Serás feliz.

-Señorita debes intentar comer un poco más- le dijo la señora Jones que se encontraba sentada al otro extremo del pequeño comedor que estaba en la cocina. El lugar donde se encontraban conectaba con dos puertas aparte de la puerta que lleva a la salida de la mansión; una era hacia un gran almacén donde se guardaban los alimentos y la otra era a una gran estancia con un comedor largo con muchas sillas. “se debe de reunir toda la familia a comer” pensó.

El hambre que tenia momento atrás, había desaparecido. Jugaba con la cuchara paseándola sobre el plato servido de sopa que la ama de llaves le preparó.

-Intente, aunque sea un bocado más. Siento no haberle preparado algo más elaborado, le prometo que mañana y los días futuros la abasteceré de buenos alimentos-

- No se disculpe señora Jones, esta sopa es deliciosa, es solo que no tengo mucho apetito-

-Puedo entender que estas nerviosa. Una boda en dos días no es un juego de niños, conozco la situación en la que te encuentras, debes estar agobiada que todo esté sucediendo tan deprisa. No dudes en pedirme lo que sea necesites, estoy aquí para ayudarte- las palabras de la señora consolaron a Lidia.

- El señor…- se quedó a media frase, no se animaba a formular la oración, que podía preguntar ¿Por qué es aterrador? ¿Por qué necesita una esposa? La señora Jones la observó.

- El señor Lennox- dijo la mujer- espero puedas permitirte conocer al señor Lennox, él... es una persona complicada- no dijo nada más, la señora Jones se perdió en sus propios pensamientos, después sonrió – No te preocupes señorita, sé que serás feliz en el futuro- aseguró

En su mente, Lidia no podía ver un futuro alegre. Intento imaginarse sonriendo frente al señor Lennox, y le pareció descabellado. Primero volarían los cerdos antes de estar toda melosa con él.

Viendo que no probaría ningún bocado más, la señora Jones, la observó, como parecía estar perdida en sus pensamientos. Esta mujer era hermosa, su rostro delicado y sus rasgos finos, la gentileza e inocencia que radiaba en su mirar y caminar, le traían calma y con eso oraba porque también le trajera paz al señor Lennox. Confiaba en que la señorita Paige, era la indicada para dicha tarea.

- ¿Deseas regresar a tu habitación? - asintiendo, ambas se levantaron de sus asientos; Lidia no sabía qué hacer con su plato, termino sosteniéndolo en sus manos.

- Deje eso señorita Paige- la regañó. No entendía porque limpiar lo que había ensuciado era motivo de regaño. Recordó que, en su hogar, siempre repartían los quehaceres. Si unas cocinaban, otra limpiaba.

- Por supuesto que no, debo limpiar, usted me preparo esto, es mi turno de hacer algo-

- No hace falta, solo déjelo sobre la mesa. Mañana llegaran los empleados de la cocina, ellos se encargarán de todo, no se preocupe- sin discutir, accedió dejando el plato sobre la pequeña mesa, en la que estaban.

La señora Jones la guio de regreso hasta la puerta de su recamara, antes de que se despidiera, Lidia le preguntó.

-Señora, me da vergüenza, pero, no sé dónde se encuentra el interruptor dentro de la habitación-

- Oh señorita, no se preocupe yo le digo-. Entro primero, mientras la joven esperaba en el pasillo. La recamara se ilumino, entonces se abrió paso adentrándose.

Lidia miró como la mujer la esperaba a un lado de la puerta

-Señorita, el interruptor se encuentra aquí- señalo detrás de la puerta.

- Muchas gracias por ayudarme-

- No tienes porque- la señora inspecciono la habitación y su vista reparo en la única maleta donde se encontraban sus pertenencias que yacía en el suelo.

- ¿Ese es todo su equipaje, señorita? - asintió en repuesta

- ¿Desea que le ayude a desempacar? - Lidia rio leve.

- No hace falta señora Jones, como puede ver, no es demasiado, puedo hacerlo yo misma. –aceptó, optando por retirarse esta noche.

- Entonces, la dejo. Estoy segura que desea descansar, mañana será un día ocupado- con una leve reverencia, se despidió de ella. Lidia le deseo una buena noche y de nuevo quedo a solas en la gran habitación.

La verdad era que no tenía ganas de dormir, tal vez porque lo hizo durante el día. Opto por tomar un baño. Levanto su maleta del suelo, saco un vestido demasiado viejo que usaba como pijama. Se integró al baño y este la sorprendió. Las paredes eran de mármol, era muy amplio. Un estante había telas suaves y esponjosas para que pudiera usarlas para secarse. Líquidos aromatizantes para que pudiera lavar su cabello y cuerpo. Se acercó a la tina procediendo a llenarla y roció un aromatizante con olor a Jazmín. Estando listo. Se deshizo de su ropa y se integró en la bañera sintiendo como su cuerpo entero se relajaba.

Al salir del baño procedió a cepillar sus cabellos con un peine que se encontraba en uno de los cajones del tocador, sabía que mantenerse ocupada en los mínimos detalles evitaba que pensara en el pasado y en lo que estaba por venir.

Al término de su aseo personal, se quedó sentada en la silla. Sin nada que hacer se levantó y apago las luces. Se echó en la cama con determinación a dormir. Daba repaso lo que había ocurrido durante el día.

Se despidió de su familia, viajo más allá del centro del pueblo, algo que nunca había hecho, durmió durante el día, conoció al hombre que más la había intimidado en lo que llevaba de vida, tomo un baño y ahora estaba de nuevo descansando. No es mucho comparado con lo que, hacia antes, ¿entonces porque se siente agotador?

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Comments

Gela Cardenas

Gela Cardenas

esta hermososima

2023-02-01

2

Rosa Martinez

Rosa Martinez

si fotos de los personajes

2022-11-03

1

Luz esmeralda Posso Acosta

Luz esmeralda Posso Acosta

escritora no nos ha regalado ni una foto y la verdad me está gustando mucho la novela

2022-11-01

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