CAPÍTULO 5.
Por Derek.
Por la noche, salí al balcón de mi habitación para disfrutar del aire fresco. Llevaba un rato allí, pensando en todo. Necesito estar fuerte para volver a tomar mi puesto, que por ahora ocupa mi padrino. Vi dos camionetas ingresar a la mansión y supe que la intrusa había regresado. Sonreí de lado por el apodo que yo mismo le había puesto. Ella elevó su vista hacia mí y me saludo agitando su mano, con una enorme sonrisa en el rostro. Yo la observe confundido y dudoso, le correspondí el saludo. Esa acción, por más normal que haya sido, calentó mi corazón. Eso fue extraño, pensé para mí mismo. Pero la verdad es que nunca recibí amor en mi vida, no después de la muerte de mamá al menos. Mi padre era demasiado duro conmigo y de no ser por mi padrino no sé qué habría sido de mí.
Un rato después, Franco ingreso a la habitación sonriente.
—Derekcito, te traigo lo que pediste. —Exclamo y yo quería asesinarlo con mis propias manos por llamarme así, pero que más da. No tiene caso.
—¿Qué tienes ahí? —Dije girando mi silla y tomando el sobre que me entregaba. Lo abrí, sacando la documentación que me entregaba Franco y comencé a leer su contenido.
“Confidencial.
Clark, Alexa.
Hija de: Constanza Clark y Antony D'amico.
Hermano: Sebastián Clark. Casado con Regina de Bruno. Un hijo en común: Bruno.
Estudios en fisioterapia, trabajo en Hospital de Sicilia. No posee ningún tipo de relación con sus padres, salvo algunas ocasiones en que su padre ha aparecido para traerle problemas. Es el jefe de una pequeña mafia. Su madre es una modelo de fama internacional.
No tiene amigos a la vista. Su último novio lo tuvo a los 20 años.
Vive sola en un departamento cercano al Hospital.”
—Bueno... Con esto bastará para que tenga un poco de confianza en ella. —Dije refiriéndome a la poca información que Franco consiguió.
—Nada pasa con la chica. A pesar de donde viene, su vida es la de una mujer normal. —Respondió Franco.
-Mjm, eso parece. —Dije pensativo y me quede observando a mi amigo durante un rato hasta que me anime a preguntar. —¿Aún no te reconciliaste con tu hermana? —Le pregunte.
—No lo hice. —Dijo Franco, suspirando.
—¿Qué te lo impide?
—No lo sé... Ha pasado tiempo... No sé si ella quiera verme. —Exclamo Franco.
—No lo sabrás si no lo intentas. —Dije, dando por finalizada la conversación cuando nos llamaron para que bajemos a cenar.
Los días fueron transcurriendo y yo seguía teniendo mis sesiones diarias de rehabilitación. Según Alexa, iba avanzando muy bien y yo lo notaba. Es decir, tengo esos cosquilleos en mis piernas y de a poco siento algunas sensaciones en ellas y el otro día, logre bajarlas del sillón de ruedas de manera inconsciente, lo cual dejo muy sorprendida a Alexa. En cuanto a nosotros, comenzamos a llevarnos mejor. Aunque yo tenía miedo. Sabía que tarde o temprano Antony D'amico sabría que su hija está en mi casa y vendría a buscarla. Porque así es ese miserable.
Después de tener el fin de semana libre de sesiones, el cual por cierto me lo pase trabajando, el lunes me dirigí nuevamente al gimnasio para tener una nueva sesión.
—Hola. —Dije asomándome.
—¡Hola Derek! —Has llegado temprano. —Dijo ella sonriendo.
—Eso creo. —Dije, pasando mi mano por mi cabello. —¿Me ayudas a subirme a la camilla?
—No.—Dijo ella negando con la cabeza. —Hoy no trabajaremos en la camilla.
—¿Y entonces qué haremos? —Dije preocupado.
Ella se dirigió hacia unas cuerdas que colgaban de unos tirantes, sobre una alfombra que contenía barandas a sus costados.
—¿Qué es esto?—Pregunte.
—Aquí, Derek, es donde darás tus primeros pasos. —Exclamo ella sonriendo.
—¿Qué dices?, ¿enloqueciste acaso? ¿Cómo podría hacer eso?
—Debo pedirte algo muy difícil. —Exclamo.
—¿Qué es? —Dije con notable frustración.
—Plena confianza en mí. —Dijo ella. —Necesitaré algo de ayuda extra, así que espero que no te moleste que haya llamado a Franco. —Dijo, haciéndolo pasar a la habitación.
No estaba seguro de todo esto. Pero decidí confiar en ella. Algo dentro de mí, decía que estaba bien. Que era una zona segura. Alexa comenzó a dar órdenes, las cuales Franco acataba obedientemente.
—Bien, Franco... Tómalo con cuidado y a la cuenta de tres, me ayudarás a ponerlo de pie. ¿Está bien?
Franco asintió y ella comenzó la cuenta regresiva. Cuando finalizo, entre ambos me ayudaron a poner de pie, sosteniéndome por los hombros.
—Bien. Derek, agárrate de esta cuerda. —Dijo ella y yo obedecí. Cuando se cercioró de que estaría bien, corrió la silla de ruedas lejos de mí para que no obstaculice. —Franco, ayúdalo a que tome esta otra cuerda. —Dijo.
Cuando estuve bien sujeto de ellas, Alexa coloco su brazo en la parte baja de mi espalda, ayudándome a dar los dos primeros pasos, lo que me hizo sonreír.
—No lo entiendo. —Exclame sorprendido. —¿Cómo es eso posible? —Pregunte.
—Derek. —Dijo ella, con empatía. —Volver a caminar no es algo que pasa y ya. Primero fueron los cosquilleos, las sensaciones, luego pudiste mover un poco los pies. Ahora intentaremos algo muy avanzado. Pero no es definitivo, esto llevará tiempo. Tropezarás, caerás, tendrás miedo, te frustraras, te enojaras, pero finalmente lo lograras. Solo debes prometerme que no te vas a rendir. —Dijo ella.
Asentí, levemente.
—Bien Derek, ahora quiero que tomes ambas barandas de cada uno de tus lados y repitas el procedimiento. Hazlo a tu tiempo.
Intente pero dolía demasiado. Me costaba mucho.
—No puedo... Yo... me duele. —Dije sufriendo.
Vi a Alexa y a Franco cruzar miradas y sonreír.
—¿Qué ocurre? —pregunte con el ceño fruncido. —¿Qué es tan gracioso?
—Sientes dolor. —Dijo ella.
—Pues sí. —Dije... Y entonces comprendí, esa es una nueva sensación.
—Te dolerá al principio. —Dijo Alexa. —Confía en mí, no te dejaré caer. —Dijo y yo me sentí un adolescente enamorado por esas palabras que salieron de su boca. Dios, esto es un castigo por todo el mal que he causado, ¿verdad?
Volví a intentarlo y logre dar dos pasos más, antes de necesitar sentarme urgentemente.
—Lo has hecho muy bien. —Dijo ella. —Mañana seguiremos.
—¿Qué tal si salimos un rato al jardín? —pregunto Franco.—Los tres.
—Me encantaría. —Exclamo ella.
—Está bien. —Dije y los tres salimos de la habitación, con Franco empujando mi silla de ruedas. Mi padrino venía entrando a la mansión y al vernos, sonrió.
—¿Cómo va todo? —pregunto.
—Padrino... Quiero que mañana vengas conmigo.
—¿A dónde Derek? —pregunto el confundido. —¿A caso estás dispuesto a volver a salir?
—No... Quiero que me acompañes a la rehabilitación.
—Sería un placer Derek. —Dijo sonriendo. —Me encanta ver que te haya vuelto la sonrisa, hijo. —Dijo él, posando sus ojos en Alexa esta vez.
Yo también estaba confundido. En serio, estoy sonriendo más de lo normal. Pero es normal, después de todo estoy volviendo a mover mis piernas. Pronto volveré a ser el Derek de antes. El temible y más sanguinario mafioso. Volvería para terminar con lo que deje inconcluso. Asesinaré a Antony D'amico y acabaré con todo ese reinado de locuras y atrocidades que hasta para mí eran demasiadas.
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Updated 36 Episodes
Comments
C Matacruz
qué hará su suegro cuando se entere que su hija está con el enemigo 😃😁☺️🙂😛😵💫😏😀🤪🙃😐🤔😝😆🤨😜😉😄
2024-10-02
1
San Aguirre
*has hecho
2024-03-01
3
Lisbeth Valbuena
franco preguntando a Alexa si su hermano Sebastián es feliz 😂😂😂 claro la esposa es su hermana 🤣🤣🤣 Derek caminara de nuevo y terminara con el padre de Alexa que es un desgraciado 😡
2023-03-16
2