Capítulo 2

...Isabella...

Aun me siento nerviosa, contrate a un hombre, aun peor lo lleve a vivir a mi casa prácticamente.

Pero algo dentro de mi se sintió muy nervioso cuando nos dimos la mano, solo me sucedió una vez y eso termino mal. Aun asi yo no..

-Isabella que fue todo eso? - es nuevamente mi mejor amiga, pero ahora viene en ese plan.

-No.. no lo se Vanesa – ella corre y me da un abrazo

-Dime, ¿sentiste algo por mínimo que fuera? - lo dice porque luego de mi ruptura con mi ex, tuve que ir al psicólogo, ya que desarrolle cierta apatía a los hombres y también mucho temor.

-Yo sentí algo extraño por eso actué asi amiga, tengo miedo- comencé a llorar. –No qui… quiero que…- si eso me sucede cuando me da ansiedad.

-tranquila, en la noche llamare a tu madre y hablaremos de esto- me da un vaso de agua y mi pastilla para los nervios.

-Se puede? - nos miramos y sabemos que es el.

-Si.. si siga- dije y el lo hizo

-Ya dejé todo listo señorita, firme mi contrato y mude mis cosas a donde usted me dijo- el me mira y sonríe, sus ojos casi desaparecen cuando se rie.

-Señorita, vuelvo a mi puesto. Nos vemos para salir- Vanesa se va y me quedo con el.

-Su oficina es la que esta aquí junto a la mia.- le muestro la puerta y le doy toda la información, libretas personales, nuestra extensión privada y los números de mis padres.

Se le va todo el dia en arreglar su oficina y por suerte no tenemos nada pendiente asi que voy a casa pues no quiero habla con Vanesa ni mi madre ahora.

En el ascensor nos volvemos a encontrar.

-Señorita, a descansar ya?- me pregunta

-Si señor conde, hoy estoy muy cansada-

-Entonces le deseo una buena noche señorita. - el ascensor se abre y salimos, lo veo alejarse y tomar un bus que va muy lleno y lo miran extraño, se que es por su contextura y siento mucho enojo.

El chofer me dice que donde vivía era una habitación y que no llevo muchas cosas ya que solo llevo un bolso pequeño.

luego llegamos a casa y enseguida me metí a bañar con agua caliente, estoy hecha un asco, pedí una hamburguesa y una malteada, mientras espero me puse a leer un libro.

15 minutos después escuché ruido en la casa de atrás y supe que era el, había llegado media hora después que yo. Y en otros 15 minutos llego mi

comida.

-Su entrega señorita. - le recibí y me di cuenta.

-disculpa este tiene dos paquetes- el sonríe

-Si señorita, hoy es día de dos por uno, asi que el restaurante le regala otro pedido exactamente igual. – ohh

-De acuerdo, muchas gracias- se fue y ahora que hago yo con tanta comida?

Sin pensarlo mucho tome el sitofono y llame a mi asistente

-Señorita? Puedo ayudarla en algo?- ahora nose que decirle

-Es.. es que… pu. Pu- maldita sea, odio esto, no dije nada y termine la llamada.

Estaba por sentarme a comer cuando la puerta suena y es el con un bat de béisbol en la mano y una camisa mal puesta.

-Se encuentra bien? - me abraza y se aleja- lo siento por llegar tarde, estaba tratando de cocinar algo- y luego me mira fijamente

-Lo siento, no debí abrazarte, fue un reflejo- eso me desanimo.

-Qui… quieres comer co con migo- el me ve temblando y solo sonríe.

-Si quiero señorita, es que no se cocinar y no había podido comer nada desde el desayuno- lo veo acercarse a la mesa y me espera para comer.

Comimos y luego nos despedimos con un apretón de mano con el que confirme lo que estaba pasando. Me sentía atraída a el.

En la mañana salimos juntos por casualidad y aproveche para llevarlo en el auto cosa que agradeció demasiado.

Pasamos la mañana en una junta con unos inversores chinos donde su idioma siempre fue mi problema, pero hoy sebastian me ayudo demasiado.

-Señor conde, salimos en 10 minutos- le dije por el intercomunicador y el solo asintió, debo decir que puedo verlo completamente desde mi oficina

Nos fuimos a un restaurante donde conoceremos a una socia de Francia, entiendo su idioma pero aun asi quiero que el me acompañe.

La reunión surgió sin problemas hasta que…

-Es-tu marié Sébastien ?? estas casado sebastian?)- yo quede sin palabras

-non madame je ne suis pas encore marié ( no señorita, todavía no estoy casado)

Lo más raro vino a continuación

-nous apprenons encore à nous connaître, nous ne savons pas quand nous nous marierons (todavía nos estamos conociendo, no sabemos cuándo nos casaremos)- dije sin siquiera pensarlo, me dejé llevar por los celos, unos que nunca sentí ni siquiera cuando iba a casarme realmente

Los dos me voltearon a ver muy impactados y yo solo sonreía pues si decía algo más comenzaría a tener problemas para hablar.

-J'espère juste que la dame ici me dira oui très bientôt (Solo espero que la señora aquí me diga que sí muy pronto.)- dijo sebastian dejándome fría y sonrojada.

La mujer no sabía ni que decir asi que nos felicitó y después de comer nos fuimos, pero yo seguía avergonzada con sebastian, pero no esperaba que el me siguiera el juego.

En la oficina no me atrevía a decirle nada así que me fui directamente a la oficina y llamé a Vanesa

-QUEEEE- ella estaba muy sorprendida y yo mantenía la cabeza agachada.

La puerta se abre de golpe.

-ISABE...- el se sorprendió- lo siento creí que algo le había pasado a la señorita isabella, disculpen- camino despacio hasta la puerta.

-wow- dijo Vanesa sorprendida y con una sonrisa burlona- le gustas jajaja- yo no lo crei

-no es cierto, el solo está haciendo su trabajo amiga- ella se rie

-Su trabajo es esperar a que tu lo llames y le des ordenes, no cuidarte ante cualquier ruido como anoche y ahorita- si, le dije lo de anoche y ella solo reía.

-Estás viendo cosas donde no las hay, déjalo asi. Nos vemos esta noche, quiero salir a tomar algo si? –

-Obvio nena, paso por ti- se va

En la tarde no tenía mucho que hacer asi que me iba temprano, no se por qué pero quise avisarle a Sebastián así que fui a su oficina y escuche algo muy triste.

-No hermano, no me importa casarme. Ya me dejaste claro que soy horrible y por eso nunca tendré familia. ¿Que es lo que quieres ahora? Quédate con tu absurdo dinero, no me importa- corto el teléfono.

y yo no me di cuenta que estaba pegada a la puerta y el la abrió dejándome caer sobre el.

-Señorita…. ¿Se encuentra bien? No sabía que usted estaba aquí- sigo sobre el y se siente taaaan bien.. que estoy diciendo por deos .

-Lo… lo siento- quise levantarme y el no me dejo, en cambio me tomo del rostro y… me beso.

Todo se detuvo, solo era el y sus lindos labios sobre los míos. Inconscientemente me sujete de sus manos y profundice el beso hasta que una tos fingida nos hizo entrar en razón.

-Disculpa, ¿puedes soltar a mi hermana? - carajo

-Allan que … perdón Sebastián yo… - me levanté y me fui corriendo no sin antes ver a mi hermano ayudar a levantar a Sebastián.

En el baño no hice mas que llorar, pues esto no me podía volver a pasar, no podía sentir nada por nadie.

Salí con los ojos hinchados y Vanesa con allan me esperaban.

-Allan yo..- el me abraza antes de seguir

-No hermana, no esta mal lo que haces, mereces una oportunidad mas-

-Señorita, perdóneme. Yo nose que me sucedió. Pasare a dejar mi carta de renuncia y me ire, pero no me denuncie por acoso - el estaba con sus ojos rojos.

¿-Que? Te.. te quieres ir?- solo dije eso y me deje ir en el llanto pero el estaba confundido.

Vanesa lo empujo hasta mi y el me abrazo. - lo siento mucho, no quise hacerla llorar- dijo sobando mi espalda

-No quiero que te vayas, no de nuevo- no se de dónde salió eso pero sentía que las palabras salían solas porque ni yo entendía.

– No me dejes otra vez- el me abrazo fuerte y me susurro al oído.

-Nunca, ya te perdí antes. Por eso te busque HASTA ENCONTRARTE y no me iré nunca mas- luego de eso todo se volvió oscuro.

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