¿QUE HACES AQUI?

Algunas veces me pregunte ¿Cómo hubiesen sido las cosas si en su determinado momento hubiese permitido a Mateo brindarme una explicación? Quizás si cometí un error garrafal al ser tan inmadura y orgullosa, pero ahora es demasiado tarde para arrepentirse, luche contra todas mis fuerzas para mantener enterrados todos los sentimientos que habían en mí hacia él, pero quizás ya es hora de creer de que el destino si existe y que a

veces lo estropeamos todo por nuestras malas decisiones, mientras continúo derramando lágrimas como cataratas suena mi teléfono, contesto al ver que es Daniel.

📱Daniel: Vale ¿dónde estás?, tienes una junta importante

📲Valeria: cancela todo, en estos momentos no me siento bien (llorando)

📱Daniel: ¿qué ocurre? ¿por qué estás llorando?

📲Valeria: no sé qué hacer con esto que siento, no sé cómo asimilar está situación

📱Daniel: dime dónde estás, voy para allá

📲Valeria: voy para el apartamento

Cuelgo la llamada, ya llegando al apartamento, puedo ver a un hombre alto de espaldas junto a la puerta de este

Valeria: ¿en qué le puedo ayudar? (Se gira para verme y me sorprende ¿Qué hace él aquí?) ¡Tu¡¡

Sandro: Vale mi vida

Valeria: ¿qué haces aquí? (Voz fría y distante)

Sandro: ¿te encuentras bien? (Me acerco a ella)

Valeria: eso es algo que a ti no te importa (volteo mi rostro y voy a abrir la puerta)

Sandro: ¿estás segura? Por favor permíteme explic…

Valeria: no me interesan tus explicaciones y más te vale que desaparezca de mi vida por qué si no te vas a arrepentir

Sandro: no… (Detengo la puerta antes de que la cierre) debes creerme

Valeria: Dios, qué me vas a decir… espera… ya lo sé, me vas a decir que ella te engaño, te engatusó, te utilizo sin que te dieras cuenta y por eso me dejaste plantada en el altar

Sandro: ….

Valeria: como lo imaginé, por qué no me haces un favor y te desapareces de la faz de la tierra, antes de que mi pequeña sorpresa te alcance

Sandro: tú no serías capaz de hacerme daño

Valeria: oh no, no digo sí, es que tú no sabes algo… a mí el que me la hace me la paga

Daniel: Vale… te encuentras bien (asiente) ¿qué hace este imbécil aquí? (Furioso)

Sandro: yo solo deseo arreglar las cosas con Vale

Daniel: ¿me estás jodiendo? Tú no tienes nada que arreglar con ella así que lárgate antes de que te reviente la cara

Valeria: Por favor (colocó una mano en su hombro) no vale la pena

Sandro: voy a volver (doy media vuelta y me marcho)

Valeria: te estaré esperando (sarcástica)

Daniel: ¿qué quería ese imbécil?

Valeria: quiero que inicies todo el plan en contra de él y de mi querida Erika, quiero verlos sin nada (asiente)

Daniel: Valeria (gira su rostro hacia mí y veo como empiezan a deslizarse sus lágrimas sobre sus mejillas)

Valeria: se va a casar, se va a casar… y… yo no sé qué hacer, me siento angustiada, devastada es como si me cogieran el pecho y atravesarán mil agujas en el

Daniel: Vale debes tranquilizarte, eso le hace daño al bebé

Valeria: cómo quieres que me tranquilice si el muy imbécil ni siquiera quiere hablar conmigo

Daniel: ojo por ojo

Valeria: en este caso no, soy la madre de su hijo

Daniel: pero él no lo sabe

Valeria: pues lo sabrá y no se puede casar por qué él debe estar conmigo

Daniel: no estás siendo razonable

Valeria: ¡Me importa un pepino la razón!!

Daniel: Vale…

Valeria: aaaahh, Daniel me… duele aaahh (llevo mi mano hacia mi vientre)

Daniel: Vale… calma

Valeria: Daniel… (Llorando) me duele (con su mano en el vientre)… due… le mucho

Daniel: tranquila, vamos al médico, calma

Me levanta en sus brazos y salimos del apartamento, al llegar abajo y dirigirnos a buscar el auto vemos pasar a Mateo este parquea y se baja de inmediato llegando hasta nosotros corriendo

Mateo: ¿qué sucede?

Valeria: aaahh… me… duele

Daniel: debo llevarla a la clínica

Mateo: vamos en mi auto

Daniel: yo la puedo llevar

Mateo: ahora no es momento Daniel

Daniel: está bien

Me suben al auto y Daniel se coloca a mi lado sosteniéndome entre sus brazos mientras Mateo conduce

Mateo: calma, todo estará bien

Valeria: mi bebé… no quiero que le pase… nada (llorando)

Mateo: estarán bien, los dos estarán bien

Daniel: así es Vale, debes calmarte el bebé estará bien

Después de unos minutos llegamos a la clínica donde de inmediato me ingresaron a urgencias, "solo quiero que mi bebé esté bien".

Me realizan un monitoreo y revisan que todo esté bien, el doctor me pide descansar por un momento mientras le avisa a Daniel, después entra este junto con el doctor y me sorprendo al ver que Mateo sigue aquí lo cual me emociona un poco por qué sin saberlo está velando por el bienestar de su bebé.

Daniel: ¿cómo te sientes? Sostiene una de mis manos

Valeria: ya mejor

Doctor: la Sra. Scott debe mantener reposo absoluto, debe evitar el estrés y situaciones que alteren su estado emocional debido a que ha presentado pequeños síntomas de aborto por eso siempre las primeras semanas deben cuidarse ya que en estas es cuando más se puede generar una pérdida. Así que por favor manténgase calmada y aliméntese saludablemente y tome sus vitaminas, evite cualquier situación que le genere estrés, por lo pronto la mantendremos monitoreando por unas horas más

Daniel: no se preocupe doctor, yo me encargaré de todo

El doctor asiente y sale de la habitación, mientras veo como Mateo se queda de pie junto al marco de la puerta mirando en un punto fijo

Daniel: iré a la cafetería, te traeré algo para que comas

Valeria: gracias (asiente y sale de la habitación) ¿Por qué estás aquí?

Mateo: supe que estuviste en la empresa

Valeria: yo… lo lamento… solo quería hablar contigo (mirándolo fijo)

Mateo: ¿tan importante era como para que fueras directamente?

Valeria: era algo importante, pero no te preocupes ya no vale la pena

Mateo: ¿eres consciente de que la última vez que nos vimos fue mi despedida?

Valeria: lo soy… y por eso mismo…

Mateo: no Valeria, me canse, me canse de buscarte, de insistir… de amarte… no te imaginas como me desgarro el alma al saber que estas embarazada y pensar que pude haber si yo el padre de tus hijos, pero tu orgullo pudo más y nunca me quisiste escuchar (con lágrimas en sus ojos)

Valeria: tienes razón… y merezco tu desprecio solo te pido que me escuches

Mateo: ahora soy yo quien no tiene nada más que hablar contigo, (con voz serena) espero y tu bebe siga creciendo sano y fuerte igual que su madre, perdóname lo que menos necesitas es esto

Valeria: es por ella ¿cierto?… volvió para recuperarte o quizás nunca te perdió ya que se van a ca…

Mateo: no sé de qué hablas y por supuesto que no es por ella… es por ti y por mí, aquí no hay más culpables… espero y seas feliz (me acerco a ella y acaricio su hermoso rostro con mi mano) con el hombre

que has escogido como tu nuevo amor (sale de la habitación)

Valeria: ¡Mateo!! ¡Mateo!! Ma… teo, escúchame por favor (en un susurro, llorando) porque no me escuchas

Algunas veces pensamos que nuestras acciones por más pequeñas que sean no tienen consecuencias, yo estoy pagando ese error en estos momentos, lo desprecie tantas veces que ahora él está haciendo lo mismo conmigo y no lo culpo, está en todo su derecho, solo que es más difícil de lo que parece, la impotencia de no poder defenderse  y explicar, de sentir que tu voz no es lo bastante fuerte para hacer que te escuchen o que tus sentimientos son lo bastante insignificantes para no tenerlos en cuenta, ahora sé lo que él sintió porque ahora yo lo vivo en carne propia.

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