1_ Tiempo atrás

Relator omnisciente

Una noche de un día jueves un frente de mal tiempo se aproximaba, una noche en la que la vida de un niño cambiaría para siempre, una fuerte lluvia azotó este fatal día.

En la casa de la familia Báez todo era un caos Félix Santoro había bebido nuevamente, llegando borracho a la casa desatando su furia encontrá de su esposa e hijastro el niño lloraba, cuando sentía las quemaduras en su piel, gritaba el nombre de su madre pidiendo ayuda, pero ella estaba en el suelo desmayado, Félix le propinó varios golpes que lo dejaron inconsciente, por horas... Abre los ojos mi amor despierta... La melodía de su canción favorita lo hace abrir sus ojos empezando a llorar

Como me apena verte llorar

Toma mi mano siéntela

Yo te protejo de cualquier cosa

No llores más aquí estoy

Fuerte te ves, pequeño estas

Quiero abrazarte y te protegeré

Esta fusión es irrompible

No llores más aquí estoy

Su madre sabía como calmarlo, pero ella ya estaba tan cansada de vivir así, de no tener el valor para salir de esa casa y dejar a ese hombre que lo único que le provocaba era daño a ella y su hijo. Un año se tardó en salir de ese lugar, un año en que la vida de su pequeño hijo cambió para siempre.

Hay marcas que no solo quedan en el cuerpo sino que quedan en el alma, Adela lo sabía perfectamente su vida se volvió oscura cayó en una depresión que la llevó a la muerte, dejando al pequeño Carlos con su único familiar, los años fueron pasando y Carlos se convirtió en un prestigioso arquitecto, le gustaban las fiestas, las mujeres, nunca había tenido una relación estable a sus treinta y siete años, su cuerpo lo lleno de tatuajes, para así poder tapar las cicatrices que llevaba su cuerpo, cicatrices que le recordaban lo que había vivido años atrás, pero no tan solo le quedaron cicatrices en el cuerpo, había recuerdos y pesadillas que lo atormentaban diariamente, era un dependiente de pastillas para poder dormir, ocultaba sus miedos detrás de una máscara de hombre alegre, divertido, pero era solo eso una máscara.

Karina Duran una vivía su vida a su gusto tuvo una infancia rodeada de amor sus padres la adoraban y que decir de su hermano Eduardo, vivía para cumplirle sus caprichos aunque el no negara, terminaba haciendo lo que ella le decía, amaba su vida, pero también amaba locamente a Carlos Báez el mejor amigo de su hermano, el amor que ella sentía por él empezó a sus dieciséis años, pero él la veía como la pequeña hermana de su amigo.

Carlos por su parte no creía en amor su corazón estaba cerrado a ese sentimiento, él a la única persona que había amado había sido su madre, se culpaba de la muerte de ella por no poder hacer nada el día que se quitó la vida. La verdad que nunca había vivido el amor no conocía ese sentimiento y tan poco lo quería conocer, a diferencia de Karina ella amaba amar y ser amada, quería un amor para toda la vida, tener hijos y una casa grande para poder disfrutar con la familia, soñaba con casarse con Carlos y tener muchos hijos con él.

Tiempo actual

KARINA

Por fin pude convencer a mis padres que me dejaran venir a Los Ángeles, estoy emocionada, hace seis meses que no veo a mi hermanucho no hayo las horas de llegar y darle mil besos, lo extraño tanto, es mi hermano preferido, como que tuviera otro me dijo mentalmente, pero lo que me tiene más alegre es que veré a Carlos, porque de aquí me voy directo a la empresa, quiero verlo, abrazarlo, sé que no me pesca ni en bajada me ve como una niña pequeña todavía, pero ahora he crecido ya soy toda una mujer tengo veintiún años y ya no tengo ese cuerpo de niña, bueno tampoco tengo mucho, pero algo es algo, mi vuelo está próximo a llegar y mi hermanucho, conociéndolo ya debe estar acá.

Bajo del avión me voy directo a la sala de equipajes, una vez que recojo mi equipaje, me dirijo a la puerta de salida y ahí veo a mi hermano tan puntual, como siempre me abalanzó a él, mientras que su chófer sube mi equipaje, me hace feliz verlo... Creciste mi pequeña taz ya no estás tan flaca y desabrida como antes... Para ya que mira la belleza que tienes como hermana, dejaré más que un corazón roto por Los Ángeles, mi respuesta no le agrada para nada, porque frunce el ceño, siempre lo hace cuando está molesto, le pido a mi hermano ir directamente a su empresa < quiero verlo >.

Llegamos a las empresas Duran mi sueño es trabajar acá como diseñadora, solo me queda un año para terminar de estudiar, amo diseñar, como amo decorar tengo mi propio estilo que me han hecho ganar ya dos concursos a nivel nacional, mi hermano me ayuda a bajar del auto, nos adentramos al gran edifico saludo a todos, ya que la mayoría trabaja con mi hermano desde hace años, vamos al ascensor el último piso es donde están las oficinas de mi hermano y Carlos, vamos llegando nos bajamos en eso nos acordamos, cuando vine por primera vez y me quede atrapada en el cuarto de aseo por la culpa de Eduardo, nos reímos a carcajadas recordando el escándalo que tenía, la puerta de la oficina de mi hermano está abierta y veo a Pam mi cuñada, la saludo efusivamente dándole un gran abrazo, me encanta ella es tan linda y sé que tiene loquito a mi hermano, platicamos un rato, me despido de ellos y salgo con la excusa de ir a ver a mi amiga Consuelo, tengo una pequeña sorpresa para Carlos, porque estoy decidida a una sola cosa y no me iré hasta conseguirlo, antes de ir hacia la oficina paso al baño a cambiar mi ropa, quedo perfecta, a pesar de que Eduardo y yo somos hermanos somos diferentes yo soy de piel más morena, mis ojos son cafés miel como los llama mamá, mi pelo es castaño, pero soy una mujer muy linda papá dice que soy su princesa pocahontas, Eduardo, en cambio, es de piel más blanca, sus ojos son azules y su cabello es más claro que el mío de verdad mi hermano es un churra so, salgo del baño y me dirijo hacia Consuelo.

Asi sería Karina

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