Mis sospechas resultaron ser correctas y ahora me encontraba atrapado en el cuerpo de un personaje ficticio en una novela romántica sin alguna explicación lógica aparente.
Había pasado un día desde mi despertar en este lugar pero por la noche no había podido descansar adecuadamente escarbando en mis recuerdos todo lo que sabía de la tormenta dorada.
Hasta lo que he podido notar parece que la trama de la historia ya a llegado a su final, o al menos es lo que entendí después de que la mujer de cabello cobrizo ( la cual vendría siendo la tía de Molly, Haniel ) había llamado por segunda vez señora a la protagonista, y eso no ocurre hasta que está y su esposo son reconocidos como los nuevos señores de la mansión Inpsarei.
Este descubrimiento me dió un gran alivio, ya no tenía que preocuparme por alguno de los eventos en donde Molly se veía involucrada solo por la simpleza de ser la mejor amiga de María. Podría enfocarme solo en la manera de salir de aquí y regresar a la vida en donde soy un chico.
Este lugar tiene cosas asombrosas tras ser una mansión muy elegante que me daba la impresión de que se trata de una construcción rústica, jardines enormes a los que podría apreciar a través de la ventana en mi habitación y las habitaciones eran muy buenas o almenos la mía lo era. Aún así eso no era lo suficientemente bueno para hacerme desear quedarme en el.
El día de ayer el doctor que me estubo atendiendo regreso después de que enviaran a un empleado a por él. Me reviso e hizo una serie de preguntas típicas en los doctores al parecer, a continuación empezó a realizar más preguntas pero está vez dirigidas a María y Haniel.
María comenzó a contarle lo que noto al doctor, preguntando el motivo de mi aparente confusión y si se podría tratar de una perdida de la memoria. No está de más, acababa de preguntar sobre el lugar en el que me encontraba siendo que Molly había pasado casi toda su vida en el.
El hombre frunció el seño y nos dijo que eso no era algo que debía pasar. Entonces más preguntas me fueron hechas pero al terminar, por la expresión en el rostro del doctor pude deducir que seguía sin nada y vamos lo entiendo, ni yo se lo que está pasando menos lo sabrá él. No hay algúna explicación médica en donde dos personas cambian de cuerpos.
No trate de negar lo que María había dicho, aún me encontraba terriblemente desconcertado y mi mente no pudo ayudarme en esos momentos a atar cabos y recordar los detalles importantes y destacables del lugar en el que me encontraba.
Sabiendo que no tenía de otra por el momento opte por aceptar lo que dijo y fingir que no recordaba varias cosas, pero cuando note la expresión terriblemente preocupada en el rostro de Haniel me sentí un poco mal y admití recordarla a ella y a María.
– Bueno para ser honesto no estoy muy seguro de la causa de su perdida de memoria –de su bolso saco un pequeño frasco cristalino– pero la buena noticia es que no parece ser duradera. Tomara esto durante una semana para evitar algún inconveniente además de guardar reposo al menos por el día de hoy, aún se le ve muy débil.
El frasquito fue puesto en las manos de Haniel mientras está asentía repetidas veces con la cabeza.
– Ahora con respecto a su perdida de memoria me temo que lo único que podemos hacer es esperar a que sus recuerdos vuelvan a aparecer. Pueden intentar algunas cosas como llevarla a lugares que frecuentaba, enseñarle actividades que solía realizar o algo así. Talvez tengamos suerte y en algunas semanas recuerde más de su vida cotidiana y vuelva a hacer lo que generalmente hacía.
Haniel presionaba el frasco contra su pecho mientras seguía asintiendo pero de una forma más tranquila mientras que María se encontraba callada aun lado de ella con la mirada perdida en un punto en el suelo, y el doctor tomaba su bolso dispuesto a regresar por dónde había venido.
– Estaré visitando la un día cada semana para hacerle más revisiones y ver si a mejorado con sus recuerdos. Si sucede algo no duden en enviar a alguien a buscarme y vendré lo más pronto que pueda. Es todo por hoy, tengo que volver a mi consultorio si me lo permite mi señora.
– Por supuesto. No le quitaremos más su tiempo doctor, agradecemos profundamente su ayuda. Permítame acompañarlo hasta la puerta de entrada.
Luego de que ambos abandonaron la habitación Haniel se ofreció a retirarse para dejarme descansar, pero estar más tiempo en cama completamente solo con mis pensamientos no era algo que me gustaría hacer desde temprano así que le pedí que me contará algunas cosas de la mansión y mi vida en esta.
Tenía que conocer más sobre la nueva vida en la que estaba si quería tener alguna posibilidad de salir de aquí. Si bien me leí la novela completa había algunos detalles que no se explicaban del todo, eso sumando a qué había algunos otros que no recordaba muy bien.
Fue durante esa conversación con mi supuesta tía cuando me agarre más a la idea de buscar una salida en cuanto pudiera ponerme de pie. No voy a mentir, cuando la conversación comenzó a tornarse a algunos temas más íntimos no solo me incomode si no que también me asusté. Ella pareció recordar algo muy importante cuando le dije que no recordaba muchas cosas y entonces aprovecho la oportunidad y me explico que en un determinado día del mes siguiente aparecería lo que las mujeres llaman como menstruación. Yo estaba aterrado por esto, era algo que había pasado por alto hasta que ella lo menciono, pero viendo cómo estaba la situación tenía que conocer más del tema y evitar algún accidente. Aún siento algo de vergüenza al recordar la conversación de ayer pero siento que me va a salvar de muchas y no puedo arrepentirme de nada.
En notas de papel anoté todo lo que necesito saber de ese y otros temas de mi nueva y temporal vida y los escondí cuidadosamente en una pequeña caja que encontré dentro de un cajón. No pensaba quedarme el tiempo suficiente para que aquello pasará pero es mejor estar prevenido a cualquier cosa, no me gusta confiarme demasiado especialmente sin tener alguna pista de como lograr mi meta.
– Ya es hora de buscar una salida.
Abrí un armario un tanto grande pero no muy lujoso que se encontraba en uno de los rincones del lado derecho de la habitación para cambiar la ropa de dormir que usaba por algo más adecuado, cuando los distintos vestidos aparecieron ante mis ojos no puede evitar sentir decepción. Ni siquiera debería estar sorprendido cuando ya había visto a tres mujeres utilizar vestidos, aunque eso fue en una ingenua esperanza de que ellas lo utilizarán por tratarse de sirvientas y la señora de una lujosa mansión.
Bufé al mismo tiempo que sacaba uno de los vestidos del armario. Todos eran de extraños colores opacos, casi podría decirse que se parecían a los que utilizaban las sirvientas que a las que ví con la diferencia de que estos eran más elegantes.
Confundido segi sacando y metiendo uno por uno todos los vestidos que estaban ahí metidos para verlos mejor. Molly fue la persona que más apoyo a la protagonista a lo largo de su historia, era por decirlo de una manera su hermana de otra madre, no entiendo cómo es posible que su guardarropa siga contando con ropa tan simple, aunque definitivamente no es algo por lo que valla a preocuparme. Molly era una chica sencilla, eso explica muchas cosas que yo no podría entender.
Salí por la puerta con el vestido que me pareció más cómodo y elegante. Yo no soy una persona humilde y me gustan las cosas buenas.
Cómo vengo pensando desde hace un rato no lograre conseguir nada si no conozco el terreno en el que estoy. Mi primera misión será explorar la mansión tanto por dentro como en los jardines; de igual manera necesito hacerme de conocidos que puedan ser me útiles en mi búsqueda.
La ciudad será después, primero lo primero.
Largos pasillos, enormes cocinas y lujosos salones pero nada que pueda darme alguna pista. Puede que esto tome más tiempo del que me gustaría.
Odio todo esto, nunca me gustaron los acertijos ni rompecabezas, claro que me gustaban alguna que otra historia de detectives pero jamás envidie estar en su situación.
Ahora estoy sentado en una de las elegantes sillas de color azul marino esparcidas por los pasillos de la enorme casa. Mis manos estaban sobre mi cabeza y estaba por tener un arranque en el que aseguraría que me quedaría calvo en algunas partes de la cabeza cuando Haniel apareció delante de mí .
– Molly ¿Qué haces fuera de tu habitación? Estaba por ir a buscarte.
– ¿A buscarme?
– Sí cariño. Quiero que me acompañes a dar una vuelta por el jardín, recuerda lo que dijo el doctor, necesitas visitar los lugares que podrían ayudarte a recuperar tu memoria.
En cuanto me levanté Haniel enrede su brazo con el mío y comenzó a caminar guiando me por el pasillo a la entrada de la gran mansión Inpsarei.
– Además – continuó– ya hace mucho tiempo que no tenemos la oportunidad de pasear por el jardín juntas, solas tú y yo.
De acuerdo eso tocó mi corazón, está tía es muy amigable y su vos es muy agradable a los oídos.
Ya en las afueras caminando por un sendero de piedritas nos aproximamos hasta un pequeño jardín que precia estar apartado del resto, rodeado por arbustos no muy altos pero si lo suficiente como para ocultar nos de los ojos ajenos fuera del jardín.
Tengo que admitir que el lugar es muy bonito. Los asientos son de piedra, hay flores muy coloridas en los costados del camino y en el centro hay una gran fuente de agua cristalina con el característico angel que la mayoría de las fuentes tienen.
Este jardín yo lo conozco, o bueno leí una descripción muy similar a lo que veo con mis ojos cuando leía La tormenta dorada. En este jardín fue en donde nuestra protagonista interactúo por primera vez con el protagonista masculino después de tantas miradas discretas desde la lejanía. Muy cliché, lo sé.
Nos sentamos en uno de los banquitos de piedra bajo la sombra de un árbol y estubimos en silencio observando la fuente por un rato hasta que Haniel se decidió por hablar primero.
– Y... ¿Cómo te has sentido? Algo nuevo que deba saber, ayer me quedé muy preocupada por tí pero tenía muchos deberes por hacer y no pude quedarme más tiempo contigo.
– No te preocupes, estoy bien. No ha pasado ningún otro inconveniente, incluso podría decir que ya me siento mucho mejor.
– Pero sigues sin recordar nada más. – sollozo– Todo esto es mi culpa, te he descuidado por muchos años. Tenía que pasar más tiempo contigo y en su lugar solo me dedique al trabajo y a la joven señora.
– Han..tía nada de lo que pasó fue tu culpa. Ya no soy una bebé,no tienes que estar todo el tiempo pendiente de mi. La única culpable de todo fui yo y mi descuido.
– Pero si yo...
– Shh– interrumpí– Pero si nada. Ya has hecho mucho por mí, no es justo que te culpes por algo que no es tu culpa. Además ya recordé más cosas ¿No te parece estupendo?
– Molly eso es tan estupendo – aún con algunas lágrimas en los ojos me sonrió – ¿Cuándo paso?
– Durante la noche. Puede que muy pronto tenga mis recuerdos de vuelta.
– Oh Molly, que alegría me has dado.
Después de aquellas palabras me abrazo y yo le correspondí, no puedo evitarlo tiene algo que la hace agradar me bastante a tan solo dos días de conocerla . En ese momento solo éramos nosotros dos y el hermoso jardín.
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