Capítulo 17

Alyssa bajó las escaleras detrás de Tristán. Pasaron por un largo pasillo y entraron por una puerta.

Adentro había un gran salón, cabían cómo 150 o 160 personas ahí, a un lado estaba una bola de cristal más grande que la que usaron las 3 L's en el Aquelarre.

-Está bola es la que asigna a los magos y brujos en sus colores respectivos, es indispensable en las iniciaciones. Tú iniciación será la próxima semana, junto con otras 3 personas que han solicitado entrar y tienen magia.- explicó Tristán.

- Y cómo le hacen para seleccionar quien puede y quien no entra a la fraternidad ?- preguntó Alyssa.

- Recuerdas los lentes que las tres L's llevaron a tu Aquelarre? Esos lentes detectan magia, sobre todo si tocan la bola de cristal, eso potencía la magia de la persona y es más fácil percibirla con los lentes.

- Osea que ya me hicieron la prueba a mi también.

- Sí, Lily y Evan son los encargados del reclutamiento y de hacer las pruebas a los solicitantes. Se les hacen alrededor de 3 fases de pruebas y los que las aprueban pueden entrar a la fraternidad.

- Ahora entiendo, y cuántas personas hay en esta fraternidad? - preguntó Alyssa.

- Somos alrededor de 100 miembros actualmente, de los cuales a lo largo del año, en promedio hay entre 35 y 40 miembros activos, excepto en días especiales, dónde todos deben participar. - le contestó Tristán.

- Días especiales?

- Sí, las iniciaciones por ejemplo, algunos Sabbaths o cuando se les pida a los miembros que se presenten, por algún acontecimiento importante.

En eso se abrió la puerta y una despampanante rubia entró al salón. Era delgada y muy hermosa, tenía el cabello largo hasta la cadera. Parecía una princesa.

- Tristán cariño, acabo de enterarme que llegaste y vine a saludarte. - dijo la rubia seductoramente mientras abrazaba a Tristán.

- Diana. Pensé que estabas de vacaciones. No deberías regresar hasta la próxima semana. - le dijo Tristán

- He venido a verte antes. - La rubia volteó a ver a Alyssa.- Ella que hace aquí? Sólo pueden entrar los iniciados en la fraternidad.

- Ella es Alyssa, mi novia y la próxima semana va a hacer su iniciación. - le explicó Tristán a la rubia.

- Novia? Desde cuándo el gran Tristán Taylor tiene novia? Tú me dijiste que no estabas interesado en planes románticos, que sólo te dedicabas al Aquelarre. - le reclamó Diana.

- Eso era antes. Vámonos Alyssa, voy a mostrarte mi habitación. - Tristán tomó a Alyssa de la mano y se la llevó.

- Hasta luego, mucho gusto.- dijo Alyssa mientras era arrastrada por Tristán.

Diana se quedó furiosa en el gran salón y veía mientras Tristán y Alyssa se alejaban.

- De verdad vamos a ir a tu habitación ? - preguntó Alyssa.

- Sí, es el único lugar en donde Diana no nos seguirá. Vamos.

Subieron las escaleras en el segundo piso había más de 15 habitaciones.

- Cuál de estás es la tuya? - preguntó Alyssa.

- Ninguna - Tristán siguió caminando y se paró frente a un pared, pronunció un hechizo y aparecieron unas escaleras.

Alyssa estaba asombrada, ambos subieron las escaleras y llegaron a un área dónde había 6 habitaciones.

- Aquí viven las 3 L's y Evan?- preguntó Alyssa.

- Si, ellos viven en estas primeras cuatro habitaciones. Pero ahorita no están. Están buscando todo lo necesario para las iniciaciones de la próxima semana- dijo Tristán señalando las habitaciones, siguieron caminando hasta llegar al final del pasillo - Esta es mi habitación, y esta sería la tuya, si me hicieras caso y te mudaras a la fraternidad.

Ambos entraron a la habitación que había dicho Tristán. Era una habitación enorme y tenía baño y vestidor propio. Tenía una cama matrimonial, un enorme armario y un escritorio con un librero. Los muebles eran blancos.

- No imagino cuánto tendría que pagar para rentar esta habitación. - dijo Alyssa.

- No tienes que pagar nada, estas habitaciones son parte de las prestaciones por ser de parte del círculo de los 6 magos. - respondió Tristán.

- Pero aún no hemos hecho la prueba, y si no tengo magia dorada?

- Pero el momento no te preocupes por eso. Vamos a mi habitación.

Ambos entraron a la habitación de Tristán. Su habitación era diferente, como una habitación de príncipe, tenía muebles grandes y majestuosos.

- Siéntate aquí - dijo Tristán señalando una silla. Alyssa lo hizo. Tienes el talismán que te di en la mañana?

- Sí, aquí está. - Alyssa lo saco de su cuello y se lo dió a Tristán.

Tristán tomó un caldero con agua y le agrego el talismán. Después recitó unas palabras y el talismán se volvió negro.

- Mmmm esto es muy extraño. - dijo Tristán.

- Que es extraño? - Se alarmó Alyssa.

- Pensábamos que ya estabas lista para la iniciación, pero esto demuestra que traes un maleficio. Aún hay trabajo por hacer. Mañana notifico a los demás. Ya es muy tarde, debemos descansar.

- Dijiste que casi no dormías.- le recordó Alyssa.

- Lo sé, pero eso no me impide descansar en mi cama. A menos que te quieras quedar conmigo. -ha dijo Tristán con una sonrisa pícara. Alyssa nunca entendía a Tristán, unas veces era frío como el hielo y otras caliente como el fuego.

Alyssa vio su reloj y se dió cuenta que pasaba de la media noche. Se levantó rápido para irse hasta su habitación a las afueras de la universidad.

- Es verdad, es muy tarde, debo irme.

- Es demasiado tarde para que salgas a esta hora, quédate en la habitación de a lado, está desocupada.

- Pero no he hecho la iniciación de la fraternidad aún, no creo que sea correcto. - Protestó Alyssa.

- Como quieras, solo te aviso que aunque estemos aún en el campus no es muy seguro a esta hora que estés afuera sola. Además seguramente te está esperando Diana abajo para interrogarte.

- Está bien. Me quedo. Que descanses.- Alyssa se levantó y se fué al otro cuarto.

Ahí se recostó en la cama, era la mejor que había probado en su vida y se quedó profundamente dormida.

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- Su Majestad, por favor olvídelo. Su hijo no me quiere. - dijo Alissa mientras lágrimas calientes caían por sus ojos.

- No, está escrito que ambos deben casarse. Dale tiempo, mi hijo es un cabezota, pero lo haré entrar en razón.- le dijo el rey.

- Su Majestad, nos invaden. - entró un soldado a dar la noticia.

- Hay que dar la alarma, tenemos que evitar a toda costa que entren al reino. - dijo el rey y volteó a ver a Alyssa- Ya sabes lo que tienes que hacer.

- Sí, su Majestad. - Alyssa salió corriendo y de pronto todo se volvió borroso.

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