecto? - preguntó mi madre con algo de interés.

- Buenos días mamá, sí, ya está todo listo. Gracias a Dios es el último proyecto del año. Ya sólo quedan los exámenes finales y al fin podré ser libre. - contesto un poco harta ya de la escuela.

- Libre por una semana después de tus exámenes, bien sabes que tendrás que entrar al curso preuniversitario y ponerte al día. Para ser una persona excelente debes esforzarte más que los demás.- dijo mi padre bastante serio. Díos por qué tenía que recordármelo?

- Lo sé papá, al menos podré descansar unos días y estar con ustedes en casa antes de mudarme al campus. - Le recordé a mi padre y comenzé a desayunar.

La universidad que había escogido estaba en una ciudad vecina que se encontraba a dos horas de distancia de mi casa, por lo que tendría que rentar una habitación en el edificio frente a la universidad y hacer todo por mi cuenta. Iba a estudiar lo que más me apasionaba en el mundo, literatura inglesa. Algún día iba a convertirme en una gran escritora.

Quería comenzar esa nueva etapa, pero al mismo tiempo, no quería dejar solos a mis padres. Los conozco bien y sin mí alrededor se volverán más fríos el uno con el otro, incluso temo que dejen de verse por días. Desde hace ya un tiempo los noto distantes y eso me tiene preocupada.

- Alyssa ya viste la hora que es? Vas a llegar tarde. - Mi mamá me sacó de mi ensoñación y me trajo de nuevo al presente.

Tome dos cucharadas más de mi desayuno y tome un pan tostado en la mano y me levanté de la mesa.

- Ya me voy. Los quiero. - les di un beso en la mejilla a mis padres y salí corriendo a la parada de autobús.

A lo lejos ví que mi camión estaba llegando a la parada y comencé a correr como nunca. No me considero una persona atlética, es más, nunca hago nada de ejercicio, pero mi cuerpo parece estar hecho para correr. Rápidamente llegué a la parada y me monte en el autobús.

Cómo siempre estaba repleto de gente, exepto por un lugar casi al fondo, así que me dirigí hacia allá. Estaba un joven bastante apuesto sentado a lado del asiento vacío. Cabello rubio, ojos grises y una expresión bastante fría en el rostro. Con razón nadie había tomado ese asiento.

- Te molestaría si me siento aquí? - Pregunté tratando de ser educada. Volteó a verme, y por poco me desmayo de la impresión. Wow, ese sí que es un hombre realmente atractivo, su rostro no podría ser más perfecto. Pero sus modales daban mucho que desear.

El tipo no me contestó, simplemente se limitó a ver hacia la ventana. Y como él no puso ninguna objeción, me senté a su lado.

El joven apuesto se levantó y sin decir nada bajó del autobús en la siguiente parada. Y yo de boba me quedé viendo como se alejaba ese ser perfecto de mi.

Sacudí la cabeza pensando bien que realmente un hombre así, jamás se fijaría en una chica como yo. Con pesar bajé del autobús y entre a mi escuela.

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