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La Niñera de los Hijos del Mafioso

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capítulo 19

Esther quedó sin saber cómo actuar, ella permaneció con las manos en la Zaya, Logan no soltó su brazo.

Esther: Por favor.

Logan: Creo que te mereces un castigo.

Esther: Yo no he hecho nada, lo juro.

Logan: Me has irritado mucho hoy.

Zaya: Mamá.

Esther: Necesito llevarla.

Logan: Deja la puerta de tu habitación abierta cuando vayas a dormir, es una orden.

Esther: ¿Q-Qué vas a hacer?

Logan: No tengas miedo.

Él suelta su brazo, ella toma a Zaya y sale apresuradamente.

Esther pasa por la sala como un huracán, Logan regresa a la sala con una expresión más cínica, Erika lo llama para tomar vino y van hacia la mesa de bebidas.

Erika: ¿Qué está pasando entre tú y Esther?

Logan: Nada.

Erika: He notado tu actitud, solo te pido que no le hagas daño, ella no se lo merece, Logan.

Logan: No entiendo lo que dices, hermana.

Erika: Sé que la deseas, no hagas lo mismo que hiciste con Alice, Esther no se lo merece, ella es una buena mujer, hermano, supongo que por eso te has encantado tanto. Nunca has traído a nadie aquí, pero trajiste a Esther, dejaste que los niños la llamaran mamá, estás enamorado. No intentes negarlo, pero si la quieres, dile quién eres, seguramente no le gustará, pero no puedes empezar mintiendo.

Sin saber nada, Vinícius mencionó la mafia.

Logan: ¿Por eso se sintió mal?

Erika: Se atragantó y se quedó abismada.

Logan: Mala suerte para ella, le guste o no, no saldrá de esta casa.

Erika: ¿Qué vas a hacer, Logan?

Logan: Nada.

Erika: Está bien, pero no le hagas daño, Logan, y corta esa intimidad y cercanía que le das a Vanessa. Noté que a Esther no le gustó.

Logan: Así que estaba celosa...

Erika: No te aproveches de eso.

Regresan a la sala, Vanessa se sienta junto a Logan, Raquel dice que se recompondrá, los padres de Vanessa también, Esther baja a la sala y llama a Ben.

Esther: Pequeño, es hora de dormir.

Ben: ¿Ya?

Esther: Ya es tarde.

Vanessa: Deja que el niño juegue, cuando tenga sueño él se dormirá.

Ben: Está bien, mamá, ¿me cuentas un cuento hoy?

Esther: Sí, despídete de todos.

Él abraza a Logan, se despide de Vanessa, pero ella lo jala para un abrazo falso, Erika le da un beso, se despide de Vinícius y Andrei. Erika llama a Yasmin para que también se vaya a dormir, ella va sin quejarse, suben y Esther escucha a Vanessa quejarse con Logan.

Vanessa: Esta niñera pondrá a tus hijos en su lugar, el niño no quería dormir.

Vinícius: Pero obedeció y se fue con ella.

Terminan de subir...

Andrei: Yo pienso lo contrario, Esther es una excelente niñera, una buena madre para ellos, aunque por consideración, los niños han aprendido muchas cosas con ella, si ella les hubiera quitado la educación, Ben haría berrinche, pero obedeció.

Vanessa: Ustedes están encantados con esa niñera, ¿quieren dormir con ella? ¿quién ha conseguido hacerlo aquí? Huelo a oportunista y mujer fácil desde lejos.

Andrei: Sería mejor que me respetaras, Vanessa, estoy casado con tu prima, nunca estaré con otra mujer. No saques conclusiones equivocadas sobre Esther, no la conoces.

Vinícius: Solo hablas tonterías, Vanessa.

Vanessa: Pero sé lo que ella quiere y el lugar que quiere ocupar... mira a Logan que bebe su whisky.

Logan: Y ¿cuál es el problema de que ella quiera eso? ¿tú también no lo quieres?

Vanessa: Es diferente, Logan, no me compares con esa niñera, yo te merezco, ella no.

Logan: Vanessa, entiende algo, la mujer que esté a mi lado será la mujer que yo elija, nadie puede elegir por mí, nadie me controla. Sobre mis hijos, Esther es su madre, no veo ningún problema en la forma en que los cuida, yo soy quien manda en mis hijos y yo decido qué es lo mejor. ¿Fui claro?

Vanessa: ¡Argh, alguna vez fuiste inteligente, Logan!

Logan: Vinícius, no hables de ese tema cerca de ella otra vez, ella no sabe quiénes somos y así debe seguir siendo.

Vinícius: No lo sabía, no lo mencionaré más.

Erika: ¿Esther ya bajó?

Andrei: No, amor.

Erika: Vale.

Erika sube a la habitación de Ben, Esther estaba saliendo de la habitación, se encuentran.

Erika: ¿Qué tal si tomamos un vino afuera?

Esther: No sé, mis deberes han terminado y ahora no puedo disfrutar de ustedes, de la casa, de las cosas...

: ¿Qué pasa, Erika?

Erika: Mira esto, encontré un libro interesante en la estantería.

Esther: Oh, se ve muy intrigante. ¿De qué trata?

Erika: Es una novela de misterio y suspenso. Parece tener una trama emocionante y personajes intrigantes. ¿Quieres leerlo conmigo?

Esther: ¡Claro! Será una excelente actividad para esta noche de domingo.

Erika: Perfecto. Tomemos nuestras mantas y nos acomodamos en el sofá.

Las dos amigas se dirigieron al salón, se acomodaron en el sofá con sus mantas y comenzaron a sumergirse en la historia de la novela. El ambiente tranquilo y acogedor creaba el ambiente perfecto para disfrutar de una buena lectura.

Erika era una joven soñadora y creativa que anhelaba viajar y explorar el mundo. Siempre había sentido una profunda atracción por las culturas lejanas y distintas a la suya propia. Soñaba con caminar por calles empedradas en Europa, sentir el cálido sol de América Latina en su piel y sumergirse en el bullicio de las concurridas ciudades de Asia. Sin embargo, Erika se encontraba atrapada en su rutina diaria, soñando despierta mientras se sentaba en su monótono escritorio de oficina. Su vida parecía haber perdido su colorido y emoción. Erika sabía que necesitaba hacer un cambio. Decidió tomar un riesgo y dedicarse por completo a su pasión de escribir. Tomó un papel en blanco y comenzó a dar vida a nuevos mundos y personajes en sus historias. Cada palabra escrita era un pequeño paso hacia la libertad que tanto anhelaba. Con cada párrafo, Erika sentía una profunda satisfacción y alegría. Su escritura se convirtió en un escape, en un camino que la condujo a sus sueños más profundos y anhelados. A medida que sus palabras cobraban vida, Erika comenzó a recuperar su entusiasmo y asombro por el mundo que la rodeaba. Cada historia que escribía se convirtió en una ventana a un mundo diferente, lleno de posibilidades y aventuras. Erika sabía que había tomado la decisión correcta al perseguir su pasión. Ahora, se sentía viva y llena de inspiración. No importaba que sus historias aún no fueran conocidas por el mundo. Lo que realmente importaba era que Erika estaba siguiendo su corazón y encontrando la felicidad en cada página escrita.