Perspectiva de Richard.

Richard -

A decir verdad no sé qué está pasando conmigo, me defino como un hombre tranquilo, no soy mujeriego ni ingiero bebidas alcohólicas ya que crecí en un ambiente sumamente sano, donde nuestros padres muy conservadores y amantes de las tradiciones, nos educaron con valores profundamente arraigados, y precisamente los vicios, no tenían cabida en nuestras vidas.

Mis hermanos y yo crecimos con muchísimas carencias materiales ya que éramos muy pobres, aún así, mis padres hacían todo lo humanamente posible para que no percibiéramos esa vil pobreza que nos arropaba, y que en muchas ocasiones nos limitaba en lo que a alimentación, vestimenta, educación y tantas otras cosas se refiere. Sin embargo, mis tres hermanos y yo éramos felices junto a papá y mamá que nos prodigaban demasiado amor y eso los hacía inmensamente grandes ante nosotros. A pesar de todo fue una época muy hermosa. Por ellos me tracé metas, y me dediqué a estudiar y a superarme, y siendo el mayor de los hermanos, quise brindarles todo el apoyo posible para que también pudieran realizar y culminar sus estudios superiores y lograr ser unos profesionales. Y así fue, juntos lo logramos.

Hoy en día cuando visito a mis padres en la provincia, donde gracias a todos sus hijos viven en paz y tranquilidad, cómodos pero sin lujos, ya que siguen manteniendo la humildad y sencillez que tanto nos inculcaron, y que gracias al universo hemos sabido acatar a rajatabla, los veo tan felices, me siento tan agradecido con la vida misma, ya que hemos sabido retribuir todo lo que hicieron por nosotros. De los cuatro hermanos, los dos que me siguen están casados y tienen hijos, tengo cinco sobrinos, dos varones de cuatro y dos añitos, y las princesas bellas y consentidas por todos que son las trillizas, que apenas tienen un año — ¿y cómo no van a ser las consentidas?

Si es que en casa solo hubo varones, y con la llegada de las bebas, mi adorada madre las disfruta tanto, que siente que su deseo de tener niñas se cumplió, y hoy en día es sumamente feliz con todos sus nietos que ya están creciendo poco a poco.

El menor de todos los hermanos, y que según mis padres llegó a éste mundo por accidente, apenas tiene veinte años y está a la mitad de su carrera de arquitectura, y al igual qué mis otros dos hermanos es un extraordinario chico. Aunque siempre estoy al pendiente suyo, obviamente respetando su espacio. Así que ellos conforman mi hermosa familia.

En cuanto a mi vida personal no hay mucho que decir. A mis treinta y dos años me mantengo soltero muy a mi pesar y aunque no soy mujeriego, pues obvio qué me gustan las mujeres, sobre todo que sean inteligentes, sinceras, honestas, con deseos de superación. Y ante todo tiernas y cariñosas. En lo físico, mi prototipo es la mujer alta, rubia, de ojos claros, esas chicas me enloquecen. Y no es que sea racista o esté en contra de las morenas o de piel un poco oscura, no, nada de eso, pero bueno, no sé.

Siempre estuve rodeado de mujeres rubias, mis tías, abuelas y primas, quien sabe si eso influyó, además por lo general he atraído a éstas féminas, aunque con poco éxito, creo que voy a ser el tío solterón de la familia. La verdad es que hasta ahora no me he interesado por alguna chica en particular. Por supuesto que he tenido varias novias e incluso casi que vivía en pareja con una, de alguna manera me sentía atraído por ella y me ilusioné creyendo que era la mujer con la que compartiría mi vida y sería la madre de mis hijos, no obstante por un lado su materialismo desmedido, y por el otro que me absorbía mucho y me presionaba casi a su voluntad, hizo que entendiera que antes que su toxicidad me alcanzara, era preferible terminar con esa relación que no nos conduciría a nada bueno.

Así que retomé el gimnasio que había dejado a un lado por estar con ella, volví a practicar los deportes que me gustan, y disfrutar al máximo de los deportes extremos que me fascinan de manera endemoniada.

Desde que me gradué hace nueve años, trabajo como contador general en una reconocida empresa multinacional, dónde debido a mi eficiencia, responsabilidad, honestidad y amor por lo que hago, me he ganado el respeto y aprecio tanto de los grandes jefes como los de mi equipo de trabajo. Y así marchamos como una gran familia en un ambiente laboral sumamente agradable.

Desde hace unos meses, estoy observando triste cabizbajo, y preocupado a mi asistente, de hecho no rinde en los trabajos asignados. Debido a eso, y a los tres años que lleva trabajando conmigo, me dispuse a conversar con él, y tratar de averiguar qué le está pasando. De una vez me dice que siente que ya cumplió su ciclo en la empresa, que se siente frustrado, cansado de lo que hace, que no quiere continuar y desea renunciar. Bueno, ante ésta declaración, no tengo otra opción que tomarle la palabra y aceptar su renuncia.

Como su jefe inmediato que soy, notifico vía email su decisión al departamento de recursos humanos para que proceda su renuncia, y desde ya, sírvase buscar su reemplazo a la brevedad posible, ya que el trabajo se acumula, y eso realmente es bastante estresante. De hecho ya lo estoy.

El fin de semana no descansé como quería, ya que llevé trabajo a la casa para adelantar y evitar que se acumule, lo tendré que hacer hasta que contraten al nuevo asistente.

El lunes me desperté muy temprano con un carácter de perros. Aunque la verdad sea dicha yo no soy así, al contrario soy afable y buen humorado. Creo que la falta de sexo me está pasando factura, tendré que pensar muy en serio sobre eso, quizás ya sea tiempo de tratar de conocer a alguien y ver que pueda suceder, porque la verdad que la soledad y la falta de amor me está haciendo falta.

Para completar el cuadro, mi auto se averió, y desde hace unos tres días permanece en el taller, quise usar la moto, pero desistí debido a la contracción muscular con la que amanecí hoy.

Bueno, nuevamente tomaré un taxi.

Saliendo de mí casa recuerdo qué tenemos reunión a primera hora, tengo que llegar lo antes posible, ya que debido a que aún no cuento con asistente, el trabajo suyo debo hacerlo yo, sobre todo, tratándose de la reunión semestral con la plana mayor de directores y los gerentes de los diferentes departamentos de la empresa, la cual se realizará en instalaciones de siempre.

Llamé a varias líneas de servicio de taxi y resulta que todas las unidades están ocupadas, o se encuentran atrapadas en la vía debido al fuerte congestionamiento que hay en las principales calles, avenidas, y autopistas de la ciudad. Pues nada, me toca caminar y sacarle la mano al primero que vea que se desplace por la avenida.

Justo se detiene uno junto a mí, en lo que tomo la manija de la puerta trasera para entrar, siento que ya una pequeña mano también la sostiene. Su contacto me hace experimentar una energía que sube por mi brazo, llega hasta mi hombro, prosigue hasta la cabeza para quedarse alojada allí. Nunca había sentido una sensación tan rara, ya que era placentera y escalofriante a la vez. Intento de todas maneras forcejar con la dueña de esa suave mano, pero se voltea, y es cuando siento que unos hermosos ojazos color chocolate y de forma almendrada, me miran con rabia, pero en éste momento de prisas, no hay espacio para sentimentalismo, y la oigo decirme abusador, fresco y sin vergüenza. Me acerco aún más y tan solo le digo:

—«Apártese, que voy retardado a mi trabajo»

La escucho decir algo así, de madrugar más y dormir menos, si supiera desde que estoy levantado. Así que la puerta se abre y la chica en cuestión de un segundo entra al taxi y se ubica de una vez en el asiento, pues como yo no soy de menos, también hago otro tanto. Allí medio discutimos, y en lo que el taxista pregunta hacia dónde nos dirigimos, cada uno dice su dirección. El chofer se desconcierta y al darse cuenta de la situación, nos pide que abandonemos el auto ya que no es ese su sistema de trabajo. Pues ni modo, no me queda otra que a regañadientes salir y esperar otro.

Pero como al que procede bien la vida le sonríe. Justo en ese momento pasa por allí uno de los gerentes que va a la reunión y muy cordialmente me invita a entrar a su auto. Agradeciendo al universo por mi buena suerte, volteo hacia atrás y veo a la hermosa chica vestida toda de rosado y con esa cabellera negra caer como una cascada hasta su cintura entrar a un taxi, bueno, me alegro por ella que también pudo solucionar su problema para poder llegar a su destino.

¡Qué bella es! — Lo que no me explico es esa electricidad, ese chispazo, esa energía que sentí. Sin embargo lo que si sé, es que, su mirada y ese aroma que pude percibir al tenerla tan cerca, se han quedado grabados en mi pensamiento, en mi piel, en mi subconsciente.

¿Quién será esa chica tan hermosa?... La verdad que me impactó. Aún así inmediatamente aterrizo y abandono esos pensamientos hacia una chica que nunca más volveré a ver.

Por tratarse de una reunión extraordinaria con los gerentes y la plana mayor de la empresa, ésta se extendió hasta bien entrada la tarde. Salimos de la sala de conferencias, nos despedimos, y cada quien se marchó. Yo regreso a mi oficina, ya que aún tenía unos pendientes. Me doy cuenta que es más de las 5:pm, ya que mis compañeros se han marchado. Reviso el correo y encuentro el mensaje de mi gran amiga la licenciada Alejandra Bermúdez de recursos humanos dónde me notifica que ya tiene la persona para el cargo. No obstante me envía sus datos y el resultado de la entrevista. Menciona que de todos los aspirantes, ésta le pareció la más indicada, ya que aparte de estar recién graduada, le sorprendió la total madurez, fluidez, coherencia, inteligencia y hasta agilidad mental que demostró al momento de contestar las preguntas formuladas. De hecho, me notifica que ya la grabación ha sido enviada a mi WhatsApp. Me dispuse muy atentamente a escucharla, la verdad que me parecieron excelentes respuestas bien pensadas y muy atinadas. Me encantó cuando habló sobre el valor del conocimiento y el aprendizaje por encima del dinero, justo coincido con ésta opinión.

En líneas generales se nota una persona muy madura por lo acertada de sus respuestas. Aunque en definitiva lo que yo deseaba es que empezara a trabajar de inmediato, necesitaba urgente un asistente. Ahora bien, me imagino que aún no será, ya que el día de mañana es para realizar los análisis médicos que exige la empresa, y quizás para el miércoles a primera hora contaremos con su presencia, y lo más importante con su trabajo.

El día miércoles en la mañana un suave toque en la puerta interrumpe mis ocupaciones, invito a pasar a la persona que tocó. Es Julia, la chica de la recepción. Luego de un breve saludo, me indica a la persona que viene detrás suyo.

—Disculpe licenciado, ésta es la señorita que viene para el cargo.

¡No puedo creerlo, es la chica del taxi! La misma por la que estuve a punto de llegar tarde a mi reunión, la misma chica que me cautivó e hizo que sintiera sensaciones nuevas y que pensara en ella casi todo el día. Actué con naturalidad, aunque por dentro estaba temblando. No sé si lo nota, o si recuerda que fui el patán que no la dejó que el taxista la llevara probablemente a la empresa donde tenía la entrevista a la que fue citada, para ser precisamente mi asistente...¡Qué fallo!

—Buenos días licenciado. Soy Malena Ramírez, seré su asistente.

—Buenos días señorita — ¡Bienvenida! — Espero que esté a la altura del cargo. Le advierto de antemano que no tengo tiempo para enseñar a nadie, así que ojalá sepa hacer su trabajo —Dije fingiendo molestia.

—No se preocupe licenciado, no tendrá que enseñarme lo que ya aprendí en la universidad, así que pierda cuidado. Solo explíqueme cuáles serían mis funciones para desde ya comenzar a desempeñarlas.

Por un momento me quedo desconcertado, que aplomo y serenidad ha tenido al responder. No se sintió intimidada, ni nerviosa para nada. Demostró en todo momento madurez y profesionalismo. Al contrario, creo que fui yo el que se intimidó ante su imponente presencia. Para salir del atolladero en el que estaba, y respirar un poco de aire, la invito a ir al centro de la oficina para presentarla ante los que serán sus nuevos compañeros de trabajo.

La verdad que después de presentarla, no logré escuchar lo que ella les decía, ya que me encontraba extasiado observándola con dedicación y hasta con admiración. Solo pude escuchar algo sobre los mares, no supe a ciencia cierta a qué se refería. Pude apreciar que vestía juvenil pero formal y sencilla, nuevamente toda de rosado. Se nota que es su color preferido, a menos que lo usé por cábala.

Ése mismo día ha sido instalada en el cubículo al lado de mi oficina, de una vez le asigné el trabajo a realizar. Aunque debo admitir que no tenía nada pendiente ni atrasado ya que me había puesto

al día el fin de semana. Sin embargo, hice que realizara algunos que me correspondían... Reconozco que fue una vil canallada de mi parte, pero de alguna manera quería evaluarla para ver si así como era de hermosa, también era inteligente, y no una bella con título, pero cabeza hueca.

Pues me quedé gratamente sorprendido, ya que logró realizar todo el trabajo sin presentar un solo error, eso me satisfizo mucho e hizo que mi admiración vaya «in crescendo» Aunque obviamente es sumamente pronto como para calificarla a priori, aún así en mi experiencia laboral, puedo ver que es una excelente profesional. Por otro lado, me he puesto muy nervioso las veces que ha entrado a mi oficina para llevarme el trabajo para su revisión. Es que su presencia y ése aroma tan suyo, tan embriagador invade todo mi espacio y mis sentidos. ¡Por Dios debo centrarme! — parezco loco, sí apenas recién ha comenzado a trabajar y ni siquiera la conozco, lo más probable es que tenga novio. Así que me llamo a juicio. Aunque presiento que ésta chica va a ser mi perdición.

Los meses pasan y mi bella asistente ha resultado todo un suceso, obviamente para bien. Se desenvuelve con tanta soltura, que pareciera que tuviese muchos años trabajando aquí, es más, puedo asegurar sin temor a equivocarme, y apartando a un lado lo atraído que me siento por ella, qué es la mejor asistente que ha pasado en la casi década que tengo en la empresa.

Debido a su carácter dulce, apacible y risueño, ha sabido ganarse el respeto y el cariño de todos en la oficina. Incluso, las chicas la tienen en alta estima, y le prodigan admiración. Siempre estoy con ella enseñándole todo lo que pueda y aprovechando que aprende rapidísimo. Y claro, me encanta sentir su presencia y cercanía.

Todos los días le obsequio cualquier detallito como chocolates, dulces o frutas, pero flores no, ya que siento que eso es más revelador y no quiero que crea que la estoy acosando. Aunque pensándolo bien, no me importa que lo crea, ya qué me tiene completamente hechizado, y es que siento una especie de electricidad muy fuerte entre nosotros que no dejo de mirarla, y cuando no la tengo cerca me hace falta. Definitivamente me he enamorado de una joven a la que le llevo díez años. Y hasta me he sorprendido conmigo mismo, yo, que nunca había tenido interés en algunas cosas, pues ahora me gusta todo lo que sea rosado. ¡Claro, y cómo no va a ser así, si es que precisamente ese es su color preferido!

Quiero declararle mis sentimientos, pero no sé si sería lo correcto, la verdad no estoy seguro. Aunque a veces siento que no le soy indiferente por sus miradas hacia mí, y también me doy cuenta que casi siempre quiere estar conmigo, busca algún pretexto, a pesar de que casi todo el tiempo permanecemos juntos. Pero aún así, no sé si ella tenga novio, o esté saliendo con un chico quizás de su misma edad, con sus mismos ideales. Me toca averiguar.

Y cómo las oportunidades se presentan solitas, pues bueno, uno de los compañeros nos invitó a todos a las bodas de oro de alguien de su familia. La verdad sea dicha no presté atención, solo me concentré en pensar que ella estaría allí, y que sería una buena oportunidad para estar juntos en un entorno totalmente diferente al de la oficina. Le pregunto si va a ir a la fiesta y me dice que no sabe todavía, eso me preocupa y me siembra dudas. Pienso si es que será que prefiere quedarse para disfrutar quizás con su novio. Sin embargo, en la mañana del sábado la llamo y me arriesgo invitándola a irse conmigo y tres compañeros mas, la escucho maravillada aceptando de una vez, y quedé en pasar por ella a las 8: pm. Con ésto se acomoda mi día, me siento eufórico. La tendré cerquita de mí, me imagino conduciendo el auto, y ella a mi lado. La verdad que nunca hemos compartido un instante fuera de la oficina, no he querido ni siquiera invitarla a tomar un café por temor a que me rechace.

A la hora acordada pasé a recogerla, ya ella me esperaba en la puerta. Estaba bellísima y espectacular. Vestía muy sencilla, ella no era de estar mostrando ni piernas, ni escote, ni ropas adheridas al cuerpo, y eso me atraía aún más, ya que creía que éste tipo de chicas no existía. Siempre he considerado que la mujer en sí, por ser mujer no necesita tanto, y mucho menos excesivo maquillaje ni vestir exageradamente. En todo éste tiempo que tengo de conocerla, me he dado cuenta que solo usa brillo en los labios y más nada, pero es que tampoco lo necesita, es poseedora de un rostro tan hermoso con pómulos resaltados como si hubiesen sidos esculpidos por el mejor escultor, y esa maravillosa sonrisa con dientes blancos perfectamente alineados, esos ojos chocolate en forma almendrada que parecen los de una gacela adornados con pestañas largas y rizadas. Toda ella es súper preciosa, y lo mejor de todo, su espectacular cabello negro tan peculiar, que es lacio hasta los hombros y luego de allí es rizado en suaves ondas que caen sobre su espalda hasta la cintura como una cascada que le hace resaltar ese hermoso color caramelo de su tersa piel.

Sin embargo por tratarse de una fiesta, su maquillaje es tan solo un poquito acentuado. Me acerqué y la saludé con un beso en la mejilla, y apenas la miro, ya que estoy temblando por las sensaciones que me produce su cercana presencia. Me reservo algún que otro comentario que la pueda intimidar. Solo me limito a abrir la puerta del asiento del copiloto, la tomo de la mano para ayudarla a entrar, pero ¡por Dios santo! con tan solo ese sencillo gesto de amabilidad, y es que no puedo evitar sentirme como flotando en el aire, obviamente suspendido del suelo. Aún así, actuó con aparente normalidad.

Hemos disfrutado muchísimo en la fiesta. Le he cantado suavemente al oído, he bailado casi toda la noche con ella, salvo en ocasiones que los compañeros la invitan, yo aprovecho y también lo hago con las otras chicas, pero que va, mis brazos no sienten lo mismo que cuando la tengo a ella ¡Dios santo, lo he comprobado, estoy perdidamente enamorado de ésta bella mujer!

Ha derribado todos mis muros, e incluso hasta la preferencia que tenía por las rubias altas de ojos claros, pues ahora estoy loco por una hermosa y espigada morena de ojos marrones como el chocolate.

Hubo un momento en que todos salimos del salón y nos reunimos afuera hablando de todo un poco. Yo estaba sentado junto a ella, en eso los compañeros comenzaron a preguntar sobre su nombre y ella de manera clara nos relató el origen, quedamos maravillados que desde niña fuese tan inteligente y tuviese el carácter tan definido para tomar decisiones importantes, y sobre todo hacer que su gente cercana las respetaran y las acataran. De verdad qué es admirable.

Debido a lo que relató de cómo fue que con sus iniciales formó su nuevo nombre, todos comenzaron a unir sus propias iniciales a ver qué resultaba, fue muy divertido lo que salió de esas combinaciones, nos reíamos muchísimo con cada caso. Pero algo que me reconfortó y me hizo proyectar un futuro junto a ella, fue que mis iniciales formaron la palabra Rios, aquello fue casi que apoteósico entre nuestros compañeros que ya daban por hecho que entre nosotros había algo más que la simple relación entre jefe y empleada. Nos mostraron su emoción y alegría, decían que era profético, y que como mares y ríos estábamos predestinados a estar unidos por siempre. Eso me satisfizo tanto, que por segunda vez en la noche sentí que flotaba en el aire.

Nuestros compañeros se dispersaron dejándonos solos, situación que aproveché para poder conversar a solas con ella. Comenzamos hablando de cosas sin mayor importancia, bueno, a lo mejor sí la tenían, pero para mí en esos momentos carecían de total interés. Solo una cosa quería saber, así que de una vez le pregunté si tenía novio, rápidamente y para alivio de mi alma me dijo que no, sin embargo le insistí diciéndole que una chica como ella que no tuviera novio resultaba increíble. Sin embargo ella, como era de respuestas rápidas y claras, me dió sus argumentos por los cuales había decidido estar sin ningún tipo de relacion que pudiese distraerla de su objetivo primordial que era culminar sus estudios satisfactoriamente.

Bueno por dentro yo estaba de plácemes, mi alegría y felicidad no cabían en mi pecho. Tomé sus manos y la miré profundamente a sus ojos y la sentí temblar, apoyé mi rostro sobre el de ella, mi nariz y la suya se juntaron, quise abrazarla y así declararle mi amor, pero justo en ese momento, toda su reciente conversación en milésimas de segundos pasó por mi mente, y comprendí que no había tenido novio en su vida y que yo sería el primero, eso me asustó, lo reconozco cobardemente. La solté y me separé de ella invitándola a que entremos nuevamente a la casa.

Y así, caminó a mi lado a seguir supuestamente disfrutando de la fiesta.

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Comments

C Matacruz

C Matacruz

hay que menso haber si no te la ganan por lento 😏☺️😱😀😉😜😃😄🙂😆😛😯🙃😁😝🤔🤪😊

2024-03-13

2

ana maria talbott

ana maria talbott

Jefe vaya despacio no sea acelerado no vaya a confundir a Mares... igual los Ríos siempre van a desembocar en los Mares 😍

2024-03-13

1

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

me encanta la historia

2023-04-24

4

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