Capítulo 5

Lo levanto de la mesa y al ver quién es me asusto y contesto rápidamente.

- Hermanita lo siento ya voy a recogerte. - Pero no me esperaba esa respuesta.

- Ayuda... - Su voz es apenas audible el terror me comienza a invadir cojo las llaves de la moto sin importar el casco salgo de inmediato para el hospital.

Mientras me acerco mi pulso se acelera al ver que un grupo de hombres están rodeando a alguien en el parqueadero, así que acelero más a fondo y por fin puedo ver a la figura que está en el piso.

No me importa en ese momento la moto desacelere y me bajó lo único que se me pasa por la cabeza es que debo de salvar a mi hermana a como dé lugar. Al acercarme comienzo a golpear a los hombres que están ahí pero una voz me llama la atención.

- Vaya, vaya, vaya el buen hijo vuelve a casa. - Porque tenía que ser el. - Cuando me informaron que habías vuelto no lo podía creer, pero ahora todo encaja, tú eras el único que podía acabar con tantos hombres sin salir herido.

- Déjenla a ella, dile a tus hombres Hans, ella no tiene nada que ver con esto. - Líder de los Ángeles del infierno.

- Porque lo haría, si está fue la única manera de que te dignaras a aparecer, no creerás que está olvidado lo que paso hace muchos años, por tu culpa tuvimos varios problemas. - Como responderle si es verdad, mi último trabajo no lo termine. - Sin palabras, puede que con tu hermana pueda respondernos.

- Ella no tiene nada que ver con esto, el problemas es conmigo. - Gritó.

- Tu la metiste en esto al igual que a tus padres, hubiera sido mejor que no volvieras pero mira, acabaste con varios de mis hombres. - Veo como uno de sus hombres la vuelve a golpear, ella intenta ponerse de pie, pero se que el dolor no la deja y ellos tampoco la dejaran, mi corazón se encoge.

- Arreglemos esto como hombres. - Le digo.

- Estoy de acuerdo. - Me responde

- Entonces dejala ir.

- Eso no va a pasar ya te lo dije, ella va a ver tu muerte y por el camino su muerte también, va a ser dolorosa, al igual que la tuya.

Uno de los hombres de Hans la agarra del cabello hasta que ella queda en una posición en la que puede ver todo el espectáculo. Nuestros ojos se encuentran y le pido "Perdón" digo esas palabras y se que las entiende.

Los Ángeles del infierno son conocidos, por ser narcotraficantes en varios sectores y por matar despiadadamente, no importaban si eran niños, mujeres, jóvenes o adultos, si los robaban o no pagaban ese era su destino, y yo era su asesino.

Sus hombres comienzan a rodearme, esperan que yo de el primer paso pero no, solo espero a que venga uno a uno, y así se van avalanzando hacia mi, pero ninguno llega a su objetivo por el rabillo del ojo veo que mi hermana tiene los ojos cerrados. Y no la culpo lo que está pasando no es para que ojos inocentes vean.

Y como la última vez uno a uno los hombres van cayendo, solo con mis puños, después de un rato me hago a un cuchillo de uno de los hombres que me estaba atacando y esa es ahora mi única arma.

Esto era una parte de mi que no quería que ella viera, pero la situación lo ameritaba, no soy un dios ni nada así que me hieren, pero no son heridas de consideración. Cuando ya e terminado con los hombres de Hans me lanzó hacia el.

- Has cambiado.

- Lo que acabas de hacer te va a costar tu vida.

- Adelante, pero mi hermano te va a buscar y matar.

Hans siempre fue el líder de los Ángeles del infierno, se que cuando acabe con el, ahora toda la policía vendrá por mi. Los golpes van y vienen pero el entrenamiento que recibí cuando estuve fuera me sirvió, minutos después lo tengo contra el piso con una llave en la que puedo tener el control y no solo eso también puedo quitarle la respiración y así es como lo dejo sin vida en el piso y corro hasta dónde está mi hermana.

- Están...

- Lo siento mucho, tu no deberías de haber visto eso.

- Que paso hace años.

- Primero a curar tus heridas luego hablamos del tema.

Ella asiente y eso me tranquiliza un poco, así que la levanto e ingresamos de nuevo al hospital al vernos entrar todos se abalanzan hacia nosotros.

- Camila que paso. - Dice una enfermera.

- La atacaron.

- ¿Usted quién es?.

- El es mi hermano menor. - Habla Camila, y todas las enfermeras se quedan mirándome y comienzan a hacerme ojitos. Pero no les pongo atención ninguna, así que pongo a Camila en una camilla y ellos se la llevan, ver su rostro sangrando me entristece mucho.

Mientras la atienden me miró las manos y veo sangre mía y también la de mis enemigos, la adrenalina ha bajado, haciéndome sentir los rasguños que me alcanzaron a hacer.

- Malditos, eso va a doler mañana.

- Señor killian nos volvemos a ver. - El hermano de Hans, me saca de mis reflexiones. - Y este desastre, diez cuerpos en el estacionamiento entre ellos mi hermano que excusa tiene.

- Ninguna yo los mate, se metieron con lo mío y eso se paga, usted lo debe de saber.

- Y los de hace unas semanas, se que no pude estar hay, pero puede que usted lo aya hecho también.

- No lo sé, solo me hago responsable de los que están afuera.

- Tan abiertamente lo admite, no sé si será un genio o un estúpido, pero me imagino que sabe lo que va a pasar ahora. - Si, usted me hará la vida imposible y me iré a la cárcel. - Su silencio me lo confirma.

- Dejé que me despida de mi hermana, después ya seré suyo. - Puede que está sea la mejor decisión que e tomado, ya nadie sufrirá por mi y pagaré por mis errores, eso lo mejor hace seis años, pero hui.

- No va a poner resistencia.

- Acabo de confesar, que más quiere de mi, le firmó una confesión, tengo que rogarle o arrodillarme.

- Está bien, no voy a pelear, con tan bien ciudadano, así que le concedo su último deseo- En ese momento llaman a los parientes de mi hermana y yo voy.

Al entrar y verla me duele mucho el corazón ella no se merecía estar en esta situación, cierro los ojos y contengo las ganas de gritarme a mi mismo y de matarme

- ¿Como estás?. - Le digo pasando mis manos por su hermoso cabello dorado.

- Me salvaste, eso es lo que importa.

- Si. - Apenas he llegado y me toca volver a irme.

- ¿Que pasa?. - No le puedo ocultar nada cuando mi cara me delata.

- La policía ya está acá.

- Eso significa...

- Que voy para la cárcel,tengo que pagar por lo que hice.

- Pero fue en defensa propia, eso no cuenta en nada.

- Puede que sí, pero no cuando unos de los que mate es el hijo de un detective.

- Yo testificare a tu favor. - Aunque es la mayor todavía es muy inocente, acá la justicia la imparte el que más poder tenga.

- Se que lo harás, pero por ahora descansa y por favor ten cuidado ya es momento, tengo que irme, me estás esperando afuera.

Le dejó un dulce beso en la frente y le sonrió no sé cuándo volveré a verla, eso me duele, pero pude que esté mejor sin mi, ya no habrán tiroteos y nadie la seguirá para matarla.

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