Capítulo 6

...Isabella ...

Voy llegando a mi oficina cuando.

-Isabella- Entro azotando la puerta vanesa

-Que sucede? Porque entras asi carajo- ella me tira un periódico

-que? Dije en un susurro.

“El MAGNATE FREDERICK OHER DARA RUEDA DE PRENSA DONDE ASEGURA DIRA LA VERDADER RAZON DEL PORQUE SU MATRIMONIO CON ISABELLA FUE CANCELADO”

Yo comencé a temblar y a llorar.

-Amiga, cálmate, respira- ella presiono un botón-

SEBASTIAN VENGA RAPIDO-

El entro y corrió hasta mi, yo solo lo miraba y temblaba.

No, esto no me puede estar pasando. No ahora, no cuando sebastian y yo estamos tan bien. Yo aún no estoy lista para esto.

-Mi amor que sucede? - el está preocupado

-Es su ex – Vanesa me mira seria

-Que sucede con el- las dos se miran.

-Sebas mi amor, hay algo que debo hacer hoy, nos vemos en la casa en la noche si?- solo dije eso, necesito hablar con el.

-No, no te voy a dejar sola isabella, que es dime de una vez- dijo serio, esta enojado.

-Solo has esto por mi, mi amor. – el se levanta y se va.

-Amiga, debes decirle, si se entera por alguien mas será peor para ti.- tiene razón

-Le diré esta noche cuando

llegue a casa- ella sonríe.

Llame a Frederick y el acepto hablar conmigo.

Asi que lo estoy esperando en el restaurante y se que hay periodistas aquí pero prefiero

ignorarlos

-Que quieres Ismael-

-Isabella, ese es mi nombre Frederick. Pero dime, ¿porque haces esto? - mis ojos se llenan de lágrimas.

-jajaja isabella, que quiero? Quiero aclarar las cosas, pues soy la burla de todos ya que apenas 13 meses después de nuestra ruptura ya te paseabas con otro hombre en la ciudad.

-Acaso estas celoso? - el me toma del mentón fuerte lastimándome.

-No te confundas, yo quiero que ahora la burla seamos ambos, yo fui engañado por un ser como tu-

-Eres un cerdo, lo que te duele es que yo estoy feliz ahora no?

- me levante y me iba a ir rápidamente pero el me tomo de la parte de atrás del cuello lastimándome.

-SUELTAME-

-Defiéndete como el hombre que eres – me dijo suavemente.

-SUELTALA- un grito y luego todo se fue al piso.

Era sebastian golpeando a Frederick hasta que sus hombres y los míos intervinieron.

-No tienes derecho a tocarla maldito infeliz- los hombres los tenían separados.

-JAJAJA, eres un tonto, la amas? Porque no creo que ella te ame a ti- dijo y vi como recibía otro golpe de sebastian.

-Nos amamos imbécil y eso es algo que no vamos a discutir contigo-

-Entonces te dire porque no me case con este ser- yo me asuste y abrace a sebastian

-Por favor no hagas esto Frederick- Sebastián me miro confundido y enojado.

-Isabella es un hombre querido amigo- dijo y mi mundo se vino abajo.

-De… de que hablas imbécil- estaba furioso

-Vámonos amor, hablemos en casa- le tome del rostro y el no decía nada solo me veía horrorizado

-Es un transgenero, sabes me di cuenta una hora antes de la boda por que la investigue y ….- el le dio un golpe mas a Frederick y me miro.

-Bella dime que es mentiras- una lagrima bajo- por favor- susurraba.

Yo agache la cabeza llorando y el solto a Frederick y se fue no sin antes voltear y mirarme.

Esa mirada que siempre temía ver. No era de rabia, sino de dolor, decepción.

El se fue dándome una mirada llena de lágrimas.

-Te dije que si yo no soy feliz menos tu, anormal- veo a los periodistas grabando.

-Señorita isabella, ¿es cierto todo esto? - yo no sabia que decir, todo me daba vueltas.

-Ella no tiene nada que decir, porque sabe que es verdad- Frederick se burlaba de mi, luego solo vi un saco oscuro taparme la cabeza y lo escuche

-Solo volví porque aun soy su asistente- su voz era fría pero también sonaba dolido.

Me saco de ahí y mis hombres alejaron a los periodistas.

-Sebastian déjame explicarte, yo…- el solo me miro y estaba llorando.

-No isab… no- se fue rápido en un taxi, no pudo decir mi nombre, eso me rompió por dentro.

...Sebastian...

Estoy en un taxi, nose a donde voy solo se que mi cabeza se siente llena de aire, entonces esa punzada.

-Eso les pasa a los enfermos como ustedes, maric@s- gritos por todos lados.

-No me dejes por favor- alguien me sujetaba la mano, era mi mano.

-Tranquilo, prometo que volveré o no descansare hasta encontrarte- y lo vi, era un hombre.

Estaba escondido en una caja mientras yo estaba cubierto de sangre. Le di un beso y corri hasta las personas que nos amenazaban.

-NO LE HAGAN DAÑO, POR FAVOR DEJENLO YA- yo estaba siendo apaleado y golpeado mientras a el lo vi irse corriendo en un caballo y yo sonreí, lo había salvado, el estaba bien yo no era importante mientras mi amado pudiera estar a salvo. Todo se oscureció y yo desperté en un hospital con mi ropa sucia de sangre.

-Que pasa- dije mirando a los doctores.

-Señor, un taxista lo trajo, dijo que usted estaba con un dolor en el pecho y luego comenzó a sangrar por su nariz horriblemente hasta que se desmayó. - wow

-Entiendo, gracias. Sabe cuándo podre irme?-

-En un rato llegaran con el reporte, debemos descartar que tenga algo en su corazón, solo después podría irse- ellos me sonríen y se van.

Revise mis bolsillos y mi teléfono tiene un sinnúmero de llamadas de isabella y Vanesa.

También mensajes, hasta correos. Lo apague y decidí descansar.

En la noche me fui a casa, necesitaba pensar, yo no lo podía creer. Entonces decidí enumerar las cosas como mi madre me decía que hiciera siempre que estuviera agobiado

1 mi jefa es un hombre

2 estoy enamorado de un.. un hombre

3 tengo visiones mías con otro hombre donde somos heridos por ser homosexuales.

4 Se que siempre he sido hetero, pero ahora estoy confundido.

5 debo renunciar, no puedo con esto.

Con eso en mi cabeza, preparé mi carta de renuncia y me fui a dormir. Debo decir que llore como nunca lo hice, ella me mintió, hizo que me enamorara de ella a tal punto que fui capaz de golpear a alguien que con solo una orden me puede desaparecer del planeta, mi corazón estaba total y absolutamente roto.

En la mañana Salí de el que fue mi hogar por mas de 5 meses y fueron tan hermosos, cada momento, cada sonrisa, verla correr en las noches de tormenta hasta mi casa porque estaba asustada, verla haciendo el desayuno de ambos mientras bailaba.

Recordar sus besos delicados, también los apasionados besos q nos dimos.

Pero entonces recuerdo su miedo a que yo la tocara y la hiciera mia, y es cuando todo cobra sentido.

Me limpie las lágrimas y me dirigí a la oficina para renunciar.

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