Esmeralda paseaba por todos lados y compraba todo lo que veía, tanto que uno de los guardias se acercó a decirle que si seguía comprando no entraría en el carruaje. Ella se sintió avergonzada de haber gastado tanto dinero que no era de ella y casi se pone a llorar. Entre todos trataron de calmarla y lo lograron al llevarla a comer, aunque no quisieron ella les pidió que la acompañarán y les era difícil decirle que no. Por lo tanto, pidieron el piso completo para no ser interrumpidos, aunque 2 de los guardias se quedaron en la puerta a custodiar y prometieron acompañarla la próxima vez. Todos se sentaron y disfrutaron del almuerzo, pero sin perder de vista todo a su alrededor.
Después de caminar un poco más, decidieron volver, ya que el descanso seguía siendo necesario para ella.
Al llegar al palacio todos se despidieron de Esmeralda con una sonrisa, menos 4 de ellos que la acompañaron hasta su habitación con las compras y a custodiarla. El resto no fue a descansar, sino a informar, tanto al emperador como al capitán.
-Capitán traigo el informe de la salida de la señorita Esmeralda.
-Habla, ¿se divirtió?
-Estuvo muy emocionada todo el camino, compró muchas cosas, nos obligó que comer con ella. Lo siento capitán.
-Jajajaja. Supongo que ustedes tampoco pueden decirle que no. No creo que yo pueda hacerlo.
-Supongo que no señor. Pero debo informarle que nos encontramos con la señorita Lizbeth Del Prado al salir de una tienda.
-¿Le hizo algo a Esmeralda?
-No señor, le molesto que no le haya hecho reverencia, pero la señorita Esmeralda la ignoró y salió caminando como si nada.
-Jajajaja. Imagino su cara. ¿Acaso le hizo algo más?
-No señor, no permitimos que se le acerque.
-Bien hecho soldado. Pueden ir a descansar para el cambio de guardia.
Richard recibo el mismo informe de la salida. Continuo con su trabajo hasta que llego Christopher.
-Ya termina, quiero cenar.
-Christopher, soy el emperador más respeto.
-Bien, emperador ¿podría apurarse así cenamos con Esmeralda?
-Claro, vamos.
-Oye, ¿no que tenías que terminar esa pila de papeles?
-Puedo hacerlo mañana, camina.
En el comedor ya esperaba Esmeralda, estaba muy nerviosa. Hasta que los vio llegar riendo y poco a poco se empezó a relajar.
El primero en acercarse y hablar fue Christopher.
-¡¡¡Esmeralda!!! Te he extraño todo el día.
- Christopher, yo igual. Ten, te compré un regalo. Espero te guste.
Lo dijo bastante avergonzada. Le entrego una cajita donde había un colgante de 2 espadas cruzadas con unas pequeñas gemas en color amarillo y otra verde.
-Gracias Esmeralda, me encanta, de verdad.
Le dio un abrazo sorprendiéndola.
-Hola Richard, también te traje algo.
-A ver
Le entrego una daga con un símbolo de serpiente con 2 pequeños rubíes en los ojos.
-Creí que siendo emperador necesitas estar protegido siempre y si llegaras a estar solo podría servirte.
Ambos notaron que su pequeña amiga se estaba convirtiendo en un tomate por lo roja que se ponía al hablar.
-Muchas gracias Esmeralda, es hermoso y muy útil te lo aseguro. Comamos antes que se enfríe y nos cuentas de tu paseo.
-Yo quiero disculparme
Ambos se miraron y no entendían que pasaba, sabían que no había pasado nada malo.
-¿Disculparte por qué?
-Es que gaste mucho dinero, solo me gustaban tantas cosas que no me di cuenta. Perdón.
Ella estaba a punto de llorar, pero de repente ambos empezaron a reír a carcajadas, hasta los soldados que custodiaban la puerta se sorprendieron.
-Esmeralda, no te preocupes por eso, el dinero no es algo tan importante para mí, soy el emperador y tengo suficiente para que puedas comprarte lo que quieras.
-Y si él no te lo da, yo te lo daré, o podemos salir juntos y te compraré todo lo que quieras.
-¿En verdad no te molesta Richard?
-No, claro que no. Fue poca cantidad.
-¿Y tú me acompañas la próxima vez Christopher?
-Si, por supuesto que saldremos a pasear. Pero dejaremos a este aquí para que no nos moleste.
-¡Oye!
Los tres cenaron y rieron bastante. Luego acompañaron a Esmeralda hasta su cuarto.
-Esmeralda, mañana conocerás a mi madre y mi hermana. Pero no te preocupes, ellas son buenas personas.
-Bien, pero no les compre nada.
-Jajaja, no tienes que llevarles nada.
-¿Tu también estarás Christopher?
-Si así lo quieres si.
- Si por favor. Estar con personas desconocidas me pone muy nerviosa.
-Lo sabemos, por eso solo los guardias que conoces te cuidarán y Lucí es quien estará contigo siempre.
-Recuerda que si alguien más se te acerca puedes pedirle a los guardias que lo saquen. Nadie puede lastimarte, no te preocupes.
-¿Sea quién sea puedo alejarme?
-Si, claro que sí. Y si necesitas usar una excusa dirás que es el emperador quién lo ordena. Aunque no hará falta, ya que todos conocen a los guardias.
-Gracias, me ayudan demasiado. Prometo devolverles todo en cuanto me recuperé.
-No tienes nada que pagar, al contrario. Nosotros te debemos a ti.
-Su alteza lo siento, pero la señorita debe descansar. Y tomar la medicación que le dejo el médico.
-Gracias Lucí, veo que la cuidas muy bien. Tendrás un aumento si sigues así.
-Gracias su alteza. Con permiso.
-Buena noche, Esmeralda, descansa.
-Buenas noches.
-Vamos por un trago Chris, necesito que hablemos de algo.
Así se despidieron y se fueron al salón
-Supongo que te informaron de Lizbeth.
-Si, la muy tonta vino a hacerme un reclamo. Y hasta hablo con mi madre.
-Sabes que no se quedarán quietos hasta averiguar quien es. Si intentan algo no me culpes.
-Llama a Félix. Quiero verlo mañana.
-Él ya está al tanto. Están vigilando a la familia de tu prometida
-Bien.
-Christopher, ¿ella te gusta?
-¿Porque lo preguntas?
-La cuidas demasiado.
-No te voy a negar que Esme es linda, hermosa.
-¿Y?
-Pero no siento esa clase de sentimientos. No sé cómo describirlo. Es como si quisiera proteger a mi hermana. La vi tan indefensa, tan frágil, y luego tan feliz por algo tan pequeño como una charla, un paisaje, un dulce, que me dio ternura. No podría sentir otro sentimiento por ella que el de hermandad. Como contigo.
-Oh ya veo. Creo que debes decírselo para que no se confunda, no me gustaría que comience a tener sentimientos por alguien que no puede corresponderle.
-¿Hablas de mí o de ti?
-¿Yo? ¿Por qué lo dices?
-No lo sé. Solo digo.
-Mmmm... No te niego que es hermosa pero no la veo así. Es una joven a quien quiero ayudar después de todo le debo la vida, bueno todos.
A la mañana siguiente, el médico reviso a Esmeralda y luego Lucí la guio al jardín donde servirían el desayuno. Ya se encontraban Richard, Christopher y la princesa Luana. Ella intentó hacer una reverencia a la princesa, pero está se negó y la tomó de los brazos.
-Señorita Esmeralda no lo haga por favor.
-Pero no quiero faltarle el respeto Princesa.
-No, es una orden de mi hermano y no me molesta en lo absoluto. Puedes decirme solo Luana.
Richard y Christopher se escogieron de hombros dando a entender que ellos no se metían. Así se sentaron a la mesa y Esmeralda les contó lo que dijo el médico.
-Es bueno que ya estés mejorando. (Christopher)
-En realidad es muy rápido. Pero debes seguir alimentándote bien y luego podrías empezar a aprender algunas cosas.
Todos miraron a Luana de mala gana menos Esmeralda.
-¿Si? ¿Puedo?
-Claro, tal vez viendo cosas nuevas tu cabecita empieza a recordar. Tal vez ya las sabes y las has olvidado. Además, si me acompañas a alguna clase no sea tan aburrido. ¿Por favor hermano, la dejarás?
-Solo si el médico está de acuerdo. Porque no voy a preguntarte a ti Esme que ya estás feliz con la idea.
-¿Qué idea?
Todos giraron al escuchar a la emperatriz madre.
-Saludos, su alteza
-Madre ven quiero presentarte a Esmeralda.
Esmeralda estaba todavía de espaldas, ya que sentía muchos nervios y no se atrevía a girar. Christopher al notarlo la tomó de la mano y le dio un apretón para tranquilizarla. A Luana no le gusto nada.
-Esmeralda te presento a mi madre la emperatriz Maribel.
-Mucho gusto su alteza. Soy Esmeralda.
La emperatriz madre no podía dejar de mirarla hasta que su hijo le dio un apretón para que reaccione.
-Mucho gusto, niña, eres realmente hermosa.
- Gracias emperatriz.
-Lamento el retraso, desayunemos por favor.
Todos se acomodaron a la mesa y disfrutaron del desayuno. Maribel no dejaba de mirarla.
-Y bien cuenten cuál era la idea de la que hablaban.
-Es que le pedí a mi hermano la autorización para que Esme pueda empezar a estudiar. Tal vez eso pueda ayudarla a recordar.
-Me parece una excelente idea hija. Si quieres Esmeralda puedes ir a mi palacio por la tarde a tomar el té y voy enseñándote algunas cosas.
-Pero Majestad yo...
-¿Prefieres un profesor?
-No es eso, es solo que no quiero molestarla.
-Por favor no sería una molestia para nada. Te lo aseguro
-Debes aceptar Esme, mi madre no le enseña a nadie.
-Hija, que tú no hayas aprendido de mí es porque me volvías loca. Recuerda que tuvimos que cambiar más profesores en 1 año para ti que todos los que tuvo tu hermano en su vida.
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Comments
Marina Hinostroza
No sé , hay algo raro en Esmeralda...Humm no me cuadra.
2024-05-13
2
Lenita
Esmeralda se hace querer por todos, esperó siga así.
2024-03-23
0
Griss Romero
Esmeralda está siendo aceptada por la Emperatriz y su hija, la princesa y eso no es facil, entrar de lleno así a la familia real es un honor y es difícil pero como le deben la vida del emperador y de sus soldados, le concedén esas libertades, además de que es muy linda y humilde
2024-01-04
1