#17. Un beso tuyo

...***...

🎶Estoy loca por un beso tuyo

Confieso ya estoy cansada, no me quiero frenar

Y necesito gritar lo que no puedo evitar

Estoy loca por un beso tuyo

Estoy loca por un beso tuyo🎶

^^^Ha*Ash^^^

...***...

...CORA...

^^^—Hablando en Italiano 🇮🇹—^^^

Al escuchar —"Alto!"—, todo de mí se tensó. Al sentir un escalofrío en todo mi cuerpo, mis pensamientos congelados y mi respiración a punto de dejar mis pulmones, pensé que era el fin para mí.

El hombre continuó diciendo otra advertencia.

—Desconocido: No se muevan—, voz grave y fría, al escuchar sentí que mi alma estaba a punto de abandonar mi cuerpo, hasta escuchar una voz conocida.

—Guido: Qué haces Manolo, ella es la doctora y el señor Franco; ellas son las personas que vamos a sacar de aquí, baja esa arma por favor—, dijo con Calma a dar la vuelta me llevé una mano en el pecho y sonreí al ver que es Guido, el papá de Marcelino.

—Cora: Guido, gracias que estás bien...—, lo abracé con alegría en verdad estaba preocupada por él porque arriesgó su vida por nosotros.

—Guido: No se preocupe. Vamos que un bote lo están esperando para llevarlos a un lugar seguro—, nos dijo mientras nos guiaba por todo el camino en compañía de Manolo, su hermano que vive en un pequeño pueblo puertero.

Mientras que íbamos caminando Guido nos comentó el revuelo que se hizo en el pueblo con esos hombres de negro que inclusive que se quedaron algunos meriodiando el lugar de manera discreta. En ningún momento Guido nos cuestionó con este asunto que más bien parece una película de acción. Perseguidos por un grupo de mercenarios.

Llegamos al otro lado de la playa y en un pequeño puerto tomamos un bote y zarpamos de allí hasta llegar a otro que al menos quedaba una hora de viaje por mar.

Bajamos con Manolo y cuando nos adentramos en ese hermoso pueblo nos detuvo al preguntar.

—Manolo: Disculpen que le haga está pregunta —hace pausa—, qué relación tienen?—. Nos mira a ambos.

—Franco: Por qué la pregunta Manolo?— le contesta con otra pregunta.

—Manolo: La cuestión es que en la casa en donde los voy a llevar, la dueña es más que tradicionalista. Ella solo acepta esposos o hermanos, si ustedes no son ni uno ni lo otro, pues tendrán que dormir en un establo y es algo incómodo. Le doy tiempo para que piensen pero eso sí, sean convicentes ya que Doña Nora no se le escapa nada, ella es muy suspicaz—, nos dice rascándose la nuca.

Franco y yo nos quedamos viendo de arriba a bajo analizando la situación y decidir que mentira blanca y convicente se le puede decir "Dona Nora" para que nos de posada por unos días hasta buscar la manera de salir de aquí sin ser detectados por esos mercenarios que sin duda que son enviados por Paolo.

— Cora: Pienso mejor que le digamos que somos hermanos u hermanastros, pues en verdad no nos parecemos en nada ya que mi fisionomía sin duda que no es italiana mucho menos europea—, Franco frunció el ceño ligero y exhaló.

—Franco: No creo que ser hermanos u hermanastros sea convicente para esa señora por lo que dijo Manolo esa "dona" es muy suspicaz—, muerde su labio inferior y por un momento se perdió en sus pensamientos.

Ver ese gesto me cuestiono en que estará pensando?.

—Cora: Entonces?, Vamos a llegar esa casa y que le vamos a decir? Que estamos huyendo de unos matones y tú y yo somos unos desconocidos que por una mala jugada del destino estamos metidos en este lío que ni sabemos porque llegamos a ello—, resoplo frustrada.

—Franco: Déjamelo a mi yo lo resuelvo—, me toma de la mano y me hace caminar más rápido.

—Qué se trae este hombre?— formulé esa gran interrogante en mi casa enrredada cabeza.

Al fin llegamos a la casa de doña Nora, la casa es como una especie de hostal campestre muy hermosa.

Manolo tocó la puerta a cabo de unos minutos se abre la puerta y sale una señora mayor pero se conserva bien para su e edad, según Manolo Dona Nora es una mujer que pasa de los 70 años de edad.

Franco aprovechó tomar mi mano y entrelazó sus dedos con los míos, y debo reconocer que ese gesto me estremeció y no sé por qué ya que lo he hecho miles de veces en novia en alquiler.

Me susurra en el oído.

—Franco: Deja que hable—, asentí y plasmé una sonrisa relajando toda expresión de nervios y tensidad en mi cara.

Manolo terminó de hablar con la "dona" y nos invitó entrar en la casa. La mujer nos vió de pies a cabeza, y fijó sus ojos en nuestras manos entrelazadas y fue directo al grano.

—Dona Nora: No tienen alianzas de matrimonio, no acepto parejas de novios que viven en libertinaje. Este es una casa de principios que guarda la moral y las buenas costumbres—, espetó la mujer incisiva.

—Franco: Un placer dona Nora, me presento soy Franco D'amico Guerra y ella es mi esposa Cora de D'amico, estamos recién casados y desafortunadamente unos ladrones nos robaron todo dinero, documentos y también nuestras alianzas de bodas —levantó nuestras manos para que ella vea—, perdimos todo pero no sé preocupe que llamaré a mi asistente para pague toda la reserva. Mi esposa quiso conocer toda la parte norte de Italia pero no contamos que en nuestra luna de miel nos iba a pasar algo así, ser asaltados por delicuentes—, dice serio y roza con su otra mano mi mejilla que sentí que me puse como tomate al instante.

—Qué mierda está diciendo? Su esposa?—, recriminé en mi mente.

Pero la mujer posó su mirada en mí. Me estaba escudriñando muy al detalle cada expresión de mí. Y me estaba reprendiendo cada momento el por qué me paralicé si yo soy buena actriz cuando prestaba mis servicios en novia en alquiler, y no hay mucha diferencia en ser esposa o amante, total, esto es mentira, una gran mentira que sino reacciono ya!, se cae y nos sacan de patadas de este lugar.

—Cora: Un placer dona Nora, Cora de D'amico y lo que dijo mi esposo es lamentable pasamos el peor susto de nuestras vidas de ser robados de todo lo que teníamos—, me solté de la mano de Franco para saludar a la mujer y volví entrelazarla.

—Dona Nora: No me están mintiendo no?, Espero que no lo hagan para quedarse en este lugar de buena moral—, Insiste y nos ve con desconfianza.

—Franco: Podemos probarlo Dona Nora—, dijo al sonreírle.

—Dona Nora: Cómo señor D'amico?—.

—Franco: De está forma—,

Aún con nuestras manos entrelazadas con la otra mano libre me toma de la cintura y me apega con delicadeza a su cuerpo, suelta su mano de la mía, toma mi cara y me besa. Primero lo hizo con sutileza y a medida de los segundos o tal vez los minutos profundizaba el beso más pasional, sentir la humedad de sus labios en los míos y el jugueteo de su lengua en mi boca explotó en todo mi ser muchas sensaciones.

Debo confesar que este es mi segundo beso pero no tan profundo, intenso y pasional como me lo está dando Franco. Mi primer beso fue a los 17 años en un juego llamado la botellita, un reto que se juega en los colegios durante la adolescencia. En esa época me gustaba un chico, él se llama Leandro Ramos, era uno de los muchachos más popular del colegio. Además de ser atractivo, galante y educado.

El juego de la botellita lo jugamos luego de un encuentro con mis compañeros de clases luego de graduarnos de bachillerato, un año después. Me tocó besar a Leandro y yo exploté de felicidad y de nervios también, pues era mi primer beso, luego de ese beso sonso e inexperto Leandro me buscó después me invitó a caminar esa noche y una vez más me besó pero al darse cuenta que no sabía besar esa noche fue mágicamente especial para mí. Me enseñó a besar con más profundidad e intensidad.

Fueron cinco días de ensueños para mí con Leandro pero los dos teníamos ya nuestras vidas y caminos trazados. Él se iba a Canadá a estudiar ingeniería y yo ya estaba estudiando en Caracas medicina. Aún sentía esa sensación de sus besos de esa noche y para no perder la táctica y aprender un poco más, pues practicaba mis besos con frutas tales como fresas 🍓, duraznos 🍑 y chocolates 🍫.

Pero ahora esto es otro nivel, tengo 23 años y Franco es un poco mayor que yo y es muy experimentado. Ahora aumentó el ritmo del beso este hombre me va a devorar sino lo detengo creo que se pasó de la raya. Él no me ha dado tregua al menos para corresponderle pero no lo haré, por más sea la tentación no lo haré.

Golpeó ligeramente su pecho para que pare y separó su cara un poco pero antes de romper el beso mordió ligeramente mi labio inferior y susurró bien bajito en mis labios casi audible.

—Franco: dolce bacio (rico beso)—, sonríe malicioso.

Al separar nuestras bocas nos giramos al ver a dona Nora que tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero será que es idea mía. Acaso está mujer le gusta deleitarse con este tipo de cosas para alimentar alguna fantasía? O fuimos lo suficientemente convicente para que nos aceptara en su casa?.

—Dona Nora: Siganme, le muestro su habitación—, nos dice y caminamos detrás de ella. Aún Franco me tiene tomada de la mano.

Dona Nora abrió la puerta de la habitación y nos hizo un pequeño recorrido en ella indicándonos las reglas de la casa. Salió la doña y de una vez me solté de la mano de Franco y lo encaré en reclamo.

—Cora: Qué carajo hiciste allá afuera? Cómo te atreves besarme de esa manera? Te pasaste de la raya—, lo apunté con el dedo.

—Franco: Era la manera de convencerla de que tú y yo somos más que dos desconocidos. Y no seas dramática... Ya deberías estar a acostumbrada a esto; de fingir de ser alguien—, se me acercó de manera peligrosa.

—Cora: Tienes razón, una cosa es fingir ser alguien o otra hacer algo, como besarme, fue una falta de respeto—, dije molesta.

—Franco: No entiendo el por qué te molesta que te haya besado si lo haces con frecuencia con tus...—, lo interrumpí.

—Cora: "Amantes...", —dije en comillas—, ufff! hasta el cansancio —arqueo una ceja con pircadía— pero es cuando yo lo he querido y no quien lo quiera. Espero que no se vuelva a repetir—, corrí los ojos.

—Franco: Quisieras tú pero no, no se va a volver a repetir no me quedaron ganas—, dijo con desdén.

No sé porque me hirvió la sangre, fue mi primer beso robado y el segundo que me dan en años.

—Cora: A mi tampoco, fue algo desabrido. Entonces somos dos—, dije sin expresión.

—Franco: Bien entonces—, dijo apretando la mandíbula.

Salió de la habitación y me eché de espalda de la cama y de manera intuitiva me llevé las yemas de mis dedos y acaricie con delicadeza mis labios aún sentía la calidez de esos labios en los míos y la dulzura pero dominante de su lengua en mi boca.

Debo estar loca por desear con locura un beso tuyo Franco.

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Comments

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

hay Franco te veremos cacheteando las bancas por Cora

2024-10-29

0

Nancy Scheherezada Perez Perez

Nancy Scheherezada Perez Perez

Yo creo que se aprovecho por lo mismo, era inocente y la supo manipular

2024-07-06

1

Francisca Alcantara

Francisca Alcantara

Él se enamoró de ella

2024-07-05

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