Porque Te Conocí

Porque Te Conocí

Capítulo 1

RILLEN

        Con mis últimas energías, abro el portal y me lanzo hacia el espacio, cruzando antes de que puedan atraparme mis perseguidores. Inmediatamente soy trasportado a algún lugar al azar del mundo humano y lo único que veo antes de perder la conciencia es verde, verde por todos lados y en el fondo el sonido de un perro ladrando.

 

LILY

        No doy crédito, de verdad no doy crédito a lo que mis ojos acaban de ver. –Cálmate Jack- pido, sujetando a mi perro, quien intenta salir corriendo hacia el extraño que simplemente apareció de la nada frente a nuestros ojos.

¿Y ahora qué hago? ¿Me acerco o corro? ¿Acaso es un extraterrestre? Pero tiene forma humana…

Tengo miedo de acercarme, eso es un hecho. Trago saliva, dando un paso atrás, pensando que quizá lo mejor sea dejar lo paranormal allí y olvidarme del asunto, pero si hago eso, ¿cómo podré venir nuevamente por aquí?

-Ven, Jack- lo tironeo de la correa, hasta que lo amarro a un árbol cercano. –Deja de ladrar, llamaras a todo el pueblo aquí- reprendo, pero ni siquiera me mira, simplemente sigue ladrando al extraño.

-Ok, aquí voy- me acerco cautelosamente al cuerpo inconsciente, sobre todo esperando que no sea una treta y empiece a moverse cuando esté cerca. Doy un paso tras otro con el corazón tronando fuertemente en mi pecho, pero no pasa nada hasta que estoy a su lado. –Oye- llamo, dándole un pequeño empujón a su costado, pero no hay respuesta. -¿Estás bien?- ahora un poco preocupada.

¿No está muerto, cierto?

Me acuclillo a su lado y veo como su respiración sale de manera débil. –Mmm… ¿Y ahora qué?

Decido darlo vuelta y ver bien su cara al menos, así que aunque toma toda mi fuerza, lo hago.

Debe medir un metro ochenta y cinco por lo menos y no sé cuanto pesará, pero debe ser mucho. Pienso, limpiándome el sudor.

-Silencio, Jack- reprendo a mi perro, el que ahora dejó de ladrar para ponerse a gemir. Es lindo. Es mi primer pensamiento al ver su sucia cara. Lo estudio y no veo diferencia alguna entre él y un humano común. Es lindo, pero no es como si fuera un modelo ni nada. Él tiene facciones fuertes, un pelo negro y una boca un poco contraída por lo que creo es dolor. Si hay algo que lo diferencia, diría que es su cuerpo. Reviso entonces su cuerpo, el que podría pertenecer a cualquier atleta, en el que se dibujan los músculos por debajo de la ropa. Por cierto, la ropa sí que es rara… Mierda. Veo manchas oscuras filtrándose en su abdomen y una de sus piernas. Si eso no es sangre, me dejo de llamar Lily.    

Toco con uno de mis dedos sobre la tela mojada y la reviso, advirtiendo que es sangre. Así que por eso está inconsciente, está herido. Levanto mi mirada y reviso a ambos lados del camino, no hay nadie por ahora, pero eso no será así siempre. Este sendero es utilizado por varias personas del pueblo, ya sea para hacer ejercicio, pasear o sacar a los perros. Inevitablemente alguien vendrá pronto.

¿Debería ir por ayuda? ¿Llevarlo al hospital?

-¿Qué debería hacer contigo?- le pregunto al hombre inconsciente, quien no debe tener mucho más de veinte años, olvidando mi miedo al verlo herido. Él por supuesto no me responde, así que en su lugar pienso mis opciones.  

¿Al hospital? No, mejor no. Quién sabe qué pudieran encontrar en su cuerpo, ¿Y si lo llevan para estudiarlo a un laboratorio y allí lo diseccionan?  Tiemblo de sólo pensarlo. ¿Espero que alguien aparezca dando un paseo? Pero llegaría al mismo problema. No podría explicar de dónde salió, ya que no me creerían y propondrían llevarlo al hospital. Lo que también descarta la opción de abandonarlo y dejar el problema para la siguiente persona que pase por aquí. ¿Mi casa? Casi río, no es que tenga una mala relación en mi casa ni nada, pero llegar con un hombre inconsciente, herido y al que no puedo llevar al hospital… Imagina cómo explico eso.

-¿Por qué tengo tanta mala suerte?- pregunto al sujeto a mis pies, sin obtener respuesta. Suspiro, sin encontrar solución. Miro nuevamente alrededor y veo un grupo frondoso de árboles y arbustos relativamente cerca del sendero. ¿Servirá?... Tendrá que servir.

Voy primero por Jack y lo traslado hacia donde quiero llevar al hombre, amarrándolo fuera de la vista. Después de todo, si alguien pasa y ve al perro amarrado, solo, se preguntará qué hace ahí. –Eso, buen chico- le doy unas palmaditas en la cabeza, ya que dejó de ladrar y gimotear.

Luego, corro de vuelta hacia el hombre inconsciente y pongo mis brazos bajo sus hombros, levantándolo un poco y arrastrando el resto de su cuerpo. –Lo siento, lo siento- murmullo, cada vez que lo escucho hacer sonidos de queja. Espero que nadie venga ahora, porque esto sí que no lo podré explicar. –Ya veo las portadas en todos lados, mostrando una foto de como estoy ocultando un cadáver o peor, un video.

Es un trabajo lento y arduo, que toma más tiempo y esfuerzo de lo que creí, pero después de lo que se siente como una hora, finalmente logro llevarlo hacia debajo de los árboles, oculto por los arbustos, el pasto y las enredaderas.

-Finalmente- me tiendo al lado del hombre, tratando de recuperar el aliento. Luego de unos minutos me levanto y voy a borrar lo mejor que puedo el rastro dejado cuando arrastré el cuerpo.

Cuando estoy por terminar, escucho conversación por el sendero. Me apresuro y reviso alrededor por si queda algo y cuando veo un destello de metal entre la hierba, maldigo. Corro hacia allí y veo que se trata de nada menos que de una espada. La levanto rápidamente y la escondo un poco más lejos del sendero, entre la hierba, dando por hecho que la pesada espada es de él. La oculto y vuelvo al lado del sendero justo a tiempo, cuando veo aparecer a una pareja de mediana edad,  quienes siempre corren por el lugar.   

-Buenas tardes- saludo. Sentándome como si estuviera descansando. No es que tenga que fingir demasiado.

-Buenas tardes- saludan ambos, mostrándome una sonrisa amable. –No te exijas demasiado Lily, te ves agotada- comenta la señora Rosa.

-No lo haré, gracias- digo, mientras me despido. Ellos rápidamente se pierden por el otro extremo del sendero. Deben ser más de las cuatro. Pienso, ya que ellos siempre corren sobre esta hora.

Me levanto, recupero la espada y voy de vuelta hacia el hombre, pensando en que pronto tendré que volver a casa también, antes de que se preocupen.  Cuando llego, dejo la espada en el suelo y doy una mirada a sus heridas, haciendo una mueca. No tengo idea de cómo sanar a alguien… Levanto la ropa de su abdomen, la que está medio pegada, dejándola caer cuando todo lo que veo es sangre.

 

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Comments

Patty Molina

Patty Molina

será otra guardiana alguien con poderes

2024-06-22

0

Fedra Paublott

Fedra Paublott

se ve interesante

2023-10-22

1

Beda Aleman

Beda Aleman

ya veo algo insólito lo
primeo que debió.hacer.es buscar ayuda llamar pidiendo auxilio se va a desangra lo deja allí y se va o que hace no logro entender si se muere es culpa de ella por no auxiliarlo digo yo

2023-05-08

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