Capítulo 2: HUYENDO DEL INFIERNO.

Habían pasado ya 5 años, Estrella tiene ya 10 años pero,su mirada era ausente, y perdida; daba miedo mirarla tenía una bata desgarrada estaba descalza, con sus piernas manchadas de sangre ya seca, pálida y desnutrida por la falta de alimento, el cuarto del fondo de una vieja mansión donde no se oían sus gritos desgarradores sus llantos y suplicas porque ya no podía más...

Alzó sus ojos hacia la puerta que dejo abierta el hombre que salía de ahí acomodándose el pantalón; Estrella adolorida como pudo se levantó y salió de aquel cuarto.

Todo lo que veía le daba asco, vió de pronto la puerta principal abierta y salió con mucho cuidado, salió rumbo a la puerta trasera y ya afuera corrió y corrió con lágrimas en los ojos hasta que no pudo más, era Invierno y el frío calaba hasta los huesos pero no para ella que era el mismo hielo cuando una patrulla la mira, se estacionan y bajan para ayudarla.

Policía 1: Pequeña, ¿Qué haces aquí y con este frío, como te llamas?

Policía 2: ¿Te perdiste hermosa?

Estrella: Noooo, nooo me toque señor, noooo me duele nooooo soy mala, soy sucia, soy mala, soy sucia no me haga daño señor.

Policía 1: Tranquila linda, no queremos hacerte daño.

Policía 2: ¿Tienes familia?

Policía 1: Vamos a llevarla para que la revise el médico y saber que haremos.

Estrella: NOOOO, NOOO ME TOQUEN, YAAAA NOOOO POR FAVOR.

Policía 2: Tranquila, tranquila mira, subete tú solita, nadie te va tocar nadie hará daño.

Policía 2: Vamos pequeña pronto te sentirás bien.

Estrella es llevada a las instalaciones del FBI a la Unidad de Víctimas Especiales... Madison Blanco es México-americana, creció en un orfanato al ser abandonada por su Madre, ya se iba, pero se regresó al ver que llevaban a la pequeña Estrella a la Unidad Médica para su revisión, los policías se acercan a ella.

...MADISON BLANCO JOHNSON...

Policía 2: ¿Ya de salida licenciada?

Madison: ¿Quién es la pequeña?

Policía 1: La encontramos en la calle, creo que fue víctima de Violación, maltrato infantil, y trata de blancas.

Madison: ¡Tráfico de niños!, ya veremos quiero hacer una valoración de la situación y hablar con ella.

Pasan 3 horas, y tiene a Estrella bañada y con un vestido nuevo, sentada en la oficina y enfrente de una mesa entra Madison y la Policía 1.

Policía 1: ¡Hola linda te ves mucho mejor.

Madison: ¡Hola pequeña!, soy la licenciada Madison Blanco y me hago cargo de ayudar a otras niñas tan lindas como tú.

Estrella: Yo no soy linda, estoy sucia, ME QUIERO IR, NO QUIERO ESTAR AQUÍ.

Madison: Escucha linda, aquí nadie te hará daño, te doy mi palabra.

Madison llegaba con Estrella al convento de San Benito donde Madison se crio, todos los recuerdos volvían a su mente los buenos, y malos, Estrella miraba el portón como una gran muralla, al abrir las recibe Sor Diana una mujer delgada, además de tener manos y dedos largos, pero con una sonrisa y mirada afable, abraza a Madison en cuanto abre.

...SOR DIANA....

Sor Diana: ¡Madison muchacha!, pero que grande estas, mírate toda una licenciada.

Madison: ¡Hermana me da tanto gusto verla!, ¿cómo están todos?

Sor Diana: Bien hija, Dios ha sido bueno con nosotros y no nos deja de su mano y dime ¿quién es está hermosa niña?

Estrella da un paso hacia atrás, cuando la monja intenta tocar su cara.

Madison: Tranquila pequeña, la hermana es buena persona y quiere mucho a las niñas como tú, le gusta ayudarlas como a mí me ayudo en un tiempo, yo crecí aquí sabes.

Sor Diana: ¿Es la niña de quien nos hablaste?

Madison: Si hermana y tengo una cita con la Reverenda Madre.

Sor Diana: Sí ya te estaba esperando,, pero tendrás que esperar un poco pues está hablando con su Ilustrísima.

Madison: Está bien esperaremos, ¿hermana tendrá un desayuno para la niña?

Sor Diana: ¡Claro que sí!, vuelvo en un momento.

Sale la hermana Diana, se sientan en una banca para esperar el desayuno de Estrella y ser recibida por la reverenda madre, comienza la niña a tallarse las manos, está inquieta y tiene la mirada perdida; Madison no se imagina por todo lo que la niña tuvo que pasar, Madison ya estaba un poco desesperada pues por más que lo intento la niña no le dijo su nombre.

Viene la hermana Diana con el desayuno en una charola y lo deja en una banca al mirar a la niña, se oyen gritos y risas de los niños que viven en el convento pues de los 2 edificios con los que cuentan uno fue adaptado como orfanato para los niños que llegaban ahí, y los que Madison llevaba, por esa razón los niños querían mucho a Madison pero, no era grato para la niña pues al oírlos se levanta recordando los gritos y risas de aquel horrible lugar.

Corre hacia el portón lo golpea y grita para que le abran, Madison corre tras ella, la hermana Diana mira la condición tan vulnerable en que se encuentra la niña, para ese entonces la Reverenda Madre y su ilustrísima la miran con compasión.

Estrella: NOOO, NOOOO ME TOQUEN, ME QUIERO IR, SAQUENMEEEE, SAQUENMEEE DE AQUI, ABRANMEEEE ME QUIERO IR.

Madison intenta tocarla y la niña le muerde la mano, y lo mismo hace con la hermana Diana al intentar hacer lo mismo.

Madison: Espera, espera linda, tranquila nadie te hará daño aquí... aayyy.

Sor Diana: Hermosa solo queremos ayudar... aaayyy.

Su ilustrísima era sensible y joven, con carácter para ejercer su oficio; al oír y ver gritar a la niña sus lágrimas salieron al recordar su infancia, y como fue un niño abusado por su tío hermano de su mamá, se acerca a la niña y al verlo llorar, la imagen de su hermano Luis Felipe se hace presenta ante ella y se arroja a sus brazos llorando.

Estrella: Pipe hermanito, Luis Felipe ¿eres tú?

Su Ilustrísima: Sí pequeña soy yo.

Estrella: ¿Dónde estabas, por qué no me ayudaste?

Su Ilustrísima: ¡Oh pequeña lo siento, lo siento tanto!

De repente llegó alas fosas nasales de la niña el aroma de su Ilustrísima y al ver que no era su hermano inmediatamente se aleja y le pega en la espinilla del pie estirando el cabello del Sacerdote.

Estrella: MENTIROSOOO, NO ERES FELIPE NO ERES, ¿DÓNDE ESTÁ DÓNDE?

Madison: Suéltalo, suéltalo linda lo estás lastimando.

Estrella: ¡Mira hermanito, las estrellas son muy brillantes!

De repente la niña corre al césped mientras ríe y después llora.

Estrella: No hermanito no, ja, ja, ja no me hagas cosquillas ja, ja, ja, NOOO NO ME TOQUES LUIS FELIPE ESTOY SUCIA, ESTOY SUCIA Ja, ja, ja.

Madison: La psiquiatra tiene razon, tendré que llevarla a la casa de salud mental de San Jacob.

Su Ilustrísima: Es tan pequeña y tan indefensa.

Reverenda Madre: Indefensa y débil pobre niña, en cuanto se estabilice no dudes en traerla.

Madison: Así lo haré Reverenda Madre, su Ilustrísima me despido y denos su bendición

Su Ilustrísima: Que Dios las bendiga hija mía y que la niña se restablezca y le dé la salud y la paz de su alma.

3 largos años de medicamentos, electroshocks, atada a una cama de día y de noche, con camisa de fuerza cuando se alteraba, todos Enfermeros Enfermeras, y Médicos sentían pena por la niña y ya todos se habían encariñado con ella tanto; que le regalaban muñecas, juegos de té, cocinitas y muchas cosas más, una tarde tomo una de las tijeras de su cuarto de juegos que dejaron por descuido y corto su poco pelo maltratado.

Daba miedo y se erizaba la piel al oírla en las noches, hablando, gritando, riendo y llorando todo casi al mismo tiempo.

La dieron de alta y al salir ya era otra con pelo tipo hombre, pantalon, playera y unos tenis, llegó asi de nuevo al orfanato de la mano de Madison, la niña hablaba ya más con ella pues iba a verla todos los días; la niña arrastraba para entonces una pocas secuelas, lapsos de ausencia y algunas pesadillas, 13 años tenía ya y con un corazón frío, de mirada dura, no hablaba con nadie y menos si eran desconocidos, decoraron su cuarto solo para ella, para que ya no recordará el otro, uno oscuro, sucio y lleno de dolor y maldad.

Un día llegó al patio trasero del orfanato, estaba un niño con ropas desgarradas, mientras él la veía que lloraba, él sería su único y mejor amigos hermanos como se veían y hablaban y el único también que sabía el secreto de su pasado.

Niño: ¡Eres una llorona!

Estrella: ¿Quién eres tú?

Niño: ¿Cómo te llamas tú?

Estrella: No sé.

Niño: ¿No sabes como te llamas?

¿ Por qué tu pelo está tan feo y corto? pareces niño.

Estrella: Es que así no me encuentran los... los señores malos.

Niño: ¿Quiénes son los señores malos?

Estrella: ¿Has visto a mi hermanito?, no lo encuentro.

Niño: ¿Cómo se llama?

Estrella: Luis Felipe.

Niño: No, no lo he visto ¿se parece a ti?

Estrella: No él es bueno y limpio, yo no, yo soy mala y estoy sucia.

Niño: ¿Sucia de dónde?

Estrella: Por más que me tallo no se quita, no se quita.

Estrella llora y sale corriendo dejando a un niño muy confundido por su actitud.

Niño: ¡HEY ESPERA! NO ESTÁS SUCIA LLORONA VEN.

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