Capítulo 10

Una semana ha pasado, hoy es lunes, los niños no regresarán a la escuela hasta la próxima semana. Hice que Lincoln fuera a la escuela para informar sobre el estado de Liam, y él dijo que Liana le haría compañía a su hermano, así que ella tampoco iría. No le informé que podía hacerlo por teléfono, le dije que tenía que ir allí y él fue. Increíblemente, Lincoln está cambiando. Cuando llega primero se va a su oficina, pero sorprendentemente solo deja su maletín allí y viene a reunirse con los gemelos. Los niños notaron el cambio en su padre y esto los hizo muy felices.

La señora Cindy no ha aparecido aún para ver a los gemelos. Ayer revisé su perfil de Instagram y publicó su publicación habitual de fin de semana con los niños como si estuviera pasando el día con ellos. ¿Quién querría ser en Internet algo que no es en la vida real?

Por otro lado, el señor Lincoln pasó el fin de semana con los niños en la sala de juegos. No me fui a mi casa porque Liam todavía está tomando medicamentos y ayer fue el último día. Y si Lincoln no está encima de él, incluso si pone una alarma en su teléfono, la olvida en el mismo momento. Debe ser por eso que su secretaria siempre le llama.

Y la señorita Soraya, el jueves por la noche apareció aquí en la mansión. Y cuando me desperté el viernes me la encontré en la cocina por la mañana, supuse que no pudo resistirse y durmió con ella. A mí realmente no me importa.

No es porque lo encuentre atractivo, con un cuerpo pecaminoso, que me involucraría con mi jefe o sienta celos.

El viernes, cuando vi a Soraya en la cocina, él apareció sin camisa, sudando. Me miró y noté que se puso nervioso. No entendí por qué se justificó diciendo que el sudor era porque venía del gimnasio. No estuve de acuerdo y no dije nada, simplemente salí de la cocina dejándolos solos ya que Jane no estaba allí.

Incluso ahora, mientras ayudo a Jane preparar el desayuno, estoy en Instagram y veo que Lincoln acaba de publicar una foto sudado mostrando el resultado de su carrera matutina. Dios mío, no podría resistirme a este hombre.

¿Por qué este tío tenía que ser tan guapo? Me obligó a seguirlo en Instagram. En dos años que tengo Instagram, solo tengo ocho fotos en mi perfil y solo tres son mías. Lincoln tiene muchas fotos, él publica una o dos fotos diariamente. Solo cien personas desconocidas me siguen, incluyendo la secretaria del señor Lincoln, Megan, quien me entrevistó y yo la seguí. Así que solo sigo a tres personas: Alisson, Megan y el señor Lincoln, es impresionante.

No pasa mucho tiempo antes de que Lincoln entre sudado. Se quita la camisa y el sudor gotea. ¿Cómo puede sudar tanto si no hace tanto calor? Pregunto mientras miro la pantalla del celular que él colocó sobre la mesa cerca de donde estoy cortando algunas rodajas de melón para los niños. Oh, Cristo, ¿corrió diez kilómetros? No puedo correr ni cien metros, soy muy sedentaria. ¿Cómo sería en la cama este hombre? Abro los ojos sorprendida por el rumbo de mis pensamientos y siento cómo mi rostro se pone rojo. Mi jefe se sienta a mi lado y me mira, luego muestra una sonrisa maliciosa en sus labios.

Lincoln - ¿Por qué estás sonrojada, Maria Júlia? - pregunta maliciosamente con una voz temblorosa, no me juzguen, solo estoy en mi período fértil. Solo he tenido una experiencia sexual, pero ¿qué importa eso? Tengo deseos. Todavía no he comprado un vibrador porque me da vergüenza, pero me toco con los dedos antes de dormir, aunque no lo he hecho desde que me mudé a esta casa.

Júlia - No estoy sonrojada, señor Lincoln - desisto de decirle que mi nombre es solo Júlia, ahora ya no importa.

Lincoln - Ah, sí lo estás - dice mientras toma un poco más de su batido que Jane le preparó y veo su garganta moverse al tragar. Vuelvo a tragar, ¿por qué todo con él parece tan erótico?

Julia – Es de subir y bajar escaleras señor – digo esforzándome al máximo para no tartamudear.

Lincoln – Y ¿crees en lo que estás diciendo, María Julia? – pregunta con una sonrisa cínica en sus labios y me siento avergonzada, enderezo mi postura.

Julia – ¿Y por qué no lo creería, señor Lincoln? – digo firmemente, él se da cuenta de que he retomado el control de mi cuerpo.

Jane – Con permiso, señor Evans, el café está servido – dice mientras termina de poner la mesa, yo termino de cortar todas las frutas que a los niños les gustan, Lincoln también ha aprendido a comer en la cocina con nosotros.

El celular de Lincoln suena y veo que es Dora, frunce el ceño y contesta.

Lincoln – ¿Pasó algo, Dora? – pregunta y escucha lo que ella dice y asiente – No te preocupes, Dora, te deseo una pronta recuperación, si necesitas algo, ponte en contacto.

Él cuelga y me mira después de respirar profundamente.

Lincoln – Desafortunadamente, Dora se cayó y se fracturó el brazo, no trabajará hasta que se recupere.

Jane – Pobre Dora, le dije a esa terca que su prisa podría terminar en tragedia, después le enviaré un mensaje.

Julia – Yo también.

Lincoln – Voy a darme una ducha, tengo una reunión importante hoy – dice, yo asiento sin darle mucha importancia – Pero antes te ayudaré a despertar a los niños.

Él dice y vamos primero a la habitación de Liana y me asusto al no verla.

Julia – ¿Dónde está ella? Antes de ayudar a Jane a preparar el desayuno, la vi aquí durmiendo tranquilamente – digo y Lincoln va al baño de Liana y tampoco está allí.

Lincoln – Vamos a la habitación de Liam – dice y salimos apresuradamente y encontramos a Liana acostada en la cama de Liam abrazando a su hermano, por Dios, daría cualquier cosa por ver esta bella escena siempre – Nunca seré lo suficientemente agradecido, María Julia.

Lincoln susurra en mi oído mientras está detrás de mí, su cuerpo parece enorme detrás del mío, mis piernas se debilitan al sentir su respiración detrás de mí, pero me obligo a prestar atención solo a los niños.

Julia – Tienes razón, nunca lo serás – digo y entro en la habitación, quería dejarlos durmiendo un poco más, pero eso cambiaría toda su rutina y eso me metería en problemas, así que decido despertarlos – Buenos días, mis angelitos, hora de despertarse.

Digo arrodillándome cerca de ellos y comienzo a besarlos, se quejan y se mueven, pero no se despiertan, Lincoln se detiene a mi lado solo observándonos.

Liana – Ahora no, mamá – dice mi princesa y me Congelo en el lugar, Lincoln también.

Liam – No puedes llamarla mamá, si no ella también se despertará, Liana – justo cuando Liam termina de hablar, noto que aún tienen los ojos cerrados, trago saliva sintiendo que mi corazón late más rápido que nunca, me levanto lentamente y miro a Lincoln, quien no parece enojado sino triste.

Julia – Y.yo.yo – No sé qué decir, mi jefe se da cuenta de mi dificultad para decir algo en este momento, o para actuar, respira profundamente antes de hablar.

Lincoln – No te preocupes, tómate unos minutos para ti, yo despertaré a los niños – dice, no respondo y salgo de la habitación, yendo al jardín, mi segundo lugar favorito de la casa, el primero es el abrazo de los niños.

Estoy en conflicto interno, por Dios, me consideran una madre, amo a los niños, quiero darles todo mi amor y cariño, pero no pueden llamarme mamá, simplemente porque ya tienen una, no quiero ser una impostora o lo que sea que eso me convierta.

¿Qué pensará la madre en Internet sobre esto? ¿O el señor rudo y atractivo? Dios mío, ¿me despedirán? Ah no, firmamos un acuerdo, así que estoy segura en ese aspecto, pero ¿realmente lo estoy?

¿Cómo voy a hablar con los niños sobre esto? Decirles que no pueden llamarme mamá porque ya tienen una, y que está viva, eso rompería sus pequeños corazones, lo sé porque eso es lo que yo quería que sucediera conmigo en mi infancia.

Lembro de las noches en las que era pequeña deseando que una familia de buen corazón apareciera y me llevara lejos porque yo, incluso a los cinco años, ya no quería estar al lado de mi madre porque tenía que esconderme para no verla tener relaciones sexuales con borrachos, drogadictos o cualquier hombre que apareciera.

Dejo que algunas lágrimas caigan, la situación con los gemelos es diferente, solo tienen una madre ausente, no una drogadicta, y si algún día ella regresa queriendo la misma oportunidad que Lincoln tuvo, queriendo ser la madre del año?

Sería demasiado egoísta si no encontrara esto genial, porque fue la misma oportunidad que le di a Lincoln.

Como estaban prácticamente dormidos, creo que no lo recordarán, pero es algo que desean, así que en algún momento volverán a hablar de eso, y espero estar preparada para conversar al respecto. Dejo que una pequeña sonrisa se escape, me encantaría ser su madre, pero luego más lágrimas caen, no puedo hacerlo, ellos ya tienen una madre.

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