EN LAS AFUERAS DEL MONASTERIO. Ya esperaban a Luciano, afuera del auto Franco, Greco que estaba con la mitad de la camisa de fuera y con una botella de vino y León quien era el que manejaba.
Franco: Ya Greco deja de tomar.
León: Yo no sé por qué lo trajiste caray, mira como esta.
Greco: Es mi hermanito por eso vine par de idiotas, por cierto ¿por qué no sale?, ja,ja,ja, ja se está despidiendo de las monjitas.
León: No le vayas a decir eso sabes que se va a enojar.
León: ¡Qué bárbaro Alessandro, por lo menos fájate caray!
Greco: Greco, me llamo Greco pedazo de idiota.
Franco: No vayas a molestar a Luciano con tus comentarios acerca del clero, sabes como es y no le gusta oíste.
Greco: Oíste León.
León: Te lo está diciendo a ti idiota.
Greco: ¿A quién le dices idiota?, idiota.
Franco: Ya déjalo León, sabes como está.
Luciano: ¡Buenos días, que hay León, Franco! ¡Alessandro¡, ¿qué haces aquí?
Greco: Vine a recoger a mi hermanito menor el santo ¡san Luciano!, ja, ja, ja ¿ya te despediste de las monjitas?
Luciano: ¿Estás tomando, no deberías estar en la empresa?
Franco: No lo tomes en serio, ya ves como está.
Luciano: ¿Por qué está así?
León: Encontró a Mariela con otro, es su casa y en su cama.
Greco: NO, CON OTRO NO, CON ESE PERRO MAL PARIDO.
Franco: Mejor ya vámonos.
Luciano: Y ¿con quién la encontró?
Greco: Ojalá que se mueran los 2.
Franco: Ya cállate Alessandro.
Greco: QUE NO ME LLAMEN ASÍ, SOY GRECO COSTELLO.
Luciano: Vámonos entonces.
Franco: Vete adelante con León, anda Greco súbete.
Greco: Vamos a festejar tu salida y te voy a presentar a unas amiguitas que lo hacen muy rico.
Franco: ¡Greco no seas vulgar!
Luciano: De verdad ¿qué le pasa?
Franco: Ya te lo dijo León.
Luciano: Pues ¿con quién la encontró?
León: Tú solo no le hagas caso.
Greco: Estoy borracho ¿y qué?, sí sé lo que digo, y te daré un consejo hermanito, nunca, nunca, pero nunca le presentes una mujer a tú...
Franco: Cállate o te patearé el trasero.
Greco: Déjame y bájate de mi auto.
León: El auto es mío estúpido.
Greco: Ah entonces bájate de auto de León, ja, ja, ja, todas las mujeres son iguales, todas.
Luciano: ¿Con quién encontró Alessandro a Mariela?, ya díganme.
Greco: ¿Creen que no sé lo que digo?
El que se revolcaba con Mariela, era el perro de tu padre.
Luciano: Ahora si creo que te afecto el alcohol.
León: Es verdad Luciano, nosotros estuvimos con él ese día, estaban en el Penthouse de Alessandro.
Franco: Vaya, parece que ya se quedó dormido.
Luciano: ¿Por qué no quiere que lo llamen Alessandro?
Franco: Pues por tu papá, que no ves que se llama igual.
Luciano: ¿Y mi mamá lo sabe?
Franco: Como se te ocurre claro que no, sé muere si lo sabe, Stella ama mucho a tu papá.
Luciano: ¿Y quién está llevando la empresa?
Franco: Tus papás.
Luciano: Pobre Alessandro, no me imagino como se siente, debe ser doloroso.
León: Tu hermana Grecia está lindísima, ya debe tener una fila larga de pretendientes.
Franco: Y Antonella no se queda atrás también es bella, sobre todo por esos hermosos ojos azules.
León: Mi hermanita, ¿sabes que la asaltaron?
Luciano: ¿Cuándo, dónde ella... ella está bien?
León: Algo le arrojaron en la cara, porque le quedó una cicatriz.
Luciano recuerda perfectamente lo que cayó en el rostro de ella; pero no sabía que había dejado una cicatriz.
León: Por eso ya no sale, dice que es horrible y un monstruo.
Franco: No es por nada pero hasta con la cicatriz se mira hermosa.
León: Dice que ya nadie se fijará en ella, sus clases ya las lleva en línea y solo se la pasa en su cuarto.
Luciano suspira profundo y el resto del trayecto lo hacen en silencio, solo se escuchan los ronquidos de Alessandro que va profundamente dormido y todos miran como salen lágrimas de sus ojos.
EN NUEVA YORK. Felipe se prepara para ir a los ángeles, va bajando de su cuarto y poniéndose su reloj.
Felipe: ¿Está listo el avión Juan?
Juan: Sí señorito pero debería pensarlo bien, el señor Miller se puede molestar, además todos los días lo llama.
Felipe: ¿Por qué pensarlo, está haciendo algo malo?
Juan: ¿Por qué primero no lo llama?
Felipe: Necesito verlo y quiero verlo ¿tiene algo de malo?
Juan: Tenga paciencia señorito.
Felipe: Dime una cosa Juan y sé honesto ¿por qué no quieres que vaya?
Juan: Señorito, le recuerdo que el doctor Miller también tiene una vida y seguro está con su pareja o su novia.
Felipe: Él no tiene novia, no tiene Juan oíste y vámonos que el piloto ya está listo.
Juan: Sí señorito.
Salen en el Jet privado rumbo a los ángeles donde está Diego cuidando de Elsy... EN LA MANSIÓN DE LOS VITALIS COSTELLO... Llega Luciano cargando a Alessandro que se despierta.
Greco; ¡Ooohhh!, no empujen.
Franco: Camina Greco ya llegamos.
Greco: Suéltenme yo puedo solo y ya no me estén manoseando ja, ja, ja.
Franco: ¡Oh si puedes solo!, suéltalo León, ándale camina tú solo.
León: Franco se va a caer.
Luciano: Suéltalo León.
Greco: Sí, sí, sí, suéltenme... ¡aaah!
Greco se cae hacia atrás y se ríe
León: Es un desastre.
Greco: Bueno ¿qué paso?, ayúdenme ja, ja, ja.
Franco: Ya Greco no seas payaso.
Greco: ¡Hermanito lindo!, ¿cuándo llegaste a este mierdero?, oye preséntame a unas amiguitas tuyas.
León: Ya muévete idiota.
Greco: ¡Oye no me empujes!
Entran en a la casa y sus papás están en la sala.
Stella: ¡Cielo, llegaste mi bebe hermoso!
Luciano: ¡Hola mamá!, y por favor ya no me digas bebe, ya tengo 24 años.
Stella: Bebe, puedes tener 50 años y seguirás siendo mi bambino, estás hermoso mi vida ¿cuándo modelas en mi pasarela cielo?
Luciano: Nunca mamá, sabes que no me gusta ese mundo.
Franco: ¿Y por que nosotros no?
Stella: Ya saben por qué, además mi Luciano es mucho más guapo que ustedes.
León: Gracias Stella por lo que nos toca.
Alessandro: Mira nada más como vienes Alessandro.
Greco: No te atrevas a dirigirme la palabra si no quieres que le diga a mi mamá la clase de basura que eres.
Alessandro: NO ME HABLES ASÍ ALESSANDRO.
Greco: Entonces no me llames tu Alessandro.
Stella: No crean que soy tonta y no me doy cuenta ¿hasta cuando me van a decir qué pasa entre ustedes 2?
Greco: ¡Nada mamá tienes un ejemplo de marido!
Alessandro: Deberías asearte y estar sobrio para que vayas a la empresa.
Greco: Ya te dije que no pisaré el mismo lugar que tú.
Stella: Ya basta Greco, vas a bañarte y tienes 1 hora para bajar, porque vas a mover ese trasero y te quiero en la empresa ya oíste.
Luciano: Mamá deja que se duerma un rato.
Stella: Quiero que lo lleves a la empresa y después me alcanzan en la agencia y eso va para todos, ayuden a Luciano.
Salen Stella y Alessandro tomados de la mano rumbo a la empresa, mientras bañan a Alessandro ... EN UN HOSPITAL DE LOS ÁNGELES... Diego está en el cuarto de Elsy que sigue en coma.
Diego: ¡Elsy, Elsy me oyes mi niña hermosa, por favor bonita!, dios ¿quién duerme tanto tiempo?, ya abre tus ojitos, porque cada que te veo, mi deseo por comerte a besos es más grande ¿qué me hiciste niña, qué me diste?
Letterman: ¿Cómo estás, Diego?, buenos días.
Diego: Bien doctor ¿por qué aún no despierta, ya pasaron las 72 horas y sigue sin despertar.
Letterman: Su cerebro aún está inflamado, ya te lo había dicho, ve a tu casa y descansa, casi no duermes te aseguro que si hay un cambio te llamaré.
Diego: Ella... ¿ella escucha si le hablo?
Letterman: Es como estar dormida, no te oye, y sí en efecto ya pasaron las 72 horas pero sigue en estado grave pero estable.
Diego: Está bien, gracias doctor.
Letterman: ¿Y Felipe, has hablado con él?
Diego: Si le llamo todos los días para que no se preocupe.
Letterman; Siendo tan intenso, no puedo creer que no haya venido ya.
Diego: No soy su niñera.
Letterman: Nos vemos después.
Sale el doctor Letterman y Diego vuelve a sentarse al lado de Elsy, minutos después entra la rubia que conoció en el bar de Nueva York y siguió teniendo encuentros de cama con ella... su nombre es Susan.
Diego: ¡Elsy, Elsy!, voy a comerte a besos si no despiertas niña.
Diego se acerca poco a poco, toca con sus manos el rostro de ella, su nariz, sus labios a los que les da un roce con los suyos; basto solo un roce para que él sintiera recorrer una electricidad por todo su cuerpo, y pronto se dio cuenta que su miembro se activó casi de inmediato, la estaba besando de manera suave y delicada, deseaba sus labios desde que la vio, disfrutaba sus labios con sabor a fresa, sentía que tocaba el cielo aunque ella no le respondiera, de pronto escucho voces y se apartó de Elsy, Susan la rubia del bar irrumpió en el cuarto.
...SUSAN MACDOWEL....
Susan: ¡Diego amorcito, me tienes muy olvidada cariño!
Diego: Susan ¿qué haces aquí?
Susan: No cariño más bien ¿tú qué haces aquí?, ¿quién es está pordiosera?
Diego: No te atrevas a insultarla.
A Susan no le importó y se abalanzó sobre el cuello de Diego y lo besa, en ese momento entra Felipe, viendo a Elsy y luego a Susan y se enfurece.
Felipe: ¿Estás son tus vueltas a los ángeles, para ver a estas mujerzuelas?
Diego: Callate Felipe y tu Susan vete buscame en la noche.
Susan: Pero amor, viaje hasta acá solo para verte y pasar nuestro tiempo juntos.
Diego: Vete y búscame en la noche.
Susan: Pero amor.
Felipe: Estás sorda estúpida, que te largues.
Susan: ¿Quién es él, tu hermanito?
Felipe: No zorra pero lárgate de aquí.
Diego toma a Felipe fuerte del brazo.
Diego: Ya es suficiente te veo en la noche Susa y tu Felipe camina trae la camioneta Nelson.
Nelson: Sí señor enseguida.
Diego iba en verdad muy molesto y preocupado por Elsy, no le hablo en todo el trayecto hasta que.llegaron a la casa aún en los ángeles y subieron a la recamara para iniciar una discución que los distanció y Diego cambiaría su actitud con él.
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