Atada a Ti
Mason
Voy rumbo a la empresa por la ventanilla veo como el sol comienza a destilar los primeros rayos de la mañana. Está un poco caluroso para mí gusto, odio el verano, las altas temperaturas y todo lo que implica sudar.
Pienso en todo lo que me dijo mi abuelo Dominic con respeto a casarme, soy su único nieto y quiere verme con una familia antes de partir al otro mundo. Mis padres no paran de dar lata con el mismo tema. Eso me pone de mal humor que ni yo me soporto.
Llegó a pasos rápidos que la secretaria no puede seguir mi ritmo, Marc ya está en la oficina con mi café en
el escritorio, tomo asiento. Cuando ya nos encontramos los dos solos lo invito a sentarse.
-Señor ¿Cómo está? - me molesta tanta formalidad hace años que nos conocemos y no puede tratarme de
"tú", - ¿Para qué me llamo?
-Quiero que pongas un aviso en el diario, escucha bien lo que te voy a decir, para solicitar una esposa - Marc
abre los ojos como platos.
- ¿A qué se debe está decisión? Si se puede saber - pregunta con mucha curiosidad.
-Es una tonta, pero eficaz decisión. Mi abuelo quiere verme casado antes de morir, también para que sea su único heredero - me giro en la silla quedando otra vez frente a los ojos de Marc - Dominic no debe enterarse de lo que estoy planeando ¿entendido?
-Como usted ordene - dice - pide algún requisito en especial.
-No, pero eso te lo dejo a ti, me conoces bastante, para saber mis gustos. Solo trata de que no sean locas
obsesivas.
Asiente saliendo por la puerta, yo medito todo lo que voy a hacer, tengo que ser muy precavido para que no sepan mi secreto. Luego me concentro en los papeles que tengo delante de mis ojos para firmar.
Después de un día agotador regreso a mi casa, es una mansión grande, yo diría un castillo gigante. Tiene como cinco pisos, una cocina grande con comedor, sala de estar y juego, piscina, campo de golf, tenis y fútbol. No es nada comparada con la hacienda que tenemos en el campo, allí tenemos caballos, son los animales que más amo en el mundo.
Bajo de mí auto, un lujoso BMW Serie 7, son mi otra pasión. Entro por la puerta de servicio para evitar a mi madre, cuando logro mi cometido, corro por las escaleras. Saco un jens negro, una camisa rosa del vestidor para la ir está noche a mi club nocturno, "Wild Heart".
Mí club se llama como soy yo, un corazón imposible de domar, tampoco creo que exista la mujer que lo pueda hacer y cumplir mis exigencias. Espero que Marc encuentre la adecuada para el trabajo de esposa, que no cause ningún problema y que sea del agrado de mis padres porque estaré frito si eso no sucede.
Ya más relajado, ingreso a la ducha, dejo que caiga la agua por mi piel. Es algo sumamente hermoso sacarse el
estrés, después de unos minutos, salgo para vestirme. Pero antes voy a tomar una siesta de media hora.
Despierto una hora más tarde, busco la ropa apresurado. Ya son las diez de la noche, quede con Ricky a la diez y media en el club. No le gusta mí impuntualidad seguramente se va a enojar.
Estando listo bajo, y me encuentro a mi madre tomando café con Eunice, esa mujer me desagrada. Siempre quiere vender a su hija al mejor postor, varias veces intento que yo me casará con su hija. Finjo ir distraído por lo que salgo tan rápido que no les doy tiempo de saludar.
Conduzco por la carretera principal, mis pensamientos se centran en Olivia, siempre me he preguntado ¿Qué hubiera pasado con nosotros dos sí ella estuviera con vida? Es lo que nunca va a tener respuesta.
++++++++++++++++++
Emily.
Soy una mujer que últimamente he cambiado de trabajo un millón de veces, por decirlo de alguna manera, la enfermedad de mí hijo a provocado estragos en nuestra rutina diaria. Nunca sabes si va a tener una recaída o no y lo peor de todo, es que, su padre nos abandonó cuando supo lo que pasaba con él.
He cargado con esto yo sola, en ocasiones, ya no sé si seguir a delante o darme por vencida. Pero mi niño me necesita solo lo hago por su bien estar. Muchas veces tiro la toalla, aunque mi madre y Ava, mi mejor amiga, no dejan que me rinda sin antes luchar.
Como todos los días, me levanto temprano para ir a trabajar. Tengo varios empleos, la enfermedad de Liam, no me deja otra opción. Algunos son de medio tiempo, otro por la tarde y uno es por la noche. Mamá lo cuida, ya que vivimos con ella, nos mudamos cuando perdí mi casa que fue embargada por el banco. Jacob, el padre de mi hijo, la hipoteco, cosa que yo no sabía. Un día, los empleados del banco, llegaron y se llevaron todo solo nos permitieron sacar la ropa.
Mi impotencia, dolor y odio por esa persona que decía "amarnos" no valía nada. Desde ese día me jure a mí
misma nunca más volver a enamorarme, tampoco derramar lágrimas por un patán que solo destrozo mi corazón.
Desde entonces me dedico en cuerpo y alma al único ser que merece todo mí amor. Todo el esfuerzo para salir de este infierno es por él.
Hoy me toca hacer limpieza en una casa de ricos. Por la noche trabajo de mesera en un club nocturno, en ese lugar la paga si es buena. La mayor parte de mis ingresos es para pagar el tratamiento de Liam.
Desayuno rápido para poder alcanzar el autobús, tomo unos sorbos de café y subo a darle un beso a mi hijo. Al ver que se encuentra dormido, lo contemplo desde la puerta es un ángel inocente que no tiene la culpa de nada. Me acerco sin hacer ruido, aunque no se da cuenta de mi presencia, ya no me demoro más sino voy a llegar tarde.
Alzo mi bolso del respaldo de la silla, colocándolo en el hombro y salgo caminando hasta la parada del autobús. Una hora tardo en llegar a destino, llegó e ingreso por la puerta de servicio, voy a un cuarto asignados para las empleadas para cambiarme de ropa y ponerme el uniforme, que consiste en un vestido blanco hasta las rodillas, delantal negro en el frente, pelo recogido y zapatillas blanca.
Solo estoy a cargo de limpiar habitaciones, cambiar sábanas, toallas y quitar el polvo de los muebles. La que
siempre limpio es la principal, que es de la dueña y su marido, también la de sus hijos, en total son tres la más importante. Las demás solo cuando me lo piden.
Durante el tiempo en que realizo mi trabajo nadie me interrumpe, la única autorizada de decirme algo es la
encargada del personal, Carmen, es una persona muy amable, simpática y humilde porque nunca tiene algo que reprocharme.
Luego de varias horas de limpieza, cambio el uniforme por mi ropa un poco más cómoda. Vuelvo a subir en el
transporte público para volver a casa, era tanto el cansancio que casi me duermo, al bajar mis párpados sé cerraban por el sueño que tenía.
Al entrar en casa no sé escuchan ruidos, es algo que me parece raro, paso por la cocina y nada. En la mesa de la sala veo un trozo de papel con un mensaje:
"Fuimos al parque un rato, no te preocupes en un rato volvemos. Besos y descansa"
Una sonrisa se aparece en mi cara. Mi madre es el mayor respaldo que tengo en esta vida, sin ella no sé qué hubiera hecho.
Preparo algo ligero para comer, después camino hacia mi habitación. Llevo un toallon en la mano y me meto en la ducha, el agua es deliciosa en un cuerpo cansado. Salgo porque el sueño amenaza otra vez, ahora si no quiere dejarme en paz, cuando termino de secarme, optó por un vestido corto como pijama.
Ya no doy más del sueño así que me recuesto en la cama, en menos de dos minutos me duermo.
++++++++++
Abro lentamente los ojos, Liam se encuentra a la par mía completamente dormido, estiro el cuerpo y con pereza me levanto. Observo el reloj que tengo sobre la mesa de luz, son casi las cuatro de la tarde, hoy me toca trabajar de noche. De solo pensarlo me da dolor de cabeza.
Bajo buscando a mi madre, la encuentro sentada bebiendo jugo de naranja, al parecer no se da cuenta de que
yo estoy bajando las escaleras. Estiro la mano para arrastrar la silla y sentarme a su lado.
-Hola mamá - digo, ella solo muestra su sonrisa - ¿Cómo estás?
-Hola bien cariño ¿y tú? - pregunta, pero ya sabe cuál es mi respuesta.
-Cansada mamá, hoy me toca trabajar por la noche.
-Lo sé corazón, no te preocupes todo saldrá bien, yo cuidaré de Liam. No estés triste – habla acariciando mi espalda en un gesto de "no te rindas".
-Gracias, sino te tuviera no sé qué haría - corren unas lágrimas por las mejillas que ella seca con sus dedos.
-Pero estoy aquí cariño, ya no pienses en eso - giramos nuestras miradas a la escalera para ver bajar
sumamente contento mí hijo. Amo cuando tiene esa energía, súper contagiosa y no está decaído por el vómito, que es síntoma de su enfermedad.
Nos abraza a las dos juntas, riéndonos a carcajadas porque casi me caigo de la silla.
-Mami ¿Podemos ver una película? - habla Liam, mamá hace un gesto con la cara para que le diga que sí.
-Si está bien ¿cuál quieres ver? - va pensando hasta sentarse en el sofá de la sala.
-Podemos ver "Coco" - dice con una sonrisa.
Yo me siento a su lado, enciendo la televisión que la conecto a mi celular para buscar la película, en unos minutos comienza. Él se acurruca bajo mi brazo, en la mitad empiezo a ver la hora, pero aún es temprano.
Liam se levanta para buscar algo que comer, trae un vaso de leche y galletas de vainilla. Lo observo de lejos su
pelo rubio ya creció de nuevo, esos ojos color miel volvieron a tener el brillo de antes y aumento de peso comparado hace dos años atrás.
Cuando termino de ver la película, corro a darme un baño, acomodo mi uniforme en la mochila y solo llevo puesto el pantalón jens negro para que se me facilité cambiarme en el club. Tengo que salir una hora antes del horario de entrada, ya que el lugar queda retirado de mi casa, es en la zona céntrica de la ciudad.
Beso a mamá, a Liam que se encuentra pintando. Él no hace preguntas ya sabe que su madre tiene que trabajar para costear su tratamiento, solo sonríe. Reviso la mochila antes de salir, estando todo listo, abrazo a mamá y me voy.
Por la ventanilla observo una ciudad con mucho movimiento, personas que vuelven a sus hogares y otras van a juntarse con amigos. También se debe a que es viernes, nadie quiere quedarse en casa. Bajo a media cuadra, son más de las siete de la tarde, el sol ya comienza a desaparecer en el horizonte.
El club "Wild Heart" abre sus puertas a la nueve de la noche, llegó justo a tiempo, mi compañero Lucas me está esperando. Ingresamos juntos, yo cambio la remera por una camisa blanca mangas largas, una chaqueta negra, sandalias altas y un logo en forma de corazón con el nombre del club.
Mi trabajo consiste en servir bebidas a los clientes, todos los que llegan aquí son millonarios, más de uno quiso ofrecerme dinero por sexo, claro que no he aceptado no quiero más problemas de los que ya tengo.
Tampoco sé quién es el dueño, nunca lo he visto o yo no lo conozco. La noche va pasando lentamente, llevo un par de tragos a la mesa cinco, donde están cuatros señores mayores conversando, dejo el pedido y volviendo alguien me choca, su cara de desagrado lo dice todo.
-Perdónnn - intento disculparme, pero parece que no le convence.
-La próxima vez fíjate por donde caminas - objeta molesto, sus ojos son penetrantes casi intimidantes que me
obliga a bajar la mirada. No respondo a su grosería, vuelvo a mi puesto y él me mira de vez en cuando. Que sujeto más arrogante que pueda existir.
Cuando terminamos nuestro turno, ese sujeto todavía no se ha marchado, está hablando con el gerente, Mateo. Lucas se ofrece a llevarme y acepto encantada. El cansancio me vence que me duermo apenas llegó a la cama.
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Comments
Maria Hernandez
Hola muy buenas noches muy buen inicio de la historia voy a seguirla leyendo para ver cómo se va a desarrollar la trama.
2024-08-19
1
Margelis Lucía Izarra Laguna
ha provocado
2024-08-02
1
San Aguirre
*hacienda
2023-05-23
0