Capítulo 14

Pasé el día riendo como un tonto, sé que no debería haber dicho eso a los niños, pero no puedo evitar que el día mejore molestándola a ella, mi querida niñera, bueno, no es mía, sino de mis hijos. Imagino que María Julia debe estar furiosa conmigo y eso hace que mi día sea aún mejor.

Miro mi reloj Rolex y son las cinco de la tarde, decido dar por terminado mi día de trabajo. Estiro mi cuerpo, tomo mi maletín y justo cuando abro la puerta, mi directora de marketing estaba a punto de tocar.

Soraya - Oh, perdón, casi te golpeo - dice como si estuviera avergonzada, su dulce forma de ser es más falsa que un billete de siete dólares.

Lincoln - ¿Qué quieres, Soraya? - le pregunto mientras miro a mi secretaria que está recogiendo sus cosas.

Soraya - ¿Puedes llevarme en tu coche, cariño? - dice acercándose y apoyando su rostro en el mío, recuerdo a la niñera cuya altura apenas llega a mis pechos, pobre mujer. - También puedo hacerte un sexo oral delicioso mientras conduces.

Siento una contracción en mi miembro, pero luego recuerdo que Soraya está pasándose de la raya. Decido no salir más con ella, me he convencido de que es por eso, y no por culpa de la entrometida niñera.

Lincoln - Lo siento querida, ya tengo chófer y además voy a tener la compañía horrible de mi secretaria. Lamentablemente, le prometí llevarla a casa, ¿no te gustaría tener que ir a su casa en los suburbios, verdad?

Miento, mi secretaria vive en un apartamento muy bien ubicado, pero mi ex amante no lo sabe. Megan revolotea los ojos y Soraya no queda muy contenta, pero decide negarse.

Soraya - Está bien, recuerdo que el director de Recursos Humanos se ofreció a llevarme, tal vez acepte - dice, y no puedo creerlo, ¿cree ella que me pondría celoso?

Lincoln - Bueno, me siento más tranquilo así, querida - digo y ella me mira con una sonrisa disimulada porque sé lo enojada que está.

Soraya - Bueno, hasta mañana - me da un besito en los labios y me sorprendo, luego se da la vuelta y se dirige al ascensor. Le hago un gesto de despedida y leo en sus labios que suelta una palabrota cuando se cierran las puertas del ascensor. Megan ya no aguanta más y comienza a reír.

Megan - Eres un cretino, ¿sabes? - dice mientras se coloca su bolso en el hombro.

Lincoln - Díselo a todas las mujeres que solo desean pasar una noche con este cretino aquí - digo mientras caminamos hacia el ascensor.

Megan - Eres repulsivo, Lincoln - dice y me divierto - Y por cierto, tengo un super coche que me regaló el señor jefecito.

Lincoln - No, falsificaste mi firma, eso es un delito - digo mientras ella se encoge de hombros, sí, mi secretaria falsificó mi firma en su cumpleaños para comprar un coche a su nombre, por supuesto, no me costaría nada, ella tiene mi total confianza y solo lo hizo porque olvidé comprarlo, porque realmente iba a hacerlo y ella lo sabía - Sabes que puedo denunciarte, ¿verdad?

Megan - Puedes, pero no lo harás. Hasta mañana, jefecito querido - sale lanzando besos, es toda una descarada, me tiene dominado.

Me preparo mental y físicamente para enfrentarme a la pequeña fiera que me espera en casa, a pesar de saber lo enojada que está, otra sonrisa se forma en mis labios, algo debo estar mal, necesito un psiquiatra porque disfrutar de esto no puede ser normal.

Tan pronto como llego a casa, los encuentro jugando en la alfombra de la sala, siento una felicidad como nunca antes al verlos juntos. ¿Será esta la sensación que algunas personas describen de que todo el cansancio desaparece cuando ves la sonrisa de quienes amas? Porque eso es lo que sucede, parece que no he trabajado en absoluto y que estoy ansioso por tirarme en esa alfombra y jugar también, ser parte de todo.

Liana es la primera en verme, su sonrisa se ensancha mostrando todos sus pequeños dientitos, es tan hermosa.

Liana - ¡Papá! - grita mi hija y corre hacia mí, me agacho y la levanto, inhalando su aroma a loción de baño recién salido.

Liam - ¡Papá! - llama mi bebé, no puede correr aún por su pie, creo que mañana los llevaremos al médico. Me acerco a ellos con Liana en brazos, coloco mi maletín que debería estar en el escritorio, sobre el sofá.

Lincoln - ¿Extrañaron a papá? Estaba muriendo de ganas de ver a mis gemelos favoritos - Digo mirando a niñera, quien no muestra más que rabia desde que Liana reveló mi presencia - ¿Tú también me extrañaste, María Julia?

Decido provocarla y de inmediato se sonroja, la entrometida niñera es muy inocente y transparente, me gusta que también haya sentido mi falta. Yo siento lo mismo por ella.

Julia - Señor, no sabe cuánto deseé tenerlo a mi lado hoy, Señor Lincoln - Ella habla dulcemente a mi lado para que solo yo la escuche, los niños están ocupados en una discusión sobre quién extrañó más, saber que ella deseó tenerme a su lado hace que mi corazón sea aún más feliz, sonrío feliz y me quedo sin palabras, pero la felicidad dura poco cuando ella se acerca y se pone de puntillas a mi lado, me inclino hacia ella para ayudarla - Para meterte la mano en el corazón y arrancarlo, luego te serviría de almuerzo. Lo que hiciste no tiene gracia, Lincoln.

Ahí está la María Julia que me gusta, ella no lastimaría a una mosca, la ignoro y sonrío, me inclino y inhalo su delicioso olor a lavanda que solía odiar.

Lincoln - Ah, María Julia, no sabes cuánto me emociona - Digo solo para molestarla más, ella se aleja y se sienta en el sofá, decido sentarme también.

Liam - ¿Papá, tú estás capado? - Abro los ojos sorprendido por la pregunta, ¿qué pregunta es esa? Cuando escucho una risa de María Julia, la miro fijamente.

Liana - ¿Y ya no puedes tener más hijos? - Ahora miro a mi hija que está sentada en mi regazo y sonrío.

Lincoln - ¿Quién dijo eso, hija? - Pregunto solo para confirmarlo, solo conozco a una persona capaz de decir eso, en realidad dos, pero mi secretaria no estuvo en contacto con mis gemelos hoy.

Liam - La tía Julia dijo que tú estás capado - Liam habla, sabía que tenía algo que ver con la niñera - ¿Qué significa eso papá? Ella me dijo que te preguntara a ti.

Liana - Ya te lo dije, bobito, papá ya no tiene pajarito y por eso él y la tía Julia no van a tener a nuestro hermanito - dice mi hija, la miro sorprendido y luego miro a la razón de mi enfado, ella se ríe en mi cara.

Julia - Fue la forma más fácil de explicarlo - dice encogiéndose de hombros - ¿Te gustó, señor?

Solo concuerdo, ah esta niñera me va a pagar, después de la cena juego un poco con los niños, luego María Julia y yo los acostamos en la habitación de Liam, pero en cuanto Liana se duerme, la llevo a su habitación, la tapo y cuando salgo de la habitación de mi hija me encuentro con la niñera saliendo de la habitación de Liam, ella me mira, finjo que no me vengaré.

Ella se dirige hacia su habitación y yo me quedo en su lugar, cuando ella entra, entro detrás de ella sin dejarle tiempo para pensar en algo, la apoyo contra la puerta y presiono mi cuerpo contra el suyo, ambos jadeantes por el movimiento repentino, noto el momento exacto en que su cuerpo se calienta al igual que el mío, mi miembro se pone más duro de lo que ha estado en toda mi vida.

Julia - ¿Q-qué estás haciendo, Lincoln? - Mi nombre saliendo de sus labios suena como la melodía más deliciosa que he escuchado en mi vida.

Levanto a María Julia en mis brazos, parece que no pesa ni cincuenta kilos, ella rodea sus piernas alrededor de mi cintura inocentemente, sonrío y presiono mi erección directamente contra su intimidad.

Julia - Lincoln - Mi nombre sale como un gemido de sus labios, no me contengo y la beso, devoro su boca como si lo necesitara.

Lincoln - ¿Lo sientes, María Julia? - Le digo y ella me mira con deseo en sus ojos - Por lo que parece, no estoy capado y mi pajarito está más vivo que nunca.

Hablo y veo el momento exacto en que el deseo desaparece de sus ojos y se refleja la rabia.

Julia - Suelta y sal ahora mismo, Lincoln - Ella ordena y la suelto a regañadientes, me doy cuenta de cuánto deseaba ese beso. Mierda, esto no debería haber pasado, miro de nuevo su enorme erección.

Lincoln - Lo siento, María Julia - Digo y salgo inmediatamente.

Mi venganza no debería haber sido así, esto despertó un deseo en mí, me gustó tenerla en mis brazos, quería haber poseído su cuerpo allí contra la pared, Y esto no puede suceder, los niños la necesitan, yo necesito a María Julia, y estar con ella complicaría todo no sabría cómo manejarlo.

Estoy debajo de la ducha con agua fría desde hace al menos treinta minutos y mi erección no disminuye, me niego a tocarme pensando en María Julia, sería grotesco, ella tan inocente y yo masturbándome pensando en esa maldita, porrazo. Presiono mi erección con la mano e inmediatamente siento un alivio, pero lo ignoro, apago la ducha, cojo una toalla y salgo del baño, me pongo solo unos boxers y me tiro en la cama.

Empiezo a pensar en accidentes, terremotos, huracanes y finalmente mi erección disminuye, esta niñera me pagará.

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Comments

Alba Hurtado

Alba Hurtado

julia me hace reir el no le gana una,pero me gusta como van ,que el ya ama sus hijos, llega a tuempo para estar con ellos,y julia le dio un golpe bajo a su hombria que es capado jajaja 😂 🤷 😁 😅 🙈 🤣 😂 🤷

2024-04-26

8

Zimaray Varrato

Zimaray Varrato

no aguanto🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2024-05-03

0

Zimaray Varrato

Zimaray Varrato

yo si hegozado con estos capitulo🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2024-05-03

0

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