16_ Con muertos yo no hablo.

CARLOS

Su imagen está clavada en mi cabeza, esta embaraza y las dudas crecían al saber que tiene cinco meses, el tiempo exacto que se había marchado de Los Ángeles, acá algo no me cuadraba más al verla llegar con el noviecito, se veía feliz y el embarazo le sentaba muy bien, necesito hablar con ella que me aclare mis dudas, no hay que sumar dos más dos, para saber que esa hija es mía, porque yo fui el primero y de eso estoy seguro. Salgo de la habitación que comparto con Lorena, en estos meses se ha convertido en mi pasatiempo favorito, tanto así que la invite a pasar las fiestas conmigo, camino por el pasillo, bajando las escaleras, cuando la encuentro con Alex quien le acaricia la cara, que escena más tierna, están para portada de revista, les dijo, se voltean a verme y es la primera vez después de tanto tiempo ella me mira los ojos, caminan ambos queriendo dejarme solo, cuando tomo a Karina del brazo, tenemos que aclarar de quien es la hija que esperas o acaso no sabes quién es el padre, las palabras salen escupiendo veneno, no termino de hablar, cuando solo siento una fuerte golpe en mi cara… Te lo dije una vez y te lo voy a volver a repetir una vez más por si no te quedo claro aquella noche, yo no hablo con muertos métetelo bien en esa cabeza... No me da tiempo de responder, ya que me dejan en la sala, sube las escaleras, cuando escucho al estúpido del novio pidiéndole que se calme. No me espero, no reacciono y me voy detrás de ella necesitó saber si aquella noche hubo consecuencias por no haberme cuidado, recuerdo sus palabras, que estúpido fui a no ponerme un puto preservativo, me deje llevar y verme en esta situación, hacen que me sienta como la mierda, en mis planes jamás ha sido tener hijos, no sé que haría si es mi hija, una hija por Dios, siento miedo ser papá es una responsabilidad demasiado grande para mí en estos momentos que le puedo ofrecer a mi hija, económicamente si puedo solventarla, pero le podré dar amor, podré ser capaz de hacer de lado mis miedos y esperar a que llegue a darme a conocer ese sentimiento que tanto miedo le tengo, Karina que siento por ella, mi cabeza es un caos, camino directamente hacia su habitación, estoy por abrir la puerta, cuando las palabras de Alex me detienen... Vamos cariño no te pongas así, hazlo por nuestra nena, ambos te necesitamos... Por nuestra nena, esas palabras me dan la respuesta que necesitaba, maldita cría de mierda mentirosa, me engaño, me vio la cara de idiota, no necesito saber nada más, me doy la vuelta, bajo por las escaleras directo al bar, necesito algo fuerte que calme esta rabia que siento, me tomo dos vasos seguidos de whisky, consiguiendo calmarme un poco.

La cena de navidad estuvo tensa para mí, para ellos no creo, ya que todo el tiempo Alex no se despegó de su lado < la cuida >, los tres con Consuelo vestían igual y en toda la noche no dejaron de sacarse fotos, idiotas.

Los gemelos quedaron felices por sus regalos, pero lo que me llamó más la atención fue que el estúpido regalo que le dio Karina a su novio, quien regala unas esferas que salen en una serie animada < niñata>. Lorena no dejo de presumir el collar que le regale, una buena noche a pesar de que tengo sentimientos encontrados o tal vez es la rabia de pensar que Karina me vio la cara de estúpido, salgo al jardín y Eduardo me acompaña últimamente me ha dado por fumar... Te noto distraído todo bien, el estado de Karina te tomó por sorpresa al igual que nosotros... Palmea mi espalda, tú lo has dicho amigo le digo dándole la primera calada a mi cigarrillo, me sorprendió no te voy a mentir... Dime la verdad Carlos eres mi amigo, tuviste algo que ver con la partida de Karina... Miento al decirle que no tuve nada que ver, porque estoy seguro de qué ella se fue para no verme, después de como me comporte. Termino de fumar cuando Lorena llega a mi lado, la mirada recae en Lorena, detallándola con ojos avellana que se carga, pasamos por el lado de ella y nos dirigimos a nuestra habitación.

Al día siguiente nos divertimos entre juegos, risas y fotos, Consuelo no se cansó de sacar foto con su cámara nueva, los gemelos no se cansan de jugar mientras nosotros tomamos leche caliente, hace frío y la nieve empieza a caer. Después de las seis me voy a la casa, necesito un baño, al entrar me encuentro con Alex quien viene bajando por las escaleras, luce pálido, antes de llegar al último escalón se va hacia al lado, cuando alcanzó a tomarlo, Karina entra y me ayuda a sentarlo... Estás bien cariño... Sus palabras me asquean... Voy por tu medicina... La veo levantarse dirigiéndose hacia la habitación que comparten, me pareció extraño que se cambiaran a una habitación en la planta baja, nos deja solo cuando Alex me habla... No la sigas cagando más, deja de escupir tanto veneno... Tú no sabes nada, me volteo dándole la cara, su aspecto no es el mejor luce demacrado... Sé más de lo que tú crees Carlos, únicamente te pido que respetes su estado, tú solo la dañas con tus palabras, puede que algún día te arrepientas de tus palabras... Me voy dejándolo solamente, no estoy para arruinar mi tarde. Sé perfectamente que al tener cerca a Karina hace que me confunda, debo admitir que la hice mierda al decir que no sabía de quién era el bebé, serán celos de saber que estuvo con otro y hasta la embarazo que jugo conmigo, me llevo al límite me deje llevar por la rabia de confirmar que solo era un capricho para ella, niñata de mierda, entro en mi habitación, encontrándome con Lorena quien está envuelta en una toalla que deja caer, camina hacia mí, toda esta situación me tiene estresado y un poco de sexo me vendrá bien en estos momentos, nos fundimos en un beso lleno de pasión no dejo que me toque, ella sabe que no lo puede hacer, apago la luz, no me gusta que me vea desnudo, Lorena jamás hace preguntas solo se dedica a darme placer, la llevo a la cama dejando suaves besos en su piel, mis manos se van a su cintura, dejándola arriba mío, el vaivén de sus caderas hacen que disfrute el momento, hasta que sus ojos se cruzan por mi mente, trato de concentrarme en lo que estaba haciendo, terminamos, después de un rato, me voy directamente al baño sin decir nada, me miro al espejo, que mierda me está pasando, tomo una ducha, me quedo por un largo rato, tengo los ojos cerrados cuando siento una mano en mi espalda, la giro haciendo que Lorena quede de espalda, abro sus piernas y me adentro de una sola estocada, entre jadeos pasamos la noche.

Son más de las diez de la mañana, cuando salimos de casa, recorremos el lugar y mi teléfono no deja de sonar el nombre de Eduardo aparece en la pantalla, contesto de inmediato, tomo el brazo de Lorena, nos subimos al auto, piso el acelerador, manejo a toda velocidad me preocupa Pamela, pero me preocupa más Karina, quien no salió de casa, mi corazón se acelera al igual que el motor del auto por la velocidad que manejo, me enfoco en manejar olvidando todo a mi alrededor. Entro en la propiedad y bajo enseguida un disparo se escucha desde dentro de la casa y no hago otra cosa que correr hacia dentro, encontrándome con una mujer muerta en el piso, Pamela tiene un arma en la mano y Eduardo está en el piso tirado con una puñalada cerca del pecho, recorro el sitio con la mirada y ella viene bajando las escaleras, con Alex Greco que viene con una herida en la pierna.

Le paso un café a Pamela que no ha dejado de llorar, minutos más tarde, me dirigo a la habitación que esta Karina, abro la puerta y la encuentro dormida, es una niña se ve como tal aunque su cuerpo esté cambiado por el embarazo, la cara no le ha cambiado, me acerco a ella, notando el golpe que tiene en la cara, paso mis manos por su rostro, cuando ella al sentir mi tacto se despierta... Que haces aquí.. Solo venia a ver si necesitas algo..

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